Capítulo 1
Haechan
—¿Cuándo llegarán, padre?
—No debes mostrarte impaciente, Donghyuck. Sé que no quieres esto pero debes escoger a tu pareja antes de poder gobernar Medenia.— Contestó él sin mirarme todavía.
—Padre...— Dijo mi hermano con tono condescendiente, apurando una respuesta que llevábamos días esperando.
—Mañana por la tarde llegarán los príncipes de los reinos más cercanos y seguramente dentro de dos días lleguen los que viven cerca de la Frontera.
Jisung y yo nos miramos en silencio intentando no decir todas las barbaridades que estábamos pensando. Nuestro padre sabía de la inconformidad con respecto a la alianza para unir territorios que compartíamos nosotros pero a él no parecía importarle.
Suspiraba cada dos por tres y constantemente se quedaba con la mirada perdida. La muerte repentina de nuestra madre nos había llevado a esta situación, en la que nuestro padre parecía más ido que cuerdo y en la que para tener la seguridad de que nuestro reino estaba en buenas manos tanto mi hermano como yo debíamos consagrar matrimonio.
Después de la cena caminé junto a mi hermano hacia mi recámara, sabiendo que aquella noche pasaríamos horas hablando y que finalmente Jisung se quedaría a dormir conmigo. Esto último solo lo hacía cuando estaba aterrado o muy triste como para afrontarse también a la soledad y enormidad de su cuarto.
—¿Se lo dirás?— Susurré una vez en mi cama.
Yo estaba recostado contra el cabezal de mi cama mientras él apoyaba su cabeza en mis piernas para que yo pudiera acariciar su pelo.
—Ya no tiene sentido hacerlo, Hyuck. Él nunca me dirige siquiera una mirada, ¿Por qué iba a importarle que el hermano pequeño del heredero al trono esté completamente enamorado de él? Además, pronto nos casaremos con alguien desconocido, queramos o no.— Suspiró Jisung con voz temblorosa.
—Debes tener varias cosas en cuenta, Sungie. Primero, si Chenle aún no se ha dado cuenta de la maravillosa persona que eres es porque no te merece, no importa que sea mi consejero y mejor amigo. Segundo, no solamente eres el hermano del heredero al trono, eres el príncipe de Medenia, la persona sin la cual me hubiera rendido en muchas ocasiones, el posible rey en caso de que yo no pueda serlo. Y tercero, pequeñajo, tienes que saber que mañana no solo llegará gente que me quiera a mí para unir territorios. Vendrá gente que de verdad quiere estar a tu lado, que quiere conocerte y amarte. Y sé que tú sabrás escoger bien, hermano, tú eres el más sensato en este tipo de cosas, así que no te dejes amargar por un amor frustrado, no pienses más en lo que pudo haber sido sino en lo que será, en lo grande que vas a llegar a ser.— Contesté mirándolo a los ojos y secando con mis pulgares las lágrimas que se derramaban y rodaban por sus mejillas.
—Gracias, Hyuck, siempre sabes qué decir, se nota que serás un gran rey.— Envolvió sus brazos en mi torso en un intento de abrazo y sonreí divertido por la extraña posición para después hacer lo mismo.
—Deberíamos descansar ya, mañana será un día agotador y padre estará mucho peor que hoy, parecía que los nervios y la incertidumbre lo habían consumido.— Susurré con cansancio.
Él asintió y se acomodó a mi lado para después taparnos, nos cogimos de la mano, como siempre hacíamos para darnos fuerza mutuamente y para saber que, pasara lo que pasara, nunca estaríamos solos.
Unos golpes en la puerta nos despertaron, solté un pequeño gruñido de disgusto y abrí uno de mis ojos perezosamente.
—Jisung, ve tú, por favor...— Dije medio dormido y con la voz ronca.
Escuché un pequeño suspiro de su parte y cómo bajaba de la cama. Unos pequeños susurros se hicieron presentes en cuanto abrió la puerta y después volvió a la cama a mi lado.
—Era el tío Jungwoo, ha dicho que tenemos que prepararnos ya, pronto vendrán las mucamas así que tengo que irme a mi cuarto.— Comentó él mientras me abrazaba de manera que dejaba apoyada su cabeza sobre la mía ya que a pesar de ser menor que yo era algo más alto.
Nos quedamos unos minutos más así antes de que volvieran a llamar a la puerta. Ambos reímos antes de separarnos, él se despidió y salió del cuarto al mismo tiempo que varias mucamas entraban para poder prepararme.
Una vez listo le di las gracias a las mujeres con una leve inclinación y me dirigí hacia el comedor principal con la mirada en alto y la espalda completamente recta como me había enseñado mi madre desde bien pequeño.
Cuando llegué a la estancia tan solo se hallaba mi tío con una sonrisa amable en el rostro y mi hermano concentrado en su desayuno.
—Buenos días, tío Woo, Sungie...— Saludé antes de sentarme junto a mi hermano.
—Buenos días, Hyuck. Tu padre no vendrá a desayunar con nosotros, así que no debes preocuparte por él.— Contestó mi tío con su dulce voz, casi como si no quisiera molestarme con esa noticia.
—Está bien...— Respondí para después empezar a comer en silencio.
El vacío que había dejado mi madre también se unía al de mi padre, puesto que en cuanto ella se fue él ya no volvió a ser el mismo. Estaba ausente la mayor parte del tiempo y fue nuestro tío la única figura paterna que tuvimos desde entonces, hace ya tres meses.
Unos pasos apresurados se oyeron resonando por el pasillo por el que yo mismo había venido. Chenle ingresó a la sala y se detuvo a mi lado. Noté como mi hermano elevó instantáneamente la cabeza para mirarlo y unos segundos después la bajó. Apoyé mi mano en su pierna para brindarle mi apoyo mientras miraba a mi consejero real.
—Lele, ¿Pasa algo?— Pregunté al ver lo agotado que se encontraba.
—Los... —Dijo casi sin aliento.— Los príncipes de Nao ya están llegando, se los ha visto en la entrada del reino, estarán aquí en media hora aproximadamente.— Finalizó por fin.
Me levanté inmediatamente al igual que mi hermano. Jungwoo hizo un pequeño asentimiento con su cabeza y con esa señal salí del comedor a paso rápido. Mi hermano se dirigió a su habitación al igual que yo para que volvieran a cambiarnos puesto que debíamos vernos impolutos para nuestros allegados.
Exactamente media hora después nos encontrábamos Jungwoo, Chenle, Jisung y yo frente a las puertas del palacio en lo alto de las escaleras que lo presidían viendo como varios carros tirados por caballos blancos, dignos de las tierras del norte, iban adentrándose en el gran jardín delantero. Jisung permanecía en tensión a mi derecha y mi tío y Chenle parecían observar con mucha atención a los hijos de Nao.
Trillizos, los tres príncipes de esa gran nación eran conocidos justamente por ese motivo. Según tenía entendido de ellos es que eran tan fríos como las tierras de las que procedían además de que tenían mucha riqueza debido a las expediciones que hacían a lugares de ultramar en sus inmensos navíos.
Cuando bajaron de sus correspondientes vehículos inconscientemente contuve la respiración por unos segundos. Si bien me había estado informando de quiénes eran los príncipes de los reinos vecinos, cual era el estado de su economía y si convenía o no unir los reinos debido a diversos factores, en ningún momento me detuve a pensar en si ellos podrían ser atractivos.
Quizá debería haber tenido ese hecho más presente porque en cuanto los tres príncipes vestidos completamente de blanco empezaron a subir las escaleras hacia donde estábamos nosotros me quedé sin habla.
—Príncipe Donghyuck, príncipe Jisung, es un placer para nosotros poder conoceros al fin. Mi nombre es Xiaojun, ellos son Hendery y YangYang. Somos los príncipes Liu de las tierras del norte, el reino de Nao. — Se presentó el muchacho rubio que ocupaba el lugar del medio entre ellos.
Hice una pequeña inclinación de cabeza en señal de respeto hacia los hermanos, tal y como hizo Jisung. Le tendí mi mano al que había hablado y este la cogió para posar en esta un beso helado que me hizo temblar de arriba abajo. Los otros dos hermanos hicieron lo mismo, pero en cuanto procedieron a besar la mano de Jisung noté como aquel que tenía el pelo de un tono algo más anaranjado llamado YangYang se demoraba unos segundos más al retirar sus labios de la piel de mi hermano. Sonreí con suspicacia, sospechando que ese chico parecía estar más interesado en él que en mí. Jisung era demasiado apuesto y a veces no se daba cuenta de lo que causaba en los demás.
Cabe decir que a pesar de que él había sido el más reticente a esa pequeña muestra de respeto y cortejo, Hendery fue el que más había llamado mi atención. Su mirada era algo indiferente, como si no le importara el hecho de tener que conquistarme o como si pensara que no valía la pena todo lo que estaban haciendo. Cosa en la que yo concordaba, realmente no entendía por qué se tenía que montar tanto circo para un casamiento, pero no podía quejarme, al menos tenía la oportunidad de elegir con quién iba a hacerlo.
—Adelante, príncipes de Nao, espero que podáis disfrutar vuestra estadía aquí.— Dije indicándoles con un gesto que me siguieran.
Jisung me miró en silencio y le sonreí para transmitirle la paz que le faltaba, siempre iba a apoyarlo en la manera de lo posible. Chenle a mi otro lado mantenía su ceño algo fruncido, supongo que concentrado en todos los preparativos para la competición que habrían aproximadamente dentro de una semana.
Esto iba a ser una guerra silenciosa, una guerra por el poder y por la unificación de reinos en la que yo era el trofeo y en la que el amor no existía de por medio.
A veces envidiaba a Jisung, porque lo supiera o no, los que lo cortejasen a él no sería por un interés territorial sino porque realmente ven en él un corazón noble y lleno de amor.
🛑Votaciones cerradas🛑
Me gustaría o al menos tengo la intención de que esta sea una historia interactiva en la que podéis votar quien queréis que sean las futuras parejas de Haechan y Jisung. Para eso al final de cada capítulo podéis comentar el nombre de uno de los pretendientes y en cuanto se vaya a acabar la historia haré el recuento de nombres.
Aquí podéis comentar quién queréis que sea la pareja de Haechan:
Aquí podéis comentar quién queréis que sea la pareja de Jisung:
Si veo que lo de la historia interactiva no funciona por falta de comentarios al final yo escogeré quien serán sus parejas.
Espero que os guste mucho este proyecto y que le deis mucho amor.❣️
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