Shinsou entra al trabajo y justo cuando cree que está libre, ve algo que lo envía inmediatamente hacia atrás. Sentados allí en una de las cabinas y hablando animadamente están Ashido, Yaoyorozu y Jirou, y afortunadamente, están demasiado absortos en su propia conversación como para notarlo. Shinsou deja escapar un suspiro de alivio porque solo está de servicio de limpieza; estará en la parte de atrás durante todo su turno.

Agarra su delantal por la parte de atrás y va a empezar con los platos cuando su gerente se le acerca con una sonrisa.

-Hey, Tsume necesita que cubras su turno.

Qué.

Shinsou asiente lentamente sin darse cuenta; no es como si tuviera otra opción de todos modos. Mira por la puerta de la cocina y entra en el café. Solo hay tres mesas sin servir, pero una de ellas es la de las chicas. Primero lleva su bloc de notas y bolígrafo a las otras mesas, deteniéndose lo mejor que puede mientras trata de convencerse a sí mismo de que no es tan importante.

Solo tres de sus compañeros lo ven en el trabajo, donde parece más una mierda de lo habitual. No hay problema.

Shinsou respira profundamente y capta el momento exacto en que Ashido se da cuenta de que está allí. La confusión colorea su rostro antes de que se ilumine y ella lo saluda con entusiasmo.

-¡Shinsou! No sabía que trabajabas aquí 

Utiliza la parte posterior del bolígrafo para rascarse el cuello, -Sí, no suelo servir mesas.

Jirou parece vagamente curiosa, pero afortunadamente no hace ningún comentario.

Yaoyorozu parece sorprendido de verlo. Ella entrecierra los ojos levemente pero no dice nada. Shinsou espera que todavía no esté enojada por la debacle de Battle Trial. ¿Cuánto tiempo puede mantener eso en su contra, de verdad?

Toma sus órdenes mientras trata desesperadamente de obtener una lectura precisa. A Ashido parece gustarle mucho, y Jirou no tiene ningún problema con él. Incluso Yaoyorozu podría tolerarlo en este punto.

Es una mejora; tomará lo que pueda conseguir.

El resto de su turno transcurre sin incidentes y se queda hasta tarde para tratar de mantenerse en el favor de su jefe. No lo llaman para reprenderlo, así que es una buena señal.

Llegar a casa es un ejercicio de moderación. Todo lo que quiere hacer es quedarse dormido, pero los constantes empujones del tren le recuerdan que debe permanecer alerta para no perder su parada.

Shinsou camina el resto del camino, toma el correo y camina con dificultad hasta la puerta principal. Hatsu abre la puerta y se arrastra adentro. Hay un plato de cena calentado para él, los niños ya están en la cama y nunca ha estado más agradecido por la ayuda de su hermana. Debería traerle algo, o tal vez prepararle su cena favorita. Ella se merece más de lo que él podría darle.

Shinsou lleva su mochila a la cocina, dejándola caer al azar en el suelo a sus pies, y se sienta en la destartalada mesa de la cocina para revisar el correo mientras se mete la comida en la boca.

Basura, basura, basura, otro sobre misterioso sin remitente, basura.

Espera un segundo.

No otro.

Esta vez Shinsou tiene el honor de abrirlo, y cuando arroja el contenido en la mesa frente a él, una pequeña pila de billetes saluda a sus ojos. No hay nota ni ninguna otra tarjeta de visita, pero Shinsou sabe que es de las mismas personas que la última vez.

Se pregunta qué es lo mejor que se puede hacer. Podrían usar el dinero, Dios sabe que lo necesitan, pero Shinsou no tiene idea de si deberían hacerlo.

Se debe convertir esto a un adulto como Aizawa o Yamada, pero ...

Podría quedarse con el efectivo y entregar el cheque. Nadie tiene que saber que alguna vez hubo un segundo sobre. Lentamente cierra el sobre, lo deja a un lado y se concentra en sacar y hacer su tarea.

A la mañana siguiente, cuando Shinsou llega a la escuela, llega temprano como de costumbre, pero en lugar de ir directamente al aula y tomar una siesta, navega por los pasillos en busca de un maestro.

Él ve a Medianoche primero y capta su atención, trotando hacia ella.

"Estoy buscando a Aizawa", señala mientras habla.

Ella le levanta una ceja, pero lo lleva a la sala de profesores de todos modos, "Debería estar aquí", dice señalando la puerta. "Si está dormido, simplemente despiértalo, no le importará".

Shinsou asiente y Midnight se gira para alejarse pero no antes de lanzarle otra mirada interrogante.

Vacila antes de resoplar, empujando la puerta para abrirla. Hay algunos escritorios alrededor de la habitación, llenos de papeles y Yamada-sensei está sacando café de una máquina a un lado. Aizawa está abrochado en su saco de dormir amarillo en un pequeño sofá, frío. Va hacia su profesor dormido, pero Yamada lo ve primero.

-¡Shinsou! ¿Qué estás haciendo aquí?

Es demasiado ruidoso y Aizawa se despierta adormilado, la mirada también se centra en su alumno.

-Ah ...- esa es una persona más de la que realmente quería hablar, -Estoy aquí para hablar con Aizawa-sensei sobre algo ... importante.

Yamada tiene un mayor sentido de la discreción de lo que Shinsou cree que alguien le da crédito porque solo los mira una vez antes de preguntar: -¿Quieres que salga de la habitación?

Shinsou mira hacia el techo tratando de decidir con qué se siente cómodo.

Él vuelve a mirar a Yamada-sensei. -No tienes que hacerlo.

Aizawa se quita el saco de dormir y se sienta completamente mientras Yamada se acerca para darle la taza de café que estaba preparando.

Shinsou toma una respiración profunda antes de rebuscar en su bolso para sacar el primer sobre que recibió. -Recibí esto por correo el otro día y yo ... realmente no sé qué hacer con él. Se lo entrega a Aizawa.

Yamada se sienta en el apoyabrazos y mira por encima del hombro de Aizawa mientras su maestro revisa la nota y revisa.

-Deberías haber ido a la policía con esto primero-dice Aizawa. -No hay mucho que pueda hacer para ayudar, pero lo transmitiré y notificaré a las personas adecuadas.- Toma un sorbo de su taza y Yamada se baja del apoyabrazos.

-¡No te preocupes pequeño oyente! Gracias por hacérnoslo saber, ¡nos encargaremos de ello! 

Es casi exactamente lo que Shinsou le dijo a Hatsumomo, y eso lo alarma, considerando que en realidad no había podido hacer nada. Yamada prácticamente lo lleva hacia la puerta, y siente que se le cae un poco el estómago. ¿Eso es?

-Oye- Yamada apoya una mano en el hombro de Shinsou. -De verdad, no te preocupes. Incluso si no suena así, Aizawa y yo vamos a tomar esto en serio.

-... Gracias, sensei.

-Te veré después de la escuela para un poco más de entrenamiento, ¿de acuerdo?

-Si.