Jimin observaba todo a su alrededor. La señora Kim prácticamente tenía un palacio como consultorio.—O quizás era demasiado grande comparado con el resto. — Jin reía emocionado mientras su madre se preparaba para hacerle su primer chequeo médico al menor.

—Y bien. —Sonrió maternalmente. Jimin se relajó solo un poco al recordar a su madre, además que la efímera fragancia de menta que desprendía la mujer lo hacía recordar a su alfa. —¿Cuáles son tus cuentas?

Jimin la observó confundido.

—Mi madre quiere decir que cuanto tiempo llevas según tu propio control. —Habló el mayor de ambos omegas. Jimin asintió sonriendo.

—Un mes y dos semanas. —Sonrió seguro. La señora Kim asintió.

—Perfecto. Sígueme, el procedimiento es bastante sencillo. —Susurró la mujer mientras lo guiaba a un pequeño cuarto. -Según ella.- La omega mayor le invitó a tenderse en una camilla. —¿Puedes por favor retirar un poco tu camisa? —Preguntó. Jimin obedeció al instante. —Desabrocha tus pantalones y relájate, aplicaré un poco de gel en tu vientre y pasaré este pequeño e indefenso aparato por tu vientre para poder ver a tu cachorro. —Jimin frunció el ceño. ¿Por qué le decía tantas cosas? — Verás, cuando Jin tuvo su primer chequeo, mi niño estaba un poco  —demasiado. — Paranoico con esto. ¿Sabes? —Rió sin gracia. —Armó un escándalo grandísimo que hasta el director del hospital tuvo que intervenir. —Mencionó entre dientes.

—¿Por qué? —Preguntó mordiéndose los labios para no reír. Imaginándose a su hyung, nada bueno podría ser.

—Resulta que vio una película de terror una noche antes de venir. —Comentó la pelirroja mientras empezaba a deslizar el artefacto por el vientre del rubio. —Y me dijo: ''Mamá, sé que odias a Jonnie, pero no mates a mi hijo.'' Yo quise reírme, porque no entendía lo que mi bebé quería decirme, pero de repente empezó a gritar con miedo y yo me sobresalté tanto que empecé a regañarlo y terminó llorando tan audiblemente que el director llegó y me preguntó que había hecho. —Comentó risueña. —Los primeros días estuve tan, pero tan molesta, que yo realmente dejé de hablarle. —Mencionó seria mientras enfocaba la mirada en la pequeña pantalla. —Pero luego lo perdoné. —Sonrió. Jimin rió divertido al imaginarse tal escena. —Y, cambiando un poco de tema, ese pequeño punto que ves ahí. —Señaló al monitor. — Es tu pequeño hijo o hija. —Comentó alegre. —Tienes exactamente un mes y dos semanas y media de gestación. —El rubio sintió sus ojos arder por las pequeñas lágrimas que luchaban por escapar. —Y por lo visto, para el poco tiempo que llevas, todo está en orden. —La pelirroja empezó a escribir algo mientras se acercaba al monitor luego habiendo terminado, con delicadeza limpió el vientre del rubio con una servilleta y le indicó que se sentara. —Ten. —Sonrió entregándole el eco. —Puedes agarrar esto y pegárselo por la cara a tu esposo para que por fin entienda que estás en espera de cachorritos.

Jimin rió divertido.

—¿Jin le dijo sobre Yoonie-hyung? —La señora Kim iba a responder cuando la voz de su hijo se escuchó por el lugar.

—Todo lo que diga ella es mentira, nunca le dije que YoonGi es un idiota retrasado. —Mencionó serio, mientras en sus manos cargaba varios pastelitos. —¡Y no estoy comiendo de más! —Gritó antes de que su madre hablara. Con la misma rapidez con la cual apareció en el cuarto, desapareció.

—A veces trato de entender porque él es así. —Jimin asintió comprendiendo completamente a la mayor.

—Conozco el sentimiento.

[💜]

YoonGi realmente no entendía que estaba pasando, —o por cual motivo. — Era el centro de atención dentro de aquella tienda. Suran se mantenía discutiendo con una vendedora, porque según ella la chica lo había mirado demasiado.

''No puedes verlo, no es tuyo, es de Jimin, así que no intentes hacer nada porque no te dejaré. ¡No en mi guardia!¡Alto ahí loca!''

Recordar a su mejor amiga peleando con la vendedora le daba risa, pero ni con eso podía evitar sentirse incómodo. Una mujer rubia de rostro arrugadito como una pasa y que irónicamente desprendía ese mismo olor, no dejaba de verlo con ojos emocionados, mientras que una beta castaña no paraba de intentar llamar su atención.

Se aclaró la garganta tratando de llamar la atención de Suran.

Falló.

La beta parecía tener una fría batalla de quien pestañea primero, pierde; y por lo visto ninguna tenía la intención de rendirse en ese enfrentamiento.

Observó el lugar buscando un espejo, para saber si por casualidad le había salido un brazo extra que explicara el completo escrutinio al cual estaba siendo sometido, hasta que escuchó la voz de la omega mayor.

—Vamos, elige. —Le animó la señora. YoonGi arqueó la ceja confundido. ¿Qué debía elegir? Su mirada se enfocó en las pequeñas prendas de colores pasteles al frente de él. ¡Había tanto para escoger! Y él era tan, pero tan primerizo en esto, que sentía que a los simples monitos y camisitas le saldrían bocas con dientes afilados y se lo comerían.

Y no, él era muy apuesto para morir tan joven. Además... ¡Él iba a ser padre y necesitaba vivir!

—Necesito ayuda. —Suspiró frustrado sin darse cuenta lo que había provocado. La mujer regordeta de cara arrugada y la castaña prácticamente saltaron encima de él.

—¡Eres tan adorable hijo! —Exclamó la rubia mientras apretaba sus cachetes. La castaña reía enternecida mientras mostraba algunos conjuntos.

—Si aún no sabes que sexo es, puedes elegir colores pasteles o primarios. —YoonGi la miró confundido.

—Es decir. —Esta vez intervino la mujer que anteriormente estuvo apretando sus cachetes. —Escoge colores entre el amarillo, azul claro, blanco, verde. —Habló moviendo varios conjuntos a su vista. —Si es niño o niña, estos colores irán perfecto porque son unisex. —Sonrió. YoonGi asintió tomando nota mental de ello.

—Para la manta puedes y debes elegir, algo que le proporcione mucho calor. —Habló rápidamente la castaña. —Los recién nacidos vienen de un lugar cálido y la prioridad es que se sientan así siempre.

—Entendido y anotado. ¿Puedo escoger cualquiera?

—Siempre que cumpla con nuestras características. —Alegó la mayor. —También deberías comprar pañales de tela.

—¿Eso para qué es? —Preguntó interesado.

—Pues lo puedes usar para limpiar sus vómitos, incluso cuando no puedas bañarlo, lo humedeces y limpias su cuerpecito con el.

—Muy bien. —Asintió. Bajo la estricta vigilancia de ambas mujeres, agarró un par de monitos de color blanco y otro color verde aquamarine, una manta blanca con pequeños detalles verdes, y uno que otro pañal de telas. La mujer mayor asintió orgullosa, mientras que la castaña colocaba a sus compras, un pequeño recipiente de aceite para bebé.

—Mucha suerte. —Murmuraron ambas con una sonrisa. YoonGi asintió agradecido. Para cuando volteó, Suran aún seguía enfrascada en su ridículo duelo, rodando los ojos se paró al lado de ella.

—Yah, Suu, voy a pagar. ¿Vas a seguir peleando o me vas a acompañar? —La beta se desconcentró completamente y parpadeó confundida. La vendedora sonrió divertida y le sacó la lengua. Suran quiso refutar aquello, pero bastó con una mirada molesta de YoonGi para callar y caminar a su lado. La vendedora registró el pago y le agradeció por la compra realizada.

—¿En qué momento compraste todo eso? —Preguntó confundida. YoonGi negó.

—¿No se supone que ibas a ayudarme? —Le preguntó molesto. Suran infló los cachetes en un puchero.

—¡Ella empezó! —Gritó.

[💜]

Cuando llegó al apartamento, la música se escuchaba hasta el pasillo de afuera, negó divertido mientras se imaginaba al rubio limpiando escuchando música. Pero al mismo instante que la imagen llegó a su mente, paró en seco.

¡Jimin no podía ni debía limpiar!

Con paso apresurado llegó hasta la puerta, la llave cayó dos veces de su mano, pero ni así desistió. Cuando por fin la suerte estuvo de su lado, abrió la puerta rápidamente y entró en el lugar envolviendose con el agradable aroma de su esposo.

—I'm just gonna shake, shake, shake, shake, shake... Shake it off, shake it off. —La voz del rubio se escuchaba por todo el lugar, YoonGi avanzó rápidamente hasta que llegó a la sala del apartamento. Jimin se movía animadamente mientras que la música de una conocida cantante sonaba por todo el apartamento.

—¡PARK MIN-MIN! —Gritó al verlo moviéndose exageradamente.

—¡MIN YOON GI DE PARK! — Gritó el rubio en respuesta.

—¡No puedes moverte de esa forma! —Reclamó.

—¿Por qué no puedo según tú? —Reprochó indignado.

—¡Porqué estás embarazado! —Gritó.

—¡Eso que impor... —Jimin palideció. —Espera... ¿Qué?

—¿Estás embarazado? —Esta vez preguntó, un pequeño rubor se empezaba a dibujar en su rostro. Jimin avanzó en completo silencio hasta él. Con cariño agarró las manos de su esposo y las llevó a su vientre. YoonGi carraspeó. Su mirada fija en los achocolatados ojos de su pequeño omega.

—Felicidades. —Susurró con la voz rota. Pequeñas lágrimas escapaban libremente. —Vas a ser papá. —Apenas esas palabras abandonaron los labios de su esposo, él acortó la poca distancia existente entre ellos y los unió con un tierno beso. El rubio se apegó a él entrelazando sus manos en el cuello de su esposo. El beso fue corto, pero aún cuando acabó, ninguno tomo la iniciativa de separarse completamente.

—Gracias. —Susurró él alfa mientras una pequeña lágrima descendía por su rostro. Jimin rió enternecido.

—Gracias a ti por dejar de ser idiota. —YoonGi frunció el ceño.

—¿Por qué me dices idiota, Minnie Valentin?

—¡No me llamo Valentin! —Chilló divertido mientras desordenaba el cabello de su esposo.

[🐣]

Fin del capítulo n°6.

¡Hola!

We, estuve en un tiempo de sequía hasta que escuché "Shake it Off" y dije: "Che, yo tengo el poder".   

Me dio mucha risa este capítulo jajaja, y los que se vienen ahora que YoonGi sabe la existencia del baby, son relativamente graciosos también (?          

¡Muchas gracias por sus votos y comentarios!

Alegran mi fría vida venezolana

¡Gracias por leer!           

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