Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Competencia "sana"

—¿Por qué carajo estamos aquí? —bufó Jin de una forma dramática, como sabía hacerlo. Miró a su par de amigos que le observaron con una sonrisa.

—Yoongi quiere de esos muñecos raros.

—No son muñecos raros, son figuras de colección—bufó—. Las compro y las revendo en Amazon a los extranjeros que pagarían por cualquier cosa.

—Eso puede ser un negocio, pero conociéndote de alguna manera lo harás ilegal—dijo Jin riéndose de su pequeño amigo.

Normalmente no le gustaba pasar sus días libres haciendo cosas tan infantiles, era más de ir a un buen restaurante comer y beber una buena copa de vino, pero sus amigos eran algo, diferentes a él. Namjoon un profesor de inglés que se la pasaba haciendo torpezas a dónde iba, Yoongi un productor de música que era tan amargado como el limón, y que ambos estaban muy enamorados, sin embargo, no tenían los pantalones para confesarlo, él no era igual, él no haría esas cosas.

Trabajaba todos los días en un despacho de abogados, fue el mejor de su generación en la universidad, y provenía de una buena familia, con valores muy claros, era un alfa de primer nivel, bien parecido, con un sorprendente cuerpo, un gran sentido del humor, buen cocinero, era increíble. Pero...

—¿Y vas a seguir soltero mucho tiempo? —preguntó Namjoon con una risa contenida mientras Yoongi elegía sus muñecos.

—La pregunta aquí es ¿Qué carajo te importa?

—Karina tiene una amiga ¿Recuerdas la chica con la que estoy saliendo para ver si llega a algo? Bueno, ¿Te apetece una cita doble? Ella está en Japón ahora, pero regresa en un par de meses.

—¿No sería estúpido hacer planes? Puedo conocer a alguien en esos dos meses.

Namjoon le miró antes de soltar una carcajada. Jin rodó los ojos, no era que no quisiera tener una pareja, sino que las personas con las que había salido le parecían tan simples. No había emoción.

—Entonces le diré a Karina que sí.

—¿Tú planeas estar con ella hasta entonces? —elevó una ceja.

—Es linda, es dulce y nos entendemos.

—Sí, pero ella no es Yoongi.

—Cállate—dijo con una advertencia—. No digas tonterías.

—¿Hasta cuándo lo vas a ocultar?

—No estoy ocultando nada.

—Como digas, iré por unas banderillas, ya vuelvo.

—Bien.

Necesitaba comer, tenía mucha hambre, no era bueno que le despertarán temprano para poder ir a ese lugar lleno de personas extrañas, algunas vestidas de personajes de anime. Compró la comida y cuando volvió a buscar a su par de ciegos amigos, que se miraban con complicidad.

—Hay cinco tipos de banderillas.

—Te inscribimos a un torneo de videojuegos—dijo Yoongi con burla.

—¿Qué? —les miró como si hubiesen dicho una estupidez.

—Si, vamos que ya empieza.

—No, no lo haré.

—Siempre estás alardeando que eres el mejor, así que demuéstralo.

Fulminó con la mirada a su par de idiotas, no tuvo de otra más que aceptar, así que se acercaron al lugar donde estaban las computadoras para iniciar el torneo, al llegar se dió cuenta que eran chicos más pequeños, adolescentes, él tenía veinticinco años, no era exactamente viejo, pero, si llegaba a desentonar. Suspiró pesado, le dió su nombre al tipo y este le dijo que se sentará, a su lado había un muchacho, de cabello negro, piel lechosa y ojos grandes y brillantes. Desprendía un aroma dulce, por lo que supo que era omega.

—¿Desde cuándo los ancianos saben jugar? —dijo con burla.

—¿Desde cuándo los fetos hablan?

El pelinegro rodó los ojos, Jin se burló, cuando el torneo comenzó, Jin hizo todo lo posible por molestas al pelinegro que lo maldecia, estaba muriendo de risa.

—¡Feto no sabes jugar!

—¡Vete a la mierda maldito anciano, ve a buscar viagra y jodete en otra parte!

—¡No llores bebé ¿Quieres que llame a tu mami?!

—¡Maldito hijo de puta te voy a meter un palo en el culo!

Las personas alrededor les miraban escandalizadas.

—¡Maldito feto huele a Otaku!

Gran error, Jin miró como los chicos alrededor comenzaban a abuchearlos, el encargado los elimino del juego y ellos tuvieron que bajar. 

—¡Eres un imbécil! —el pelinegro, un poco más bajito que él le miró de frente realmente cabreado.

—Ya supéralo niño.

—Te voy a matar.

—Si claro, dime otro chiste.

—Es mejor que corras.

SeokJin soltó una carcajada. —Por dios.

—Corre.

No supo si era la forma en la que lo dijo, o sus ojos, que le miraban con odio, o los puños que se alzaron, pero, Jin empezó a retroceder, dándose cuenta que el chiquillo no decía mentiras. Miró alrededor tratando de encontrar a sus amigos, pero no los vio por ningún lugar.

—Mira niño, me disculpo, no te lo tomes tan personal.

El chiquillo dió un paso al frente y lo golpeó en el hombro con el puño cerrado, Jin siseo del dolor, tenía la mano pesada. Cuando estuvo a punto de recibir otro golpe, salió corriendo, pensó que este se quedaría en su lugar, pero no fue así, lo persiguió por todas partes, corría muy rápido. Era realmente rápido.

Jin paso al lado de sus amigos gritando, Namjoon y Yoongi simplemente le miraron antes de seguir caminando. Jin miraba sobre su hombro, el chiquillo estaba con la cara roja de la furia siguiendolo, no podía más, era malo corriendo, siempre fue malo en los deportes, se adentro en una puerta que lo llevo a una bodega llena de botargas, algunas muy tenebrosas, se escondió detrás de unas, manteniendose muy quieto, pero su respiración estaba fallando, escuchó los pasos, con el corazón latiendo al mil por hora. Tragó en seco, debería de estar bien si se quedaba en ese oloroso lugar.

—Sal de tu escondite pequeño estúpido pedazo de mierda.

Se quedó callado con todo el dolor de su corazón, quería responderle, pero mordió su lengua. Lo escuchaba lejos, las pisadas se terminaron, trato de mirar sobre las botargas, pero no pudo, de repente alguien se adentró en su escondite.

—Mueres hoy.

—Espera...mira.

Estaba por agarrarlo a golpes, cuando escucharon más pasos.

—Tenemos que encontrarlos y sacarlos de aquí, están haciendo un desastre.

El pelinegro le miró con odio, estaba por decirle algo, pero la mano de Jin se lo pidió, le cubrió la boca, pegándose a su espalda.

—Callate—susurró en su oreja, sin saber que ese era el punto débil del omega.

SeokJin olió su aroma dulce a caramelo, era delicioso, el pelinegro trato de zafarse de su agarré, rozando su trasero con su entrepierna, Jin se quedó petrificado al igual que el Omega quien sintió su entrepierna dura.

Le miró sobre su hombro y ladeo la cabeza, Jin lo soltó, se alejó hasta que su espalda pego con la pared.

—Vaya, ¿Se te sigue parando?

—Largo de aquí.

—¿Estás nervioso? —rio por lo bajo—. Oh ¿De verdad?

—No, yo no.

Se acercó más, quedando muy cerca de él. —Eres guapo, jamás he tenido sexo.

—Ammm....debemos salir de aquí.

—No, debemos tener sexo.

—¿Estás loco? Querías matarme hace cinco minutos.

—Lo sé, pero ahora quiero tu cuerpo, quítate los pantalones.

—Me estás jodiendo.

—No, es de verdad.

—No puedes tener sexo con un extraño.

—Me llamo Jeon JungKook ¿Y tú?

—Kim SeokJin.

—Ahora nos conocemos.

—¿Qué te pasa? ¿Vas por el mundo pidiendo sexo? No está bien.

Jin vio algo en la expresión de JungKook, fue tan rápido, pero parecía ser una expresión herida, que cambió con una sonrisa burlesca.

—Bueno, adiós.

Lo detuvo de la mano antes de que se fuera. —¿Por qué estás haciendo esto? No es un comportamiento común.

—Porque eres guapo, tienes buen cuerpo y parece que eres mayor. Seguro has estado con personas muy lindas, por eso. Tienes estándares altos.

Jin no lo negó, porque así era, por eso se negaba a tener pareja, no había alguien que llenará los grandes estándares que tenía, era exigente con sus parejas, podía verse mal, pero le gustaban las personas interesantes, con motivaciones y apuestas, que cuidarán su cuerpo y tuvieran aspiraciones altas.

—¿Eso que tiene que ver?

—Ayer me declaré a un chico que me gusta, es igual de guapo que tú.

—Nadie es como yo—bufó cruzando sus brazos.

—Pues...—elevó una ceja—. Era muy guapo, me rechazó en frente de toda la escuela, me dijo que como pensaba que alguien como yo podría estar con él.

Jin hizo una mueca. —Es un idiota, no tienes nada que demostrarle.

—No le estoy demostrando nada. Sólo, pensé si conseguía un tipo más guapo dejaría de sentirme tan poca cosa.

