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l'Intermezzo




"Él no está aquí, se lo dije."

"Pero lo necesitamos."

"E-Es un poco complicado, si nos permitiera explic–"

"No necesita explicación, necesito verlo aquí, ahora."

"Señoras, pero es que, si nos disculpan..."

"¡Está allá! En ese cuarto."

"¡¿Todo este tiempo?!"

"¡No! Esperen, señoras, no lo entenderían."

"Entendemos perfectamente, ustedes nos mintieron."

"No, espere, por favor."

"Señor Park."

"Espere, por favor, señora–"

"¡Señor Park!"

"¡Señor Park!"

"Park–"

"¡PARK–!"

"ChanYeol," escuchó por debajo del cansancio. No veía nada con sus ojos cerrados, pero, aunque sus párpados le impidieran la visión, oía. ChanYeol puso toda su atención en eso, las voces que trataban de jalarlo al sueño se esfumaron, y al mover sus ojos bajo el mismo, lo miró cuando se abrieron poco a poco. Justo a él, al hombre que más ama, con su adorable sonrisa, y un brazo sobre la almohada para recargar su cabeza como todas las mañanas de su vida. "Hola, buenos días."

"Hey, hola..." acto seguido, se estiró, aun cuando costara en su cama tan pequeña (que dejaba ya sus pies lejos de la cobija), hizo un sonidito con sus labios que a BaekHyun le dio risa. Suficiente para que él expresase su felicidad en las comisuras hacia arriba de su boca. "¿Tienes mucho rato admirándome de esta forma?"

"Como unos cinco minutos. Suficiente para darme cuenta de lo bien que seguías dormido, aunque tu despertador hubiese sonado desde hace media hora," ChanYeol frunció el ceño. ¿En serio había sonado? ¿Cómo? Tras mirarlo y notar que pasaban de las ocho de la mañana, gruñó, tras repasar su rostro con sus manos juntas. "¿Estabas soñando algo muy entretenido, acaso?"

"No, yo solo estaba..."

"Fruncías el ceño," BaekHyun le dijo, y aunque él se incorporó, no dejó la cama, quizá en la necesidad de despejarse un poco para tomar energía. "¿Era una pesadilla?"

"¿De qué estás hablando?" Preguntó, ahora volteado. Si bien vio cómo BaekHyun se encogía un poco, no lo cuestionó mucho. Solo permitió que hablara, en la seguridad que podían tener juntos. Después de todo, eran esposos.

"ChanYeol, sé que lo de ayer fue un poco... complicado, pero no me tienes que ocultar las cosas. Si algo te molesta, recuerda que aquí estoy, yo... sigo a tu lado, cariño," eso le había dicho, pero por qué percibió un titubeo en la cara de BaekHyun, como si su sonrisa no le llegara a los ojos aun cuando acababa de tomarle de la mano desde atrás, no lo dejó pensar. Se había despertado hacía poco, tal vez solo estaba viendo mal las cosas.

BaekHyun lo quería, siempre iba a apoyarlo, porque en su perfecta vida así era esto, ¿no?

"Sí, claro, y te prometo que, si alguna vez me está pasando algo, voy a contarte," le tomó la mano con la otra, así las dos se unieron en el puño que formó con la contraria. Amplió su sonrisa, y en la suavidad, ChanYeol la extendió en sintonía. "No es nada, solo me he quedado dormido un poco más. Anoche tuvimos algunos problemas, ¿cierto?"

"ChanYeol..."

"Pero no es nada con lo que no pueda lidiar," besó sus dedos luego de eso, y al separarlos, se paró, listo y fuera de su cama, ya despierto. "Hoy será un gran día. Después de todo, volvemos a levantarnos para seguir, ¿no?"

"ChanYeol."

"Voy a tomarme una ducha, como hoy no hay citas especiales y empiezo a trabajar hasta el mediodía, creo que puedo hacer el desayuno esta mañana. ¿Te apetecen unos huevos o algo más como una–?"

"Me voy a tomar el turno de mañana," BaekHyun le soltó, sin importar que aún hablara. Como fue algo tan extraño, ChanYeol se detuvo en todo movimiento, y quedó parado en diagonal, junto a su cajonera mientras sacaba una toalla limpia y ropa para ver a BaekHyun con la intriga de esto. Ya su esposo arriba, fuera de su cama, le dejó mirar cómo estaba arreglado con su uniforme (¿lo había tenido todo este tiempo?), y aunque fuese algo normal, le pareció tan raro, quizá por su distancia, del otro lado de la cama y las manos detrás de su espalda, casi como si quisiera olvidar que se habían tomado de las manos hace rato. Eso tras contar lo que le dijo era tan... extraño. "Yo... no te puedo acompañar al desayuno ahora. Tengo que partir antes de que se me vaya el camión de las nueve."

"¿Qué? Pero... ¿p-por qué lo harías? Creí que tu turno empezaba pasado el mediodía, como el mío, ¿por qué hoy más temprano?" Ahí fue donde esos labios que tan bien conocía se fruncieron. Al dirigirse hacia la derecha, ChanYeol juntó más sus cejas en la interrogante que sacó su boca: "BaekHyun, ¿acaso vas a cubrir a ese engorroso de Kim...?"

"Quiero tomarme el turno doble, ChanYeol, solo por hoy," BaekHyun contestó antes de que él asumiera. Eso no quitó que molestase su respuesta. "Creo que sería bueno para ambos."

"No entiendo. BaekHyun, ¿qué estás...?"

"Me llegó el recibo de la tarjeta, ChanYeol, tenemos que pagar lo de tu cámara... y la cuenta de la luz con el internet que contratamos por el paquete de más megas..."

"¿Eso te ha llegado hoy?" Por sorprendente que fuera, BaekHyun le sacó del bolsillo de su pantalón el sobre mencionado, y aunque ChanYeol no quisiera verlo por ese marcador rojo con el que se señalaban fondos, lo sostuvo en sus manos para leer su contenido. "No tienes por qué tomar un doble turno, yo tengo el dinero de esto, te voy a pagar."

"No, no vas a hacerlo, ChanYeol. No tienes el dinero, te lo gastaste ayer en la tienda," ese reproche le vino con molestia. Cuando ChanYeol miró a su esposo de nuevo solo para ver cómo él agachaba los ojos y soltar un suspiro, le llegó el regaño. ChanYeol debió entenderlo, era cierto: BaekHyun no se lo decía, pero estaba seguro de cómo significaba que, por gastar en bebidas, había perdido lo poco para sacarlos de ese tono rojo en sus recibos. «Idiota, si tan solo no lo hubieras hecho». "Necesitamos estas horas extra."

"Me hubieras dicho al menos, yo podría tomar horas extra también en el servicio, si me lo dijeras..."

"No quería molestarte después de que ayer te rechaza–" se cortó, y al mirar a otro lado, ChanYeol se quedó ahí esperando. ¿Por qué le costaba a BaekHyun decirlo? Sí, lo habían rechazado, ¿y? No se iba a romper por eso, aunque ayer lo hizo, hoy estaba mejor. Iban adelante juntos, ¿no era cierto? "No importa. Me voy, si no, el camión me deja," a pesar de ese pensamiento, BaekHyun no lo tomó en cuenta. Se acercó, el sobre lo sacó de sus manos, y le dio un beso a su mejilla antes de sus siguientes palabras: "Te veré más en la noche cuando acabe la jornada. Por favor, tú desayuna y sigue normal con este día. Estaré para compartir la cena, ¿de acuerdo? Te compenso trayéndote algo de nuestra cocina."

"BaekHyun, pero..."

"Salgo, ¡te amo!"

Vino ese grito junto al azotón de puerta, y aunque fue solo la de su habitación, ChanYeol no tardó en escuchar la de su casa.

Entonces, ¿eso en serio había sido todo para ambos en aquella mañana? ¿Por qué BaekHyun había cambiado todo lo de su rutina usual de ese modo?

«Algo te oculta», no, eso era absurdo. Su esposo no lo hacía, él solo estaba preocupado. «Porque eres un inútil, ¡no sirves para nada!». A ChanYeol no le debería molestar esto, era tonto. Lo que fuera, BaekHyun lo hacía con buena intención y nada más.

Mejor que él lo viese de esa forma, así apoyaba. BaekHyun iba a poner de su parte, y él también debía hacerlo. Que se fuera preparando. Todo un día se le iba por delante.

