
இ ; 014.
♡ ; ★ mañana de la boda.
El gran y esperado día había llegado por fin todos aquellos que habían sido parte de los preparativos de la boda, pero sobretodo para la pareja que ya no podía esperar más para que llegara el momento en que ambos dirían sus votos y se convertirían en esposos y dar inicio a su nueva etapa, la cual daría inicio a su vida de casados; con el reloj marcando las cinco y media de la mañana, un bonito omega de cabellos rubios ya se encontraba sentado sobre la tasa del inodoro, donde trataba de recuperarse de su pequeña sesión de vomito matutino. Con pequeños ejercicios respiratorios y tratando de mantener su mente al margen de cualquier pensamiento que pudiera brindarle otra sesión de vomito, Jimin se permitió dejar pequeñas caricias sobre su pequeño y abultado vientre.
Sus dedos recorrían el contornó de su vientre con suavidad y amor; y fue cuestión de segundos para que Jimin comenzará a hablarle a su vientre como solía hacerlo cada mañana. Jimin amaba hablarle a su pequeña barriga donde su cachorro yacía creciendo y formándose. Con suavidad le suplico a su cachorro que ese día procurara no darle tantos malestares.
—Si te portas bien el día de hoy, prometo que haré que tu tío gigi nos consiga una delicioso postre de chocolate y esa bebida de taró que tanto nos gusta. Pero solo si te portas bien.—Jimin dijo con levedad.—O de lo contrario cuando nazcas voy a castigarte hasta el último día de tu vida, ¿de acuerdo?
Jimin soltó una pequeña carcajada ante la idea de lo último, porque sabía que eso solo era una pequeña amenaza vacía que jamás cumpliría. Y mucho menos cuando su bebé naciera, cuando ese día llegará, Jimin estaba seguro que no sería capaz de pensar en otra cosa que no fuera admirar a su cachorro hasta el cansancio y protegerlo hasta de la cosa más insignificante.
Y el solo hecho de pensar en el nacimiento de su cachorro fue el detonante para que gruesas lágrimas desbordarán de sus ojos sin control alguno y todo a causa de las hormonas, el nerviosismo de la boda y la emoción de saber que cada día falta menos para tener a su cachorro en sus brazos.
Fueron varios minutos en los que Jimin estuvo sumergido en un profundo llanto, del cual le costó demasiado volver a tomar el control de sus emociones.
Leves toquen en la puerta del baño se escucharon y Jimin no tuvo que preguntar quién era para saber que se tratan de su hermano. Porque la conexión que ambos compartían era algo que nunca terminaban de sorprender, porque en diversas ocasiones había logrado sentir las emociones de YoonGi y viceversa. Y había sido gracias a esa conexión que años atrás había logrado encontrar a YoonGi cuando este había decidido huir por el miedo de ser juzgado, pero sobretodo por el miedo de perder el amor de NamJoon, por su incapacidad de poder quedar embarazado.
Para YoonGi haber recibido esa devastadora noticia luego de años de fallidos intentos de quedar en cinta fue como un balde de agua fría y más porque en su infortunio la recibió meses antes de su boda, así que con el miedo y el dolor cegando su raciocinio, YoonGi había huido sin dejar rastro alguno, dejando a NamJoon vuelto loco de la desesperación, quien luego de dos meses de no saber nada de su omega, atentó contra su vida fallidamente por la agonía de su lobo y la culpabilidad de no haber sido un buen alfa para su omega.
Y si Jimin y YoonGi no compartieran ese lazo tan especial, jamás habrían logrado dar con el paradero del último y mucho menos habían logrado salvarle la vida.
El sonido de la puerta siendo abierta, trajo a Jimin nuevamente a la realidad, dejando atrás el amargo recuerdo de lo que había sucedido años atrás. Sacudiendo levemente su cabeza, fijo su atención en la expresión de preocupación de su hermano, dejando en claro que había sentido la conmoción que había tenido minutos atrás.
—¿Estas bien?—Jimin asintió con levedad.—¿Seguro? Te sentí. Estabas llorando.
—Si. Es solo que estaba hablando con mi cachorro y me puse demasiado sentimental..., creo que tueron las hormonas y los nervios de la boda.—Jimin explicó.—No te preocupes, estoy bien.
YoonGi soltó un suspiro de alivio y relajó su cuerpo, al saber que todo estaba en orden.
—Entiendo. Me preocupé.
—Lo siento. Últimamente estoy preocupándote demasiado.
YoonGi negó levemente.
—No te disculpes. Es normal que estes así.—el mayor murmuró.—Ahora, ¿te parece si te preparó algo ligero en la que tú te preparas? Tenemos muchas cosas que hacer y necesitamos salir en viente minutos.
Jimin suspiro antes de asentir.
—Una malteada de banana y canela, por favor.—YoonGi asintió a la petición de su hermano ante de abandonar el pequeño cuarto de baño.
♡ ; ★
El despertar para JungKook había un suplicio porque no había tenido a su bonito omega al lado suyo desprendiendo ese agradable calorcito y mucho menos ese delicioso aroma a talquito de bebé con el pasar de los días había aumentado. Y es que, para ser plenamente sincero, le había costado demasiado conciliar el suyo, porque fueron largas horas en las que había luchado contra sí mismo para no ir hasta la casa de su cuñado para tomar a su omega en brazos y traerlo consigo.
Mira do su reflejo a través del espejo del gimnasio, JungKook continuó con su rutina de entrenamiento que su entrenador le había otorgado esa mañana; JungKook se había levado tan temprano de la campaña que el sol aún no se asomaba por el horizonte cuando abandonó su cama. Y como aún le quedaban muchas horas libres, antes de que tuviera que comenzar a correr para ver si todo los preparativos de la boda estuvieran en orden, había decidido hacer un poco de ejercicio para desestresarse y no sentir el pasar de las horas con lentitud.
Cuando termino de hacer una de las rondas de su rutina, se encaminó hasta donde se encontraba sus pertenencias para alcanzar su botella con agua y darle un pequeño sorbo a ese líquido vital. No obstante, antes de que siquiera sus manos tocaran la botella, su celular sonó en anuncio de que un nuevo mensaje había llegado, por lo que tomó, para darse cuenta que se trataba de un mensaje de TaeHyung, quien le decía que mañana se reunirían en la hora del almuerzo.
Tras aceptar en reunirse y acordar fijar los detalles más trade, JungKook sabia a la perfección que necesitaba terminar su inexistente relación con TaeHyung, por el bien de ambos, pero sobretodo por el bien suyo, porque no le convenía que Jimin se enterará de que había tenido otro omega y se arrepintiera de casarse. No podía permitirse perder a Jimin.
♡ ; ★
♡ ; ★
Tras haber disfrutado del delicioso desayuno del hotel junto a Hoseok, había decidido vagar un poco por la calles de la ciudad en busca de algo para distraerse y matar un poco el tiempo que le quedan antes de tener que asistir a la casa del omega que maquillaría ese día, a pesar de las constantes súplicas de Hoseok para que desistiera, pero como este se había dado a darle una razón justificable para no maquillar al omega, TaeHyung no había video motivo para dejar plantado al omega a solo unas horas de su boda.
Con la leve brisa de la mañana acariciando su rostros, caminaron pos las avenidas rumbo a un pequeño centro comercial con la intención de recorrerlo en busca de alguna tienda que llamará su atención. Y mientras doblaban la esquina de la calle, TaeHyung pudo observar como varias omegas se quedaban embobadas por Hoseok, incluso había tenido la osadía de hacerle ojitos para llamar su atención.
Frunciendo su entrecejo ante la actitud de las omegas con actitud ridículas, TaeHyung se acercó más a Hoseok e incapaz de controlar la ola de celos que habían comenzó a embargarle, tomó al alfa de la mano y entrelazó sus dedos, dándole a demostrar a esas omegas que Hoseok no era un alfa disponible para ninguna de ellas; sin saber el porqué su actitud y sus celos, TaeHyung decidió culpar a su lobo por sus acciones y justificar a su lobo con la excusa de solo estaba segura dose de que su mejor amigo encontrará a un o una omega digna y no a una/un que le coqueta que transitaba en las calles.
Hoseok por su parte había estado tan sumido en las diferencias entre las calles de Busan y Daegu que no había sido consciente de las miradas de las omegas y mucho menos de la ola de celos que había embargado a TaeHyung, y le presto atención a este último en el momento en el que el omega le toma de la mano de esa forma tan intima. Sin duda alguna se encontraba desconcertado, pero eufórico a la vez. Y su lobo lo tenía vuelto loco que aullaba de felicidad por el gesto que el omega había tenía con él.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro