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il Preludio




Las cosas siempre iban bien en la vida de ChanYeol.

Más o menos. Eso él diría. ¿Cómo no iba a decirlo? Si cada vez que despertaba una mañana más, había esos hermosos ojos para verlo. Con solo un codo recargado en su almohada para levantar su rostro y acomodarlo al nivel del suyo, BaekHyun estaba ahí, como todos los días.

A ChanYeol no le había parecido raro, le gustaba esa forma que tenía de saludarlo. Como si no hubiera nada más importante en su vida por hacer que esperar a que él se levantara abriendo solo un poco sus ojos, listo para recibirlo antes que cualquier otra cosa con una sonrisa.

"Buenos días, esposo," ese era el mantra con el que empezaba su rutina. Al crepitar en sus labios la misma alegría de su esposo, ChanYeol solo exhalaba un gran suspiro. Entonces, él habría cerrado sus párpados de vuelta, como si quisiese dormir otro rato. BaekHyun y su risita de todo buen muchacho, buscaría el modo de traerlo consigo. Esta vez, sintió su dedo picarle la mejilla, justo donde al poco tiempo comenzó a surgir su hoyuelo. "Despierta, Park ChanYeol, hoy tienes un gran día."

"Hmm, ¿no podría esperarme unos minutos? Es lunes apenas, BaekHyun..."

"Exacto, es lunes, y por eso deberías despertar de inmediato. Ayer descansaste demasiado. No vas a mentir y decirme que no tuviste suficiente tiempo en la cama, si te has levantado casi hasta el mediodía."

"¿Y de quién ha sido la culpa?" Él rezongó, y al traer sus ojos abiertos, captó el sonrojo que encendió las mejillas de su esposo. Fue tan divertido, BaekHyun bien sabía de lo que hablaba, si se habían quedado en cama más del tiempo necesario en ese día solo por las quejas que le daba el otro. "No puedes decir que me estoy quejando mucho, cuando anoche tú estabas–"

"Vas a llegar tarde a tu primera cita," BaekHyun lo cortó, y al darle un beso inesperado en los labios, ChanYeol frunció el ceño; no muy enojado por el gesto, más por la forma que su esposo tenía de cortar sus palabras, como si pensase que un beso bien podía distraerlo de lo que decía. Por supuesto que lo hizo, pero él conocía ya todos sus trucos. Si habían compartido espacio desde sus dieciocho años... "Deberías irte a lavar, tu cara está mugrosa y tu cabello se ve asqueroso."

"¿Y aun así me estás besando?" Preguntó, aunque BaekHyun solo se paró de su cama. En su pijama de pantalón y camisa larga a cuadros blanca, vio cómo iba del lado derecho de su cuarto con dificultad (como si a él también le costara abandonar el palacio de sus sábanas); sin ninguna preocupación, atravesó al centro directo a la puerta frente ambos para dejarla abierta incluso cuando claramente podía ver cómo estaba por hacer del baño. "BaekHyun, ¡olvidaste cerrar la puerta!"

"Oh, ¿realmente lo he hecho?" BaekHyun respondió casi sobre un grito. El caer de su orinar fue lo siguiente que escuchó, y rendido, ChanYeol solo se tumbó en su cama de costado para reír sin remedio. "Disculpa, creí que estábamos viviendo en un cuchitril, pues mi esposo tiene un cochinero en su persona."

"¿Cómo quieres que me bañe si estás ocupando el baño?" Reclamó sin un por qué, al final, no era como si esto fuese extraño. BaekHyun era así aun antes de que estuvieran casados. Siempre lo había sido, desde que ChanYeol tenía memoria, él decía que esos actos eran su muestra de amor, para conocerse mejor como seres humanos. La palanca de excusado se escuchó al segundo. "Eso ha sido rápido."

"Sí, porque no voy a dejar que mi esposo vaya tarde a su primera cita," él se sorprendió de nuevo. BaekHyun ya había aparecido ahora a su lado. Al mirarlo de brazos cruzados y mangas arriba, ChanYeol solo arqueó una ceja por lo que BaekHyun hacía. "Ve a tomar tu baño, ya. No quiero que tomes como excusa el que lo estuviera usando mucho tiempo."

"BaekHyun, pero ¿cómo...?"

"¡Ya! Estás gastando mucho tiempo peleando sin sentido," quiso rezongar, mas, sin pasar otro segundo, BaekHyun acabó por tomarle un brazo. Luego el otro, y al jalarlo de la cama, ChanYeol se quejó. BaekHyun en verdad ponía mucho empeño al intentar cargarlo fuera de su descanso. "¡ChanYeol!"

"¿Te lavaste las manos de menos, BaekHyun?"

"Sí, con mi baba y con jabón, ahora párate antes de que te escupa del esfuerzo," hizo caso. ChanYeol se paró, y aunque no dejó que BaekHyun lo soltara aun en su tarea de levantarlo, si bien se rio de lo que dijo y claro que dudó que BaekHyun se hubiera lavado las manos, al estar sobre sus pies, fue a abrazarlo. Pudo renegarle un tiempo, BaekHyun en sus brazos bien seguía reclamándole estar perdiendo minutos, pero en el cansancio y su insistente apreciación de amor, no duró mucho. Respiró hondo, le correspondió su abrazo, y al dejarlo recargar su barbilla sobre su cabello anaranjado, BaekHyun completó el ritual de la mañana perfecta. "Eres un tramposo, ¿lo sabías?"

"Y aun así, dijiste sí a casarte conmigo, ¿quién clavó solo su daga?"

"No sabía lo que estaba haciendo hace tres años. Era joven, muy estúpido, y seguro me sentía presionado de forma social porque ya iba a cumplir treinta años y no me había casado."

"¿La presión social fue la que te hizo pedirme matrimonio?" Otra vez, reclamó. En su fingido enojo, rompió la burbuja del amor. Todo fue el plan maquiavélico de BaekHyun, al separarse él del otro por verlo con indignación, tomó BaekHyun su excusa. Se alejó lo suficiente para alcanzar en diagonal su salida. "¡BaekHyun!"

Su esposo no le dijo mucho. Con su sola risita, le sacó la lengua desde el marco de la puerta, y al segundo...

"¡Báñate, puerco! Te espero con el desayuno afuera," el azotón le dijo que se iba.

Eso era en todas sus mañanas. Un día normal, empezaba otra semana.

ChanYeol no diría que era perfecta como tal, mas, si se había dado cuenta de algo era que las cosas iban demasiado bien en su vida. Tenía un apartamento cómodo... cierto, que solo tenía una habitación donde entraba su cama matrimonial, el mini clóset, una cajonera con sus fotos y escritorio junto a su computadora (listo), un baño (que también estaba minúsculo, ChanYeol tenía siempre que bañarse encorvado porque la ducha estaba tan abajo–estúpidas antiguas dimensiones), y si salía bien iba a ver a BaekHyun sacando algo de su frigobar intentando calentarlo en la parrilla eléctrica que a veces les fallaba (tan solo necesitaba darle unos golpecitos), junto a su comedor hecho de mesas y sillas de plástico (sin sala, ni había espacio para eso, de cualquier forma); sin embargo, vivir con BaekHyun luego de haberse podido independizar era más que suficiente.

Ni a él ni a BaekHyun le importaba vivir en ese espacio tan pequeño, en ese edificio a los suburbios de la gran capital, en el décimo piso más perdido de un lugar que ni elevador tenía aun cuando las escaleras se estuvieran desmoronando en las lluvias, así como toda la infraestructura (qué bueno que en Seúl casi no temblaba, ¿no?). No se quejaban de tener que subir a una azotea sucia para limpiar su ropa y que el viento se las volara si no les ponían ganchos... (bueno, sí, a veces se quejaban de eso, pero al rato eran una buena anécdota), ni de tener que apretujarse en los días de frío porque la calefacción se había descompuesto desde hace como dos años.