Era inevitable no soñar despierto. ChanYeol llegaba a hacerlo mucho, incluso cuando fuese en su trabajo, las ideas venían a su cabeza. Una parte de él se estaba preguntando qué era eso que había olvidado de su sueño anoche y hoy, y otra parte solo no podía ignorar que hallaba tantas nuevas posibilidades en su invento. Si solo tuviera el dinero o la oportunidad de conseguirse esos materiales que le hacían falta para poner sus ideas a prueba...

"Señor, ¿me está escuchando?"

"Ah, sí, perdón, yo solo estaba..." el mundo aún seguía girando, a pesar de que él quisiera volar con el tiempo. Al aterrizar en su escritorio frente a la computadora donde hacía su trabajo con sus audífonos puestos y la persona del otro lado de la línea, recordó que no importaba lo mucho que fuese lejos, no podía escapar de su realidad. Por extraño que sonase, de estar tanto tiempo perdido en la nada con la boca medio abierta, había babeado. ChanYeol se limpió de una con su dorso, y al volver, se compuso para dejar eso de lado. Soñar era sencillo, lo difícil estaba en esta vida; si quería llegar a lo que deseaba, iba a necesitar olvidarse de aquellas imágenes en su cabeza. Después de todo... «A nadie le importa escuchar lo que estás pensando, basura». "Disculpe, señorita. ¿Qué me dijo que necesitaba?"

"Estoy buscando un medicamento, no sé si me lo podrían traer a mi domicilio."

"Por supuesto. De acuerdo con su petición, la comunicaré con el servicio a domicilio de su mejor farmacia. ¿Cuál necesitaba?"

"Claro. Necesitaría Perfenazina."

"Perfenazina... perfenazina," ChanYeol empezó a teclear en su computadora. Como parte de su trabajo en el servicio en una especie de lo nuevo que llamaban call center, debía orientar a personas hacia las distintas tiendas y departamentos que necesitaran. Había un poco de todo en su empresa, él podía tratar con gente deseando una lavadora hasta comida y medicamentos (como esta persona). Por alguna extraña razón, escuchar ese medicamento mientras lo escribía le sonó extraño. Como si fuese algo que él reconociera. Era tonto, ¿no? Él jamás tomaba medicina, ¿de qué le sonaba? "¿Cuál es la razón de su medicamento, señorita?"

"¿Eso es importante para que usted me diga si es posible adquirirlo?"

"Bueno, yo..."

"¿Está violando mi privacidad, señor? Si es así, sabe usted que puedo denunciarlo."

"No, no, no, disculpe, yo solo preguntaba porque..." oh, Dios, tenía que pensar en algo rápido. "Hay medicamentos que son controlados, únicamente se venden con receta médica, y si usted no tiene tal cosa, no se le podrá entregar. Es necesario dirigirse a su especialista y con la farmacia de una forma... eh, directa."

"Oh, claro, y tengo ahora mi receta, ¿acaso no es posible entregársela al repartidor?"

"No, señorita, usted deberá dirigirse a la farmacia para presentarla."

"Ah, ya veo. Bueno, muchísimas gracias, señor. Que tenga un buen día."

"Claro, gracias a usted, que tenga un buen día igual–" le colgaron antes de terminar su despedida. No fue algo que lo preocupase mucho, aunque sí fue un poco incómodo escuchar el beeeeeeeep del final, al quitarse los audífonos y cerrar por su lado la llamada, suspiró.

De alivio quizá, porque de esa sí se había salvado. Necesitaba dejar de descuidar algunas cosas. Si tan solo no estuviese pensando en tonterías. O soñando despierto para distraerse mientras le llegaban cientos de llamadas al servicio...

Tan pronto escuchó otra llamada conectarse justo en el momento, ChanYeol entendió la indirecta. No dispuso más del tiempo que valía oro (literal), dejó las estupideces que pensaba y se enfocó en su trabajo. Mejor que esas llamadas extra le valieran, si iba a pagar, que lo hiciese bien. Todo era con causa.

BaekHyun no llegó hasta muy entrada la noche. Cuando él ya se había acostado porque, incluso al estar todo el día aplastado en su silla junto al auricular atendiendo a la gente (que podía ser muy fastidiosa en el servicio), se agotó de manera inesperada. Estaba fatigado, ni cenó, con poco apetito, ChanYeol se tiró en la cama tan pronto acabó su turno y quedó sobre las cobijas junto a la misma ropa de ese día que no varió de su pantalón corto de pijama y camisa.

