XIII
Alice, yo se que había sido una mierda con vos de lo qué pasó cómo te conté en la carta, reconozco que no suelo decir este tipo de cursilerías pero realmente te amo y siento lo mismo por ti, pero me es imposible que podamos estar juntos por toda esta mierda que está pasando. Créeme que si le pasaría a mi hermano, yo también reaccionaría mal como Guzman y trataré de no meterme en líos, pero lo haré por ti... Alice, siento que la única persona que confía en mi de este lugar, eres tú y crees en mi palabra. Me gustaría verte después de tus clases por última vez antes de partir.
¿La última vez? ¿Nano se irá del país y nunca más volverá a España? No puedo permitir que pase esto ahora que estamos cerca de atrapar al asesino y debo impedir que se vaya de este lugar, realmente amo a Nano y no quiero que se vaya de mi lado
Comencé a enviarle un mensaje de texto.
Nano, me gustaría verte en...
X
Mi hermano fue expulsado por tres días aunque estamos en semana de exámenes, Samuel se había salvado de una expulsión aunque gracias a Lu que fue testigo de la discusión de ellos dos, pero esto no se libraría ya que Azucena hablara con Pilar
Samuel me explicó que Lu lo tiene amenazado por lo que ocurrió entre ella y su medio hermano, aunque estaba de suerte que no está enterada que no es el único, ahora que lo pienso, Lu tendrá un mal momento.
Nadia estaba más tranquila con la idea que le propuse y entre al aula, sentándome de su lado para presenciar el momento perfecto y ver su rostro.
—Hola baby —la salude con un beso en la mejilla con una sonrisa—. ¿Estudiaste para el examen?
—Por supuesto que si Alice —responde Nadia siguiéndome la corriente para fastidiar a mi querida ex cuñadita—. ¿Lograste entender los temas que te expliqué?
—Claro que si querida, gracias a ti —comente sarcásticamente y eche un ojo a Lu cómo nos miraba con seriedad.
La profesora entró al aula y comenzó a repartir los exámenes a cada uno, le desee suerte a Nadia en el examen y en el plan, mire hacia al pasillo como mi hermano se estaba quejando con Azucena sobre Samuel.
Comenzamos a responder el examen.
Nadia estaba tan concentrada en el examen y yo había terminado de responder antes el examen ahora solo faltaba esperarla... pero eso no importaba ahora, solamente me importa Nano.
—¿Se puede saber que estás haciendo? —preguntó Lu con seriedad, aunque pensaba que estaba en mi examen realmente la escucho.
—Sacar la mejor nota de la clase —Nadia respondió con voz baja sin que la profesora se diera cuenta y miró a Lu con seriedad volviendo a ver su examen.
—Me estás obligando a tener una conversación muy desagradable con tus padres.
— Yo que tú no lo haría —Lu lanzo una risa discreta pero su sonrisa desaparecerá en cinco segundos, ahora venía la mejor parte—. A no ser que quieras que sepa lo de Valerio —lo último susurró con sarcástica y la sonrisa de Lu desapareció quedándose totalmente confundida, por dentro me estaba riendo de su cara y mire su expresión sin mover la cabeza.
—¿Que?
—Es más, o suspendes este examen, o todo el mundo lo sabrá —se acercó un poco más hacia a ella—. No me importa si tú cuñadita se entere para que se lo cuente a tu ex novio.
Nadia se levantó de su asiento tomando su examen, antes de irse con la profesora, comenzó a burlarse de su cara con una sonrisa con cinismo. Sonreí divertidamente y segundos después, me levante de mi asiento y le entregué el examen y salí del aula, creo que fue un buen momento... aunque me dirigí rápidamente al baño de chicas para contactar a Nano y que no lo haga.
No puede irse de España.
X
No había recibido ningún mensaje de texto de Nano desde el mensaje de voz que recibí esta mañana, me preocupaba que pudiera cumplir con su palabra y si se va, lo marcarían como el asesino de mi hermana y la cosa podría ser más peor.
Ahora esperaba que las clases en las Encinas se terminara para irme a casa lo más rápido posible y detenerlo.
—No se como agradecértelo —dijo Nadia agradeciendo despertando de mis pensamiento sobresaltada—. Te pagaré con este café —me entrego un café light, como me gustaba.
—No tienes que agradecérmelo —dije con una sonrisa fingida tomando un sorbo del cafe—. Lo hago con gusto porque eres de las primeras amigas que hice cuando llegue a este lugar y no me gusta que se metan contigo o con Rebeka.
—Sabes una cosa Alice —me comenta Nadia tomando asiento—. Estaba pensando cuando Guzman y yo lo hicimos, para nosotros nunca iba hacer sólo eso y yo lo sabía. Sabía que iba poner en mi vida patas arriba, la de tu hermano, la de Lu y la tuya... A pesar de todo lo hice porque estoy enamorada —comentó con una sonrisa y bajo la mirada—. Como si eso fuera una excusa, se supone que el amor es algo bonito pero también te convierte en nadie muy egoísta. Te noto algo extrañada ¿Estáis bien?
—¿Sabes una cosa, Nadia? —respondi aún con la falsa sonrisa apretando los labios con nervios—. Este último tiempo te convertiste no sólo como mi amiga, sino también como mi mejor amiga y confidente como Samuel y Nadia. Te contaré de lo que me está pasando y no digas nada de esto a nadie... mucho menos a mi hermano.
Me acerqué a su oído y le expliqué lo que está pasando con Nano, decidí también contarle lo qué pasó en la fiesta de Halloween entre Nano y yo, ya no me dolía contarlo pero me preocupada que Nano se fuera de mi lado.
Nadia me observo sorprendidamente y la mire con la mirada baja dejando esa sonrisa fingida, no me atrevía decir otra palabra y sentía que se me destrozaba el corazón, ella me tomó de los hombros y me abrazo sorprendidamente y lo correspondí.
—Todo estará bien, búscalo y dile que no se aparte de tu lado.
—Gracias de nuevo por ser mi mejor amiga y confidente —susurre lo bajo dejando de abrazarla entre lágrimas.
—Y te devuelvo el favor, escucharte es lo que más puedo hacer —sonrío e hice lo mismo.
—¿Todo bien? —preguntó Samuel preocupado, me giré hacia a él y llega Lu tomándolo del hombro y jalándolo hacia a ella.
—Estás muerto, hijo de puta —Lu se fue molesto empujándolo quedándose confundido y la campana volvió a sonar, dando terminada las clases.
—¿Te sientes bien Alice? –volvió a preguntar Samuel y negué varias veces, me despedí de Nadia y lo tomé del brazo llevándolo a otro lugar más privado—. ¿Que cojones está pasando Alice?
—Nano se irá.
—¿Que dices? —saque mi móvil y entre a mis conversaciones en el chat de Nano y presione el "Play" para que escuchara el mensaje de voz que me envió esta mañana y Samuel comenzó a escucharla—. Hostia, si mi hermano se va, lo tacharían como el asesino de Marina.
—Intentaré hablar con el, ya se donde estará y pueda convencerlo de no irse.
—Intenta convencerlo y yo hablaré con Carla sobre la camisa de Christian en la fiesta de fin de cursos —comentó Samuel, cuando di el primer paso para salir del lugar, me tomó el brazo—. Intenta convencer a Nano de que no se vaya, yo se que podrás, cuñada.
Asentí y sonreí al escuchar la última palabra de mi mejor amigo y "cuñado" y le deseé suerte. Solo espero que Samuel saque la información necesaria para convencer a mi hermano y quitarle la venda de los ojos.
X
—Lo puedo decir más alto, inspectora, pero no más claro. Nuestros abuelos ya no viven en esa finca —explicó Guzman frente a la inspectora con enojo, la furia de Guzman no ha sido reducido desde lo sucedido con Alice.—. Hace tiempo que no pasamos por ahí.
—Ya, entonces es casualidad que la última vez que se supo de Samuel con vida fuera cerca de una propiedad tuya y la de tu hermana en una propiedad de un chico que no conoceis —explica la inspectora con los dedos entrelazados—. Y la última vez que se vio a Nano con vida fuera en tu casa y que Alice seguramente sabe el paradero de ambos ¿no?
Guzman solo miraba a la inspectora con una mirada seria y que nadie se podía explicar, la inspectora interroga de nuevo a Nadia sobre la relación de Alice con el hermano de Samuel.
—Yo solo se que Alice intentó retener a Nano, pero creo que no logro convencerlo de quedarse en España
—¿Piensas que Nano se ha ido realmente? —preguntó la inspectora pero Nadia se encogió de hombros confundida, la inspectora saca una fotografía del perfil de un chico que no es alumno de las Encinas—. ¿Reconocéis a este sujeto?
—Nunca lo he visto ¿Ese tío sabe dónde está Alice?
—Su nombre es Rafael Loreto —replica la inspectora—. No es un alumno de las Encinas, pero no hay nada que lo involucrara con la desaparición de Alice y tampoco con Samuel.
—Realmente lo conozco, pero no sabía que es la misma persona que conoce Alice —la inspectora se quedó estupefacta y le ordenó que continuara el relato—. Es un tío que Alice conoció en la fiesta de Halloween en la casa de Rebeka, pero es majo y no creo que tenga algo que ver con su desaparición.
X
Logre llegar a mi casa lo más rápido que pude, el chofer estaba por estacionarse y le dije que se detuviera rápidamente después de observar a Nano que estaba por entrar a la casa.
Sali del auto y fui corriendo hacia a él.
—¡Nano! —grite y él se detuvo frente a la puerta de mi casa girándo hacia a mi—. ¿Que carajos vas a hacer?
—Aclarar esto de una puta vez a tu hermano y a tus padres de que vean que no soy un puto asesino ya que nadie confía de mi palabra —lo tome del brazo con fuerza y me miró sorprendido.
—Nano —lo gire de nuevo hacia conmigo y lo tome de los hombros—. Mírame y escúchame de una puta vez, si crees que no hay nadie que confía en ti, te diré que estás muy equivocado... Yo confío en ti y creo en tu palabra —subi mis manos tocando sus mejillas mientras mis ojos comenzaba a empañarse de lágrimas—. ¡¿Cuantas veces tengo que decirte que estoy diciendo la verdad?! ¡¿Cuantas veces Nano?! ¡¿Cuantas?!
Mis piernas estaban temblando de la ansiedad y lo único que hice fue arrodillarme ante el sosteniéndome de sus pantalones mientras varias lágrimas caían hacia a mi regazo
—No me iré de aquí realmente —levante mi cabeza y lo mire fijamente hacia arriba con asombro, Nano me tomó de los brazos para levantarme y nuestros rostros quedaron frente a frente—. No, no me iré del país pero debo hacer algo para dejarles en claro.
No dije ni una sola palabra y entró a la casa, no se lo impedí y se que la única persona que se encontraba en casa era mamá, Guzman y mi padre volverían más tarde.
Había llegado hasta a mi habitación para observarlos desde lejos, supuse que mamá estaba en el jardín cerca de la piscina arreglando las flores como todos los días, Nano había llegado al jardín y mamá comenzó a hacerle señales y Nano no hizo caso y se fue acercando más con ella.
Se mostraba más serio mientras mamá le apuntaba con las tijeras de podar con tal de defenderse, pero se detuvo al ver qué Nano metió la mano de los bolsillos de su chaqueta y de ahi sacó un papel y la alzó.
Había visto ese papel antes, Nano me había contado la historia de que junto con Marina habían ido a una clínica para abortar y que mi hermana decidió al final tenerlo con el, mamá lo seguía apuntando y mire cómo negaba con una cierta expresión de impresión y tristeza.
Nano se fue acercando más y mamá dejó de apuntar las tijeras pero no decía una sola palabra cuando le entrego el papel en sus manos para después darse la vuelta y retirarse del lugar y salí de mi habitación con prisa, bajando por las escaleras apresuradamente hasta topármelo en la sala.
—Nano... —no me permitió hablar luego de que Nano me beso en los labios, me sorprendió y lo correspondí, admito que extrañaba sus labios, ahora se que Nano dice la verdad—. Perdóname por haber dudado de ti.
—Ya está hecho, creo que lo mejor para nosotros es irme de aquí —Nano dijo en voz baja bajando la mirada—. Para no joderles la vida de nuevo.