Estaban bien juntos. Era su sueño. Durante todos esos años que estuvieron saliendo a escondidas porque sus padres iban a repudiarlos, haber dejado atrás esa fachada y tener la libertad de amarse como ellos quisieran era más que suficiente hoy.

Les iba bien, eso era seguro. La vida... era buena solo a su lado.

ChanYeol se lo dijo luego de acabar con su afeitado frente al espejo. Al mirarse de un lado a otro para asegurar que no se le hubiera pasado algún mísero vello, se secó con la toalla bajo su lavabo blanco. La dejó, y después, con sus manos y un poco de gel, acomodó su cabello rubio rapado a cada lateral. Necesitaba solo hacerlo hacia atrás, bien podía estilizarlo de esa forma. Si él lo pensaba un segundo viéndose de ese modo, seguro parecía un idol.

"ChanYeol, ¡tu comida se está enfriando!"

"Voy, ya casi estoy listo, cielo," respondió en voz alta. Sobre otra miradita a su pequeño espejo, ChanYeol se animó solito con ambos puños arriba. Él tenía esto. "¿Qué preparaste hoy? ¿Nada que se te hubiera quemado?"

"¿Por qué pensarías que algo se quemó? Soy un experto cocinero, por quién me estás tomando," BaekHyun respondió ya en menor volumen porque había salido del baño y de su cuarto a su comedor. Todo tan cerca y pegado, otra ventaja del pequeño lugar al menos: no tenían tampoco que gritarse mucho. Ahí estaba ahora BaekHyun, ya también vestido con sus pantalones negros y camisa blanca, bien peinado de lado, mientras les ponía sus platos en su mesa cuadrada (uno junto al otro) sobre su reclamo.

"No lo sé, yo conozco a alguien que en la primera ocasión que me hizo la comida tuvo que dársela a los perros de la calle..."

"Solo fue una vez, ¡una vez, Park ChanYeol! No sé por qué me estás reclamando cuando eso literalmente pasó hace tres años, ¡ya supéralo!"

"... los perros ni siquiera quisieron comérsela. En serio, ¿qué demonios habías hecho con esa sopa, BaekHyun?"

"No era sopa, estaba intentando hacer un estofado," BaekHyun admitió después de sus tres años que le estaba diciendo, y para su sorpresa, al ChanYeol sentarse frente al plato de huevos y salchichas, no evitó abrir grande la boca antes de soltar con su aplaudir de palmas una carcajada. "Nadie dijo que no iba a ser tan sencillo como las instrucciones del paquete mencionaban. Era mi primera vez cocinando algo, perdona que hubiera querido ser amable con mi esposo y terminé fallando."

"Está bien, BaekHyun, la verdad aprecio mucho tu esfuerzo," respondió sobre otro beso. Él también podía usar la estrategia de distraerlo, al halarlo antes de que se sentara para robarle el aliento de sus labios, ChanYeol se alegró de haberse lavado los dientes antes de esto. Aunque BaekHyun también tenía un sabor a menta, ¿él cuándo se los habría lavado? "¿Te lavaste tus dientes en el lavatrastes de nuevo, BaekHyun?"

"No, ya no hago eso nunca, ChanYeol. Me los lavé hace rato, ¿por qué estás preguntando?"

"Bueno, es extraño. Según yo he estado utilizando el baño toda la mañana, y no recuerdo haberte visto entrar al baño en medio. A menos, claro, de que te comieras una menta, ¿esta es tu forma de acortar el tiempo? ¿Para no tardarnos tanto como has mencionado?"

"¿De qué estás hablando? Claro que me lavé los dientes, ChanYeol, no soy tan cochino... como otros."

"Deja de mentirme, BaekHyun, ni siquiera entraste al baño. Podrás escabullirte a veces, pero ya no soy tan tonto para no notarlo. En realidad, ¿en qué momento entraste al cuarto?"

