Habían pasado tres clases y faltaban solamente 15 minutos para que fuera medio día, lo que signficaba que en 15 minutos iría a verme con Alex. Lo que también significaba que debía pensar un lugar a donde ir y pronto.
Alex tenía razón, no había un tal lugar especial. Odiaba este pueblo y a todos los lugares en él, ni siquiera lo conocía bien del todo.

«¿Y si sólo vamos al cine?...»
«¿Con qué dinero, Samantha?
«Quizás ir a mi casa entonces...»
«¡Oh, claro! ¿Y que sepa dónde vives para que luego vaya a acosarte por la noche? No lo creo.»

«Bueno, ¿y entonces qué sugieres?»
«Sugiero que dejes de hablar contigo misma y consigas amigos para obtener consejos reales.»

Solté un gruñido y estrellé mi cabeza contra mi escritorio. Ahora faltaban solamente 7 minutos y no tenía ni idea de a dónde ir.
Volteé a ver a mi compañero de al lado y observé que mensajeaba con otro compañero que se encontraba al otro lado del salón. No, esperen, estaba mensajeando en un grupo, un grupo con la mayoría de los de mi clase. El chico entró a su galería y envió un meme al grupo, observé a mi alrededor y noté como algunos reían mientras observaban su celular.

«¿Hacen esto todo el tiempo? ¿Por qué nunca lo había notado?»

Continué espiando disimuladamente, quería saber sobre qué hablaban los idiotas de mi clase.

"Tris: Supiste lo de Lara?? ._.

Q cosa???

Mike: Jajaja aun no se entera 😂

De que hablan? 😒

Tris: Lara encontró a Tony con otra chica 😈

Sophie: Esperen...Lara es la novia de tony!?... o.o

Mike: Ese Tony es todo un campeón 😂😎

Y qué dijo cuando los vio?!!jajaj

Tris: No seas idiota Mike 😑

Mike:😑

Sophie: Creí que Tony salía con la rubia... .-.

Mike: Esa es su amante

Tris: Correxion, Era* 😂  "

«¿"Correxion"? ¿En serio?
¿Por qué demonios escriben como retrasados?...

...¿Y quién coño es Lara?»

Como sea, eso no importa. No puedo creer que hayan tenido un grupo con la mayoría y ni siquiera se hubieran molestado en preguntarme para entrar. Es decir, de todas formas me hubiera salido de él.

El timbre sonó, interrumpiendo mis pensamientos, y todos se levantaron en un dos por tres.

—Nos vemos mañana, ¡no olviden traer las páginas del libro resueltas! —dijo la profesora.

«¡Mierda! ¡Esos idiotas y sus problemas de zorras me hicieron perder el tiempo!
¿¡Ahora a dónde llevo a Alex?!»

Salí del salón y la voz de Alex me detuvo en la puerta.

—¿Lista para irnos? —dijo sonriendo.

«¡Maldición! Esperaba tener más tiempo para pensar.»

—Uh, sí. ¡Claro!... —dije nerviosa.

Comenzamos a caminar hacia la salida del instituto.
Hacía calor, no era sofocante, pero vaya que hacía calor.

—Siempre he odiado el calor —dije para hacer conversación.

—¿Ah, sí? Yo también. De hecho prefiero estar en la nieve a estar en la playa.

—Tú siempre andas ese abrigo puesto, ¿cómo es que no tienes calor?

—No lo sé... —rió de forma nerviosa— Es la costumbre, creo.

Llegamos a la salida del instituto y el sol brillaba como nunca, pude sentir cada rayo sobre mi piel y tuve que tapar mi mirada con mi mano.

—¿Y... a dónde me vas a llevar?

Sonrió de forma traviesa.

—¡Ya verás!

«¡No tengo idea! Ojalá y ocurra un terremoto para no tener que ir.»

Comencé a caminar hacia la parada de autobús y Alex me detuvo.

—¿A dónde vas? —encogió sus hombros confundido.

—Hum... ¿Al autobús...?

—Olvidas que yo tengo un auto.

—¡Cierto! Que idiota.

—¡Nah! Sólo eres despistada —Sonrió.

Caminamos al estacionamiento y unos metros antes de llegar al auto, Alex sacó las llaves y abrió las puertas.

—"¡Piu, piu!" —dijo imitando el sonido de la alarma.

Solté una pequeña risita y él me la devolvió.

Llegamos al auto y abrí la puerta del copiloto, entré, acomodé mi bolso en el suelo y me senté.
El auto estaba bastante limpio, pero debido al calor se hacía insoportable estar allí.
Alex entró y se sentó en el asiento del conductor, cerró las puertas y se puso el cinturón.

—Tienes que abrochar tu cinturón, Sam. ¡Podrías salir volando!

Obedecí a su petición y abroché mi cinturón.
Alex encendió el auto y puso el aire acondicionado.

