Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CSB

No pude evitar llorar.

Cuando vi sus ojos abiertos, parpadeando, yo...

Mi corazón se detuvo, se estrujó, saltó y se volvió loco, arrastrándome a la locura junto a él. Cosquillas por todo mi cuerpo, como si hubieran mil globos pequeños flotando en mi interior.

Fue el mejor momento de mi vida, después de conocerlo claro.

Sabía que la tristeza podía hacer que te desmayaras porque me había pasado cuando me enteré de que mi niño tal vez nunca despertaría de nuevo, pero jamás imaginé que podías tener ese mismo sentimiento causado por genuina y apabullante felicidad.

Corrí hacia mi casa. Yo chocando con personas que me dedicaban malas miradas, mis lágrimas siendo arrastradas por la intensidad contraria de la corriente del viento debido a mi velocidad.

Tenía que llegar, recogerlo y entregárselo como si mi vida dependiese de ello. Volver a abrazarlo. Lo necesitaba tanto...

Y vaya, había sido un año de tanto dolor para mí, que verlo despierto se sintió como otro maravilloso sueño, uno donde no hubiéramos intentado ser esos adolecentes enamorados de película, escapando de nuestras obligaciones, uno donde jamás hayamos subido a ese coche, uno donde no hubiera sufrimiento ni dolor para ninguno.

Probablemente ese sea el único momento que me gustaría borrar con él. Olvidarlo, como si nunca hubiera ocurrido.

Lo que no sabía era que Junnie ya había cumplido eso por mí.

El cuadro envuelto en papel de regalo azul, su favorito, siempre estuvo apoyado en mi escritorio, esperando. Dándome la esperanza y la fuerza para no rendirme cada vez que lo viera. Toda esa fuerza de voluntad y toda esa resiliencia por fin valía la pena.

Tomé el cuadro, mi cuerpo hormigueando por la necesidad de volver a verlo y decirle, sabiendo con certeza que me escucharía esta vez, cuánto lo amaba y cuánto me aterró la idea de haberlo perdido ese maldito día de verano. Iba a decirle tantas cosas. Oh dios, mis manos estaban temblando.

Cuando salí de casa, volví a correr libre como si estuviera en un campo, seguía llorando y también estaba riendo al mismo tiempo. La gente me miraba como si fuera un enfermo, y tal lo estaba, enfermo de amor. Y es que no podía detenerme.

Frené en seco cuando con mi vista periférica, capté una florería. Era como si el universo, después de haberme hecho infeliz un año, estuviera recompensándome.

Inmediatamente, busqué con la mirada al tulipán rojo más grande y bonito que hubiera. Su flor favorita.

Con el tulipán y el cuadro en mano, troté hasta el hospital de regreso.

Oh, estaba seguro de que me veía como esos chicos enamorados de películas adolescentes. ¿Adivinen qué? Lo era, y corría sin importarme nada más que mi final feliz, nuestro final feliz.

Subí al tercer piso del hospital en el ascensor como me había acostumbrado a hacer mínimo una vez al día todo el año pasado, a mirarlo y rezar cuando tuviera poco tiempo por la universidad, o a leerle un libro o comer con él cuando tuviera más que unas horas libres. No veía la hora de sacarlo de ese lugar cargado como a una princesita, él riendo avergonzado en mis brazos.

Salí del ascensor y observé al otro lado del pasillo a los Choi. Por la emoción cegadora no me fijé en sus rostros preocupados, solo troté hasta allí, una vez fuera del lugar intenté acercarme a la puerta, pero sus padres me detuvieron de entrar, pusieron sus cuerpos como barrera, y con mi sonrisa confundida esperé que entendieran lo desesperado que estaba por hablar con él.

——No puedes entrar aún, Soobin.

Regulé mi respiración agitada por haber corrido tanto y lentamente fui bajando el cuadro y aquel tulipán rojo como la sangre.

——¿Qué pasa? ——les pregunté en una ligera risa. Sus rostros ya no tan felices como vi minutos antes, me instalaron una ansiedad que devoró todo lo bonito que estaba sintiendo antes.

Compartieron una mirada afligida antes de que su madre respondiera.

——Yeonjun despertó con amnesia.

——No recuerda nada del accidente ——añadió su padre.

Eso era bueno, ¿no? Yo también hubiera querido olvidar ese evento tan traumático para los dos. Saber que él ya no sufriría por eso me devolvió la sonrisa.

——Eso es asombroso. No tiene que recordar cosas dolorosas. ¿Puedo pasar? ——Miraba esa puerta con una intensidad que sentía podría abrirla con tan solo mi fuerza de voluntad. Quería verlo, abrazarlo, mi cuerpo cosquilleaba por hacerlo y asegurarlo entre mis brazos.

——No, Soobin. No entiendes ——Fijé mi vista en ella, negaba con la cabeza ——. Él ha perdido muchos de sus recuerdos ——musitó, su voz trémula.

——Desde el 2018 ——murmuró cabizbajo su padre.

2018.

2018.

Yo conocí a Yeonjun en un frío invierno del 2019.

No sé si alguna vez han experimentado la sensación donde sienten que su alma abandona su cuerpo. Eso me pasó a mí, y créanme que no es lo más bonito.

Creí que los días en los que sentía una presión asfixiante en el pecho desaparecerían, pero cuan equivocado estuve. Vendrían peores.

No sé cómo, pero encontré mi voz para pronunciar algo, apenas.

——¿Él no me-

——No te recuerda, Soobin. Lo siento tanto...

El tulipán cayó de mi mano. Antes de poder limpiar mis lágrimas de felicidad, esas se mezclaron y eventualmente fueron reemplazadas por nuevas de tristeza, dolor de nuevo.

¿No me recordaba? ¿Por eso se veía tan asustado cuando me vio?

No sentía fuerza en las piernas, alguien me sostuvo de la cintura y me ayudó a sentarme en una de las sillas que estaban cerca de la puerta.

Observé el tulipán en el suelo sin expresión alguna a pesar de las lágrimas, sintiéndome muerto por dentro, luego no pude hacerlo más porque veía todo borroso por las mismas. El cuadro pesaba más que nunca en mi mano y el nudo en la garganta que me asfixió fue el peor que sentí en muchísimo tiempo.

¿Cómo podría haberse olvidado de esos maravillosos dos años?

Donde hicimos click al momento de vernos a los ojos, ¿cómo podías haber olvido todo lo que vivimos, mi amor? ¿Por qué?

Escondí mi rostro entre mis manos que ahora temblaban por una razón diferente. Sollocé en silencio.

Sentía una mano delgada y pequeña acariciarme el cabello mientras esto pasaba.

Tal vez el universo no quería que fuese feliz después de todo. Pero ilusionarme de esa forma fue un poco cruel señor, ¿no lo cree?

Me construí y me rompí el mismo día.

Pero tú no me olvidarías jamás, yo lo sabía. No había forma en la que tú de verdad borraras mi existencia de tu cabecita y corazón. Era cuestión de días, tan solo en unos días volverías a llamarme bebé y tendríamos unos de esos reencuentros de película, porque estaba cansado de llorar solo, Yeonjun. 

Quería que me recordaras, eso esperaba.

Por mi propio bien no debí esperarlo tanto. De verdad no debí hacerlo.

Esperé afuera una hora entera, me bastó para calmarme.

——¿Cómo te sientes? ¿Necesitas algo? ——Escuché a la que era mi suegra decir, su mano en mi espalda sobando con cariño. Joder, quería seguir llorando hasta que fuera yo el que cayera en coma, pero no había punto en ello.

No sé muy bien porqué, pero reí, tal vez por lo increíble de mi triste situación.

——El chico que amo no sabe quién soy. ¿Cómo más voy a estar?

En ese momento, el doctor salió de la sala y pidió que sus padres entraran.

Ellos lo hicieron, no antes sin decirme que harían lo posible por ayudarme. Que también tendría mi momento para hablar con él.

Lo quería más que mi vida y también me asustaba como la mierda.

El tulipán estaba de nuevo en mi mano, acaricié el papel en el que estaba envuelto.

Por favor, recuérdame.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro