Noche buena había llegado, y con ella el miedo rotundo de Namjoon, y es que Yoongi tenía muy cerca su fecha de alumbramiento, de su bolita de algodón sorpresa, se habían rendido en intentar saber su sexo, porque jamás se dejó ver, al final no importó, lo que fuera para ellos estaba más que bien, así que se relajaron e intentaron vivir las cosas de la mejor manera, todo estaba listo, sus bolsos, el hospital y la fecha, sólo tenían que llegar a ese 26 de diciembre y todo estaría bien.

—Yoongi no te muevas mucho. Deja ahí yo lo limpio.

—Sólo es un poco de jugo derramado, no seas exagerado—rodó los ojos.

Y sí, la paranoia de Namjoon estaba creciendo y es que desconocía por completo a Yoongi, quien esas últimas semanas en vez de ser un casi parturiento normal y recostarte todo el día, además de quejarse de todo, estaba siendo muy inquieto, no lo comprendía, era como si se hubiese llenado de energía de repente, era raro, porque Yoongi siempre había sido un omega letárgico.

—Sólo quiero cuidarte.

—Los chicos no tardan. Que vergüenza que vean todo sucio, aunque realmente no me importa lo que piensen, así dejemos.

Namjoon asintió, habían acordado pasar noche buena con sus amigos como siempre, salvo que ese día lo harían en su departamento, porque no quería trasladar innecesariamente a Yoongi, SeokJin se había escandalizado, diciendo que él con dos mocosos no podía hacer tanto movimiento, pero Jungkook lo había callado diciendo que no era problema. Todo estaba listo para esa noche, y para tener una cena relajados.

—Llegó Jimin—dijo Yoongi mirando el celular.

—Se tardó mucho—negó.

Yoongi y Namjoon habían tenido una extraña adopción de Jimin, este al ser chico y no vivir con su familia, pasaba tiempo con ellos y le habían tomado un cariño especial, era un maravilloso muchacho con un futuro especial. Y como Yoongi había pedido la licencia en su trabajo ahora lo tenían en casa la mayor parte del tiempo.

—Hola hyungs—dijo entrando y dejando de lado su bufanda—. Hace frío.

—Mucho—asintió Yoongi bostezando—. Tanto que el algodón se mueve, ya no es pequeño es enorme—bufó tomando su vientre muy muy muy hinchado—. Jamás volveré a mi figura de modelo, dios griego.

—Con dieta y ejercicio sí hyung—dijo Jimin confuso.

—Por eso digo que jamás volveré.

—Jimin, ayúdame a mover algunas sillas—dijo Namjoon interrumpiendo la platica.

Yoongi se sentó en el sillón individual de la sala mirándolos con cansancio, sí, estaba quedándose sin energía, pero aparentaba que todo estaba bien, porque no quería más preocupaciones a su alrededor, estaba aterrado de ser padre, pero trataba de hacerse ver tranquilo. Como si nada ocurriera.

—Esos son buenos adornos—dijo tras un bostezo—. Mi madre los ganó gratis en una feria, me los vendió, ella sí sabe hacer negocios.

—Ha aprendido bien de ella hyung, el otro día me vendió un termo de café, que supe después le regaló Hoseok.

—Hoseok tiene malos gustos como tú—se encogió de hombros.

—No sé si eso es malo o bueno. En poco llega el gatito, pero su cuarto parece una puesta de sol, entre colores azules, blancos, naranjas y cafés.

—Es que era mi habitación, sólo añadimos colores tierra por Namjoon, demasiado naturalista para esto.

Jimin asintió. —Deberiamos poner repisas con cuentos y peluches—sus ojos brillaron—. Es emocionante tener un bebé en casa.

—Ya te teníamos a ti —se encogió de hombros—. Namjoon no toques las cosas de vidrio, dejaselo a Jimin.

Jimin tomó las copas que Namjoon llevaba en las manos, este rodó los ojos.

—Que poca fe me tienes.

—No es mi culpa que destruyas todo lo que tocas.

Namjoon suspiró sentándose a su lado, llevó su mano a su vientre y acaricio, ese día llevaba un sister de borrega blanco, que lo hacía ver mucho más tierno y lindo, sus mejillas abultadas y sus labios pequeños haciendo una mueca dudosa.

—Si te sientes cansado es bueno que vayas a recostarte un poco.

—Me siento bien—bostezo—. No estoy cansado—gruñó—. Pero, si me acuesto antes de que lleguen estaría genial.

—Vamos entonces—dijo tomándolo de la cintura para que pudiera levantarse. Lo ayudó a caminar a la habitación en donde se recostó y lo cubrió con una manta calientita—. Descansa. Te llamaré cuando vengan.

No respondió, sus ojos parpadearon lentamente hasta quedarse por completo dormido. Namjoon le dio un beso en la sien y salió en silencio de la habitación, en la sala Jimin estaba acomodando los cojines.

—Jimin ¿Puedo pedirte un favor?

—Claro hyung.

—Quiero que me ayudes a mantener al margen a Yoongi, entre menos haga es mejor. Mucho mejor.

—Yoongi hyung no debe hacer nada, listo y anotado.

Namjoon asintió, tal vez estaba siendo muy sobreprotector, sin embargo, su alfa y él, tenían la necesidad de cuidarlo. Esperaba que la noche y los dos días siguientes fueran los más tranquilos de todos. Lo deseaba con fuerza.

—Hola chicos—los primeros en llegar fueron la nueva pareja de comprometidos, Hoseok y Taehyung, el primero se le había propuesto de la forma más cursi, con un cartel y flores, ellos ayudaron y sí, Taehyung lloró como un bebé—. ¿Y la bola de azúcar?

—Descansando un poco antes de la cena.

—Oh, faltan días para tener la sorpresa aquí—rio por lo bajo Tae—. Lo bueno es que no se ha adelantado.

—No digas eso que me asusta—bufó Namjoon.

—Tranquilo, todo estará bien—se encogió de hombros Hoseok. Para él todo estaba bien siempre, podía verle el lado positivo a las cosas y eso les agradaba.

—Espero—suspiró—. ¿Tardaran Jin y Jungkook? Tengo hambre.

—No deben tardar.

—Bien, porque ellos traen la mayor parte de la cena.

—Yo traje el postre—sonrió Taehyung con suficiencia.

—Nosotros preparamos las ensaladas y las bebidas.

—Perfecto.

Comenzaron a jugar cartas mientras esperaban, algo tranquilo y normal para empezar, Namjoon intentaba ayudarle a Jimin, pero este no comprendía muy bien el juego.

—No puedes hacer esos movimientos.

La voz adormilado de Yoongi, alertó a los demás, este lucia tierno después de despertar, se sentó al lado de Jimin y tomó sus cartas.

—Aprende niño.

—A lo cantina—rio Hoseok—. Esto se pondrá bueno.

—¿Listo para quedarte sin dinero?

Los chicos comenzaron a jugar con la persona que era tan competitiva, que no le importaba perder amistades por un juego simple, Hoseok le fulminaba con la mirada, ellos jugaban con todo, apostando dinero. Yoongi tenía viejas mañas guardadas bajo las mangas, unas que no dudo en implementar, cuando Hoseok sintió que estaba ganando.

—¡En tu cara! —festejó Yoongi elevando los brazos y dando in brinco que asustó a la mesa. Ganó el juego, cosa que impresionó a Jimin y dejó a los demás burlándose de Hoseok.

—Creo que llegaron—suspiró Namjoon tras escuchar el timbre.

Se levantó aún animado por el momento de diversión, para después abrir la puerta, SeoKjin fue el primero en pasar, este llevaba algunas bolsas que contenían la comida, el pequeño Nikki pasó después con su peluche favorito y Jungkook lo hizo de ultimo con la carreola.

—No me dijiste que el elevador estaba averiado—bufó Jungkook.

—Oh lo siento, no lo sabía.

—Al fin llegan—saludó Taehyung—. Queremos comida tenemos hambre.

—¿No se comían en media noche? Apenas son las ocho.

—No podemos esperar Jin, tenemos que comer.

—El algodón tiene hambre—asintió Yoongi—. Me patea la vejiga, es todo un caso.

—Cuando crecen te siguen pateando—se encogió Jungkook de hombros—. Entomces vamos a servirnos.

Hubo movimiento en la mesa, al tiempo que había movimiento extraño en el cuerpo de Yoongi, quien comenzó a tener ligeros dolores de espalda baja, pensó que no era nada, el doctor le había dicho que era normal tener falsas contracciones. No le tomó importancia.

—Bueno, pronto estarás abierto en un quirófano ¿Cómo te sientes? —preguntó Jungkook con una sonrisa.

—Estoy comiendo, no me jodas con eso.

—Aún me sorprende que estén juntos—dijo SeokJin con una media sonrisa—. Hace un año Namjoon se puso una borrachera porque pensaba que Yoongi se quedaría con ese alfa que era ingeniero.

—¿Lloraste? —preguntó Yoongi con una sonrisa llena de burla.

Namjoon boqueo. —No, claro que no, yo no lloro.

—Ay eso es tan lindo, Yoongi también se enojaba cuando Namjoon salía con Karina—evidenció Taehyung—. ¿Por cuánto tiempo se habían gustado?

Namjoon relamió sus labios. —Cuatro años.

—Cinco años—dijo Yoongi dejando a todos sorprendidos—. Pero eso no es lo importante ahora—hizo una mueca de dolor—. Jungkook ¿Cuánto duran las contracciones falsas?

—Son esporádicas, espera ¿Sientes dolor? ¿Cada cuando?

—Como cinco minutos.

Namjoon se acercó a él. —¿Por qué no me dijiste?

—Porque no es nada.

—Vamos al doctor, igual y sólo te revisan.

—Apoyo eso, vamos, yo los llevo—dijo Hoseok poniéndose de pie.

—Yo también voy—susurró Jimin con la boca llena.

—No—dijo Yoongi con una mueca—. Sólo vamos nosotros tres, no es nada, simple revisión, esperen aquí.

—Mientras veremos una película.

—¿Se imaginan que el bebé nazca a la media noche? —preguntó SeokJin con una risa sorpresiva.

—Como el Mesías—añadió Jimin con sorpresa.

—Oh el anticristo—soltó Jungkook con una carcajada.

No los dejaron regresar, ahora Yoongi estaba en una camilla esperando a que el quirófano estuviese listo porque su bola de algodón había pensado que estaba bien nacer en un día festivo. Namjoon estaba nervioso junto a él y Hoseok había llamado a los demás.

—¿Te sientes bien?

—Va a ser como la operación del apéndice—se encogió de hombros, pero tomó la mano de Namjoon—. No vayas a llorar ni te desmayes, tranquilo.

—Quien diría que nos daría estas sorpresas, pero, estoy emocionado, pronto lo tendremos o la tendremos aquí.

Yoongi suspiró. —¿Crees que estamos listos para tener un hijo?

—Viendo a Jungkook y a Jin, creo que nadie en el mundo esta listo para tener un hijo, pero creo que aprenderemos sobre la marcha, estaré a tu lado siempre, eres mi mejor amigo y el omega que amo. Todo estará bien si estamos juntos.

—Bueno, me gusta eso, me haces sentir tranquilo, creo que este bebé tendrá suerte de tenerte como padre.

Namjoon le sonrió en grande mostrando sus hoyuelos. —Tendrá los padres más geniales del mundo.

—Me da pena no haber podido comer de ese postre.

—Les diré que nos dejen algo en el departamento, todos están emocionados. La bolita de algodón ha traído buenos momentos.

—Y seguirá haciéndolo. Hagamos esto sin dramas. Veamos qué es.

La enfermera entró en la habitación y les miró con una sonrisa. —Lamento la tardanza, es momento, el papá tiene que esperar un poco, después de cambiarse y esterilizarse, entrará al quirófano.

—Supongo que nos veremos en unos minutos.

—Lo haremos, ahí estaré—aseguró antes de besar su frente—. Nos vemos pronto ajolotito.

—Nos vemos pronto chico afro.

Namjoon estaría mintiendo si dijera que no estaba muriendo de nervios, pero no podía dejar que eso cambiara algo, así que se puso el traje azul, limpio bien sus manos y pronto estaba siendo dirigido a ese quirófano. Cuando entró, la luz le cegó, estaba pasando. Sería padre.

—Bienvenido al mundo cruel y doloroso Myeon—dijo Yoongi mirando a su hijo.

—Ay Yoongi, no seas tan malo—bufó Namjoon mientras trataba de dejar de lloriquear.

Kim Myeon, nació el 25 de diciembre a las 00:30, pesando 2.6 kilogramos y midiendo 33cm. Era pequeño, regordete, bonito, con una nariz de botoncito, mejillas sonrosadas, mucho cabello y piel acanelada, se parecía a ambos, pero un poco más a Namjoon.

—¿Se llama algodón? —preguntó Jimin con una mirada llena de sorpresa—. Vaya que nombre tan original hyungs.

—Ven—sentenció Yoongi mirando a sus amigos—. Jimin no se burló, como ustedes babosos.

—Oye, es que no son nada imaginativos—bufo SeoKjin.

—Le pusiste a tu hijo un nombre en japones, sólo porque cogieron en Japón.

—Nam tiene razón—soltó Hoseok con una carcajada.

—Bueno, basta—rio Jungkook—. Es un lindo bebé, muy bonito, para ser un desastre hacen bebés lindos.

Namjoon miró a Yoongi con una ceja alzada. —Yoonnie, hicimos un bebé.

—Hicimos un lindo bebé—asintió con una enorme sonrisa.

No sabían nada sobre bebés, no sabían nada sobre relaciones, ni sobre la comida, tampoco estaban seguros sobre la vida, pero eran mejores amigos, se conocían desde siempre, compartían todo, fueron a las mismas escuelas, tenían los mismos amigos, disfrutaban el momento juntos y cuando peleaban, terminaban riendo como idiotas. Poco sabían sobre el futuro, pero de una cosa estaban seguros, la aventura más grande estaba por empezar y estaban listos. Porque ambos, un alfa torpe y un omega amargado habían hecho a un lindo bebé, su bolita de algodón.

FIN

Sólo me queda agradecer que se hayan quedado conmigo y disfrutar esta historia, sé que no es el ship al que muchos están acostumbrados, pero es algo que quería hacer desde hace mucho tiempo.

Me impresionó la aceptación que tuvo, espero escribir más de ellos en un futuro.

Los amo y gracias por el apoyo bebes.

Espero que les haya gustado un poco o se hayan reído en algún punto.

Con amor Mardy

🖤💙