Maratón (3/3)

El día del parto había llegado, un mes paso de forma rápida así como los demás, todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos como si lo único importante fuera ese día, no recordaba más que estar en una habitación repleta de aparatos desconocidos, de estar vigilada todo el día y en la noche no poder dormir hasta que al final su cuerpo cedía.

Entre quejido, gemidos y gritos ella luchaba por qué su bebé saliera por primera vez al mundo, el tiempo pasó lento después de sentir que iba rápido durante todos esos meses.

Su cuerpo luchaba con todas sus fuerzas para poder cumplir su cometido, los momentos más duros serían después de ese nacimiento.

Con un último respiró y su grito ahogado fue que salió, un llanto fuerte se escuchó, ella estaba feliz sintiendo que al fin había logrado algo, miro a su alrededor sintiendo como su cuerpo por fin se liberaba más sus ojos empezaban a ver borroso.

NamJoon quien en todo momento permaneció a su lado a pesar de la insistencia del médico en que se fuera, se acercó a ella besando su frente y después sus labios, le hablaba aún que Haon no entendía que era lo que decía , todo se escuchaba tan lejano para ella.

—Lo has hecho muy bien... Haon muchas gracias...

La felicidad desbordaba en él, fue el primero en cargar a su hijo, sintió su cuerpo, su calor y su aroma, era una mezcla de ambos pero principalmente olía a su madre.

—Mira a nuestro hijo... Haon mira a nuestro cachorro.

Lo acercó a ella dejando que él pequeño se moviera en su pecho más sin en cambio Haon no respondía a sus llamados, está ida, su mirada perdida y fue en ese momento que los doctores se dieron cuenta.

De forma rápida alejaron a NamJoon, el salió de la sala aún que cuando no quería hacerlo, nadie le quitó a su hijo, ya había pasado lo peor para él.

Escuchaba los gritos, las insistencia y como pedían reanimarla.

Haon estaba entre la vida y la muerte incluso antes de lo que se tenía previsto, era obvio su destino pero NamJoon no podía ,ni quería que fuera así.

Su hijo lloraba sintiendo ese vacío, esa necesidad de sentir a su madre, de ser cargado por ella, de los besos ,las caricias y la atención que solo ella le brindaría. NamJoon solo podía mecer lo tratando de tranquilizar lo más eso no funcionaba.

—Todo estará bien...ella estará bien.

Se decía así mismo tratando de convencer se de que eso pasaría, de las cosas no terminarían de esa forma, de que ella despertaría y podrían pasar más días juntos, disfrutando de lo que la vida les dió.

NamJoon sabía que si su parte lobezca no existiera también hubiera amado de la misma forma a Haon, sin importar el tiempo, el lugar o las circunstancias, él sería para ella, estaría para ella y moriría por ella, esa era la prueba más grande de su amor por una persona que ni siquiera nació en un mismo mundo.