"Tú deja de hacerte el tonto y suéltame de una vez que se nos hace tarde a ambos," BaekHyun externó al darle un golpecito con su índice rebotando en su pulgar. Con su auch bajo, ChanYeol liberó a BaekHyun de su cercanía y se sobó la frente, sobre el mismo tiempo en que BaekHyun acabó sentado. "Tengo que desayunar corriendo ahora, si no, me va a dejar mi autobús, y no puedo permitir que se me vaya. No pasa otra ruta hasta en otra hora. Con los dos retrasos que ya he tenido en el bar, no creo que JunMyeon me acepte uno más, aunque sea buen amigo."

"Todo eso es culpa de JongDae, ese idiota es un bocazas. No puede aceptar que uno tenga una buena vida porque ya está reclamando lo primero que te vea mal para hundirte en su miseria."

"ChanYeol, JongDae no es ese tipo de persona. Él solo es un buen empleado. Como supervisor, hace su trabajo."

"¿Su trabajo? ¡Mis pelotas! ¿Crees que no me he dado cuenta cómo está todo empeñado contigo? Solo busca tu primera falla para darle excusa y sacarte del trabajo," BaekHyun no le hizo mucho caso en ese punto, ya con sus palillos listos para tomar su desayuno y un soplo a su comida de enfriarla, BaekHyun rodó la mirada en respuesta. "Hablo en serio, BaekHyun, no me da buena espina."

"Tú no lo conoces como yo. JongDae es un buen tipo, en serio."

"¿Es un buen tipo? ¿Estamos hablando del mismo que te dijo gordo holgazán en tu primer día?"

"No estaba equivocado..."

"¡BaekHyun!"

"Llegué tarde en mi primer día, y como mi supervisor, por supuesto que me iba a regañar."

"Pero él no es tu jefe directo. JunMyeon lo es, él es el dueño. Nada justifica que te diga gordo. Porque no lo estás, y estarlo o no, no debería ser algún insulto."

"ChanYeol..."

"Tan solo dilo y voy a partirle su cara."

"Eres un terrible rencoroso. En serio, que eso pasó hace un año."

"Soy tu esposo, ¿qué esperabas? Nunca olvido cuando alguien le hace daño a la persona que me importa," obtuvo una mirada de lado solo con eso, y en la seriedad de sus ojos, ChanYeol no se rindió sobre la muy hastiada de BaekHyun en cambio.

"JongDae me ayudó mucho también en lo que fue el resto del año. Me enseñó muchas cosas para ser mejor mesero, no me humilló a pesar de haberme equivocado entregando las comandas. Con esa botella que rompí una vez de aniversario... o cuando me cubrió porque tuve que viajar a recoger mi título..."

"Algo de humanidad tenía que encontrar en él el simio..."

"Por el amor de Dios, ¡ChanYeol!"

"¿No te estarás enamorando de él? Comienzo a preguntarme mucho eso, con lo bien que lo defiendes después de todo lo que te ha hecho..." BaekHyun bajó sus palillos. Un fuerte clank sonó al haberlos soltado con rudeza sobre su plato de cerámica, y aunque ChanYeol supo que quizá se pasó un poco, no era tampoco de los que se retractaban de sus actos. Él también podía ser un poco cínico. "Lo dijiste, ¿no? Te casaste por presión social conmigo..."

"¿Crees que me habría casado por presión social en este mundo tan mediocre y retrógrado?" Se encogió de hombros. Sin mucha respuesta ya que bien veía esa mirada llena de juicio en BaekHyun, decidió ignorarla al ver su comida y meterla en su boca. "ChanYeol, si lo hubiera hecho, estaría casado con una mujer y teniendo hijos ahorita. No habría dejado mi carrera a medias y estaría viviendo en una casa de dos pisos junto a mis papás en su privada millonaria."

"Continuaste tu carrera," ChanYeol quiso rescatar, porque a pesar de creer que estaban bien, oír que BaekHyun le señalara lo contrario podía con él a veces. Esta era su gran vida, BaekHyun y él la amaban, estaban felices juntos y vivían su mejor versión ahora... ¿no? "La terminaste, te has titulado en diseño gráfico."

"Sí, y mira dónde estoy, ¿mesereando en los cafés a los que mi mamá y sus amigas solían ir?" ¿Por qué BaekHyun le decía todas estas cosas? ¿Qué él no pensaba que iban tan bien últimamente como él creía? "Lo que estoy diciendo, ChanYeol," suspiró y fue a tomar su mano sobre la mesa, incluso al detenerlo de tomar otro bocado de su desayuno. Ya medio tibio. "Es que no hay razón para que yo decidiera tomar todas estas decisiones si no hubiese pensado en hacerlo por voluntad. Porque yo quería estar contigo. Porque yo te quise tanto como para dejar mi lugar en una sociedad privilegiada como en la que mis padres vivían, cortar mis estudios porque ya no tenía el presupuesto para pagarlos y trabajar hasta en lo que menos me esperé en mi vida teniendo una cuchara de oro siempre puesta en mi boca siendo el que se la pone ahora en la boca a otros. No pienses que podría hacerlo fácilmente por cualquier otra persona. Solo por ti lo hice, ChanYeol, porque te amaba."

"¿Amabas como en tiempo pasado?"

"¿En serio te has fijado en eso en lugar de todo lo que dije ahora?"

"BaekHyun..."

"No importa," BaekHyun le soltó la mano. Al tallar su cara con las propias, respiró hondo antes de ver al frente con una sonrisa. "Termina tu desayuno. No te olvides de que hoy tienes una super importante cita, tienes que hacerlo bien como ninguna otra persona."

"BaekHyun," ChanYeol aún lo llamó, pero BaekHyun ya no dio escucha. Al pararse y dejar su plato medio terminado en el lavatrastes con la pila de otros que de ayer los estaba esperando, fue después en dirección contraria a la suya para tomar sus zapatos en la entrada a unos pasos. "BaekHyun, espera."

"Vas a hacerlo bien, ChanYeol, estoy seguro. Eres un hombre muy inteligente, tienes las mejores ideas de verdad, y la tuya es la más brillante que alguna vez había escuchado en mi vida," BaekHyun ignoró sus pedidos cuando fue a decirle eso. Ya con ambos zapatos negros puestos, lo miró medio volteado y medio levantado de su asiento solo para captar esa sonrisa sutil en sus labios mientras le decía las cosas más bonitas. "Tienes que convencerlos de eso. Tan solo dales fe a tus ideas."

"Pero, BaekHyun, yo..." su esposo aún lo miró, ya con llave en manos y la puerta abierta. En esos ojos, ChanYeol encontró lo que tanto buscaba: eso que podía decirle cómo estaban bien a pesar de todo, que sin importar sus fallas o molestias que algunas veces eran hasta provocadas por él mismo, ahí seguían. Bien, uno por el otro. "Gracias. Yo voy a lograrlo esta vez, te lo prometo."

"Lo creo. Mucho éxito, cariño. No olvides cambiar la fecha en el calendario."

"Sí, yo... ¡mucho éxito a ti también en el café...!" Antes de acabar su propio despido, BaekHyun ya había cerrado la puerta dejándolo en la soledad de su casa. "... BaekHyun." 

Después de eso hubo un silencio tan extraño. ChanYeol normalmente no tenía problemas con quedarse solo, esto era lo usual: BaekHyun se iba como todos los días hasta el sábado a su trabajo desde temprano, y él...

La alarma de su reloj de mano lo alertó, al regresar a ese ruido, de inmediato se fijó en la hora. Ya eran casi las once, necesitaba conectarse a su videoconferencia.

ChanYeol tuvo que comerse casi todo lo restante en su plato de un bocado. Al dejarlo limpio y hacer que se amontonara con el resto en el lavatrastes que después lavaría, regresó a su habitación. En la puerta había un calendario de hojas. BaekHyun había insistido en colgarlo después de que se los regalaran a inicio de ese año en la verdulería, y aunque a él no le parecía bonito, sí era bastante útil para recordar días importantes.

