II
Jongin observó su ropa y después su cabello en el espejo frente a él. No es que fuera egocéntrico pero tenía que admitir que se veía realmente bien y hacía mucho tiempo que no ponía tanto empeño en su vestimenta.
Para ser justos había que decir que el que puso el mayor empeño fue Junmyeon, ayudándole a escoger la ropa. Por fin no se veía como un vagabundo y ya no estaba usando la ropa de Taemin que le quedaba pequeña sin importar cuanto peso hubiese perdido.
Miró a través del espejo a Junmyeon, quien sonreía exageradamente y también divisó a Kyungsoo, quien jugaba con su cabello.
—Estás hermoso, Jongin —comentó el más bajito, ganándose una mirada de horror por parte de Junmyeon.
—No deberías soltar piropos tan fácilmente —se quejó Junmyeon.
—¿Y por qué no? —preguntó la voz fría de Kyungsoo.
—¡También se lo dijiste a Baekhyun el otro día! —exclamó angustiado Junmyeon.
—Si mis amigos están lindos ¿Por qué se supone que no lo puedo expresar? —preguntó serio Kyungsoo y Jongin sentía que ya era momento de irse a su cita con Sehun pero como el chico había insistido en que era él quien lo iba a recoger, Jongin tenía que esperar y escuchar la pelea de pareja de sus amigos—, sabes que los celos me enferman y solo me gustan en alguna serie de comedia.
Kyungsoo se estaba tornando demasiado serio así que Jongin decidió intervenir.
Pasó un brazo por lo hombros de Junmyeon y le sonrió—. Hyung, a mi me gusta Sehun pero puedo decir que tú estás muy hermosos hoy ¿Está mal que te diga hermoso? —Junmyeon se sonrojó y entonces Jongin le guiñó un ojo a Kyungsoo para darle a entender que lo tenía todo controlado—, no hay problema mientras no se diga con un tono sugerente, solo relájate o conseguirás que Kyungsoo de verdad comience a ver hermoso a otro aparte de ti.
—Gracias por tener la amabilidad de explicarle las cosas a mi novio, eres hermoso Jongin.
Maldito Kyungsoo y su necesidad por ver el mundo arder pensó Jongin.
Y como si una campana lo estuviera salvando tocaron a su timbre y el sabía quien era.
—Si se van a matar por favor no manchen de sangre el piso de la cocina, lo limpié hace una semana apenas —y dicho eso salió dejando a Kyungsoo riéndose de forma estruendosa en la cara de Junmyeon.
Estaba tan desesperado que no quiso tomar el ascensor, prefirió descender por las escaleras, casi brincando de dos en dos los escalones. El día anterior le tomó una hora bajar para buscar su correo ya que él realmente no deseaba salir de su apartamento, pero hoy era diferente, se trataba de Sehun y su cuerpo reaccionaba a Sehun.
Cuando abrió la puerta del edificio se llevó una sorpresa, él realmente esperaba solo a Sehun, o un carro, o que tomaran un taxi o el autobús pero ahí estaba Sehun, vestido de traje con sus lentes extravagantes y montado sobre una bicicleta para dos personas de color púrpura.
—¿La ocasión era de traje? no lo pensé, puedo subir a cambiarme si quieres.
Sehun soltó una suave risa.
—La ocasión no es de traje.
—¿Y entonces?
—Yo me lo puse porque me queda fenomenal, ¿lo piensas negar? —Jongin rodó los ojos y luego negó.
—¿No es incómodo?
Y la pregunta era lógica ya que iban a montar una bicicleta y no era un medio de transporte muy cómodo de usar si llevabas puesto un traje que en esas épocas del año te haría sudar muchisimo.
—No me importa —dijo sonriente Sehun—, solo móntate detrás —y Jongin podía jurar que Sehun lo dijo con una doble intención nada disimulada.
(...)
Jongin sentía la mirada de algunas personas sobre ellos, pero realmente no le interesó, tenía otras cosas más importantes en mente.
C
omo por ejemplo saber a dónde rayos lo llevaba Sehun.
O saber por qué le pidió—exigió—una cita de forma tan repentina.
El mayor ni se lo podía creer. No podía creerse que estuvó en una bicicleta para dos en camino a su cita con Sehun y que lo disfrutó como nada en mucho tiempo.
—¿Falta mucho? —preguntó el moreno y Sehun dobló en una esquina que dejaba ver un edificio alto que todos en la ciudad conocían. El edificio de la corporación Cápsula era el más alto que había en esa ciudad y el más hermoso sin lugar a dudas.
—En realidad ya estamos llegando.
Jongin se sentía cada vez más curioso, al final de la calle no había más nada aparte del edificio de la corporación y todo lo demás eran establecimientos privados, también había un banco y un pequeño centro comercial pero después de pasar de largo Jongin comprendió a donde se dirigían y no entendía que iban a hacer ahí.
Sehun dejó de pedalear cuando estaban frente a la imponente edificación y por inercia Jongin también dejó de hacerlo.
—¿Qué vamos a hacer aquí? —le preguntó Jongin y Sehun le dio unos golpecitos suaves en la cabeza.
—Vamos a tener una cita.
—¿Justo aquí?
—En la cima del edificio —apuntó Sehun —, ¿Te dan miedo las alturas?
Sehun no captaba aún a lo que se refería Jongin.
—No, no le tengo temor a las alturas lo que quiero decir es que ¿por qué ahí? y ¿cómo vamos a entrar?
Y sin responder a ninguna de las preguntas del moreno, Sehun empezó a caminar seguido lentamente por Jongin quien continuaba sin entender muchas cosas.
Al entrar al edificio un guardia regordete le sonrió ampliamente a Sehun y este estrechó su mano con emoción.
—Creces muy rápido pequeño Sehun.
—Oh vamos, es que tú te haces pequeño con la edad —le respondió el chico con una confianza que extrañó al mayor.
—¿Vienes a ver a tu padre?
—No, vengo a mostrarle a un amigo algo —Jongin saludo con un asentimiento—. Supongo que dentro de unas horas nos volvemos a ver —le dijo al guardia y fue directo al elevador seguido por Jongin que con otro asentimiento se despidió del amigable señor.
Cuando entraron al elevador Sehun marcó el último piso y empezó a arreglar su cabello en el espejo, Jongin solo observaba sus zapatos, nunca imaginó que tendría una cita en un edificio empresarial—. ¿Qué tiene que ver tu padre con el edificio?
—Es el dueño —murmuró Sehun inseguro.
—¿Es rico? No lo sabía... —Sehun sonrió y se volteó para ver fijamente a Jongin.
—Normalmente cuando las personas se enteran me preguntan ¿eres rico? Y no me gusta pero entonces vienes y preguntas ¿Es rico? Y eso, es lo lógico, no soy nada aún, bueno soy muy lindo y energético pero entiendes a lo que me refiero.
Sehun sabía que no había cometido un error al aceptar la propuesta de Baekhyun, Jongin es diferente y él lo quería ayudar a seguir siendo él.
Jongin asintió a las palabras de Sehun pensando en que era verdad, que no somos lo que nuestros padres son por más que nos quieran encasillar en la misma sección.
Las puertas del ascensor se abrieron en un pequeño lugar con una puerta que daba hacia la azotea del edificio y sinceramente todavía no había nada especial en aquel sitio al que Sehun había insistido en llevarlo pero su corazón igual golpeteaba rápido y era por Sehun, de verdad era por Sehun.
El moreno lo único que hizo fue seguir a Sehun y cuando el chico abrió la gran puerta al final, salieron por ella. Una brisa golpeó su rostro, no fue molesta, al contrario, fue totalmente agradable y Jongin pensó tal vez así Sehun no tendría calor dentro de ese traje negro. El de los lente sorpresivamente se detuvo para tomar la mano de Jongin, haciendo que pequeñas chispas de emoción recorrieran su cuerpo.
Efecto Sehun, chispas dentro del cuerpo.
El menor lo llevó a un costado de la azotea, en donde había varias plantas que no combinaban con el lugar pero que aún así eran hermosas. El mayor se pudo dar cuenta de que Sehun tenía todo preparado ya que había una manta en el piso y una botella de vino con dos copas.
Eran las seis de la tarde y no falta mucho para que el sol se escondiera y Jongin sabía que todo el lugar se iba a ver hermoso porque justo en el medio del lugar había un pilar muy alto que en la cima tenía el nombre de la edificación. Desde la base del pilar hasta el cartel había luces de color azul oscuro que hacían el edificio visible desde muchos puntos de la ciudad y era completamente hermoso.
No era una loca idea tener una cita en un sitio así después de todo. Era una idea preciosa.
Sehun tomó asiento y Jongin no lo hizo, su cuerpo se dirigió hasta la cerca que hacía al sitio seguro, se asomó para ver la ciudad y recordó que Taemin le temía a las alturas y él, solo se sentía vacío. Algo en su interior le decía que no era correcto estar disfrutando, Taemin más nunca iba a disfrutar de nada.
Vaya forma de arruinar un buen momento, su cabeza cambió todos sus sentimientos de golpe.
—Jongin.
El moreno no atendió al llamado por lo que sigilosamente Sehun se puso de pie y se acercó hasta él; parecía tan perdido en su mundo, se veía tan inexpresivo que a Sehun le dolió. Él siempre había gustado del hermoso y vivo Jongin, realmente todavía gustaba de él aunque estuviera un poco triste. Puede que sin querer eso fuera lo que hiciera a Sehun darse cuenta de lo que sentía por Jongin era más que una simple atracción.
Tal vez estaba abusando del estado de Jongin porque la verdad era que antes lo veía como alguien inaccesible y eso para Oh Sehun era grave porque el nunca veía límites, tal vez aceptó la cita porque no solo quería ayudar a Jongin, también quería una buena excusa para salir con él.
—Lamento lo de Taemin.
Jongin lo miró y tembló. La mirada que le dedicó fue demasiado intensa y lo único que lo protegió de caer completamente ante esa mirada fueron sus lentes.
—¿Por qué dices eso? —preguntó Jongin, sintiéndose desprotegido.
—Yo conocí a Taemin, todos conocían a Taemin, él era un prodigio —dijo con melancolía—. No importaba en que departamento estuvieras, cuando Taemin tenía presentación todos querían verlo —en el pecho de Jongin comenzó a doler algo—, ya no existían pintores, ni cantantes, tampoco escritores, solo existían personas a las que Taemin lograba conmover, pero aparte del arte que desprendía su ser, estaba su personalidad encantadora y tú, eras su hermano, eras unido a él, no puedo imaginar que se siente extrañar tanto a una persona que amas, no puedo imaginar que tan mal se debe sentir no poder expresar todo lo que lo extrañas porque de alguna manera eso no sirve para nada.
Abrumado era poco para describir la forma en que se sentía Jongin por lo que dijo Sehun.
Puede que Sehun tuviera razón, él cambió porque sentía que ya no podía ser el mismo, no sentía justo eso de que una persona como Taemin muriera y el mundo siguiera girando, como si todo estuviera bien. Tal vez solo se estaba reprimiendo, tal vez si le estaba pasando algo y él pretendía ignorarlo. Lo estaba dejando de lado casi todo, estaba desligandose de sus sentimientos solo porque estaba triste porque Taemin no podía sentir.
¿Por qué no él, por qué Taemin?, ese pensamiento lo atormentaba.
—No quiero hablar sobre eso, Sehun.
—Tus amigos me dijeron que querían que dejaras de sentirte vacío... Yo quiero ayudar...
—¿¡Qué mis amigos qué!? —Vaya, tal vez Sehun no pensó bien lo dijo—, ¿Qué te dijeron? ¿Hablas con alguno de ellos que no sea Baekhyun?
—Yo...
—¿Qué te han contado mis amigos? —pidió saber Jongin molesto.
Sehun no quería que Jongin se molestara con sus amigos y no quería que Jongin se enterara que su conversación con Baekhyun fue más que de solo un mensaje. Se encontraba nervioso y no tenía la situación bajo su control para nada.
Tampoco quería que Jongin se molestara con él ni que estuviera molesto en lo absoluto, lo único que quería de su cita era hacer sentir bien a Jongin.
Fue entonces cuando el mayor acto de estupidez se pasó por su cabeza, no quería a Jongin haciéndole más preguntas así que lo tomó por el brazo para acercase y besarlo.
Y ambos se querían besar... pero ese no era el momento.
Jongin empujó sin mucha fuerza a Sehun cuando este se le abalanzó. Descubrió su intención y también se percató de que hacía lo que hacía para que no le preguntara más sobre el tema.
—No soy un tonto, Sehun, ¿Nuestra cita tiene algo que ver con ellos?
—Yo... Es que... —Sehun no encontraba una forma adecuada para explicarse y el rostro de Jongin lo hacía sentir triste.
—Por favor —dijo Jongin tomando sus manos—, dime que no. —y en su voz se notaba que eso era lo que de verdad quería, lastima que siempre había una diferencia muy grande entre lo que quieres y lo que tienes—. Conozco a mis amigos y por eso quiero que digas que no, sé que por mi son capaces de obligarte a tener una cita que no quieres porque les dije que no podía poner mi interés en nada porque estaba colgado por ti, y ellos se lo creyeron a medias porque sé que esa respuesta no los dejó complacidos del todo y sé que solo querían verme animado otra vez y sé que tú ni siquiera hubieras salido con la persona que era antes y mucho menos perderías tu tiempo intentando animarme ahora.
—Yo hubiera salido contigo antes y ahora y mañana —dijo Sehun firme—, y sí, tus amigos me pidieron que te levante el ánimo porque al parecer solo yo te puedo causar interés pero si estoy aquí es por algo más que por un favor, Jongin. Debajo de esta fachada extrovertida, debajo de mi forma de hablar y enredar a las personas, debajo de todo todavía hay un corazón muy humano y normal que quiere y le gustas tú, por pura casualidad.
—¿Cómo es eso posible? Sé que hablamos desde hace mucho pero hablamos de la misma forma con la que hablas con todas las personas.
—Pero no te siento de la misma forma de la que siento a todas las personas. Me gusta ese niño del que Taemin hyung hablaba siempre, me gusta el Kim Jongin que parecía intocable, que es inteligente, que es bueno y después de que hablé con tus amigos me pude dar cuenta de que me gustas de verdad porque me preocupé y que algo dentro de mí se sintió bien y mal al saber que yo podía tener tu atención aún cuando parecías no querer prestarle atención a más nada.
Jongin observó las manos de Sehun entre las suyas, de verdad se preocupaba como todos por él y estaba ahí porque lo apreciaba de verdad y estaba ahí porque de verdad le pasaba algo.
—¿Cómo sentirse bien cuando alguien que quieres no puede sentir nada? ¿Cómo seguir cuando alguien ya no sigue? —le preguntó.
Entonces fue cuando despacio las manos de Sehun se alejaron de las de Jongin y tomo aire antes de hablar.
—Tengo una pequeña cicatriz, ¿la has notado? —Jongin asintió—. Tengo otra —dijo y Sehun hizo lo que Jongin no le había visto hacer nunca, retiró los lentes de su rostro y cerro los ojos.
Había una cicatriz que atravesaba todo su párpado, comenzaba desde una esquina de su ceja y termina en el comienzo de su pómulo.
—Es grande y ciertamente no es bonita y está ahí por mi culpa. Cuando las cicatrices son grandes hay que tocarlas aunque duela para poder curarlas bien y yo no lo hice. No le hice caso, pensé que si no la tocaba se iba a curar sola y no tendría que doler cuando intentara curarla pero se puso peor, Jongin y ahora llevo una marca sobre mi cuerpo que no quiero que nadie vea y me recuerda cosas muy malas .—dijo suspirando—, Cura tus heridas internas, Jongin, habla y si no puedes hablar con tus amigos habla conmigo, estoy dispuesto a escuchar cada palabra y estoy dispuesto a concederte mis silencios, estoy dispuesto a entrar en tu vida para mejorarla, entiendo por lo que has pasado, Jongin.
Con cada una de las palabras de Sehun, Jongin se sintió cálido, comprendido, emotivo, querido y curioso. Una carga de emociones que habían desaparecido de su pecho volvieron y le hicieron derramar un par de lágrimas que secó con sus manos hechas puños como si fuera un niño pequeño, una sensación mala comenzó a abandonar su cuerpo porque llorar no está mal después de todo.
—¿Quieres conocerme y ver que no solo le hago un favor a tus amigos? De verdad me gustas y quiero que me conozcas porque creo que te puede ayudar.
Una de la manos de Jongin fue a parar directamente en el rostro de Sehun quien se dejó hacer por aquella mano de artista, la cual con un solo dedo trazó lentamente la cicatriz de Sehun y por un momento, el menor la pudo odiar menos
—Gracias, Sehun, por abrirme los ojos y me gusta tu rostro sin esos raros lentes, es tan bonito como el resto de ti.
Sehun abrió los ojos y los fijó directamente en los de Jongin. Con lad personas correctas los ojos se convierten en ventanas que dan hacia el alma y se sintió bien poder apreciar que había mejorado un poco el alma pesada que tenía Jongin últimamente
—Si me besas ahora no te voy a empujar —dijo Jongin sonriente, juguetón y con un par de lágrimas secas en la cara.
Sehun intento actuar ofendido aunque la sonrisa en su rostro no lo dejaba actuar bien.
—Solo consigues que Oh Sehun quiera besarte una vez en la v-
Y antes de que terminara de hablar Jongin ya había pegado su boca a la del chico sin los lentes raros, regalándole sus primeras emociones renacidas.
¿Quién diría que ni siquiera se los tuvo que quitar? El mismísimo Sehun lo hizo.
Y ese beso que se dieron hizo que el mundo de Jongin girara otra vez.
A veces para salir adelante se necesita solo un pequeño empujón acompañado de amor y compresión, todo lo que Sehun le ofreció.
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