—¿No te irás sin antes escuchar esto? —saque el móvil y busque la conversación con Samu acerca de un mensaje de voz qué tal vez estaremos más cerca de la verdad—. Creo que es algo importante que tienes que saber, ya será tu decisión de irte o no.
X
—Si tiene algo de lo que acusarme hágalo ya. Si no, déjeme en paz —se quejó Guzman—. Que he quedado con mis amigos a buscar a Alice con vida
—Podemos seguir mañana —finalizó la inspectora y Guzman golpeó la mesa con ambas manos
—Muchas Gracias.
Guzman se levantó de su asiento y tomó su chaqueta junto con una bufanda naranja, al salir del Aula Guzman se coloca la chaqueta mientras cruzaba por los pasillos de las Encinas.
La inspectora lo observa al caminar teniendo que comienza a sospechar algo de Guzman.
X
—¡Nano! ¡Nano! ¡Tengo algo! —Samuel había llegado empapado de la lluvia, alce la mirada con cierta tristeza y él se quedó confundido cuando me miró en la habitación de Nano.
—Nano se fue —Samuel se quedó asombrado y le di una nota de papel que dejó en su cama y comenzó a leerlo—. Dejó esta nota... no volverá.
Cubrí mi rostro con ambas manos y salí de su casa ignorando a Samuel mientras me hablaba, el cielo estaba teñido de oscuridad mientras llovía más al tanto que mi tristeza aumentaba más.
Me sentía más débil que nunca, ya no podía caminar más y opté por sentarme en las escaleras, no podía creer que Nano se había ido y nunca más volveré a verlo. Fui una estupida por no creer en sus sentimientos ahora que me doy cuenta de todo.
—Alice —susurró Samuel mientras se sienta a lado mío en el último escalón.
—Perdóname Samuel, hice todo lo que pude —dije con voz apenada con la respiración agitada sin atreverme a mirarlo a los ojos—. Perdóname.
—No es tu culpa...
—¿Donde está? —dijo una voz, gíranos hacia a la derecha y una sombra se iba formando mientras se acercaba, era mi hermano y me levante lo más rápido que pude—. ¿Donde coño esta? —Guzman lo tomó de la chaqueta con fuerza y lo empuja hacia a la pared.
—¡Se ha ido por ti puta culpa! —exclamó Samuel empujándolo y Guzman lo tomó de nuevo para tirarlo al suelo pero Samuel lo golpea cayendo al piso.
—¡Basta Guzman! —grite tomándolo del brazo.
—¡¿Y qué coño haces aquí?! —me grito tomándome de los brazos con fuerza pero golpeé su entrepierna y le di una bofetada en la mejilla y me acerqué a Samuel—. ¡¿Prefieres a él antes que a tu...
—¡Hazlo Samuel! —Samuel sacó el teléfono de su bolsillo alzándolo y encendió el audio donde se escuchaba la voz de Samuel y la de la marquesita antes de que mi hermano lo volviera a golpear.
—No sé qué crees que vas a conseguir con estas preguntas. Llevas así semanas y no has conseguido nada
—¿Que es eso? —grito molesto mi hermano.
—Ni lo vas a hacer.
—¿Y por qué te pones así?
—No me he puesto de ninguna manera. Pero si sigues con tu investigación de mierda, lo que vas a conseguir es acabar como Christian.
Mi hermano se quedó paralizado y ya no dijo nada mientras nos miraba fijamente.
—¡¿No lo entiendes?! —grite empujando a mi hermano después de ayudar a Samu a levantarlo—. ¡Samu está tratando de demostrar la inocencia de Nano y tu la estás cagando! ¡Joder Guzman! ¡Estamos cerca de la verdad y no te quieres quitar la puta venda de los ojos!
—¡¿Que estupideces estáis diciendo?! —grito molesto y en un momento inesperado, Guzman me dio una bofetada que cayera de espaldas mientras la lluvia se había terminado—. Joder, perdóname Alice —dijo arrepentido tratando de ayudarme a levantarme pero se lo devolví cuando ya me encontraba de pie.
—¡Y joder que no puedas entender! ¡A esos tíos que les llamas amigos se están burlando de nuestras caras y no quieres darte cuenta!
Guzman me miró sorprendido y estaba totalmente pálido, ahora conocía otra parte de mi.
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