CSB
No me quería levantar de la cama, mas la voz rasposa mañanera de Jungkook fue mi alarma.
——Levántate ya. ——Sonaba igual de cansado que yo, por más que tuviera mis ojos cerrados, supe que él también recién estaba despertando.
Deslicé mis manos por debajo de la almohada y la abracé, esperando que mi acción dejara en claro que no quería mover ni un solo dedo.
——¿Por qué tiene que ser tan temprano? ——me quejé somnoliento, estirando mis músculos.
——Porque ya le dije a Seokjin que iría al depósito antes de las nueve.
Abrí los ojos con dificultad y lo primero que vi fue la espalda de Jungkook cubierta por una camiseta vieja gris más su pequeño moño despeinado. Probablemente tenía la misma flojera que yo, porque se quedó sentado mirando sus pantuflas por un buen rato.
——Mmm... ¿No podemos ir más tarde? ——pregunté con una pizca de esperanza ——. Se nota que tampoco quieres ir.
——Mmm... Puede ser ——Contrariando sus palabras, Jungkook se levantó de la cama. Pude ver su atuendo completo mientras me daba la espalda. Tenía un short delgado verde de pijama haciendo juego con su camiseta gris. No recordaba cuando se había cambiado de ropa a eso. "Tal vez tomamos demasiado" fue mi pensamiento.
——¿Entonces por qué te estás vistiendo? ——cuestioné al ver como se retiraba los shorts. Abrió su closet con claras intenciones de buscar un jean.
——Tan simple como que quedamos en ello desde un inicio ——suspiró ——. Accedí a beber contigo porque me prometiste que si bebíamos en mi casa y te dejaba quedarte, me acompañarías temprano para abastecer las estanterías del bar. Ahora ven, mueve el culo.
Realmente no tenía ganas de levantarme.
——¿No me puedo quedar aquí? ——insistí ——. Ve tú y yo te caliento la cama hasta que vuelvas con el desayuno.
Jungkook giró con una expresión aburrida hacia mí, yo le guiñé el ojo destapando las sábanas, exponiendo mis piernas.
Él se rió.
——No es ni un poco tentador, ¿sabes? Ahora levántate y cámbiate, que sino, olvídate Soobin, nunca más ——amenazó y siguió vistiéndose.
——Aish, eres un aburrido ——le dije y de una vez por todas me paré, a punto de imitar sus acciones ——. ¿No te duele la cabeza?
——Hmm... ——se burló ——, ¿le estás preguntando al dueño de un bar si tiene resaca?
Jungkook ya estaba casi vestido. Yo seguía sentado en la cama, probablemente debía apresurarme si no quería ganar otro reclamo. Busqué mi pantalón en el suelo y lo encontré.
——Tu lógica tonta no aplica para todos ——También encontré mi camiseta, porque la que tenía puesta era suya ——. Y ya sé que eres un meta humano que nunca le pasa nada ——me burlé ——, lo decía por la falta de sueño. Hemos dormido como tres horas.
——¿Y? Yo estoy perfecto ——Después de checar su look final de camisa informal y jeans en el espejo del clóset, se giró hacia mí ——. ¿Por qué? ¿Te sientes cansado?
——No, yo estoy acostumbrado.
Como el buen estudiante trabajador que era, estaba acostumbrado a sobrevivir con siestas de media hora.
——¿Entonces por qué lo dices?
——Yo no soy vikingo, dame una aspirina ——le pedí.
Tomar mucho nunca me funcionaba
Jungkook sonrió entre burlón y cariñoso, asintió.
——Así que era eso, bebé, debiste decirlo desde el principio ——dijo burlón, yo intenté tirarle una almohada, lamentablemente fallando, pues le di a la puerta ——. Compro tu pastilla y vamos, pero de que vienes conmigo, eso no se discute, ya te invito el desayuno allá.
——Amo tener sugar ——reí.
——Si quieres seguir gozando de esos beneficios, cámbiate y párate. Ese bar no sé sostiene solo.
Exhalé cansado. Jungkook tenía razón. No tuve otra opción que hacerle caso.
Cuando llegamos a la calle donde era ese supuesto depósito, sentí un escalofrío recorrerme.