—¿Quieres oír música?

—Claro, ¿por qué no?

Alex encendió el radio y un leve jazz que parecía música de elevador comenzó a sonar.
Esperé a que pusiera un disco o cambiara de emisora, pero al rato me di cuenta de que eso no iba a pasar y que de hecho Alex estaba disfrutando la música.

—¿Eso escuchas normalmente?

—¿Qué tiene de malo? —dijo riendo.

—Creí que escuchabas trash metal o algo así.

Alex soltó una carcajada.

—¿Que sólo porque visto de negro ya me debe gustar el rock?

—No lo sé, no tienes pinta de escuchar la misma música que mi abuelo.

—Tu abuelo tiene buen gusto.

—Tiene como 90 años y usa pañal.

—Aún así tiene buen gusto.

Alex sacó el auto del estacionamiento y comenzó a conducir.

—¿Hacia dónde, capitán? —dijo con voz de pirata.

—Hum... Sigue directo y te diré cuando doblar.

—¡A la orden!

Tenía que pensar a dónde llevarlo. 
Comencé a recordar en todos los lugares que alguna vez estuve y ninguno era adecuado para la ocasión.
Sabía que tenía la opción de admitir que no había ningún lugar, pero eso era admitir que estaba, de cierta forma, celosa.

Llegamos a una intersección y había un camino hacia la izquierda y otro hacia la derecha.

—¿Hacia dónde? —preguntó Alex.

«¿¡Qué hago?!¡No sé hacia dónde lleva ninguno de los caminos!»
«¡Eso te pasa por aceptar salir!»
«¿Qué más iba a hacer?»
«¡Ignorarlo!»
«¡¿Y cómo voy a saber qué demonios ocurrió con la mochila?!»
¡Qué importa la mochila! Si él tiene problemas no te incumbe.»
¡Pero me metió en el asunto cuando utilizó mi nombre! ¿Esperas que lo deje así?»
«¡Yo qué sé! Sólo soy una voz en tu imaginación que utilizas para pensar mejor. Básicamente soy "tú" y tú eres "yo".»
«¡Y aún así no eres de ayuda!»

—¡Sam, despierta! Hay autos esperando detras de mí.

—¡Derecha! —dije atropelladamente y Alex viró hacia donde indiqué.

—¿Por qué demonios gritas?

—¿Lo hice?...

—Eh, sí.

« Lo siento, estaba peleando conmigo misma.»

—Perdón, creo que se me subió la adrenalina por un momento.

Alex soltó una risa e hizo un gesto que decía claramente que no entendía de lo que hablaba pero que no le daría importancia.

—Bien... ¿Ahora hacia donde?

—Pues... Vira a la derecha.

—No tienes idea de a dónde ir, ¿verdad?

—¡Sí sé a dónde vamos!

—No, no lo sabes.

—¿Por qué estás tan seguro?

—Sólo pon atención. —dijo señalando la carretera.

El auto avanzó unos metros, y al virar a la derecha, Alex avanzó unos 15 metros más sólo para quedar estacionados frente al Instituto.

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Lamento informar a todos los que hayan leído hasta aquí, que esta historia será descontinuada.

¿En qué terminaba la historia?

Alex tiene una hermana gemela, la cual conoció hasta que tuvo la edad de 14 años, pues sus padres, divorciados, nunca los presentaron. Al conocerse, inmediatamente se vuelven inseparables, pero ella no es como Alex, ella tiene un aura macabra que Alex parece ignorar a pesar de obvias actitudes.
Ellos continuaron viéndose a escondidas de sus padres, pues se entendían mutuamente, y a la larga, un romance incestuoso nace entre ellos dos.
Un día, su hermana le pide a Alex ayuda con urgencia, ha matado a una chica.
Alex, quien está rendidamente enamorado de su gemela (y ella siendo manipuladora y sacando provecho de ello), la ayuda sin dudarlo.
Su gemela finge un suicidio y así desaparece del mapa.
Él huye de casa.
Para ocultar a su hermana (que ahora vive con él, lejos de ambos padres) propone la idea de que ella corte su cabello y utilize su ropa, así mismo como utilizaría
su identidad.
Ahora ambos son Alex, a partir de ahora son uno solo.

Ella fue quien robó la mochila de Sammantha.
Ella es quien actúa de forma extraña en el lugar de Alex.
Pero su gemelo, al estar enamorado de ella, no se da cuenta de lo verdaderamente tóxica que es.

Poco a poco se enamora de Sammantha y ella abre sus ojos ante su realidad.

Juntos deberán luchar para huir de su gemela, violenta, celosa y con rasgos psicóticos, y entregarla a la policía para que Alex pueda volver a casa, Sammantha pueda dejar de caminar con temor a ser acosada y ambos puedan ser libres y estar juntos en paz.

"We Lost the Hope"
-Zanahoria Rosa.