Llegaron a la mafia algo lento, ésto por el mafioso, quien se detenía a mirar cada diferencia en aquella, su querida ciudad, al mismo tiempo ésto irritaba al mayor de todos, después de todo estaba tomando más tiempo de lo esperado.

- Por fin - exclamó Osamu entrando, igual que el mayor, a sus anchas.

-¿ Con qué cara lo dices...?

Todos estaban extrañados de verlo ahí nuevamente, de no verlo en años, pasaron a verlo dos veces al día, ésto sin contar que iban con Atsushi.

Igual que la primera vez, se toparon con con Black Lizard, a regañadientes lo volvieron a llevar a la oficina, pero esta vez con más seguridad, nuevamente, gracias a Atsushi.

En el camino a la oficina del jefe, se encontraron con cierta mujer de cabello rosado, quien no estaba sola.

- ¿Dazai? ¿Qué haces aquí otra vez? - se dio la vuelta, dejando ver también al "joven Chuuya" quien vio desconfiado al detective mayor. No tardó mucho en notar que no venía solo -¿Y para que trajiste al Hombre tigre? - se inclinó un poco tratando de ver al encapuchado, pero Dazai rápidamente tiro de su capucha son dejarle ver la cara.

- Vengo a hablar con Mori, y... Anda mira, qué casualidad, también necesito que vengas conmigo - dijo viendo a Nakahara - ¿donde esta Chuuya?

- Chuuya-kun está a mi cuidado, y si quieres pasar necesito saber quiénes son TODOS tus acompañantes- amenazó la mujer.

Al escuchar ese nombre, los ojos del menor  pasaron sin disimulo al pelirrojo.

-¡¿Qué hace este tipo aquí?!

-¡Shh! Cállate!- dijo Nakahara. Kouyou rió por lo bajo, esa había sido literalmente la misma reacción que los mayores horas antes.

- ah... Bien, definitivamente hay que ir a hablar con Mori.

Llegaron a la oficina, iban a entrar sin tocar, digno de una película de suspenso, pero escucharon las risas de cierta niña adentro. Prefirieron mejor tocar.

Apenas entraron, los ojos de Mori se abrieron en sorpresa, y segundos fueron los que tardó en pararse de su asiento e ir a comprobar si ese realmente su Dazai, cosa que no hizo con Chuuya. Quizás se sentía un poco celoso.

- estás más viejo - dijo Osamu alejándolo un poco y viéndolo de pies a cabeza - bastante.

- Tan cariñoso como siempre.

- ¿Donde esta la babosa del sombrero? - preguntó un ahora mayor Dazai viendo a los costados. El apodo no le gustó a Nakahara.

[N/A: De igual forma, Chuuya menor será llamado Nakahara, y Chuuya de 22 Chuuya.]

Justo después de dicho eso, Chuuya entró haciendo un alboroto.

-¿¿No puede ser posible??

Junto a él, había ido Akutagawa como era de costumbre. Su piel se erizo al instante de ver a Nakajima.

-Jinko - frunció el ceño solo como el podía.

- Akutagawa - de alejó un poco cerrando sus puños fuertemente por si la situación de pelea tomase lugar.

- Si te he traído aquí, no es para que pelees -   habló Chuuya a su subordinado.

- salga se afuera si quieren pelearse - dijo Dazai, Chuuya lo vió con mala cara- por contradecirlo.

...

Por un lado, frente al escritorio de Morí habían dos sillones individuales, donde estaban los menores, atrás de ellos, sus versiones mayores.

- Ante tal situación, me parece adecuado llamar a Fukuzawa - comentó Ougai cruzando sus dedos bajo su mentón - teniendo en cuenta que uno de sus detectives está involucrado en éste asunto - aclaró viendo a Dazai.

- Ésta vez estoy de acuerdo en llamar al jefe de la agencia - afirmó Chuuya convencido.

- ¿Me puedo parar? Me estoy aburriendo preguntó Osamu - vamos, acompáñame - tomó de la muñeca a Nakahara, sus mayores los vieron con cada de disgusto extrema, ellos siquiera lo notaron.

- ¿No lograron descifrar nada en mi ausencia? - aprovechando el espacio, se sentó en el sillón vacío, Chuuya le siguió el paso.

- Te fuiste tres horas, primero piensa luego habla - contestó el pelirrojo molesto por los aires de superioridad que sentía de Dazai.

- Vale, vale, fue una pregunta - alzó las manos - estás muy estresante últimamente Chuuya, ¿No te estarás quedando calvo? - Aunque lo negase, Chuuya quedó pensativo.

- Ya calmense - habló Kouyou, quien estaba parada del otro lado del escrito- es increíble que ellos, que tienen 16 años sean más maduros que ustedes dos - y como si fuera su madre, el regaño hizo efecto y no volvieron a pelear, o al menos no por el momento.

- Lo he estado meditando por un rato, y solo puedo pensar en que sea una habilidad donde extrañamente Dazai-kun no pueda contrarrestar. Aún así, las posibilidades son mínimas, casi inexistentes - dijo Mori en su típico tono tranquilo pasando su mirada entre ambos hombres.

- Por otro lado - comenzó Ozaki - también hemos pensado en la posibilidad de que sea algo científico - levantó el dedo índice mientras explicaba - aunque no estoy segura de cómo, es una posibilidad.

- Ni siquiera sé cuál tiene menos sentido - Dazai se recostó sobre el respaldo tirando la cabeza para atrás, ya exhausto mentalmente - dudo mucho que sea una habilidad imposible de contrarrestar, y no puedo encontrar el sentido en que sea ciencia, aún así, no descarto eso porque no se mucho del tema.

- Por ésta vez estoy de acuerdo - El castaño lo miró asustado- debería ser algo más tirando al lado científico, pero, ¿Por qué? O cuando? ¿Quién? Por el momento, la última es la más importante.

- Ciertamente... - el azabache miró hacia las paredes pensativo- pero como sea, ya es algo tarde. Los mantendré al tanto si llegase a saber algo, y les pido que sea recíproco. Pueden retirarse.

Ambos se levantaron, y en el movimiento chocaron hombros, miradas de odio fue lo que recibieron.

Comenzando a caminar, Dazai pudo percatarse de algo que hasta ahora no había siquiera notado.

- Pero... ¿A dónde se fueron?