Podía ser el clima que últimamente era gélido incluso aun así fueran las 8:00 am, no obstante, yo sospechaba que era por el tétrico callejón al que me había llevado.
—¿Aquí es? —Señalé con desconfianza la entrada de dicho angosto callejón.
—Aja —dijo con simpleza, entrando.
Desconfiado, lo seguí por el camino de mala muerte; le digo así porque a eso olía.
—Dios, ¿qué es esto? —Asqueado cubrí mi nariz con mi chaqueta —. ¿A dónde mierda me llevas?
—A trabajar.
—No me digas que de aquí vamos a recoger tu mercancía.
En vez de responder, entró por una puerta vieja y gruesa de metal. Me quedé con la palabra en la boca viendo la puerta. Entendí que, si no iba yo, me quedaría ahí, así que eso hice.
Para mi sorpresa, dentro ya había muchas personas, tal vez unas quince. No era más que una capilla abandonada, remodelada para tal uso; ladrillos y un techo curvo, en sí bastante espacioso. En pocas palabras, era un supermercado de solo bebidas alcohólicas y algunas otras estanterías con gaseosas, jugo, etc.
—Esto no es legal, ¿verdad? —deduje.
—¿Importa? Trae un carrito, están en una de las esquinas.
Insatisfecho por la ausencia de una respuesta, fui a buscar para ahorrarme sus molestas expresiones. Cuando llegué a dicha esquina fue bastante gracioso, pues me respondí mi propia duda yo solo al ver que esos carritos por los cuales Kook me había enviado, eran de diferentes supermercados de Seúl.
Jungkook estaba en cosas oscuras, no era narco ni nada, pero definitivamente tenía sus contactos. Nunca quiso hablar de ello para supuestamente protegerme, y estaba bien, porque de todas formas yo tampoco quería meterme en esas cosas.
—Eres todo un criminal, eh —le dije llevándole el carrito. De inmediato dejó en este las botellas que ya venía cargando.
—Nueve años de amistad, ¿por qué crees que nunca te traje aquí hasta hoy? Eres un bebé. Namjoon tenía que ayudarme a llevar las cosas, pero el idiota se resfrió. Oh, y no te preocupes por lo demás, no hay vándalos aquí, solo es reducir costos innecesarios.
Podía ser mentira o no, para ser honesto me daba igual.
—Increíble —suspiré
—Mira el último mensaje que te envié —Saqué mi celular y lo hice —. Busca todo lo de la lista y ponlo en el carrito.
—Bien.
Me puse mis audífonos, mi playlist y empecé con la tarea. Cada uno estuvo en los suyo por unos diez minutos hasta que Jungkook me tocó el hombro para preguntarme algo, me quité un audífono para escucharlo.
—Después de esto, ¿qué planes tienes?
— Pues nada, terminar unos pedidos de retratos en el departamento.
—¿No quieres ir a comer?
—Podemos ir luego, sí.
—Bien, terminemos esto rápido, llevamos las bolsas al carro y en lo que dejo todo en el bar, en el camino vamos por algo rápido para el desayuno, de ahí te dejo en tu depa. ¿Plan?
Jungkook me facilitaba la vida mucho, sonreí, un poco.
—Plan.
—Ya terminé, ¿cómo vas con la lista? —Jungkook preguntó, mas no le respondí. Minutos atrás me había llegado un mensaje que me dejó idiotizado, ansioso y... pensando. No sé cuánto tiempo más me estuvo intentando hablar —. Reacciona. Idiota. Te estoy hablando. Carajo, ¿qué te tiene así?
De pronto sentí que me arrebataron el celular de las manos. Y por supuesto que leyó el mensaje.
—No vas a ir —declaró.
—Devuélveme mi celular.
—No, porque le vas a confirmar, y tú, Choi Soobin, no vas a ir.
—Solo me quiere devolver mi polera, Kook
—Es una excusa y lo sabes.
—Sabes que Kai no es así.
—No lo digo por él, lo digo por ti. ¿Para qué vas a ir a su casa?
Su comentario de mierda me molestó más de la cuenta.
—¿Què mierda piensas que voy a hacer?
—En ningún momento mencione eso —habló tranquilo —. No quiero que vayas porque sé que si vas, intentarás arreglar la cosas con él.
El silencio que guardé, me vendió.
