Los antojitos raritos
—Estoy seco, literalmente seco.
Jackson le observó con una ceja alzada. —Pues toma agua.
—No, no me entiendes, no me refiero a eso—se acercó más para bajar la voz y que nadie le escuchara—. Es adicto al sexo.
—Eso es genial amigo—asintió con una sonrisa.
—Claro que lo es—bufó—. Pero, carajo jamás conocí a una persona tan insaciable, lo hacemos en el baño, en la cocina, en la cama, en el sillón ¡Hasta en el clóset! Dicen que es por el embarazo, pero apenas tiene cuatro meses y yo....creo que llegaré sin piernas al nacimiento.
—A este paso estarás usando vriaga—dijo en tono de burla.
—Pobre Namcito está feliz, pero sufriendo al mismo tiempo.
Jackson no pudo aguantar las ganas de soltar una carcajada, que llamó la atención de los profesores en el área de descanso. Namjoon puso la cabeza en la mesa cansado, porque si bien, le encantaba la sensualidad de su omega y que este estuviera más que dispuesto a hacerlo hasta en el estacionamiento del supermercado, estaba llegando al punto en donde su energía decaía lentamente.
—Llévalo a una cita—dijo calmando su risa—. En un lugar público. Descansa unos días y vuelve a la acción. Aunque en un tiempo lo vas a extrañar.
—¿Por qué?
—Hay algo peor que el aumento de apetito sexual, y pronto lo descubrirás.
Llegó al departamento cansado, la noches sin dormir y las mañana apresuradas no le hacían ningún bien, dejó sus cosas en la entrada y caminó al recibidor, Yoongi ya estaba en casa, debido a su condición le dejaban irse temprano, salvo algunas veces que era imposible y tenía que quedarse hasta tarde.
—Llegué—dijo dejando el pay de queso que había comprado en la pastelería de la esquina, los antojos de Yoongi estaban siendo dulces últimamente.
—Hola—dijo bostezando—. Tengo sueño—se acercó a él y le tomó la mano—. Vamos a dormir.
Namjoon sabía muy bien lo que significaba ese dormir, así que lo detuvo. —Vamos a salir, iremos al parque y comeremos fuera.
—Ay no quiero caminar—gruño—. A dormir.
—Mejor a caminar, le hace bien a la bolita de algodón. Si te cansas yo te cargo.
—Sólo un rato, después iremos a dormir.
—Está bien.
Lo arrastro fuera del departamento, eso al menos le daría tiempo para recuperar las energías, bajaron las escaleras, Namjoon le contaba sobre su día y Yoongi hacia lo mismo, ambos se tomaban de la mano con tranquilidad. El parque al que irían estaba cerca de su departamento, Namjoon acostumbraba a salir a correr por las tardes, bueno, cuando se lo permitían.
—La próxima semana tendré que trabajar horas extras.
—¿Y eso está bien? —preguntó preocupado.
—Sí, me siento muy bien, creo que tengo más energía que cuando no estaba embarazado.
—Me consta—rio nervioso—. Pero, si te llegas a sentir mal, dime.
—No te preocupes, el feto bola de algodón está bien aquí dentro—tocó su estómago que no era notorio aún—. Se me antojan anchoas con caramelo y unas palomitas con catsup.
—Dudo que eso te caiga bien en el estómago.
—Estoy creando un ser humano, lo mínimo que necesito es que juzguen lo que como.
—Tu ganas—levantó los brazos.
Caminaron tranquilos, Yoongi había comprado un algodón de azúcar, era su tentempié, como había dicho al alfa que no estaba muy de acuerdo con la cantidad de azucar que contenía ese dulce, sin embargo, lo dejaba disfrutar algo, era su salida así que podía darse un gusto.
—Dardos, tres tiros y gane una alcancía.
Miraron el puesto con una ceja alzada, se acercaron a ver, era un típico juego de dardos y globos, a Yoongi le gustaba los juegos de estrategia, Namjoon era muy torpe para realizar algo así, el beta que atendía les miró con una sonrisa.
—Vamos joven alfa, gané algo para su omega.
El omega elevó una ceja, se acercó y le dio dinero. —Yo ganaré algo para mí alfa.
Namjoon le miró impresionado, tomó los tres dardos de plumas y entrecerró los ojos, se escuchó un estruendo, después el segundo y cuando iba por el tercero, le miró de soslayo y le sonrió de forma tierna, reventó el tercer globo y rio con satisfacción.
—¿Cuál quieres?
—La de gato—dijo tomando la alcancía de gato blanco.
—Deberíamos usarla para ahorrar, el parto es caro—bufó Yoongi.
—Bueno, no lo es tanto, pero sí ahorremos. Yoongi quiero decirte algo ¿Por qué no me has pedido la marca?
Yoongi le miró entrecerrando los ojos. —Porque tenemos poco de novios, esperemos a que el feto algodón nazca.
—¿Crees que nuestra rápida relación funcione?
—Si funciona la de Jungkook y Jin—soltó una carcajada—. Vive el momento. Ya caminamos—dijo tomando su mano—. Ahora vamos a dormir.
Namjoon tragó en seco. —Vamos.
—La bola de algodón se movió hoy mientras comía—anuncio al salir de la empresa.
Ese día Yoongi iba a salir tarde, por lo que Namjoon decidió ir por él, claro que no se espero aquello.
—¿Qué?
—Sí, Jimin lo sintió y dice que es un gusano, le di un golpe.
—¿Jimin sintió a mi bebé primero que yo? —cuestionó indignado.
—Él estaba ahí—se encogió de hombros—. Vamos que quiero pollo para cenar.
Pero, si Yoongi pensaba que Namjoon dejaría las cosas así, estaba muy equivocado, se la pasó detrás de él todo el tiempo preguntando si estaba moviéndose.
—Vamos hijo tienes que moverte sino, cuando nazcas papá no te comprara juguetes.
Yoongi quien tenía los ojos cerrados y descansaba en la cama bufó. —Nam, no creo que funcione si lo amenazas.
Namjoon beso su vientre descubierto. —Hijo, no puedes moverte para Park Jimin y no para mí, yo soy tu padre, yo puse la semilla y germine a tu padre.
—Que idiota eres—gruñó.
—Es la verdad Yoongi, nunca te voy a perdonar que hayas dejado que Jimin lo sintiera primero.
—Disculpa—bufó—. En ese momento pensé que tenía un alienígena dentro. Jimin me dijo que era el feto.
—No me parece—bufó—. Quería ser el primero en sentirlo.
—Cuando se mueva te digo, ahora sácate de encima.
—Te conozco, no me vas a decir—hizo un puchero.
—Si me prometes que me darás dinero lo hago.
—Está bien, acepto.
—Que placer es hacer negocios con usteded.
—¡Namjoon se mueve! —gritó saliendo de la ducha.
Namjoon quien estaba haciendo el desayuno corrió dejando caer el plato de cereal.
—¡Mi plato!
Se hincó frente a la panza de Yoongi y tocó con cuidado, puso ambas grandes manos que abarcaban toda su piel. Sus ojos se abrieron en demasía, estos parecían brillar.
—¡Bolita de algodón hola, soy yo, soy tu papá!
—Uno que va a limpiar la cocina entera.
—¿Por qué siempre arruinas los mejores momentos?
—Viene de nacimiento.
Se quedó pegado a su panza por unos momentos, así hasta que el algodón dejó de moverse.
—Ahora déjame—se separo—. Iré a dormir.
—¿No quieres que duerma contigo?
—No.
—¿Ahora que tienes?
Jackson miró como Namjoon estampaba la cabeza en la mesa y bufaba. Haciendo un gran berrinche.
—¡Sequía!
—¡Te lo dije! Ahora sí, adiós dios sexual—se burló.
Dos capítulos para el final. 🖤🖤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro