SeokJin dejo de lado la copa de vino y sonrió, había recordado todo lo que pasaron para estar juntos y la emoción creció en él. Camino escaleras arriba, a dónde JungKook se encontraba durmiendo a Nikki, lo vio recargado en la puerta, terminando ese cuento, dando un beso en la frente de su pequeño y arropandolo, JungKook era un excelente padre, se encontró con él en la puerta.

—¿Me espías?

—No, sólo observaba.

—¿Observas mientras yo hago el trabajo? Dios Jin eres un idiota.

Lo siguió por el pasillo a su habitación, dónde Yuta dormía en su cuna, se acercó a ver qué todo estaba bien y se tiró en la cama, Jin se tiró sobre él y besó sus labios.

—¿Ya te dije que te amo?

—No dejaré que compres ese nuevo equipo de golf.

—Hablo en serio.

JungKook suspiró. —También te amo Jinnie lindo—acaricio su cabello.

—¿Sólo lindo?

—Guapo, sexy, amable, estúpido y hermoso.

Jin le pegó en la nalga y JungKook rio. —Kookie, nuestra historia de amor es hermosa, deberíamos decirle a los niños cuando crezcan, seguro les encanta.

—No es mala, bueno al menos no fuimos mejores amigos reprimidos, a lo que íbamos, sin rodeos.

SeokJin soltó una carcajada que hizo que Yuta despertara, JungKook gruñó y negó.

—¡SeokJin eres un tarado!

—Yo también te amo amor.

Hace años.
Rivera Maya, México.

Los invitados estaban mirando la escena de la boda con un chamán al que no le entendían nada, porque ninguno hablaba español. Namjoon le dió un golpecito a Yoongi.

—Se ven lindos ¿No?

—Gane la apuesta—Yoongi elevó su palma pálida, Namjoon gruñó pero pagó—. Quien diría que se quedarían juntos. Son un desastre.

—Yo digo que son lindos.

—Uy no, casarse después de un mocoso castroso—negó.

—Algún día te vas a enamorar y vas a tener un cachorro. Entonces, no dirás lo mismo.

—Claro que no, no diré eso porque mi bebé será genial y no va a llorar—bufó.

—Diablos si sale como tú, pobre del alfa que se quede contigo.

Yoongi rio. —No cualquiera puede tener a Min Yoongi.

Namjoon le miró con cariño, Yoongi devolvió la mirada divertido, ellos se querían, pero no era el momento de decirlo, tal vez en algunos años, después de tener sexo salvaje después de una borrachera que resulte en un bebé y terminen casándose en una cárcel, pero esa es otra historia.

JungKook miró con una enorme sonrisa a Jin.

—¿Qué? —dijo este confundido.

—¿Al final quién ganó el juego?

SeokJin mordió su labio inferior. —¿Empate?

—Empate, por el momento.

Fin

Espero que les haya gustado está historia, esta pareja es cool.

Les tengo una sorpresa para después.

Gracias por apoyar lo que hago.

Los amo

💜