Hoy lunes 29 de octubre de 2007, ChanYeol tenía una videoconferencia única como pocas iba a ver en su vida. Su propuesta había logrado llegar a los altos rangos de Exploration, la gran empresa tecnológica más innovadora de estos días. Le habían dado la oportunidad de presentar ante accionistas su nuevo invento, y si los convencía... quizá sería posible que él lograra lo que tanto había deseado: él podría vender su producto y hacerse millonario.

No más vivir en ese mini apartamento. Ni viajar en transporte público con tiempo de reserva porque muchas rutas no pasaban por su zona. O tener que preocuparse porque BaekHyun algún día fuera a fijarse en alguien más solo porque con él había algunas deficiencias.

Para ChanYeol todo iba a estar más que bien si lograba lo que se proponía.

«¿De verdad lo piensas?». Los vellos de su nuca se erizaron al oír eso. Se volteó a su izquierda, como si creyese haber escuchado esas palabras desde aquel lado, pero...

Obviamente no había nada, ¿qué estaba pensando? Su sola parilla, frigobar y lavatrastes recién dejado fue lo único que pudo recibirlo. Él estaba un poco angustiado, eso era todo. A veces sus propios pensamientos podían ponérsele en contra, y él mejor que nadie lo sabía.

Se habría peleado con BaekHyun si hubiera dejado ganar a su inseguridad la batalla. Por supuesto, él era más fuerte que esto. BaekHyun se lo dijo. Él lo tenía, solo necesitaba darles fe a sus palabras, no escuchar las que no existían.

Cortó la hoja del 28 en el calendario para darle bienvenida. Luego, fue directo a prender el CPU con su pantalla. Le habían mandado por correo la invitación a su videoconferencia, mas, necesitaba darle tiempo a esta vieja cosa de prender, así que, ahí lo encontraban: listo para darlo todo en su gran día.

ChanYeol podía sentirlo. El temor de lo que vendría. Su corazón no dejaba de palpitar. En esa oscura habitación como había estado desde que nunca volvió a abrir sus cortinas. Su respiración era irregular, al mirar cómo todos los procesos terminaban, los cálculos habían surtido efecto. Eran positivos, las máquinas brillaban con luces verdes de esperanza.

Entonces, por qué él se sentía tan desahuciado era la pregunta. Al ver cómo sus manos que habían rayado con tanta fuerza todos los números en sus hojas desparramadas por la casa ahora se pintaban de un color solo presente en su memoria, ChanYeol no quería pensar. Ya no.

Había una extraña inseguridad en lo que estaba haciendo. Un llanto que lo desgarraba al cerrar los ojos, un brillo y un grito, pero... él había trabajado todo este tiempo para eso, ¿no? No podía desperdiciarlo, era un éxito. Lo tuvo, tuvo éxito.

No debía temer como se dijo. No era el primero que lo haría, miles como él ahí estaban. Y esa sola voz lo tenía en eso hasta el cansancio, ¿cómo no iba a darle la oportunidad?

«Hazlo».

Sintió el filo de la aguja en su piel atravesada, y aunque fue un leve dolor, ChanYeol supo que se vio necesario. La alegría vino después, con una sonrisa, liberó su única lágrima que lo dejó ver todo.

"ChanYeol," respiró hondo. Sintió un pequeño movimiento en su hombro, al segundo. "¡ChanYeol!"

Vino el susto.

"¿Q-Q-Qué, qué pasó? Yo..." parpadeó, incorporado en un santiamén para quedar sentado. Eso que había visto, el cómo se sintió y lo que pensaba hace unos minutos... ¿había sido un sueño? Tuvo que serlo. No tenía otra explicación, si acababa de encontrarse en medio de su cama con las luces apagadas solo iluminado por el farol de afuera, eso quería decir que sí, se quedó dormido. ¿Desde hace cuánto? Ahora ChanYeol no podía ni recordar con el dolor de cabeza que estaba sintiendo. "Ugh..." lo externó, y aunque se quiso tapar la cara con sus manos, algo más se lo impidió al tomarlas, hundido el peso un poco de su lateral solo para ver que junto a sí tenía una persona. "¿BaekHyun? ¿Qué...? ¿Qué horas...?"

"Las ocho, mi amor. Ya se ha oscurecido. Salí hace rato del trabajo, pero el camión se me fue antes de que pasara, y tuve que esperar por una hora el otro. Perdona mi tardanza."

"No, no, tú perdona... perdóname a mí, no sé... yo estoy..."

"¿Borracho? ¿Acaso tomaste algo?" ChanYeol frunció un poco el ceño. No podía ver muy bien, sus ojos no estaban completamente abiertos. Tal vez tampoco sus orejas. ¿Qué había dicho BaekHyun? "¿ChanYeol?"

"Solo una pequeña copa," admitió, porque su cuerpo tan ligero no le dejaba mentir hoy. Un poco mareado y suficientemente claro que ya no recordaba cómo terminó así o qué demonios habría tenido hace unos segundos en la cabeza, oyó el suspiro de BaekHyun antes de que él buscara cómo tranquilizarlo. "No ha sido mucho, lo prometo, solo fue para relajarme, lo necesitaba, BaekHyun."

"¿Por qué exactamente necesitarías tomar hasta desfallecer el día de hoy, ChanYeol?" ¿Había desfallecido? Oh, bueno, eso quizá explicaba por qué estaba ahí tirado en su cama. Si intentaba rememorar, no hallaba en su cabeza mucho. De ser las once ahora eran las ocho, ¿en dónde se le habrían ido nueve horas? «Piensa, piensa».

"Tuve mi conferencia, BaekHyun, los accionistas escucharon mis ideas," por un segundo, el brillo en los ojos de BaekHyun se iluminó al oírlo hablar de eso. Él podía recordar al menos esa parte, lo veía muy bien. Había prendido el CPU, se conectó a la llamada con su cámara que se compraron con la quincena anterior para prepararlos a esa situación. Estaba listo, y tenía todos sus documentos a la mano, con la mejor sonrisa que de presentador podría. Lleno de esperanza solo como BaekHyun le podía dar si tan solo no supiera cómo había acabado. "Lo odiaron, dijeron que era una basura."

"¿Qué? P-P-Pero ellos... ¿no dijeron que les interesaba? Ellos... ellos estaban..."

"Sí, interesados, pero me dijeron que la idea sonaba espectacular, solo no creían que fuera eso: una idea. Esperaron que para este punto yo... ya tuviera un prototipo o algo parecido, algo para demostrar... no lo sé, una de esas cosas. Por supuesto, no lo he tenido, y como ellos no vieron más que un sueño de otro loco, decidieron desecharla. Me acabaron por completo, cielo."

"Ellos no te han acabado, ChanYeol, porque ni siquiera te han dado la oportunidad. ¿Cómo demonios esperaban que tuvieras un prototipo si los conectas justo para eso? Para recibir ingreso y patrocinios," sacudió la cabeza. BaekHyun podía reclamar lo que fuera, pero él sabía mejor. Las palabras de los accionistas habían sido claras: era solo un mediocre con ideas en la cabeza, nada real más que esperanzas. "Todas esas personas son igual, cortados con la misma tijera. Aish, no sabes cómo los detesto. Por eso no podemos salir de dónde estamos, ¿cómo esperaba que este pueblo se pueda innovar si no les dan apoyo a las grandes ideas? ¡Maldita sea! Ya estoy enojado."

Fue el turno de que BaekHyun se parara, y al abandonar su cama, se escuchó un tintineo de botellas. Tal vez ChanYeol no había tomado solo una, ¿fueron dos, acaso? Ya no recordaba, después de acabar su conferencia e irse a la tienda de abajo a comprar bebidas... como que perdió la cuenta. Esa parte estaba borrosa en su cabeza.

"No es su culpa, BaekHyun, tal vez mi idea realmente es basura. Si tan solo yo dejara de perseguirla tanto y me esforzase más en hacer otras cosas... algo real como trabajar para traer algo a esta casa..."

"¡No pienses siquiera otra vez en decir eso en mi presencia!" BaekHyun le gritó volteado para apuntarle con un dedo aquellas palabras. ChanYeol se alejó, sorprendido, porque no esperaba esa reacción. No sabía de dónde vino todo ese enojo, pero BaekHyun no lo iba a callar. Se lo soltaba todo en su mucho más despierto rostro. "Tú eres una persona brillante, ChanYeol, ¡tienes ideas brillantes!"

"BaekHyun..."

"La gente estúpida allá afuera solo no se da la posibilidad de verlo. Si tan solo te vieran como yo lo hago..." se calló. La fuerza en su dedo también bajó, y sobre esta, ChanYeol vio que ese brillo en sus ojos se había transformado de otra forma. BaekHyun se volteó antes de que lo observase de más. Él ya lo sabía.

"Supongo que no todos pueden verme con ese mismo amor que tú, BaekHyun."

"Yo no pienso que tus ideas sean brillantes solo porque te ame, ChanYeol. Lo hago, porque sé que tienes el talento, eres en verdad un genio."

Eso calentó su corazón, y ChanYeol alargó solo de un costado su sonrisa.

«Si tan solo hubieras dicho en serio eso».

"BaekHyun, ven aquí," le tomó la mano. BaekHyun renegó al jalársela, pero él fue más duro. Insistió hasta conseguir voltearlo y ponerlo otra vez sobre la cama. "Ven aquí, cielo."

"Apestas a alcohol, maldito adicto," BaekHyun le soltó con cierto tono ácido, a él poco le importó. Al abrazarlo y dejar que él le respondiera, se encontraron en su punto medio.

"Está bien. Todo va a estar bien, BaekHyun. Todo siempre está contigo," eso lo fue todo.

BaekHyun se dejó vencer, y aun en la oscuridad de su casa, los dos se entendieron como siempre. Esta era su vida. Difícil quizá, no realmente perfecta; mas, estaba bien, siempre que estuvieran juntos.

«¿Cuánto va a durarte eso?». Él lo sabía. Si BaekHyun lo quería, era todo lo que necesitaba.















Y así es cómo empezamos esta nueva historia de terror que traigo como cada año 😈

Quizá en un inicio no aparente ser tal cosa y tengan muchas dudas, pero eso es parte de la dinámica. Esta historia (probablemente sepan) es parte del "To the Dark Side Fest" que lafawae y yo hicimos en colaboración para este 2023. Mi miedo justamente era "???", así que espero que se vayan a quedar así, al menos en lo que dura esta historia para que mantengan su interés hasta el final 👀👌🏻

Esta es la última historia que se subirá para el fest mencionado, pero quiero decirles desde aquí que he amado como ninguna otra cosa organizar y ver todas las historias y cómics de nuestras y nuestros demás participantes. Yo les promuevo irse a dar una checada por la sección y darle una oportunidad a más de una (todas), porque justo me he leído todas y puedo confirmar que son WOW.

Más agradecimientos los agregaré en la sección. Por ahora, regresando a la historia 😅

🏠 ¿Qué les ha parecido esta primera parte? ¿Tienen algunas dudas sobre cuándo empezará el terror? (Seguro 😂)

🏚️ ¿Qué pueden decir sobre nuestros personajes? ¿Suposiciones sobre lo que está pasando?

🏠 ¿A dónde nos llevará esta historia?

Gracias por leer y llegar hasta aquí. Si dejaron comentario o votito, tienen mi mayor cariño. Realmente espero se animen igual a checar las demás historias y cómics de este fest, si tienen tiempo, vayan a darle amor de igual forma. Pronto nos estaremos leyendo de nuevo, ¡hasta entonces! 😈💙

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