Entonces, BaekHyun lo acompañó en un rato. Tras escuchar sus pies que se arrastraban por el suelo usando solo sus pantuflas, lo sintió tumbarse en la cama. No se movió mucho, realmente estaba muerto. Dejó que BaekHyun se acomodara del lado del colchón que ambos compartían, y al pegarse incluso mientras él dormía casi boca abajo, sentir que una de sus manos lo abrazaba sobre unas caricias, lo despertó a medias para levantar un poco la cabeza.

Al menos hacia el lateral, a donde BaekHyun iba. No tuvo ni que abrir los ojos, cuando se giró para darle a BaekHyun la bienvenida en su cansancio, BaekHyun actuó de inmediato. Desapareció todo el espacio que había entre ellos, sus cabellos se sintieron al nivel de su barbilla, mas, de a poco se subieron para dejar que esa nariz abotonada chocase con la propia.

De un segundo a otro, aunque él no lo esperó, BaekHyun movió su mano de su espalda hasta su costado, y de ahí viajó con sus caricias. Esos finos dedos que le conocía plasmaron figuritas alrededor de toda su piel cubierta, en su lateral, sobre su bícep, hombro y en su clavícula...

"BaekHyun..." murmuró en tono bajo, con el sueño su voz salió más ronca de lo deseado. A BaekHyun eso pudo parecerle divertido, se rio, sin que fuese intencional. ChanYeol se lo dijo junto a esa misma voz tan soñada. "¿Qué estás haciendo?"

"Nada que no pueda. ¿O acaso está prohibido amar a mi esposo?"

"Estoy muy cansado," admitió, sin importar que le gustara lo de BaekHyun. Esos dedos bien sabían jugar, al pasarse por su pecho y sentir cómo animaban ciertas zonas, él tuvo que ponerse serio. "De verdad, no estoy hoy para esto."

"Si no es hoy, ¿cuándo, ChanYeol? En serio, ¿hace cuánto no lo hacemos?"

"Lo hicimos este fin de semana, ¿lo olvidas?"

"No sé de qué me hablas, yo no puedo recordarlo."

"BaekHyun..."

"Este fin de semana yo estaba muerto. Además, ¿qué pasa con tu pecho? Dices que no estás para esto, pero tu cuerpo dice otras cosas, ve el tamaño de estos pezones erectos..."

"¿Qué has dicho?" Respondió con cierto peso al abrir sus ojos. Aun en la oscuridad, ChanYeol miró a BaekHyun, y sin entender cómo su esposo le habría quitado la camisa, se enfocó un poco más en esa sensación hablada. "¡Auch!"

Manoteó el dedo que lo había pellizcado. Sin quererlo, ChanYeol alejó de mala forma a BaekHyun, le pegó, y aunque se cubrió la zona afectada de su pecho en automático, cuando lo razonó, encontró el ceño de su esposo de vuelta.

"Perdona, yo solo estaba..."

"¿Haciendo qué? ¿Golpeándome sin medida?"

"BaekHyun, vamos."

"Oye, si no querías, tan solo me lo hubieras dicho, tampoco tenías que golpearme de esa forma."

"No te he hecho gran cosa, solo te he palmeado," fue un error decir aquello, el enojo brilló más en la cara contraria, y ChanYeol sintió su propia furia. "BaekHyun..."

"No, no, está bien, si mi esposo no quiere que lo toque, entonces, no lo toco. De todas maneras, ¿qué importa? Solo es cuando tú lo quieres, sin considerar los momentos en los que yo también estoy harto, ¿no?"

"BaekHyun, ¿de qué estás hablando? Te he dicho que no quería, ¿cuál es tu maldito problema?"

"¿Cuál? ¡Ninguno! Yo no tengo ningún problema. Solo no entiendo por qué si mi esposo dice que no quiere nada, se pondría así de cachondo. Dios mío, ChanYeol, ¿qué demonios te pasa? ¿En serio te has puesto así porque te he tocado o ya pensabas en alguien más y cuando me viste has decidido que no querías?"

"¡¿Por qué estaría pensando en alguien más mientras me tocas?! BaekHyun, eres tú solo en esto."

"No lo sé, ChanYeol, últimamente has sido tan arisco en lo del sexo conmigo. ¿Acaso es porque mis manos están frías? Sabes que tengo esta condición..."

"Y tus manos nunca me han molestado, incluso después de eso," aunque ChanYeol no recordaba desde cuándo BaekHyun había sido diagnosticado, ¿no siempre había sido así? "Tan solo hoy no estoy para tener sexo, yo... de verdad estoy cansado."

"¿Qué pasa con tu pecho?" BaekHyun preguntó, quizá un poco más tranquilo ya que se lo había asegurado. Él suspiró de alivio, antes de fruncir su ceño, en vista de lo que cuestionaba. "¿Por qué está así de hinchado?"

"¿Mi pecho? Mi pecho no tiene nad– Tssss," se quejó aspirando aire entre sus dientes al sentir el contacto de la mano fría de BaekHyun sobre su pezón izquierdo. Eso había dolido, igual que hace rato. BaekHyun esta vez no había apretado, solo fue un roce mínimo, sin querer molestar, más con duda. Sus ojos lo dijeron de inmediato. "Estoy... sensible, eso es todo."

"No parece normal, ChanYeol, tus pezones están rojos."

"Y es por esa razón que menos deberíamos tener sexo ahorita. No es nada, de verdad, tengo estos momentos donde solo..." su esposo arqueó una ceja, quizá a la expectativa. ChanYeol dejó al aire aquello al desestimarlo con una sacudida de muñeca tras cubrirse el pecho en un cruce de brazos sobre su exposición al mundo. "Estaré bien, ya bajará."

"Tal vez deberías tomarte algo, ¿ya probaste con alguna medicina?" Sacudió la cabeza. Eso no importaba, en verdad, ChanYeol recordó por qué se había tumbado ahí incluso sobre las sábanas. Al venirle el sueño y olvidar lo otro, atrajo al mesero en sus brazos (con cuidado de rozar su pecho) para envolverlo con gusto. "ChanYeol..."

"Tú eres toda la medicina que requiero, tan solo acompáñame en la cama, BaekHyun. Quiero descansar ahora."

"¿Estás así de cansado?"

No hubo ahí respuesta. ChanYeol se durmió junto a su pareja, y aunque en el fondo de su nuca algo lo molestara, todo quedó ignorado.

"Le estoy diciendo que no pueden, si lo mueven de esa forma, podrían perderlo."

"¿Qué se supone que hacemos? ¡¿Esperar aquí como si no hubiese un mañana?!"

"Señoras..."

"Ese hombre de ahí es un criminal, ¡no importa lo que digan! Debemos llevarlo."

"Por favor, escúchenme," ChanYeol se movió de una forma inconsciente en su cama. Sobre un espasmo, oyó su respiración más agitada. Su corazón estaba palpitando tan pronto. Sin saber cómo detenerlo, sin sentir que podría. "Esta no es la forma."

"No pueden protegerlo."

"Él mismo se lo ha buscado, señorita."

"Señoras..." dio una vuelta y sintió frío, sin saber de dónde habría venido la brisa. "Señoras, por favor, ¡por favor! Tan solo denle unos minutos, ¡unos minutos más!"

"Suélteme ya, ¡Park–!"

"¡NO!" Gritó al despertar sobresaltado, y aunque ya se sentara, no pudo pasar de esa posición. Por quedarse en blanco, ChanYeol no entendió que estaba aún sobre su cama, con sus sábanas revueltas sobre la mitad de su cuerpo cubierto (¿se había arropado?), en medio de su habitación y con la luz de día pegando en su ventana de la misma forma que pegaba un temor en los ojos de su esposo que lo miraron desde el otro lado sobre el marco de su baño. A mitad de estarse rasurando.

"¡Auch! ChanYeol, ¿qué pasa? ¿Te sucede algo?" Incluso al ignorar la sangre que le había brotado por cortarse en el susto de su grito, BaekHyun se acercó hasta donde estaba. Él siguió un poco en blanco, ni lo pudo enfocar, más inquieto por lo que sentía muy al fondo en su nuca como un extraño escalofrío, preocupó más a BaekHyun hasta sentarse al borde de la cama de su lado. "ChanYeol. ChanYeol, mírame, mi amor, ¿qué pasa? ¿Te sientes mal? ¿Has tenido una pesadilla?"

"BaekHyun. BaekHyun, no, yo... yo estaba..." no lo pudo articular, al tener a BaekHyun con sus finas y tan frías manos sosteniendo sus mejillas, quedó pasmado. Su boca se abrió, pero no hubo palabras. Solo ese labio un poco débil que tembló y cayó una baba sin que lo esperara. BaekHyun sí lo vio, y limpió con uno de sus dedos su barbilla.

"Lo sospechaba, te estás enfermando. Debe ser este cambio de temporada, y contigo usando nada más que pantalones al dormir en estas noches poco más frías, obviamente te pegaría. ChanYeol, ¿por qué no te has cuidado?"

"Pero... p-pero, BaekHyun, y-yo..."

"¡Ahora hasta tiritas! Es todo, hoy me quedo. Le digo a JongDae que faltaré al trabajo. Me lo tomo como mi día de incapacidad. Si mi esposo está enfermo, yo también lo estoy, ¿no es verdad? Que me sirva, al menos la noche pasada tomé turno largo, con esto se compensa."

BaekHyun ya no lo miró directo a los ojos mientras se enfocaba más en sentir su temperatura. Cómo era posible que él supiera que estaba hirviendo si tenía las manos frías, eso era un misterio. ChanYeol no lo cuestionó, cuando BaekHyun le dijo que ardía y seguro era febrícula, se lo aceptó. Dejó que le pasase su camisa fuera de la cama, y se vistió con ellas antes de dejar que lo arropara para recostarse una vez más sobre el colchón con sus cobijas hasta arriba.

Después, solo observó cómo se iba, o eso planeaba, si tan solo él no lo hubiera tomado por su muñeca.

"ChanYeol."

"Estás sangrando, BaekHyun," recordó. Si bien quiso estirar su otro brazo para tocar con sus puntas la mejilla de BaekHyun que goteaba un hilito de ese rojo mencionado, su esposo lo evadió al poner su mano sobre la cama.

"ChanYeol," entonces, BaekHyun repitió con advertencia. Aunque no gustase de ese tono, ChanYeol lo aceptó, sin soltar del todo a BaekHyun, solo a la expectativa. "Suéltame, por favor. Eso no importa. Necesito ir a prepararte una sopa para que te sientas mejor y hacer llamadas para conciliar nuestras ausencias. Si bien me va, quizá pueda darme una rápida vuelta para comprarte medicinas. Podré no tardar mucho, tal vez lo suficiente para que descanses después de la comida."

"No necesito medicinas, no vayas a comprar ninguna. Estoy bien, BaekHyun, d-de verdad, solo con tu presencia..."

"¡ChanYeol!"

"S-Solo con la sopa... seguro el calor me hará sentir un poco más... r-recuperado," le mintió, porque en realidad esa extraña sensación de angustia era distinta a lo que una enfermedad podría. BaekHyun lo miró dubitativo, quizá con la misma espina de saber cuándo estaba diciendo una mentira. En cualquiera de los casos, no lo cuestionó, sin más que alegar...

Dio un suspiro, antes de aceptar en un asentimiento sus palabras:

"De acuerdo, pero espero que en verdad se te baje esta temperatura. Si te enfermas más, juro que aplico el viejo remedio de la abuela y te meto a bañar con agua fría, ¿me has escuchado?" Él también asintió, sin necesitar otra respuesta. "Bueno, descansa. Ya volveré yo después de hacer lo necesario."

Salió de esa forma. BaekHyun dio como tantas veces solo un azotón para cerrar su puerta. Habían sido más veces de las que a ChanYeol le gustaría últimamente contar. No era que azotar la puerta fuese algo normal, BaekHyun debía hacerlo por sentirse un poco angustiado, molesto quizá, pero ¿por qué lo estaba?

«Es tu culpa. Todo siempre es tu culpa, ChanYeol, ¿por qué eres tan inútil? Estúpido».

"Agh," se quejó al traer sus manos hasta su cabeza. Un dolor le vino tan inesperado. No sabía cómo, solo estaba ahí palpitando, y aunque no gustara de esto, lo sobrellevó despierto. Ignoró el pedido de BaekHyun para descansar, y se dijo que él podía contra algo así. Él no era nada de lo que este dolor le decía, él era capaz de más de lo escuchado. "Basta, basta, maldita sea."

«¿Qué pasa, señor Park? ¿Acaso ya olvidó lo que se siente tener esta impotencia?».

Sacudió la cabeza. No sabía de qué le hablaban, él jamás había sentido nada como esto.

«Pero sí lo hace. Usted muy bien lo sabe, después de todo fue esta misma sensación que lo llevó a esa noche de hace tanto...»

Cerró los ojos, y aunque fue solo un segundo, ChanYeol pudo ver algo que él no quería. Algo que solo había creído enterrar en sus pesadillas. Todo ese rojo que se plasmaba en su pecho, en sus manos y en sus mejillas...

«Está cerca, estamos muy cerca».

ChanYeol sacudió imperioso la cabeza. Todas esas imágenes le fueron borradas, pero algo en él con ellas seguía mal. No deseaba recordar, o sea... no, eso no era. Más bien él no entendía lo que estaba pensando. Sí, justo eso era. Si tan solo él se enfocara en algo, si ignoraba esa molestia detrás de su nuca, si tan solo la callaba.

«No vas a escapar jamás de esto, Park ChanYeol».

Abrió los ojos. Tuvo que hacerlo para ignorar todas esas extrañas imágenes que venían a su cabeza, y eso que escuchaba... nada había oído, por supuesto, fue un producto de su imaginación, y se lo decía mucho más, porque ahora que miraba a su alrededor podía notar cómo de haber estado ahí sentado bajo sus sábanas en la mañana, en este momento estaba en la oscuridad. Una oscuridad completa, si veía a la ventana, la noche había caído. Las luces eléctricas de la ciudad se estaban encendiendo, la luna junto a las nubes tormentosas de ese día en una época otoñal cubría de a poco el firmamento. Y él, solo en su cuarto, no pudo suponer nada más que solo había soñado.

Porque eso era todo lo que se explicaba, ¿no? La pérdida del tiempo le indicaba que, aunque no lo hubiese querido y pensara en otra cosa, en realidad, sí se había dormido. Cayó sin notarlo, y ahora horas más tarde en su día, ChanYeol despertaba en ese mismo lugar donde no había nada más que su persona.

¿Cierto?

"BaekHyun," musitó bajito, cuando pudo escuchar un sonido fuera de su cuarto como de alguien que caminaba, no pensó más que en esa otra parte que lo regresaba a su vida. A su perfecta vida, donde nada de lo que oía detrás de su nuca era verdad, y podía vivir tan normal como deseaba. "¡BaekHyun!"

La luz por la rendija de la puerta le dijo que alguien definitivamente estaba en su casa. Entonces, se paró con un quejido. Algo en su pecho dolió, y aunque pudo preocuparlo, acabó ignorado como todo lo demás tan pronto puso pies descalzos sobre el suelo y caminó lo más rápido que podría hasta salir de su recámara.

"BaekHyun," como un desesperado, náufrago fuera del agua, ChanYeol respiró en cuanto vio a su esposo en la cocina. Cerró un segundo los ojos, mas, ese algo casi quiso susurrar. Los abrió de inmediato. Miró de nuevo al hombre en su traje del trabajo, y aunque encontró en él una cara sorprendida, no le dijo más hasta que a zancadas pudo abrazarlo. En un retén tan fuerte como si pensara que iban a quitárselo. "Estás, sí estás, mi vida."

"ChanYeol, ¿qué es lo que pasa?" No le contestó, no hubo un modo. Al cerrar los ojos hundida su cabeza en el cuello de BaekHyun, ChanYeol ignoró cualquier señal de aquello que lo molestaba. Se enfocó solo en esta persona para aterrizarse en el lugar que estaba. En esta vida que tanto iba a atesorar por toda su existencia. "¿Te he despertado? Disculpa, no quería. Debí en realidad, porque dije que te haría sopa, ¿no? Lo siento, y eso fue desde la mañana, pero no he podido cuando te vi tan mal. Preferí dejarte descansar, quizá era lo que necesitabas, y ya que tuviese algo te lo iba a llevar, si tan solo supiera preparar una digna sopa... supongo se me han ido las horas en eso, tal vez sí sigue siendo un poco mala mi cocina..."

La risita que brotó del pecho contrario lo dejó tranquilo. Un segundo, por supuesto. Pudo más cuando entendió lo que decía. Entonces, sí había estado dormido. Claro, eso era, BaekHyun se lo dijo. Él lo vio ahí en su cama dormido todo este tiempo, por algo que soñase y escuchara esas cosas, nada... nada de otro mundo. ChanYeol había estado tan estresado en estos días.

Después del rechazo en la junta... y sus malditas deudas, el problema de los gastos más la cuenta en rojo que los perseguía o las ideas brotando en su cabeza sin poder salir a falta del presupuesto...