—No voy a tener sexo contigo, ni siquiera te conozco.

JungKook suspiró con un puchereo. —Supongo que si soy un feto feo.

—No eres feo, eres lindo. Mira, si te doy un beso ¿Estarías mejor?

—Si.

—Bien.

Jin suspiró acercándose al chico, lo tomó de las mejillas regordetas y lo acercó para besarlo, sus labios eran cálidos, olía muy bien a caramelo, su boca húmeda, beso de forma lenta, encontrando que no era desagradable, al contrario, su corazón latío con fuerza, su alfa estaba atento, JungKook no era buen besador, se adelantaba mucho y usaba la lengua cuando no debía, estaba todo babeado, pero fue en esa extraña inexperiencia que sintió un tirón en la entrepierna, lo acercó más y besó con profundidad, le dió la vuelta y lo estampó en la pared, siguiendo el beso, subiendo la intensidad. Se separó respirando de forma inestable, él también respiraba de esa forma, con los ojos más brillantes que antes. JungKook sonrió ladino y bajo la mano, de su pecho a su pantalón, metió dos dedos en el borde, acercándolo, sus cuerpos se tocaron de forma exquisita.

—Hay que salir de aquí.

—No—susurro el Omega antes de besarlo de nuevo. Está vez acariciando su cintura. Jin trato de contenerse, lo separó de su cuerpo.

—¿Edad?

—Veinte años.

—Identificación.

JungKook bufó, busco en sus pantalones la cartera y saco la identificación, se veía muy real, Jin la examinó, la edad concordaba.

—Te ves menor.

—No lo soy, ahora muéstrame la tuya.

—¿Por?

—Para estar a mano—se encogió de hombros.

Jin saco su cartera y la identificación de ella, se la mostró, JungKook la examinó de cerca.

—¿Veinticinco años? Mmmm, bueno, no eres muy viejo.

—Me largo.

—¡No, es broma! —dijo riendo acercándolo de nuevo.

Volvieron a besarse, JungKook lucho con su camisa, sacándola por su cabeza, Jin suspiró cuando sintió las manos sobre su torso, hace mucho que no estaba con alguien, y la situación era más excitante de lo pensado, tomó la sudadera de JungKook y se la saco, yendo a sus pantalones apretados, los cuales abrió y metió la mano para acariciar su trasero, estaba bien dotado.

—Mmmm....eso me gusta.

—Claro que te gusta—rio en su cuello—. No hagas mucho ruido.

—Mmmmm.

Lo volteó para tener su trasero a la vista, bajo sus pantalones con la ropa interior de Pokémon, eso era vergonzoso para Jungkook quien enrojeció, Jin besaba su cuello al tiempo que tentaba en medio de sus nalgas, ensalivo los dedos para comenzar a prepararlo, el primer dedo entró con dificultad.

—Relajate—susurró en su oreja haciéndolo gemir, descubrió su punto débil. Lamió su oreja y JungKook se frotó contra su dedo. Adentro otro y los doblo, tocando el punto perfecto, tuvo que cubrir su boca para que no gritara.

Lo preparo lo suficiente, estaba perdiendo la consciencia, demasiado excitado por las respuestas del menor, liberó su erección y comenzó a adentrarla, lentamente, profundo, besaba su cuello. Se quedó quieto hasta que JungKook comenzó a quejarse para que se moviera, dió estocadas rápidas y fuertes, tomando su cadera con fuerza, realmente estaba bien dotado, la excitación crecía con el paso de los movimientos, Jungkook grito contra su mano cuando llegó al climax, fue rápido, pero tomando en cuenta que era su primera vez, fue normal, Jin duró un poco más, hasta que no pudo y lo llenó con si escencia. No pensó, realmente no pensaba claramente.

Liberó su boca para besarlo unos momentos antes de separarse, se vistió rápido y JungKook hizo lo mismo.

—Gracias—dijo saliendo del escondite.

Jin hizo una mueca. —Me siento usado.
















Dos meses después.

SeokJin estaba descansando como todas las tardes de domingo, en pijama mirando alguna serie, cuando la puerta sonó, se levantó y fue a abrir sin dejar de bostezar.

—¿Quien es? —dijo abriendo la puerta.

Sus ojos se centraron en aquel rostro que conocía bien, uno que había aparecido en sus sueños húmedos.

—¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabes dónde vivo?

JungKook elevó una ceja. —Felicidades, vas a ser papá—dijo mostrando una prueba positiva de embarazo, aprovechando su sorpresa JungKook entró con todo y maleta.

—¡¿Qué?!



Mi primer JinKook

💞

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro