[12]
[💫 Tiempo pasado. 💫]
Jimin observó en silencio como Taehyung se movía de un lado a otro en su habitación, el alto omega tiraba camisas y pantalones por doquier mientras él observaba con el ceño un poco fruncido y un adorable puchero adornando su rostro.
Jimin estaba un poquito molesto, pero si luego de aquel desastre Taehyung le hacía mimitos, puede que lo perdonara.
Su lobito demandaba una serie de cariñitos que el omega menor gustoso le daba, y no, no era porque Jimin le amenazara con romper alguno de sus videojuegos favoritos, por favor, para nada.
Sonriendo inocentemente mientras las mejillas se le coloreaban de un tierno color rojizo, el mayor de ambos omegas se atrevió a preguntar el motivo de aquel pequeño desastre.
— Vamos a salir hoy en la noche. — Mencionó por lo bajo mientras seguía sacando ropa. — JungKook descubrió un lugar en donde se reúnen raperos underground, él tiene curiosidad y yo quiero definitivamente acompañarlo. — Mencionó serio.
— Traducción: quieres golpear a cualquier omega o beta que se le acerqué de más. — Mencionó el rubio divertido. Taehyung asintió.
— ¡Eso Jimin! — Alabó fingiendo una graciosa reverencia. — Por eso es que eres mi mejor amigo. — Jimin hizo una mueca de dolor mientras se llevaba la mano al pecho.
— Me acabas de mandar a la friendzone, no me duele, no. — Se dejó caer a la cama mientras se apretaba la camisa con la mano. Taehyung rió. — Oh Dios, me quema, me lastima. — Fingió un último suspiro antes de cerrar los ojos. Taehyung explotó en carcajadas mientras veía al mayor en la cama, dejándose caer al lado de este y otorgándole los mimitos que tanto anhelaba Jimin, el omega más alto habló.
— Ya llegará tu alfita pequeño mochi. — Besó la frente de éste. — Y le meteré una patada si te hace llorar. — Jimin asintió mientras su corazoncito latía fuertemente en él.
El realmente quería tener un destinado como Taehyung lo tenía.
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Cuando la fría noche golpeó Seúl, el omega rubio prácticamente estaba maldiciendo a Taehyung y Jungkook, había caído una pequeña llovizna minutos atrás y, aunque no fue muy fuerte, la ropa de los tres estaba un poco mojada por ésta.
— Mi mamá te matará si me enfermo, Taehyung. — Se quejó Jimin estornudando tiernamente, su pequeña nariz de botoncito estaba roja, el omega menor estuvo tentado de apretujarle aquellos cachetitos tan bonitos que su hyung tenía, pero muy dentro de él sabía que si lo tocaba en ese momento, el rubio le golpearía, luego le pediría perdón, pero también lo volvería a golpear.
Jimin era un poquito hormonal en algunas ocasiones y esa noche estaba prácticamente más –insoportable– pesado, que nunca.
— Ya hyung, un poquito de lluvia no te hará mal, además casi casi, hueles como el bosque. — Jimin frunció el ceño ante lo dicho por Jungkook. — Me gusta mucho tu olor. —Se escuchó alguien aclarándose la garganta y JungKook rió por lo obvio. — Pero me gusta más el tuyo, omega celoso.
— Yah, me dan asco. — Se quejó Jimin caminando y dejando atrás a JungKook y TaeHyung quienes estaban envueltos en una neblina de amor. Jimin suspiró levantando su mirada hasta la luna brillante que reposaba en el firmamento, las estrellas estaban dispersas entre el brillante azul oscuro de la noche. — Estás tardando. — Susurró para sí mismo antes de sentir la mano de Taehyung guiándolo al pequeño grupo de personas. Había una cantidad no tan exagerada de gente esperando mientras una tarima improvisada estaba frente a ellos, con curiosidad observó todo a su alrededor, habían betas, alfas y omegas, incluso uno que otro delta se paseaba con tranquilidad por el lugar; todos compartiendo en tranquilidad sin estar siendo dominados por los instintos de sus animales internos. Jimin sonrió ante la comodidad que estaba sintiendo, siendo hechizado por la música y los versos de los raperos que subían y deleitaban con su destreza en el rap.
De repente todo dentro de él se alteró, el pequeño lobito blanco que reposaba en su interior había levantado la cabeza en completa curiosidad mientras su colita se movía de un lado a otro completamente emocionado. Jimin sin embargo, estaba completamente nervioso, el sentir la alegría del pequeño lobo y un escalofrió recorrerle de arriba abajo lo tenía curioso.
«Está aquí».
Jimin no entendió nada hasta que un pequeño e imperceptible olor llegó hasta sus fosas nasales, el cacao envolvía con parsimonia el leve toque de menta, siendo más potente el primero que el segundo pero estando los dos al mismo tiempo.
«Es él, lo puedo sentir cerca de nosotros.»
Volvió a escuchar el eco de aquellas palabras en su interior, sus instintos estaban a flote mientras el color castaño de sus ojos luchaba por cambiar al azul correspondiente de su lobo. Jimin estaba entrando en pánico en ese preciso momento mientras Taehyung y Jungkook estaban preocupados por el omega mayor.
— Hyung. — Llamaron ambos al mismo tiempo, siendo Taehyung quién le proporcionaba un poco más de aire con un improvisado abanico, y JungKook el que cuidaba que nadie más se diera cuenta del estado exaltado que tenía el mayor.
— N-No sé. — Susurró con dificultad inhalando y exhalando aire con rapidez. —Mi lobo está inqui-quieto. — Taehyung asintió en silencio mientras que JungKook veía de lado a lado con una sonrisa adornando su rostro.
El alfa de su hyung estaba cerca.
— Respira y no cambies. — La voz de Taehyung llegó a sus oídos mientras veía a ambos omegas cuidándose entre sí. — ¿quieres irte? — Jimin negó rápidamente. — Entonces vamos, solo falta un grupo y nos vamos. — Jimin asintió un poco más tranquilo de sus instintos, siendo conscientes de que habían llamado la atención un poco pero de que JungKook había estado siempre cuidando de ellos. Con una sonrisa le agradeció al menor que no hizo más que asentir.
— Ellos son mis favoritos hyung. — Señaló el alfa mientras veía a dos personas subiendo al escenario. Jimin casi jadeó al quedarse sin aliento cuando el fuerte olor del cacao con menta llegó por completo a él. Su lobo seguía dando vueltas dentro de él mientras escuchaba con tranquilidad la voz del alfa pálido cantar a pocos metros de ellos.
Y Jimin no recuerda con exactitud si fue cuando escuchó su voz, cuando el olor que le correspondía como designio de la luna llegó hasta él, o incluso cuando sus miradas se encontraron por primera vez, solo recuerda que cuando se estaba yendo del lugar muy a regañadientes y siendo obligado por sus amigos, cuando sintió por primera vez el toque de las manos de aquel alfa y cuando aquella sonrisa impactó con su campo visual, en ese momento supo con exactitud que había caído loca y profundamente hechizado por aquel joven alfa.
Min YoonGi era su nombre.
Y entre pequeños regaños de Taehyung, porque Jimin por la emoción terminó llorando en frente del alfa, YoonGi quedando más pálido de lo normal recibiendo una patada en el tobillo cortesía de Taehyung, y con NamJoon y JungKook riéndose de YoonGi, Jimin se sintió completamente feliz mientras era acurrucado por los brazos del mayor y este le correspondía apresándolo fuertemente.
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¡Gracias por los 1.1k en lecturas! ¡Muchas gracias, en serio!
Disculpen cualquier error que se me pudiera pasar, estaba pensando en hacer otro capítulo relacionado con la relación de YoonGi y Jimin, pero eso lo deciden ustedes (?
En mi omegaverse no se les adelanta el celo al reconocer sus destinados, no señor. Sienten el instinto de cambiar (los omegas) y buscar con más precisión a su pareja destinada. Al igual que Jimin, YoonGi sintió algo similar, pero ese si me gustaría que lo explicara YoonGi en otro capítulo.
¡Sus votos y comentarios alegran mi corazón! No se vayan sin dejarlos, se los agradecería mucho.
¡Lean Hunter! Si les interesa el mundo de la reencarnación claro está.
¡Hasta la próxima!
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