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Cumpleaños Feliz

El chillido de aquel bebé alertó a todos, quienes se acercaron al cunero a ver al bebé recién nacido, era bonito, tenía una piel pálida, cabello negro y una boquita abultada, sus manos se hacían puños y abría la boca sacando sonidos de insatisfacción.

—Para ser feos, hacen bebés bonitos—dijo Yoongi mirando a Jungkook y a Jin.

SeokJin le miró con rencor. —Yo soy el ser humano más hermoso del mundo, en segundo lugar están mis hijos y en tercero Kook.

—Que tonto—bufó Jungkook—. Ya quiero ver a tu cria en tres meses.

—Será hermoso, como Yoongi—dijo Namjoon con suficiencia.

—Esperemos que saque su físico y no su personalidad petulante.

Yoongi le miró ofendido. mi personalidad es genial, que tu no sepas sobrellevarla es diferente.

—Bueno, si ya. Felicidades chicos es hermoso ¿Ya decidieron su nombre? —preguntó Taehyung curioso.

—Yuta—dijo Jungkook con una sonrisa—. Es bonito, nos recuerda nuestras vacaciones en Japón—miró a Jin con una ceja alzada—. Estamos seguros que ahí lo concebimos.

—Esa fue demasiada información, pero que lindo nombre—sonrió Hoseok abrazando por los hombros a Taehyung.

Yoongi miró cómo Jungkook tomaba al nuevo bebé en sus brazos y Jin le miraba con ojos brillantes de amor, a ellos los rodeaba un aura natural especial, una que por el momento no comprendía, pero que en su mente se había implantado la posibilidad ¿Sería de esa manera cuando su bolita de algodón llegara? Faltaba poco, para que eso pasara y a mediada que el tiempo avanzaba, muchos miedos llenaban su mente.






—Creo que el hospital era bonito ¿No lo crees?

—Se veía espacioso, supongo que cualquier lugar está bien.

—No Yoongi, no puede ser cualquier lugar, no es como cuando te sacabas las muelas en quien sabe donde.

—Era barato y rápido.

—La bolita de algodón tiene que estar segura.

—O seguro, pero supongo que eso lo sabremos hasta que nazca, nunca se deja ver. Chamaco castroso.

—Ya quiero conocerlo.

—¿Es verdad eso del amor a primera vista con un bebé? Digo, todos dicen que el amor florece cuando lo ves.

—No lo sé—se encogió de hombros—. Yo lo amo y no lo he visto. Así como te...

—¡Mira pizza! Vamos por ella. Necesito una con cinco quesos.

Se adelantó dejando a Namjoon con la boca medio abierta, con muchas cosas que decir, pero con el temor de no ser bien correspondido, tenían al menos meses de salir, pero años de conocerse, ¿Por qué si era Yoongi estaba siendo tan difícil expresar lo que sentía?










La luz se filtraba por la ventana, sus ojos eran incapaces de abrirse, estaba cansado, ligeramente más que lo normal, últimamente pensaba mucho mientras Yoongi dormía a su lado, ser padre estaba cobrando la factura. Renegó cuando escuchó la voz chillona de Yoongi cantar Feliz Cumpleaños.

Sintió el peso extra, muy extra, sobre su estómago, soltó el aire de golpe, abrió los ojos y miró al pelinegro despeinado y en pijama, con el celular en la mano que reproducía la infantil canción y él mismo cantando desentonado, como siempre.

—No Yoongi—susurró cubriendo su rostro con el brazo.

—Vamos, es tu cumpleaños—rio por lo bajo—. Tienes el día completo para tener un feliz cumpleaños ¿Estás sintiendo el feliz cumpleaños ahora?

Namjoon llevó sus manos a su cadera, estrecha y linda, acarició sobre la ropa holgada, le sonrió en grande y suspiró.

—Está es una buena forma de iniciar mi cumpleaños ¿Es mi regalo?

—No tuve dinero para el moño—se encogió de hombros.

—Es adorable, eres muy lindo y adorable. Acepto el regalo—intentó sentarse, pero a lo mucho logró levantarse un poco—. Linda mañana—susurró antes de besar sus labios.

Yoongi bufó, tomó sus mejillas de forma delicada y siguió el ritmo del beso, tal vez, era un buen regalo después de todo. El cuerpo de Namjoon era tan caliente que no podía negarle un buen rato de diversión antes del desayuno, no importa a que hubiera dejado las tostadas en la tostadora, eso era lo de menos ¿Qué podía salir mal?







—Hey Namjoon ¡Feliz cumpleaños! —se acercó Jackson con una enorme sonrisa—. ¿Por qué estás en pijama?

—El departamento activo los sensores de fuego y humo y mojo todo, es lo que pude tomar antes de salir, lo bueno, es que tuve un regalo especial de cumpleaños.

—El sexo de cumpleaños es el mejor—dijo con una sonrisa burlesca.

