Mucho trabajo por delante, un pesado sentimiento de decepción, Haon no podía creer que así era como la vida terminaba. Ese manantial ahora era un depósito de aguas residuales.

Su equipo y ella estaban trabajando ya desde hace algunos días en esa zona, querían recuperar ese lugar a como diera lugar, esa agua podría ocuparse para el riego y ninguno estaba dispuesto a irse sin lograrlo.

—Su pH está muy elevado. Ya me quiero ir.

—Changmo, puedes irte si quieres.

—No lo haré, hay una niña que necesita mi ayuda —dijo revolviendo su cabello,cosa que termino por molestar a Haon.

—Deja de hacer eso o te pateare el trasero.

Más aquello aún que podría hacerlo,no duraría mucho tiempo para terminar en el suelo pues Changmo era bastante alto y con una musculatura más desarrollada.

—Digamos que si...creo que debemos acabar por hoy, es largo el caminó de regreso.

—Sigo sin entender por qué no acercaron más el campamento.

—Por que no podemos ingresar...recuerda que esto lo estamos haciendo sin permiso, si alguien de esa maldita empresa nos ve , terminaremos presos.

—Es nuestro trabajo...y aún que no lo fuera creo que debemos cambiar, esto no está bien—dijo mirando ese sombrío lugar, ese que debería de estar llenos de vida ahora solo era un reposadero de agua turbia —Los humanos no saben cuánto daño estamos causando...esto terminará mal pero por lo menos yo sabré que hice algo para cambiar eso.

—Todos nosotros pensamos igual...pero somos una mínima parte, no podemos cambiar al mundo de esa forma...tenemos que quedarnos viendo como poco a poco se va acabando.

Ambos se quedaron en silencio yendo se después de tomar las muestras del agua y el terreno.

Ese lugar era un bosque que años dejó de tener el acceso permitido ya que según algunas personas, ahí se cometían actos atroces ,otros decían que ese lugar estaba maldito más todo era mentira, la verdad era que ese lugar ya no era apto para nadie, su aire se fue contaminado por culpa de una empresa que se estableció por ahí.

Todo el bosque fue perjudicado por sus químicos, el humo y el poco respeto que ellos tenían ante la naturaleza.

Esas personas se sentían dueños del lugar, cualquier anomalia la informaba diciendo que quien entró se acercó a con intenciones malignas.

Era por eso que Haon, Changmo y sus demás compañeros trabajaban cautelosos.