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Tres meses después.

YoonGi sonrió feliz cuando vio el vientre de su omega y a YoonJi dormir con una de sus pequeñas manitas sobre este. Algo muy dentro de él le decía que la pequeña cachorra sería una hermana mayor muy celosa y protectora con el pequeño cachorro dentro de Jimin.

Al principio ambos temieron que la pequeña YoonJi se sintiera desplazada o incluso celosa, pero cuando vieron que la pequeña siempre iba a acariciar el vientre abultado de Jimin dejaron de lado todos esos tontos pensamientos mientras disfrutaban de las tardes de película bajo el tierno cariño familiar que brotaba con tanta naturalidad dentro de su pequeño apartamento.

A pesar de que YoonGi había insistido en mudarse para una de las tantas casas que había escogido, Jimin negó todas las opciones mientras daba ideas para reconstruir una de las habitaciones que usaban como depósito para el nuevo cachorro, y mientras más ideas le fue dando Jimin, más convencido quedaba que su idea de mudarse no sería aceptada todavía.

Estaba completamente domado por Jimin y sus alborotadas hormonas que volvían a hacer de las suyas.

Ahora que las tres razones de su felicidad dormían tranquilamente en la gran cama de su habitación, él simplemente salió de la habitación casi en puntillas para evitar que algún ruido pudiera perturbar el ambiente de paz en el cual estaban desde hace pocos minutos.

No lo malentiendan, él ama a Jimin y a sus dos cachorros, pero una YoonJi de diez meses era sumamente activa haciendo miles de actividades desastrosas y un Jimin de seis meses de embarazo podían volverlo loco con solo abrir su boquita por segundos.

Y él quería descansar tan solo un poquito y dejar las actividades de cachifo y padre 24/7 de lado por un momento durante sus vacaciones. Todavía recordaba el día en que KiHyun había venido hacía él en una muy rara actitud para decirle que tenía el resto del embarazo de Jimin libre.

— Necesitas vacaciones. — Aseguró KiHyun entrando repentinamente en su oficina seguido por Jimin y YoonJi quien se sostenía de la mano del omega. YoonGi frunció el ceño ante lo dicho por su hermano. — Puedes irte ahora mismo.

— ¿Qué? — Cuestionó cuando vio que el mayor de los dos metía todas sus cosas en una improvisada caja. — ¿Qué estás haciendo?

— Ayudándote para que te vayas. — Mencionó con simpleza el alfa. YoonGi se levantó de su asiento y YoonJi se soltó de la mano del rubio para avanzar temblorosamente hacia el alfa. YoonGi sonrió sosteniendo a la pequeña bebé entre sus brazos para posteriormente dejar un sonoro beso en la frente de esta.

— KiHyun-ssi es un buen hermano que comprende que debes tener más tiempo para tu embarazadito omega. — Susurró Jimin acercándose al pálido y dejando un besito juguetón en los delgados labios del alfa. — ¿Verdad KiHyun-ah que tuviste una gran idea de repente cuando me viste llegar cansado a traerle la comida a mi bebé alfa?

El alfa asintió cargando la caja en manos mientras veía con el ceño fruncido la para nada inocente sonrisa en el rostro de Jimin y YoonJi.

— Dices que no se parece a ti, pero es igual de malvada. — Masculló entre dientes el mayor. Jimin y YoonGi fruncieron el ceño mientras YoonJi reía al ver a su tío cargando las cosas de su papá.

Digno esclavo del gatito. Pensó la pequeña mientras veía a este guardar las cosas de su papá bajo la atenta mirada de su papá gatito y pollito.

Pero obviando aquel extraño comportamiento de su hermano y lo cansado que pudo llegarse a sentir en varios días mientras jugaba a la guerra con una incansable YoonJi y cumplía los antojos de su caprichoso omega, todo estaba bien.

Había tardes en las que solamente estaban en la cama arropados de pies a cabeza dormidos y rodeados por el nido del omega. Otras en las cuales acompañaba a Jimin a ver alguna serie de anime mientras YoonJi jugaba perezosamente con sus juguetes y de vez en cuando le lanzaba algunos legos al televisor para que le prestaran atención a ella. Y noches suaves, llenas de besos y mimos, abrazos perezosos y una que otra subidita de tono mientras YoonJi se encontraba en el quinto sueño ignorando las acciones de sus padres.

— Quizás solo me faltan ustedes. — Susurró viendo hacia el techo mientras recordaba las risas de su madre y los consejos que su padre solía darle cuando joven. — Pero sé que en donde sea que ustedes estén, están cuidando de KiHyun, de mí y de mi pequeña familia. — Sonrió nostálgicamente mientras un suspiro triste escapaba de sus labios.

Cuando el timbre sonó su ceño se frunció, eran las seis de la tarde y no esperaba a nadie. Jin estaba muy ocupado con NamJoon y SooBin de vacaciones por Jeju, y TaeHyung y JungKook estaban muy ocupados cuidando a la pequeña Lia. KiHyun seguramente estaría en la empresa trabajando casi a la par con Hoseok entonces la lista se veía reducida a una única persona, y cuando el fuerte olor de tierra mojada llegó a sus fosas nasales, YoonGi simplemente pidió al cielo un poquito de paciencia para poder soportar lo que sea que la madre de Jimin quisiera decir o hacer.

— No esperaba que estuvieras aquí. — YoonGi rodó los ojos cuando vio a la altiva mujer.

— ¿Dónde se supone que esté? Este es mi apartamento. — Gruñó fastidiado. La mujer se encogió de hombros mientras veía el vacío pasillo.

— ¿Dónde está Jiminnie?

— Está durmiendo con YoonJi, no pienso despertarlo porque vinieras, así que puedes venir después. — Comentó intentando cerrar la puerta. SooJin negó mientras colocaba su mano en la puerta impidiendo que esta se cerrara.

— En realidad he venido para hablar contigo. — YoonGi arqueó la ceja en un gesto de incredulidad.

— Cuando abrí la puerta parecía todo lo contrario. — Agregó al ver el semblante de la mujer. SooJin suspiró sonoramente.

— ¿Puedo pasar? — Cuestionó. YoonGi asintió haciéndose a un lado para que la mujer pudiera pasar y tomar asiento en uno de los muebles que adornaban la sala. — Sabes Min, cuando llegaste a casa a lado de mi pequeño Jimin, sentí tanto miedo. — Expresó al ver que el alfa tomaba asiento a escasos pasos de ella. — Eras un alfa, y los alfas son extremadamente agresivos. — YoonGi frunció el ceño.

— Creo que estamos hablando de alguien diferente, cuando fui a conocerla estaba temblando ante su mirada llena de molestia. — Expresó sinceramente el alfa. La mujer sonrió efímeramente mientras recordaba como Jimin le había prácticamente regañado por asustar a su alfa.

— Yo quería que la pareja de mi hijo fuera un beta o en su defecto, una alfa como yo. — Explicó. YoonGi asintió conocedor de ello. — Cuando era joven, mucho antes de conocer a mi pareja destinada... Tuve una tormentosa relación con un alfa mayor que yo. — Expresó por primera vez mientras veía al pálido. — Fueron los peores años de mi vida y empecé a temerle a todos los hombres que no fueran betas u omegas, cuando Jimin llegó contigo tuve miedo de que mi hijo fuera infeliz como lo fui yo en mis años de juventud, ustedes tenían la misma edad que yo tuve cuando pensé que había conocido al amor de mi vida y pensé que mi pequeño bebé sufriría lo mismo que yo viví, sin embargo me equivoqué y me perdí varios años de la vida de mi hijo por estar negada a la idea de tener que convivir contigo.

— ¿Por qué me está diciendo esto? — Cuestionó el pálido mientras comprendía los motivos de la madre de Jimin para rechazarlo. La alfa se aclaró la garganta antes de hablar nuevamente.

— Quiero estar en la vida de Jimin y mis nietos, quiero ver la felicidad de mi hijo en vivo y en directo y no por medio de fotos... Yo quiero que él sienta que somos una familia nuevamente y que puede confiar en mí al igual que... — Inhalando aire habló viendo fijamente al alfa. — Al igual que tú, quiero que sepas que quiero intentar remediar mis malas acciones y que seamos una familia unida. — YoonGi observó sorprendido a la mujer, en todos los años que llevaba conociéndola nunca pensó que algo así pudiera haber salido de la boca de Park SooJin.

— ¿E-Es en serio? — La alfa asintió. — Wow, nunca pensé que esto pasaría. — Admitió en voz alta escuchando por primera vez una sonrisa sincera por parte de su suegra hacia él. — Jimin estará muy feliz cuando lo sepa.

— Entonces... ¿Olvidamos el pasado e intentamos crear una mejor relación? — YoonGi sonrió tomando la mano de la alfa.

— Bienvenida a la familia Min-Park, suegra.

...

¡Hola!

Al fin iremos cerrando el tema del odio de la madre de Jimin, sé que quizás algunas tendrían curiosidad de saber porque la mujer odiaba a los alfas hombres, entonces aquí les estoy dando la respuesta y estoy intentando acercar a Jimin con su madre nuevamente.

Muchas gracias por el cariño para esta historia, me hacen muy feliz. Oficialmente solo quedan seis capítulos para finalizar.

Nos leemos pronto y disculpen cualquier error que se me pudiera pasar.

¡Hasta la próxima!

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