-El nivel de seguridad tres se ha roto, todos los estudiantes deben evacuar de manera ordenada.

Shinsou está maldiciendo las alarmas en su cabeza antes de que incluso se dé cuenta de que hay una amenaza potencial en la escuela. Se siente como si tuviera tenedores en el cráneo mientras toda la mesa del almuerzo se mantiene como una. Todos  su alrededor preguntan lo mismo:

¿Que esta pasando? 

Pero Shinsou no puede concentrarse lo suficiente como para pensar en eso. Dark Shadow lo envuelve, tirándolo junto a Tokoyami mientras los estudiantes comienzan a entrar en pánico y en estampida. Avanza a trompicones, apenas consciente.
 Puede ver a algunos estudiantes comenzando a flotar sobre la multitud con sus peculiaridades antes de que Iida capte su atención con fuerza mientras posa sobre la señal de salida. 

-¡¡TODO ESTÁ BIEN!! ¡ES SOLO LA PRENSA!

Bueno, esa es una forma de llamar la atención de todos, reflexiona Shinsou.

Todavía está un poco inestable ya que la multitud de estudiantes realmente comienza a calmarse, pero se encuentra apoyado por una mano en su brazo y Dark Shadow en su espalda. A su izquierda está Tokoyami, con las plumas levantadas  considerablemente, su mirada va y viene con frecuencia entre Shinsou y la multitud.

Y a la derecha de Shinsou está ...

¿Bakugou?

El rubio enojado es el que lo sostiene firme por su brazo, y su mano permanece allí hasta que regresan al salón de clases.

Una vez que todos están de regreso en la sala y sentados, Midoriya se para al frente de la sala con Yaoyorozu y rápidamente cede su asiento como aparente presidente de la clase. 
Shinsou ni siquiera sabía que habían nombrado presidente debido a su improvisado viaje a la enfermera, pero Iida se convierte en el nuevo presidente de la clase y Shinsou no encuentra ningún problema con eso.

Shinsou no tiene la energía para prestar atención a nada excepto a sus clases después de eso, tan agotado que se queda dormido en la clase de Aizawa . Para ser justos, es la última clase del día y Aizawa parecía contento con dejarlo dormir, aunque Shinsou no está seguro de si esa es la empatía de su maestro o las órdenes de la enfermera.

Lo siguiente que sabe Shinsou es que la clase terminó. Suena la campana final, despertándolo de la siesta que Aizawa amablemente le había dejado tomar, y lentamente empaca sus cosas restantes para tomar el tren a casa. 
Gime por dentro cuando se da cuenta de que todavía tiene un turno de trabajo, pero dado que ha tenido una caída reciente en sus ahorros, gracias, mamá , no puede darse el lujo de llamar para estar enfermo. 

Está a punto de irse cuando Kirishima lo llama, el resto del grupo detrás de él.

-¡Oye, Shinsou! ¿Dónde vives? Uno de nosotros podría acompañarte a casa si estás cerca.

Casi responde en voz alta. Casi. En cambio, firma el nombre de su pequeña ciudad en Fukushima. Está bastante lejos, así que no espera que nadie viva allí, y tiene razón. El grupo se desinfla visiblemente, con la excepción de Bakugou, quien solo frunce el ceño un poco más.

Kirishima vuelve a intentarlo, -Bueno, entonces dame tu teléfono, pondré mi número y me puedes enviar un mensaje de texto cuando llegues a casa, me sentiría mejor si supiéramos que llegaste bien a casa, hombre.

-" No tengo teléfono".

Shinsou está bastante seguro de que la confusión en sus rostros no es por no conocer las señales, pero no tiene tiempo para quedarse y elaborar. 
Firma un rápido -"nos vemos mañana", y se apresura a salir por la puerta.

El trabajo es brutal, y su jefe le grita un poco demasiado fuerte cuando deja caer algo en su aturdimiento que aún se aleja, pero la agradable pareja de ancianos le da una buena propina  esta vez con una pequeña nota que básicamente dice que parece que lo necesita. 

Básicamente diciendo que parece una mierda.

Camina a casa en un trance exhausto, apenas notando las sombras que se mueven en los callejones mientras el cielo se oscurece. 