"Eso no importa, lo que importa... lo que importa es que estás, BaekHyun, eso es lo que importa," tras haberse separado, ChanYeol dijo eso con una sonrisa. Lo tomó por ambos brazos, y por un segundo todo estuvo bien hasta que notó algo extraño. BaekHyun aún tenía sangre en su mejilla. Era sangre fresca, y aunque en su rostro vio una sonrisa, ChanYeol no sintió seguridad. Su corazón comenzó a palpitar de una manera que, aun cuando no quiso, lo llevó a tocar su piel con su dedo tembloroso, para manchar con ese rojo su pulgar. "BaekHyun..."

"Te he traído tu medicina, ChanYeol."

"¿Qué has dicho?"

"Sé que me dijiste que no la querías, pero pienso que es necesario."

"No, ¡no! ¿Necesario? ¿De qué hablas? ¿Por qué la necesitaría?"

"ChanYeol," BaekHyun advirtió, mas, él no le hizo caso. Se soltó de tomarlo, puso una distancia, y aunque fue con arrebato, ChanYeol sacudió la cabeza, ya sin verlo tras cubrir con sus manos cada lateral de ella. "ChanYeol, por favor, debes tomarla."

"¡No! Yo no... no tomo ninguna medicina. BaekHyun, ¿por qué lo haría?"

"ChanYeol..."

"¡No!" Le gritó, y al verlo con la mano que extendía en sus dedos fríos ese bote anaranjado de pastillas, ChanYeol lo golpeó hasta rodar tres vueltas. Se fue lejos, cayeron las pastillas, y desperdigadas, sintió que la respiración se le alteraba mientras veía doble con tantos parpadeos como no iba a soportar. A menos...

«Si tan solo me hubiera dejado tomar una pastilla...»

Cubrió su cara, pero cuando sintió las lágrimas brotar de sus ojos por esas imágenes que se desbloquearon en su cabeza de algo que parecía un sueño muy lejano, ChanYeol no pudo tapar por mucho más tiempo lo que de verdad veía.

"BaekHyun..." suplicó con voz temblorosa.

"Señor Park," pero otra voz le contestó, y al abrir sus ojos vio a una mujer mayor frente a sí, en un recuadro completamente distinto al que recordaba. No estaba en su apartamento, tampoco en una cocina, ni siquiera iba de pie descalzo en su pijama. Estaba ahí en ese sillón reclinable de material especial, rodeado de nada más que máquinas, paredes blancas y pisos de mármol. Todo tan limpio que no parecía haberse usado, lo que hacía la diferencia eran esas personas que ahora lo rodeaban. Esa mujer robusta que mencionó, la que había hablado, traía un gafete que mostró ante su cara, y aunque no leyó muy bien lo que decía, la luz de un nuevo entorno lo estaba encandilando; mas, bien pudo notar que había una palabra identificable: policía. Por curioso que fuera, tenía la misma voz que había escuchado al final en su cabeza. "Está arrestado por el homicidio culposo del señor Byun BaekHyun, sustracción de identidad y malversación de fondos, entre otros cargos. Espero haya tenido un buen descanso, porque desde aquí no va a haber ninguno."

Su perfecta vida se le había agotado.



















Y aquí es donde ustedes se preguntan "¿qué?"... espero (supongo) 👀😂
Después de todo es lo que se busca en el miedo (???), ¿no? Puedan haberlo hilado o no, ya les dejé ahí ese punto cumplido 👌🏻

No puedo decirles más, este es el "intermedio" para que en el "epílogo" se les den las respuestas. En su idea general, esa parte en la historia resume lo que hemos leído, así que, aunque tal vez no debería ser muy larga, es lo que verán, para que "en resumen" entiendan la verdad detrás de esta historia, y esperemos... se les solucionen las preguntas que dejara esta partecita 😅

🏚️ ¿O qué me dicen ustedes? ¿Han podido conectar los puntos de lo leído? 👀

🏠 ¿Ideas sobre lo que en realidad está pasando con ChanYeol? ¿O con BaekHyun (🥹)?

🏚️ ¿Se veían venir esto?

Espero que en cualquiera de los casos, tuvieran buenas respuestas. Como siempre, no hago más que agradecer acá, y si dejan comentarios o votitos, mucho más, por supuesto. Nos estaremos leyendo con la última parte pronto, ¡hasta entonces! Disfruten lo que queda 😈💙

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