—Soobin —exhaló —, él fue claro al pedirte su espacio. Respeta eso.
—Él fue quien me llamó, yo no. Todo este tiempo he respetado justo eso, su espacio. He querido ir a disculparme y arreglar las cosas desde hace meses y no lo he hecho porque lo estimo y respeto, sabes eso, entonces no sé a qué viene tu maldito comentario.
—Tú no sabes por qué te está llamando en realidad.
—Dice explícitamente en el mensaje la razón, dudo que intente algo más, sabes cómo es él.
—No lo conozco, pero incluso si tú sí, igual no sabes con seguridad lo que vaya a pasar si vas.
Había un ataque escondido en esa afirmación, yo no era tonto.
—¿Estás llamándome indirectamente débil de voluntad?
—Déjame recordarte que el que decidió terminar las cosas fue él, por su salud mental. Si incluso solo quisiera devolverte la polera, tú lo arruinarías por tu insistencia de terminar en "buenos términos", y no Soobin, hay veces que es mejor no volver a tocar la herida.
Me dolió. Carajo, ¿por qué tenía que conocerme tan bien? A veces lo odiaba. Callé y bajé la cabeza, tenía razón, yo necesitaba enmendar las cosas.
—Yo... solo quiero que esté bien... —Incluso solo pensar en ello me instalaba una tristeza diferente.
—Yendo a verlo no es la mejor forma —Supuse que Jungkook captó mi tristeza, le agradecí internamente que ahora dijera las cosas con dulzura y comprensión —. Ha pasado muy poco tiempo. Hiciste lo correcto al alejarte... Sé que la culpa te consume y eres demasiado bueno como para dejar las cosas ahí, pero hazme caso esta vez, es mejor que no vayas.
—Pero si él me llamó... —Vi mis pies, odiando sentirme vacío.
—Probablemente porque de alguna forma u otra se enteró de que Yeonjun despertó.
—Yo... y-ya no sé.
—Soobin —Me tomó de los hombros y me hizo verlo fijamente —. El chico estaba destrozado cuando te suplicó que lo dejes en paz, renunció a su trabajo por tu culpa, ¿qué tan mal tiene que estar alguien para ir a suplicarle a un extraño que su amigo no lo busque? Vino hasta conmigo...
—No ayudas con el tema de la culpa, amigo.
—Sabes que tengo razón.
Ante mi silencio, rodeó mis hombros con uno de sus brazos.
—¿Y si solo dejas la polera ahí?
—No puedo.
—¿Por?
—Fue el primer regalo que me hizo Yeonjun, es importante.
Iba a decir algo, pero no lo dejé.
—Y no Kook, antes de que digas algo, esa polera es muy importante para mí. Puede que tengas razón, pero no hay posibilidad de que la deje.
Suspiró, y eso me aseguró de que no presionaría más.
—O sea que irás de todas maneras
Asentí decidido, Kook me vio exasperado volvió a exhalar.
—Bien, si ese es el caso, apurémonos.
Subimos al carro y nos abrochamos el cinturón. Con cada segundo que pasaba me sentía más decaído porque mi cerebro inútil no podía pensar en otra cosa.
—¿Todo bien? —preguntó.
—Yo... lo pensé bien y no iré hoy. Quiero prepararme mentalmente para verlo y para pensar en lo que le voy a decir.
—¿Cuándo entonces?
—El miércoles.
Se formó un pequeño silencio, tenso, por el tema.
—¿Le dirás a Yeonjun sobre él?
No había punto en ello, primero tenía que devolver la confianza a nuestro lazo. Iba a recuperarlo.
—Todavía es muy pronto.
> "Soobin hyung, espero no molestar, sé que habíamos quedado en algo, pero estaba limpiando mi habitación y encontré tu polera en una parte profunda de mi clóset. Pensé en no decirte nada, pero no estaría bien, te escribo por si quieres pasar por ella en los siguientes días...
< Kai, espero te encuentres bien. Iré el miércoles, ¿te parece?
> Está bien, nos vemos el miércoles, hyung.
Nota:
Editar desde laptop es tan horrible. Estaré escribiendo para distraerme del trauma del sábado XD. Se vienen secretos oscuros y turbios. Beso, los adoro.
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