Las luces están encendidas cuando llega a casa, y el correo ya ha sido recogido de la caja de enfrente y dejado en la mesa de la cocina para él. Hatsumomo está en el baño preparándose para irse a la cama mientras Hitoshi saca la tarea para sus clases del día siguiente. Está empezando cuando su hermana entra a la cocina. Su postura es recta pero sus brazos están alrededor de su cintura y no parece querer mirarlo a los ojos. 

Hitoshi le presta toda su atención.

-Yo, um- comienza, tropezando un poco-sé que le diste dinero a mamá el otro día y yo, aunque no sé exactamente cuánto, creo que fue mucho. O lo suficiente como para estresarte porque te ves estresado...-Ella está divagando y Hitoshi está atascado entre dejarla llegar a su punto en su propio tiempo y apurarla porque él tiene trabajo que hacer. El pensamiento perdido, furioso, envía una sacudida de culpa por su columna vertebral y decide esperarlo.

-Bueno, vi una carta en el correo el otro día y no se veía como la que recibimos normalmente y tenía curiosidad, así que tomé y había dinero adentro y una nota realmente espeluznante- Ella toma una respiración profunda que se engancha y tiembla-y lo iba a mantener pero ..." 

Saca el sobre blanco sin marcar que Hitoshi había recibido hace unos días. Está rasgado en la parte superior en parches irregulares.

Hitoshi se pellizca la nariz. El labio de Hatsumomo tiembla y sus ojos oscuros comienzan a adquirir un acabado brillante cuando deja escapar un suspiro.

-Es ... hm, creo que lo entiendo.
 Tomaste esto, pero ahora me lo estás devolviendo, ¿verdad? Estaba a punto de decir -"está bien", pero en realidad no lo está, así que no lo hace. Ya es bastante malo que ella trató de robar, así que él se centra en la segunda parte de su confesión, la preocupante "nota espeluznante".

Ella asiente, en silencio, y sus hombros bajan un poco.

-No estoy molesto. ¿Dijiste que había una nota espeluznante? Deja me verla.

Está mintiendo, está muy enojado (la marca específica de la ira decepcionada que no explota tanto como hierve) pero estar enojado no ayudará a su hermana. Solo tiene doce años y pasa una mierda. Él es el adulto aquí, así que necesita actuar como tal. 

Hitoshi toma el sobre de sus manos temblorosas y lo abre con cuidado. Hay dos tiras de papel adentro. Uno es un cheque, supuestamente "para ser cobrado en Market Bank, en la cuarta  y Maple" y el otro es la nota por la que Hatsu parece conmocionado. Ella se inquieta donde está parada mientras Hitoshi se inclina hacia atrás en la silla de madera de la cocina para leer lo que está escrito. Las piernas crujen de forma preocupante.

Los hemos estado observando y esperamos que esto facilite las cosas cuando llegue el momento. No debería tener que sufrir las injusticias del mundo. Considere esto como un regalo de nuestra familia a la suya.

Hitoshi se queda mirando la primera línea por un rato. Te hemos estado observando. Se pasa una mano por el cabello antes de recordar que Hatsu todavía está allí y que lo responsable sería asegurarle que todo está bien, incluso si su propia mente está revuelta.

Se levanta de su asiento y la abraza con fuerza. Encaja justo debajo de su barbilla y él la siente temblar un poco en sus brazos mientras ella lo abraza. Se quedan allí unos minutos y la oye sollozar contra su pecho.

Hitoshi frota círculos calmantes en la espalda de su hermana, todavía abrazándola mientras habla. "Tienes razón. Esto es algo serio, pero me alegro de que lo reconociera y me lo hiciera saber. Me haré cargo de ello. Va a estar bien. No intentes hacer esto de nuevo, ¿de acuerdo?

Hitoshi no está seguro de cómo abordar esto, pero no es trabajo de Hatsu preocuparse por eso. La envía a la cama, esperando que se sienta un poco mejor ahora, pero la llama en el último momento.

-Oh, ¿y Hatsu? No se lo cuentes a los otros niños. No necesitamos asustarlos por nada. 

Hitoshi recibe un gesto vacilante en respuesta.

Empieza a cerrar la casa. Hitoshi ya sabe que no dormirá nada esta noche, así que pone un poco de agua en la estufa a hervir y saca sus tareas de la semana. Tiene la sensación de que no tendrá mucho tiempo para hacerlos en el futuro.