Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1: Fragmentos de vidas rotas.

Harry Styles tenía todo lo que cualquier joven de 23 años podría desear, o al menos eso parecía. Nacido en una familia acaudalada, con una educación en los mejores colegios privados y una posición envidiable en la prestigiosa Universidad de Londres, Harry debería haber estado viviendo la mejor etapa de su vida. Pero tras la fachada impecable de un chico educado y privilegiado, había un vacío insondable.

El silencio era su constante acompañante en la enorme mansión familiar. Sus padres, siempre ocupados con reuniones, cenas de negocios y eventos sociales, lo veían más como una extensión de sus logros que como una persona. Sus traumas, esos que nunca había podido confesar a nadie, quedaban sepultados bajo su perfeccionismo y una dieta cada vez más restrictiva que lo debilitaba física y emocionalmente.

A menudo, Harry miraba su reflejo en el espejo con desdén, preguntándose si alguna vez sería suficiente para alguien.

Por otro lado, Louis Tomlinson, a sus 28 años, había dejado de creer en los sueños hacía mucho tiempo. La pobreza lo había moldeado desde niño, junto con una familia disfuncional donde el amor siempre era reemplazado por gritos y reproches.

La adicción llegó como una "solución temporal" cuando tenía 16 años, tras la muerte de su madre. Las drogas eran el único refugio que lo mantenía a flote en un mundo que parecía decidido a aplastarlo. Trabajaba esporádicamente en talleres mecánicos o como repartidor, pero nada duraba mucho.

En las noches, Louis solía caminar por las calles de Londres hasta llegar a su bar favorito, un agujero oscuro y ruidoso donde podía perderse entre la música y las luces tenues. Allí, nadie le pedía explicaciones, y nadie esperaba nada de él.

Harry pasaba sus días estudiando economía en la universidad, pero su interés en la materia era casi nulo. Lo hacía más por obligación que por pasión, siguiendo los planes de su familia. Cada mañana, se obligaba a levantarse, a fingir que todo estaba bien. Sus compañeros lo veían como alguien reservado, incluso distante, pero nadie se molestaba en preguntar por qué.

Había días en los que apenas comía, y cuando lo hacía, era algo mínimo: una manzana, un café negro. Su relación con la comida era complicada, marcada por años de comentarios insensibles y una necesidad de controlar algo en su vida.

Su terapeuta, una mujer amable pero claramente frustrada con el silencio de Harry, le había sugerido que encontrara un espacio donde pudiera ser él mismo. Pero Harry no sabía dónde buscar ese lugar.

Louis, en cambio, vivía sin horarios ni propósitos. Cada día era una repetición del anterior: trabajar, conseguir dinero, drogarse, y dormir en su pequeño apartamento desordenado.

Tenía amigos, o algo que se parecía a la amistad: compañeros de consumo que lo acompañaban en las noches más oscuras. Pero incluso ellos comenzaban a alejarse. Louis era impredecible, con explosiones de ira que lo hacían insoportable.

A veces pensaba en su infancia, en los días en que su madre cantaba para calmarlo después de una discusión familiar. Pero esos recuerdos eran demasiado dolorosos, así que los enterraba bajo capas de humo y olvido.

                  |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||

Era una noche fría de enero cuando sus mundos comenzaron a cruzarse, aunque ninguno lo sabía aún. Harry había escapado de casa después de una discusión con su madre. Era una pelea pequeña, pero suficiente para recordarle que en su hogar no había espacio para él ni para su dolor.

Se refugió en un café lejos de casa. Se sentó en una mesa junto a la ventana, observando cómo la lluvia caía afuera, mientras tomaba un café negro, su mente vagaba, pensaba en todo lo que había perdido, en todo lo que deseaba, pero no podía alcanzar.

Mientras tanto, Louis salía del taller donde trabajaba esa semana. Había recibido su pago y ya planeaba gastarlo en alcohol y algo de cocaína, suficientes para adormecerlo por el resto de la noche.

En ese momento, mientras Harry aún se refugiaba en el café y Louis bebía su, quizá, quinto trago, en el bar, sus mundos comenzaban a acercarse.

La noche seguía su curso, y aunque ninguno de los dos lo sabía, el destino estaba a punto de unirlos de una forma que cambiaría sus vidas para siempre...

                  |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro