Con sus cuerpos exhaustos y completamente transpirado gracias al placentero encuentro carnal que ambos habían mantenido tan solo unos minutos atrás. Jimin se removió con levedad sobre la polla de su prometido y futuro esposo, ocasionado que un pequeño pero audible gemido lastimero brotara de sus labios, indicando que el nudo del alfa había terminado de formarse en su interior.

-Cuidado, bebé. Puedes lastimarte.-JungKook profirió , al mismo tiempo en el que llevaba sus manos hacia la porción de piel de las caderas del omega, para seguidamente tamborilear sus dedos sobre la terza piel.

Una pequeña sonrisa surcó el rostro del rubio, antes de acercarse al rostro de su pareja, para dejar un casto y tierno beso sobre los labios de este. No cabía duda de lo enamorado que Park Jimin se encontraba. Y si años atrás le hubiesen dicho que iba a enamorarse perdidamente de Jeon JungKook, el alfa al cual envío a la comisaría por un mal entendido, se habría reído hasta más no poder. Sin embargo, el destino había hecho de las suyas y ahora estaba ahí unido de la forma más íntima y a tan solo unos cuantos días de contraer nupcias con él.

Un par de minutos transcurrieron desde que el nudo se formó y de forma imprevista, JungKook sintió como si nudo fue rechazado por el cuerpo de su omega. Su entrecejo se frunció y su mirada se plantó sobre el hermoso y delicado rostro de Jimin.

-¿Has rechazado mi nudo?-inquirió.

Jimin mordió levemente su labio inferior, y los necios comenzaron a invadir por completo. Y si, había una razón por la cual su cuerpo había rechazado el nudo. No obstante se encontraba en un pequeño dilema entre seguir guardado el secreto por unos cuantos días más o darle la noticia a su alfa, pero estaba aterrizando de que este pudiera arrepentirse de casarse.

-Y-yo..., no fue mi intención, creo que los nervios de la boda están sobrepasándome un poco, y mi cuerpo está reaccionado un tanto extraño.-Jimin dijo con rapidez.-Lo siento, no era mi intención.

El alfa negó con levedad, y llevó sus manos hasta el hermoso rostro de su omega, para dejar pequeñas caricias sobre este, logrando que Jimin soltara pequeños ronroneos.

-Comprendo que los nervios, pero tranquilo, precioso nada va a salir mal e incluso de algo salir mal será perfecto, porque al final te tendré a mi lado.-ante esas palabras el omega sonrió.-Por cierto, ¿Ya has decidido si te vas a maquillar o no el día de la boda? Siendo honesto contigo, no veo la necesidad de que te maquilles. Eres totalmente hermoso sin maquillaje.

Jimin tomó una bocanada de aire antes de hablar.

-Tú me ves hermoso, porque me amas. Pero estoy seguro que habrás de uno al que no le caiga bien y no me verá con buenos ojos, como tú o mi familia me ve.-Jimin comenzó a formar pequeños coércelos sobre la bronceada piel de JungKook.-Así que, por eso y otras cosas más he decidió contratar un maquillista profesional, y mi madre se ha ofrecido a pagarlo.

-¿Ya has escogido uno en particular?-JungKook preguntó con curiosidad.

Si bien era consciente de que la probabilidad de que Jimin contratara a TaeHyung era totalmente mínima, no estaba demás asegurarse de que TaeHyung no estuviera entre los planes de Jimin; y también era consciente de que, tarde o temprano tendría que hablar con TaeHyung.

-Nop, pero estoy seguro que será alguien local. No quiero que salga demasiado costoso si contrato a alguien de otra ciudad o peor aún de Seúl.-respondió y JungKook soltó un pequeño suspiro de alivio

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Una vez termino de cepillarse la boca, para librarse del mal aliento y sabor de boca que le quedo luego de haber vomitado, regreso a la habitación, para acostarse en la cómoda cama junto a su alfa, quien instintivamente lo atrajo hacia si cuerpo, como si le hubiese hecho falta su calor corporal.

-¿Dónde fuiste?-JungKook preguntó somnoliento.

Jimin se acomodó entre los brazos del mayor.

-No podía dormir y fui a hablar con YoonGi. Lamento haberte dejado solo.-respondió, para seguidamente dejar un pequeño besito sobre los labios de JungKook.

Tras esas palabras, JungKook no agregó nada, debido a que se había quedado dormido; los brazos del alfa rodeaban la ya redondeada cintura de Jimin, quien sintió como las manos de su pareja delicadamente sobre su pequeño y abultado vientre, logrando que una pequeña sonrisa se formara en su rostro y su cuerpo se relajara. Fue cuestión de un par de segundos para que el omega cayera sobre los brazos de morfeo.

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la hermosa portada es gracias a GUKASTELL