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II

Nunca me había divertido desde hace tanto tiempo, era más extraño que tuve mi primer día de clases e ir a una fiesta el primer lunes de la semana de clases, Rebeca, Nadia y yo empezábamos a ver los chicos que se encontraba en la discoteca, Por lo que acabo de ver en la expresión de mi hermano parecía que lo estaba disfrutando mucho junto con Valerio, lo más extraño era que Polo me observaba constantemente, la misma cara desde mi llegada a las Encinas.

Rebeca había discutido con Lu con respecto a lo que se dedica su madre y expresándose por su personalidad, sabia que ellos se quedaron con nuestra anterior casa después de la muerte de Marina.

—Mira, yo no te doy consejos, bonita —dijo con sarcasmo con una sonrisa—. Aléjate de mi hermano y tu también deberías hacerlo, cuñada —dio unos pequeños golpes en mi rostro antes de alejarse pero se detuvo.

—Claro... todos estáis en contra de las drogas, ¿no? De hecho, hacéis tertulia cuando vais de tres en tres al baño.

—Y no me engañas perfectamente que tu medio hermano le dio droga a mi hermano —Rebe y yo nos reímos.

—Si, somos muy hipócritas, es nuestra especialidad —se acercaba hacia a nosotras llevándose el cabello hacia atrás—. Por eso estás tan orgullosa de tu familia que vas por ahí diciendo qué les tocó la lotería. Un clásico —Lu sonríe dando la bienvenida respectivamente alejándose.

—Es una puta de mierda —la observé desafiante mientras tomaba una copa de whisky—. No se como mi hermano la eligió.

—Venga tia, que estamos para pasarla de pelos y no pasarla mal por un par de gilipollas —dijo Rebe divertida cogiendome del brazo para dirigirnos hacia la pista con Samuel.

Rebeca tenía razón, salir podría ser un buen momento para poder distraerme, disfrutar, pasarla de madre, bailábamos al ritmo de la música, reír y gritar lo genial que era esta fiesta, el alcohol y drogas era lo más placentero, no pensaba nada por un solo segundo y mi mente estaba explotando de tanta felicidad.

La champaña estaba haciendo empapar nuestros cuerpos mientras seguíamos bailando sin parar, tan eterna podía ser la fiesta y esta es la mejor bienvenida que he tenido en toda mi puta vida, no se por cuánto tiempo hemos bailado cuando hemos llegado a casa y mi hermano llevaba una botella de whisky en sus manos llegando a su habitación, tumbándonos en su cama.

—Joder, la mejor fiesta que he ido —estalle entre risas y mi hermano se unío.

—Hostia Alice, me encanta verte sonreír y reír —dijo dando un sorbo a la botella—. Me alegra que hayas vuelto.

—A mi igual Guzman y prometo que no me iré nunca más —lo mire hacia a sus ojos llorosos y le plasme un beso en su mejilla.

—Perdóname por lo de esta mañana, fui un hijo de puta contigo delante de todos.

—Eso fue en el pasado, Marina también fue mi hermana y la extraño mucho —tome su mano y la aprieto con mucha fuerza—. Ahora debemos estar unidos más que nunca y cuidarnos el uno al otro. Ahora descansa —bese su frente al levantarme de su cama pronunciando un "Té quiero" Guzman.

—Yo también Alice

El segundo día en las Encinas estuvo más tranquilo de lo normal, no sucedió lo mismo del día de ayer pero estaba un poco cansada de la fiesta en la discoteca, gracias Valerio por esa increíble fiesta, pero lo malo que Nadia y Christian no se presentaron a clases.

—¿Donde esta Nadia? —pregunte a Samuel y a Rebe con cierta preocupación al girarme por atrás.

—Ni idea chica, la palestina no ha respondido ninguno de mis mensajes —dijo Rebe observando la butaca vacía de Nadia.

—También sucede con Christian, no responde tampoco ninguna de mis llamadas —comentó Samuel.

—¿Creen que se encuentren bien? —en ese instante entró Azucena acercándose a la profesora y después su mirada, se fija en cada uno de nosotros con tartamudez.

—Vuestro compañero Christian sufrió anoche un accidente con su moto.

—¿Que? —entone impactada por la noticia.

—¿Cómo que un accidente? —pregunto Samuel.

—Al parecer había bebido y chocó contra otro vehículo. Un coche que se dio a la fuga.

—¿Te han dicho cómo está? —preguntó Ander.

—Sólo que está muy grave —concluyó Azucena y me quede pensativo.

Samuel y Carla se dirigieron al hospital donde se encontraba hospitalizado Christian, nos contó que Christian se encontraba vivo posiblemente que no volvería a caminar e igual que se encontró con Nadia, estaba bien pero su padre no, ya que sufrió un Ictus pero se encontraba bien.

—¿Como esta el de rizos? —preguntó Rebe cuando se terminó las clases.

—Christian está vivo, menudo accidente que se dio.

—¿Y cómo está el padre de Nadia?

—Parece que está bien.

—Chica ¿Te apeceria ir a mi casa para enseñarte a boxear? —me preguntó Rebe con una sonrisa satisfactoria mientras fingía que daba golpes a un costal.

—Me sorprende que vos sabeis boxear, me apetece ir. Me encantaría —acepte con gusto.

X

Nunca me imagine por un solo segundo que volvería a mi antiguo hogar después de tres meses de la muerte de Marina, en el camino me encontré a Samuel con una bolsa deportiva en el camino a unas cuadras de llegar a la casa de Rebeka, no fue difícil en tener un problema con mamá que aún se encontraba en depresión mientras que mi padre en su trabajo y Guzman, en casa de Polo luego de que había sufrido una especie de crisis en los pasillos de las Encinas.

—Hola Samuel ¿Como estas? —lo salude dandole un beso en la mejilla mientras caminábamos.

—Hola Alice ¿Tuvisteis algún problema con tus papás? —preguntó, era obvio que volvería a mi antiguo hogar.

—No, mi madre no desea hablar con nadie y mi padre está con su trabajo ¿Alguna novedad sobre Christian? —pregunte por su estado de salud.

—Lo van a transladar a Suiza.

—¿A Suiza? —mencione sorprendida deteniéndome por un momento para observarlo—. ¿Como es posible eso?

—El padre de Carla comentó que lo operarán y después que estara en unos meses de rehabilitación intensiva.

—Apostaría que su padre pagara los gastos de su operación y los padres de Christian están de acuerdo —Samuel asintió con rapidez—. Es lógico porque Carla se follaba a Christian desde que llegaron a Las Encinas, tal y como me contó Marina.

—¿No crees que esto es demasiado extraño? —pregunto Samuel confundido.

—Pienso lo mismo —coincido con el—. Christian estaba actuando muy raro durante en la discoteca junto con Carla y también en el instituto.

—Eso también he llegado notarlo en el. Nano me comentó que Christian había ido a verlo en la carcel luego de que regresó de vacaciones con Carla y no estaba totalmente feliz.

—¿Crees que estaba ocultando algo? También pude darme cuenta que la marquesita estaba discutiendo con Christian antes de que tuviera el accidente en la discoteca —dije pensativamente continuando con nuestro camino recordando lo qué pasó entre ellos en la fiesta, no era una casualidad que después de lo de mi hermana ha cambiado mucho—. Yo pienso que su padre pudo ser capaz de callarlo y creo que Christian sabía algo, igual que Carla con referente a la muerte de mi hermana. ¿Tienes alguna idea de cómo podemos saber que estaba ocultando?

—Lo sabrás cuando entremos a vuestra casa —dijo al detenernos frente a la puerta principal de la casa de Rebe, mis ojos se agrandaron por un momento al llegar a mi antiguo hogar—. ¿Estáis bien? —preguntó Samuel preocupado.

—Si —me acerque a la puerta para golpearla, retrocedí un poco y la puerta se abrió dejando verse a Sandra, la mamá de Rebe.

—¿Hola? ¿Quien vos eres? —dijo Sandra con un cigarro en la mano con un conjunto deportivo colór negro con un color naranja observándome con gesto de sospecha.

—Hola, no creo que vos me recuerde, soy Alice —me presenté ante ella—. Usted le compro esta casa a mis padres hace poco tiempo. Él es Samuel y somos amigos de Rebe.

—Ah, tu eres la hija de los Nunier Osuna —asentí sonriendo poco—. Soy la madre de Rebe, que gusto conocerlos a vosotros.

—Vengan chavales, que no se queden como estatuas de serpientes —dijo Rebe detrás de su madre y esta se hizo a un lado para dejar el camino libre, entramos a su hogar.

La casa tuvo demasiados cambios y aún recuerdo cada lugar al igual de cómo lucia antes. Llegamos hasta donde es su sotana ahora, este lugar me traía muchos recuerdos felices, triste y memorables junto con mis hermanos cuando éramos pequeños y hacíamos demasiadas travesuras sin parar hasta enojar a nuestros padres. Ellos cambiaron, como yo también he cambiado.

Era difícil de creerlo.

Samuel y yo nos colocamos los guantes de boxeo, y comenzamos a golpear el saco.

—Haber chavales, cuénteme sobre Nano y Marina —Samuel decidió tomar la palabra, era claro que sabía mucho lo que había sucedido durante mi ausencia en Nueva York, desde su llegada junto con Nadia y Christian hasta la muerte de Marina, incluyendo sobre su embarazo—. Entonces ¿Tu hermana gemela se había quedado embarazada de Nano? —asentí mientras golpeaba el saco— ¿El que está en la cárcel?

—Pero él no la mató —dijo mientras golpeaba el saco—. La clave está en el entorno de Carla.

— Carla es la marquesita, ¿no? La de las tetas bien arriba.

—Si, la rubia que le encantaba follar —Carla nunca me agrado realmente, aunque nuestros padres son colegas y amigos.

—Yo que pensaba que me iba a aburrir en este colegio —Rebeca se rie y yo seguía golpeando el saco y ella detuvo el saco, podría decir que al golpearlo era otra forma de sacar ese dolor.

—Y dime Samuel ¿Y cuál es tu plan? —pregunte.

—Tengo que conseguir acercarme a ella

—¿Ese es tu plan? —dije sorprendida.

—Ya. ¿Y cómo lo vas a hacer? —preguntó Rebe—. Vengan. Porqué no parece que tengáis mucho en común.

—Ni ella tiene pinta de juntarse con los de tu clase, como dice los demás y como mi hermano.

—Con Christian se juntaba —dijo Samuel mientras golpeaba los guantes de Rebe.

—Si, pero para follar, ¿no? —preguntó Rebe—. ¿No creerás que tú puedes gustarle?

—Samuel tiene razón —pronuncie pensativa—. Ambos comparte algo en común: son becados, si Christian logró estar con la marquesita entonces Samuel puede hacerlo, puede obtener algo de información y sabremos que está ocultando.

—Vaya chavales, tienen pinta de inteligencia —Rebeca comienza a reírse sobre nuestro plan—. ¿Y como lo vas a hacer?

—Pues no lo sé. Algo se me ocurrirá.

—Superelaborado tu plan. Digo yo, Samu, si crees que Cristian a cabo sin piernas por estar cerca —Rebe se quedo callada por unos segundos—. ¿No deberías tener cuidado?

—Samuel, creo que Rebe tiene razón —Samuel me observo por unos instantes—. Por una parte estoy de acuerdo con tu plan y otra parte con Rebe, pero ten cuidado en lo que harás por demostrar la inocencia de tu hermano si no quieres que te pase lo mismo como Christian.

Samuel asintió mirando hacia al vacío, era claro que estaba de acuerdo con mi opinión, conozco perfectamente al padre de Carla y se que es capaz de silenciar a alguien o hasta matarlo.

X

34 horas desparecido

—¿Echó algo en falta? ¿Su móvil? ¿Su cartera? ¿Ropa? Cualquier detalle que nos cuente es importante —preguntó la inspectora hacia la madre de Samuel mientras los policías rastreaban su casa, ambas mujeres se encontraban en su habitación.

—El móvil y la cartera no están, y la ropa... no se. Casi todos sus vaqueros son iguales. No sé si hace falta alguno, no tengo la menor idea —explicó Pilar confundida y con la mirada perdida—. Por favor, dígame que lo van a encontrar. Esto no puede estar pasando

—Haremos lo que está en nuestra mano, pero por eso necesitamos su colaboración —tranquilizó la inspectora a Pilar tomándola de los brazos—. ¿Noto rato a su hijo raro últimamente? ¿O haciendo algo que se saliera de su rutina?

—No se, la verdad es que no tengo idea. Hasta hace nada ha estado doblando turnos para la fianza de mi otro hijo Y la verdad, casi no veía a Samuel.

—¿Que me puede decir de esto? —Pilar se giró donde se encontraba la inspectora, había encontrado un fajo de billetes debajo de la cama de Samuel— ¿Por que tiene su hijo todo este dinero? ¿Pilar? En una desaparición, cada hora cuenta, Cada hora que pasa nos aleja más de la posibilidad de encontrarlo, así que ayúdenos

Pilar comenzó a respirar de una forma nerviosa, no sabía responder ante la pregunta de la inspectora. No tenía una explicación para ese dinero lleno de billetes

X

No estaba de ánimos asistir a las Encinas, hoy era la misa de mi hermana y debo de estar ahí con mi familia, mamá entro a mi habitación mientras observaba un álbum lleno de fotografías de mi hermana, así como conversó algunas cosas de sus pertenencias como mi hermano conserva una parte.

—Alice ¿Porqué conserváis las cosas de tu hermana? —pregunto mamá sin mirarla a los ojos.

—Porque es lo único que puedo recordar de ella —respondí a su pregunta mientras observaba una fotografía de nosotras, en la imagen se plasmaba una fotografía donde mi hermana bailaba y yo tocaba algo de música, sentí la presencia de mamá por mi espalda poniendo sus manos en mis hombros.

—Eran el dúo perfecto y recuerdo lo felices que eran, era la fotografía favorita de Marina —su voz comenzó a quebrantarse y sus lágrimas comenzaron a caer en las fotografías—. Recuerda que hoy es la misa de tu hermana a las 7, Guzmán ya está al tanto de todo.

—Lo se mamá —tome su mano apretándola con mucha fuerza.

—Esto es importante y es para recordarla, yo estoy muerta por dentro y se que tú y tu hermano podrán superarlo juntos, apoyándose el uno al otro —mamá concluyó y beso mi sien antes de que saliera de la habitación.

Durante en el camino al instituto no pronuncie una sola palabra sobre Marina, al igual que mi hermano y tampoco estábamos de buen humor para hablar del tema ya que mamá se encargó de enviarles la invitación de la misa, llegamos a nuestra aula y saludé a Lu besando su mejilla y me dirigí a mi asiento donde se encontraba Nadia.

—Hola Samu, hola Rebe —me acerque a ellos para saludarlos besando sus mejillas—. Hola Nadia —también por igual bese su mejilla mientras me sentaba de su lado—. ¿Cómo está tu padre?

Baba se encuentra bien, hoy lo dieron de alta pero debe estar en reposo, quería ayudarlo pero Baba insistió que viniera a clases y que Omar se ocupaba de la tienda —estaba feliz que su padre está sano y salvo.

—Oye, no me habías dicho nada de lo de la misa —comento Lu a mi hermano a lo lejos.

—¿Como lo sabes? —dijo mi hermano impresionado.

—Tu madre nos ha enviado un mensaje —respondió.

—Joder... Espero que no se lo haya enviado mucha gente —dijo mi hermano, era posible que mamá no le haya enviado la invitación a Samuel, para evitar sospechas tuve que enviarle un mensaje de texto.

Seguramente, mamá no te ha dado la invitación sobre la misa de mi hermana
¿No?
✔️✔️

No, no recibí nada acerca de la misa.
✔️✔️

Debí suponerlo
Tal vez esta es tu oportunidad de acercarte a la marquesita, al terminar las clases.
✔️✔️

Así será.
✔️✔️

Cuéntaselo a Rebe
✔️✔️

Las clases fueron normales como de costumbre, no se hablado de otra cosa aparte de la misa de esta tarde, ahora solamente tengo la esperanza de que Samuel logra acercarse a Carla.

—Hola —dijo Samuel con timidez y Carla solo le daba la espalda—. Mira es que no sabía a quien preguntárselo, y como eres de su grupo de amigos... ¿Crees que a Guzmán y a Alice les molestaría mucho si asisto? Tu vas a ir, ¿no? —observe a lo lejos como Carla lo miraba con rareza y se dirige a los pasillos mientras Samuel se queda confundido y esperaba perderla de vista para acercarme hacia a ellos.

—La tienes en el bote ¿eh, chaval? —dijo Rebe riéndose de Samuel.

Parecía que el plan había fallado, Samuel tenía más ideas de poder acercarse a Carla y sacarle información.

—¿Crees que puedes acercarte a Carla? Vuestros padres son amigos y podrías tener alguna posibilidad ¿No? —preguntó Samuel pensativo.

—Probablemente, no creo que Carla me odie ya que mi padre estuvo en la cárcel por la culpa de Marina y sobre el reloj. Deséame suerte.

X

36 horas desparecidos

—Sois los que más tiempo paséis con Samuel, sus compañeros de clase, sus amigos. Estoy seguro de que alguno debe saber que le ha ocurrido.

Explicó la inspectora caminando por él aula mirando a cada alumno desde sus asientos, Alice miró el asiento vacío de Samuel con mucha preocupación con las manos cerca de su rostro con temblor

En cambio su hermano se mostraba pasivo y tranquilo mientras daba un mordisco a su manzana.

—Y mi trabajo es averiguarlo

X

Deje atrás a Samuel y a Rebe para dirigirme donde se encontraba Carla, logré verla cerca de su casillero, pensando que estaba sacando o guardando algunas cosas pero justo en ese momento se acercó Polo hacia a ella y me recargue hacia a una pared para no ser vista.

—¿Vas a ir? —preguntó Polo.

—No lo sé, Polo —respondió Carla sin humor—. Ojalá acabe esto de una vez. Llevo unas noches sin pegar ojo.

—¿Por que?

Todo fue demasiado raro luego de que Carla comentara sobre el accidente de Christian, tanto él como Carla actuaba muy rara y extraña, como si pudiera estar ocultando algo que no solo Carla y Christian saben algo, sino que Polo por igual, algo que posiblemente sus mentes no los dejan estar tranquilos.

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