—Ya lo creo—su sonrisa era enorme.

—Tú aroma es más dulce ¿Puede ser por el bebé? Poco a poco se esta haciendo presente ¿Cómo te sientes con eso?

—Increíble, ya puedo imaginarlo, aunque no tengo ni la menor idea de cómo es cuidar de un bebé. 

Jackson suspiró. —Supongo que se aprende en el camino, nos vemos en el descanso.

—Bien—asintió antes de entrar a su salón de clases.

Al hacerlo, sus alumnos se pusieron de pie y comenzaron a cantar una canción de feliz cumpleaños, sonrió en grande e hizo una reverencia lleno de agradecimiento, sobre el escritorio había un pastel de chocolate, su sorpresa fue aún mayor.

—Muchas gracias chicos, no debieron molestarse—dijo cuando estos terminaron de cantar.

—Esperamos que pase un lindo cumpleaños, profesor Kim.

—Lo estoy teniendo chicos, muchas gracias, podemos comer pastel en el descanso, es tiempo de trabajar—rio al ver sus expresiones.

Namjoon recibió llamadas de sus padres, mensajes de sus amigos y felicitaciones de sus compañeros y alumnos, se sentía satisfecho, feliz, era el primer cumpleaños en donde realmente podía sentir que la felicidad genuina estaba en su corazón. Es por eso, que intentó vivir aquel dia como su fuera el último, disfrutando cada minuto.

Como habían acordado días atrás, llegaría a la casa de Jin y Jungkook para una comida de cumpleaños, él no lo quería así, pero ellos habían insistido. Se arregló un poco, aunque con el pijama era imposible, había tenido que explicarle a sus superiores lo sucedido, lo bueno es que usaba buenas pijamas.

Viajo en su bicicleta, porque hacia buen tiempo y quería disfrutar el día haciendo lo que más le gustaba. No escatimó en tiempo, miró el paisaje y tomó su camino a la casa de Jin.

—Namjoon, felicidades, pasa—dijo Jin con una sonrisa cansada, sus ojos estaban ojerosos.

—Hola Jin, gracias—recibió el abrazo con cariño—. ¿Todo bien?

—Ya lo entenderás—rio de forma macabra.

Namjoon puso los ojos en blanco antes de entrar a la casa. Al hacerlo y dejar sus cosas en el perchero, recorrió el pasillo a la sala, de repente, un niño pequeño que estaba jugando debajo de la mesa de centro se volvió para verlos, se levantó y corrió a sus brazos.

—¡Tío Namjoon, feliz cumpleaños!

Namjoon lo elevó en brazos y le sonrió con cariño. —Gracias Niki, vaya que estás grande, ahora eres todo un hermano mayor.

—El bebé sólo llora y hace popo—rio de forma infantil.

Gritos se escucharon en la cocina, seguido de unos correteos, Taehyung y Hoseok llegaron a abrazarlo al mismo tiempo.

—¡Felicidades! —dijeron al unísono.

—Hey mi hijo está ahí—dijo Jin con los brazos cruzados.

Los chicos se separaron de Namjoon y sólo así este pudo bajar a Niki, quien corrió de vuelta a su dibujo debajo de la mesa.

—Gracias chicos.

Jungkook llegó a la sala, llevando en brazos al pequeño de días, Yuta, quien parecía estar plácidamente dormido.

—Feliz cumpleaños Nam.

—Gracias Kook. ¿Qué tal todo?

Jungkook bufó. —No duermo, me duele la cabeza, odio la luz y a Jin y sus chistes malos.

—Igual que en el embarazo—dijo Jin soltando una carcajada que despertó al bebé.

—¡Maldición Jin!

SeokJin rodó los ojos antes de acercarse a Jungkook y tomar el bebé, al cual trató de calmar.

—¿Y Yoongi? —preguntó mirando alrededor.

—No tarda, dijo que pasaría por unas cosas. Hay que hacer la parrillada.

Hoseok tomó las pinzas. —Tengo hambre. Es mejor que nos demos prisa.

Namjoon aceptó, eso le ayudaría a su alfa a controlarse para que no estuviera ansioso por la llegada de Yoongi y su bolita de algodón.

—Todo parece estar marchando bien ¿No Nam? —preguntó Hoseok quien cortaba pedazos de carne ya marinada.

—Muy bien Hobi—le regresó la sonrisa—. Tú también pareces estar pasando el mejor de los momentos ¿Hay algo que quieras contarme?

Hoseok miró alrededor, asegurándose de que nadie estaba cerca mirándolos o escuchando.

—Creo que es momento, lo he pensado y creo que estoy listo.

—¿Listo? ¿Para qué? —preguntó con una ceja alzada.

—Quiero proponerle matrimonio a Tae, estoy listo para dar el paso, estoy emocionado.

Namjoon podía corroborar en sus ojos cada una de sus palabras, porque era verdad. No pudo estar más feliz por él, porque como su gran amigo sabía bien que su relación con Taehyung era tan dulce y agradable, que ellos eran tan felices juntos. Se acercó para darle una palmada en su espalda y soltó una carcajada.

—Entonces, felicidades, tienes todo mi apoyo, apuesto a que va a llorar como un bebé, serán muy felices.

Hoseok asintió. —Maldición, claro que sí. Sé que a su lado seré el hombre más feliz del mundo. Al final el amor tiene formas extrañas de aparecer ¿No lo crees?

—Dímelo a mí, que estoy a punto de tener un bebé con mi mejor amigo. Las cosas se ponen interesantes.

La conversación sobre las ironías del amor continuo, hasta que escuchó el timbre, se puso alerta, camino al interior de la casa y vio como Yoongi ingresaba, pero no solo, sino que estaba acompañado de un chico pequeño y rubio.

—Hola—dijo al verlo—. Traje a Jimin.

Namjoon lo fulminó con la mirada, él no olvidaba que este había robado su primera patada de bebé.

—Traje un regalo Hyung, felicidades—se acercó para tenderle la caja.

—Gracias Jiminie adelante—aligeró el gesto, Jimin era demasiado tierno para que alguien pudiese estar molesto con él.

—¿Tienes un buen cumpleaños? —preguntó Yoongi acercándose a él—. ¿O se repite lo de la mañana?

—Eso lo mejoraría, al cien por ciento.

—Llegando al departamento, podemos divertirnos mucho.

—Maldición Yoongi, eres excelente dando regalos de cumpleaños.

El pálido rio antes de rodar los ojos, Namjoon lo tomó de la mano y lo llevó al patio, su cumpleaños al lado de su omega y sus mejores amigos estaba siendo increíble.









Había sido un cumpleaños muy bueno, tanto que no quería que acabara, pero ahora estaba en el departamento, en la sala esperando a Yoongi, quien había dicho que su regalo estaba por comenzar. Estaba ansioso, en su mente se reproducían muchas cosas pervertidas. Pero todo cambio cuando lo vio salir de su habitación, con una guitarra negra, aquella que nunca tocaba en frente de muchas personas por pena a no hacerlo bien, se sentó en la mesa de centro frente a él y suspiró.

—Soy malo con las palabras, así que hice lo único en el mundo en lo que sé que soy genial y aunque mi voz es mala, haré un esfuerzo, no te rías.

—Yoongi...—dijo impresionado.

—Que no te rías—repitió sin mirarlo por pena.

Sus dedos largos, delgados y pálidos comenzaron a tocar una serie de acordes, era una melodía tranquila y dulce, sonrió al momento, se veía hermoso, con la poca luz de la sala, en esa camisa blanca y ancha, con sus brazos pálidos tocando la guitarra, su rostro tranquilo y sus labios semi abiertos. Estaba siendo lo mejor que había visto en el mundo, no había comparación alguna.

Entonces aclaró un poco su garganta y comenzó a cantar, su voz eta bajita, gruesa y rasposa, como un cantante de rock tocando una balada. Estaba hipnotizado.

El cariño que te tuve en el inicio,
Fue creciendo a través del tiempo,
Yo que nos conocemos,
Pero, para esto es tan nuevo.

No sé ni cómo explicarlo,
Pero mis días a tu lado son más iluminados,
Quiero que sepas que te extraño,
Y que te pienso en todos los sentidos.

Siento que el tiempo era perfecto,
Y el destino hizo sus movimientos,
Ahora que estás a mi lado,
No queiro que te sueltes de mis manos.

Hagamos un mundo perfecto para ambos,
Te siento y te pienso a diario,
Hagamos un mundo de algodones,
Tengamos una historia de colores.

Si algún día los cielos se vuelven grises,
Recuerda que me tienes a tu lado,
Seamos los mejores amigos,
Y tengamos nuestro propio te amo.

Namjoon se quedó anonadado, cada una de esas palabras se clavó en su pecho, era el mejor regalo que había recibido, tanto que quería atesorarlo para toda la eternidad, Yoongi dejó la guitarra a un lado, tomó una enorme bocanada de aire antes de mirarlo de frente.

—Namjoon, creo que más que enamorado, ahora te amo.

Namjoon se acercó, lo tomó de la cintura y juntó sus frentes. —Yoongi, yo también te amo. Gracias, creo que es el mejor regalo que me has dado, bueno, el segundo, el primero es la bolita de algodón.


—No te pongas cursi, mejor bésame.

—Haré de todo esta noche.

—Suena tentador.

Lo besó con fervor, tratando de transmitir en cada uno de sus movimientos, todo lo que sentía, dejando sus cuerpos cálidos y llenos de un sentimiento nuevo, que estaban ansiosos de explorar, porque se sentía muy bien. Estavab felices juntos.


Ya para acabar

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