El paseo había sido largo pero bastante gustoso para él.

El mundo humano seguía sorprendiendolo cada vez más y aunque decidiera empezar a salir de vez en cuando al pueblo cercano a su hogar no podía evitar el seguir sorprendiendose.

Los humanos habían cambiado bastante desde aquella vez en la que decidido bajar de su hogar para darle felicidad (o intentarlo) a los humanos.
Años (o más bien décadas) atrás la frase que más escuchaba de la boca humana era “Que triste destino me han otorgado los dioses" sin embargo actualmente rara vez escuchaba aquella frase pues el “Menuda mala suerte tengo" ocupo su lugar.

Los humanos habían cambiado bastante en ese tiempo al igual que su mundo y eso era algo emocionante a su gusto.

-- Allí están más adornos...

Miro con algo de alegría y curiosidad aquellos nuevos artículos de joyería que la señora de la tienda estaba colgando en una especie de palo blanco con ganchos, donde eran colgados las pulseras y etc.

-- Se ve que son muy famosos entre los humanos no los culpo esas cosas son muy lindas... --Comento feliz al ver cómo aquella tienda hace unos minutos vacía ahora estaba llena de gente que empezaba a hacer fila para comprar lo nuevo que hubiera allí.

Miro por unos momentos aquella tienda disfrutando de ver el rostro feliz de la gente que salia de aquella tienda con su nueva adquisición antes de decidir seguir con su camino rumbo a su hogar el cual estaba a unos pasos más.

-- ¿Eh? ¿Qué es esto? 

Miro confuso a aquel objeto frente a el. Era un libro tirado (aparentemente) lleno de dibujos en blanco y negro y con una extraña portada a color.

Inclinó la cabeza a un lado y miro con varias dudas aquel cuaderno, para luego empezar a mirar a los alrededores.
Existía la posibilidad de quel aquel extraño libro perteneciera a algún humano cercano al que se le.cayo.

-- No hay nadie...

Se acercó a dónde el libro estaba tirado y se arrodilló para poder tomarlo y mirarlo.

El libro tenia un borde extraño con varias palabras que es desconocía como “IVREA" y algo sobre la Valkirias (según a lo poco que entendía), eso no le decía mucho sobre aquel extraño libro.

-- ¡! E-Esto es... 

Sorprendido, miro con más detenimiento aquella portada que tenía el libro. Habían dos personas paradas de manera parallèles una más grande que la otra mirándose a los ojos con una mirada de querer luchar, aquello era raro.
Sin embargo, lo más raro fue el poder reconocer a uno de ellos.

-- Buddha...? 

Miles de preguntas surgieron en su mente.
¿Por qué estaba aquel dios en la portada del libro? ¿Quién era el otro extraño sujeto? ¿De que se trataba todo esto? ¿Qué era el libro?

-- ¿Por qué... ? ¿Por qué está esto aquí? --Cuestiono dando una ojeada a las páginas de aquel libro, sorprendiendose por lo que sus ojos veían.

Impactado por lo que estaba escrito (y dibujado) allí Zero empezó a ojear cada vez más rápido aquel libro, mirando y leyendo lo más rápido que podía para poder entender mejor lo que el libro era.
Asustado, cerro el libro con fuerza antes de llegar al final. No era necesario leerlo, una parte de el ya se imaginaba que sucedería a continuación y ese temor de que pensara se pudiera cumplir fue algo que le impidió continuar con aquella locura de lectura.

Con la mirada en el suelo y con una caminata silenciosa llegó hasta su hogar y lo primero que hizo fue lanzarse él y el libro al suelo, en la habitación donde acostumbraba dormir y leer para pasar el rato.

Un engaño por parte de su mente fue necesario para que de pensar en que estaría haciendo Buddha se pasará al pensamiento del contenido de aquel extraño libro.

-- Quiero saber... ¿Que sucede?

Abrió el libro y continuo desde donde se quedó mientras en su mente una guerra empezaba a suceder sobre lo que estaba haciendo y lo que podía suceder.

Con la mente volada y de alguna manera cerro nuevamente aquel libro, impactado por aquello que había sucedido en la libreta.
Un fuerte dolor en su cabeza se estaba formando por alguna extraña razón al leer todo lo que sucedía en aquel libro.

Los.paneles y diálogos de aquel libro empezaron a aparecer en su mente siendo en esta ocasión con las voces y ropas que los dioses reales usaban.

Aquella era otra duda ¿Por qué en aquel libro aparecían los dioses que el conocía?

Cómo si de una película de tratara aquellos paneles mostrados en las hojas de los libros empezaron a tener color y sonidos en su cabeza como si aquello también pudiera suceder en el mundo.
Sin embargo, aquella “pelicula mental" quedó en la nada al momento en que un manto gris y el ruido de un libro cayendo al suelo quedaron en la habitación.

Zero se había quedado dormido debido al cansancio que sintió por lo vivido. Mañana sería un día en el que tendría que intentar NO pensar en lo vivido el día anterior (algo que realmente le gustaba mucho).

La mañana siguiente sería un día largo por lo que suponía, dejaría el tema allí y dormiría tranquilo para despejarse temporalmente.
Lo que sucediera mañana sería algo importante, están seguro.

- Buddha... --Susurro el menor en un estado semi-consciente.

(...)

-- ¿Estas bien Zero? --Pregunto Buddha al ver el extraño comportamiento del albino.

El manor acaba de llegar al sitio en el (últimamente) siempre se reunían, el bosque donde todo había iniciado de cierta manera, y lo primero que se notó a lo lejos de aquella figura normalmente alegre y brillante fue el estado apagado y pensativo de Zero algo muy raro en él.

-- ...

Con mucho cansancio de todo lo que le había sucedido el día anterior el albino no logro alcanzar a procesar aquella pregunta por lo que simplemente se tumbó pecho abajo en las piernas de Buddha.
Tenía demasiado sueño, su cuerpo estaba agotado y se negaba rotundamente a dar un paso, dormir allí sonaba bien. Si, estaba seguro de que podía dormirse allí.

-- Mm... -Emitio Zero quedándose dormido profundamente.

Aquello era imposible que sucediera ¿No? --Se pregunto recordando aquellas páginas del extraño libro que había encontrado y leído.

Era imposible que él desapareciera y se enfrentará a un combate contra Buddha, para luego pasar a ayudarle de la nada en irse saltando al cielo. Aquello era una completa locura. Los humanos tenían mucha imaginación.  --Se argumento mentalmente, intentando convencerse de aquel hecho.

El se quedaría con Buddha y disfrutaría de su compañía por mucho más tiempo ¿No?
¿No? --Empezo a cuestionarse y repetirse aquella pregunta entrando sin querer en una leve desesperación.

-- Buenas noches Zero-chan...  --Comento Buddha con una leve sonrisa, haciendo un pequeño cambio en el albino.

No sucederá. Aquello es imposible que sucede. Ese futuro no se cumplirá estoy seguro, además puedo intentar evitarlo. No participaré en aquella pelea y Buddha tampoco.  --Penso el menor acurrucandose y esta vez si, preparándose para dormir ey sacar de su mente aquellas raras preguntas que se hacía.

Los humanos tenían una rara imaginación y muchas veces lo que imaginaban no resultaba nunca. Ese sería el mismo caso que con aquel libro que encontró.

Nada de eso se cumpliría.

Esos dibujos eran falsos y no significaban nada (fuera de que los humanos tenían mucha imaginación).