Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

꥟ | Capítulo 8

⋆ ˚。⋆୨ ʚɞ ୧⋆ ˚。⋆

La mañana era fría, con algunas gotas de lluvia, pero eso no detendría a Mina y Chaeyoung de hacer compras para desayunar juntas. Para Mina, había sido una buena decisión quedarse con Chaeyoung. La compañía de la chica le parecía más reconfortante de lo que había imaginado.

— ¿Qué te parece el pan integral? — preguntó Chaeyoung, ofreciéndole un trozo de pan de degustación.

Mina aceptó, abriendo con timidez su boca y recibiendo el trozo que Chaeyoung le tendía con su mano.

— No está mal. Creo que nunca lo había probado — respondió Mina, sorprendida por el sabor.

— ¿Y qué tal un poco de queso de cabra?
— se cuestionó Chaeyoung, mientras metía el trozo en una bolsa.

— ¿Cómo sabes tanto sobre todo esto?
— preguntó Mina, curiosa.

— Mi mamá era chef, tenía un restaurante. Desde pequeña crecí entre la comida y la música. Supongo que eso responde tu pregunta — dijo Chaeyoung con una leve sonrisa.

— ¿Debo suponer que cocinas increíble?
— preguntó Mina, divertida.

— No te hagas muchas ilusiones — rió Chaeyoung. — La cocina no es mi especialidad, pero puedo intentarlo por ti.

...

Después de unos minutos de compras, regresaron al departamento, donde la lluvia había comenzado a caer con más fuerza, creando una atmósfera tranquila y acogedora.

— Entonces... ¿por qué estás soltera? —preguntó Chaeyoung, apoyada en la isla de la cocina, mirando a Mina con interés. — Solo si deseas que lo sepa, claro — se apresuró a añadir, no queriendo parecer invasiva.

— Bueno — comenzó Mina, pensando en cómo contar su historia sin hacerla sonar demasiado triste. Se apoyó en la encimera de mármol detrás de ella. — Ella y yo nos conocimos en la universidad, y tiempo después comenzamos a salir. Luego le ofrecieron un trabajo, pero eso implicaba irse a Estados Unidos. Por supuesto, aceptó. Tuvimos una relación a distancia, pero las cosas dejaron de funcionar y hace un par de días me pidió que termináramos porque conoció a alguien más.

— Wow, eso suena bastante triste — comentó Chaeyoung, con un tono suave, reflejando empatía.

— ¿Y tú? — preguntó Mina, cambiando de tema, queriendo saber más.

— Mi historia es un poco más larga, pero espero no aburrirte —rió Chaeyoung. — Nos conocimos en la universidad también. De hecho, él era parte de la banda, pero después de lo que sucedió, los chicos y yo decidimos sacarlo — dijo, soltando un suspiro. — Llevábamos unos tres años juntos, y nuestra relación iba bien. Con la banda también estábamos avanzando. Un día, él propuso hacer la relación más seria... ya sabes...

Mina la miró confundida, esperando que Chaeyoung explicara mejor a qué se refería.

— Tener hijos — dijo Chaeyoung finalmente.
— Yo le dije que no me sentía lista para ser mamá, no todavía. Todavía tengo toda una vida por delante. A él no le gustó mi respuesta y tuvimos una discusión esa noche. Los días siguientes empezó a actuar raro, distante conmigo. Incluso faltaba a algunos ensayos.

Mina la escuchaba atentamente, mientras notaba cómo la mirada de Chaeyoung se apagaba lentamente.

— Una noche, después de un ensayo, regresé directamente al departamento. Estaba tan cansada que lo único que quería era tomar una ducha. Al salir, vi una prueba de embarazo en el basurero. Era positiva, y ahí entendí todo. Él había embarazado a alguien más.

La voz de Chaeyoung se quebró por un momento, pero siguió hablando, sus palabras teñidas de dolor.

— Más tarde, él llegó al departamento. Fui directamente a pedirle explicaciones, con la prueba de embarazo en la mano. No supo qué decir, solo se arrodilló y empezó a pedirme perdón como un idiota. Claramente, lo mandé al carajo. Luego tomé mis cosas y me fui
— Chaeyoung sonrió tristemente, tratando de esconder el dolor detrás de la fachada de humor. — Trágico, ¿no?

Mina la miró en silencio por un momento, entendiendo que las heridas de Chaeyoung todavía no se cerraban por completo. La atmósfera en la cocina se volvió un poco más pesada, pero al mismo tiempo, algo en la conexión entre ellas parecía volverse más fuerte.

— Bueno, ahora te preparé los más sabrosos pancakes de tu vida. Te lo prometo. Fue lo único que aprendí de mamá — rápidamente Chaeyoung cambió de tema, avanzando rápidamente hacia el refrigerador sacando un par de huevos. En ese momento, Mina entendió que Chaeyoung no quería seguir hablando del tema y ella lo respetaría.

Mina miró a Chaeyoung con atención, observando como se movía por la cocina para buscar los ingredientes. ¿Como si quiera alguien se atrevería a dañar a alguien como ella?

— Bien... ¿tú sabes cuál es la mejor manera de partir huevos? — Chaeyoung preguntó, mirando a Mina quien la observaba con cierta curiosidad.

— En realidad no lo sé, casi nunca cocino — rió Mina.

— La mejor manera de romper un huevo es sobre una superficie plana — respondió la menor, dándole un suave golpe al huevo contra la encimera antes de abrirlo con facilidad sobre el tazón.

Mina asintió, apoyándose contra el refrigerador, observando con atención.

— No tenía idea. Siempre pensé que se hacía en el borde de un tazón.

— Ese es un error común — Chaeyoung sonrió con suficiencia mientras batía los ingredientes.
— Si lo haces en el borde, puedes terminar con cascaras en la mezcla.

— Tiene sentido — Mina ladeó la cabeza, divertida por la seguridad con la que Chaeyoung hablaba de algo tan simple como partir un huevo.

La escena tenía un aire cotidiano, pero a Mina le resultaba inusualmente cálida. Había pasado tanto tiempo en una rutina monótona que ahora,  en la cocina de Chaeyoung, se permitía simplemente observarla.

Su mirada se deslizó por su rostro, deteniéndose en sus facciones con más atención de la que pretendía. Su perfil era hermoso: su mandíbula definida, su nariz pequeña y esos labios gruesos que inconscientemente mordía mientras se concentraba en la mezcla. Sus ojos grandes con un brillo particular, y Mina se sorprendió al notar lo hipnotizante que le resultaba cada pequeño detalle de ella.

Antes de que pudiera procesarlo, sus manos se movieron por instinto, rodeando la cintura de Chaeyoung con suavidad. La menor se tensó por un segundo, pero no dijo nada cuando sintió cómo Mina la guiaba hacia la isla de la cocina, haciéndola sentarse sobre la superficie con facilidad.

— Mina... — Chaeyoung apenas logró susurrar su nombre antes de que los brazos de la mayor la rodearan por completo.

No había una razón concreta, solo un impulso repentino que la llevó a inclinarse y unir sus labios en un beso. No era precipitado ni agresivo, pero sí firme, como si Mina hubiese llegado a una conclusión inevitable. Chaeyoung tardó un segundo en reaccionar, sorprendida por la acción inesperada, pero cuando lo hizo, sus manos se aferraron a los hombros de Mina, sintiendo la calidez que la envolvía.

Era un beso que hablaba por sí solo, que no necesitaba explicaciones. Y en ese instante, en medio de la cocina, con los ingredientes aún sobre la encimera y la mezcla sin terminar, nada más parecía importar.

— El fue un idiota por dejar ir a una mujer así
— susurro Mina, separándose por un momento de los labios de la pelinegra.

— Si tú lo dices — respondió Chaeyoung, tirando más cerca de Mina para continuar con el beso.

...

Ambas habían terminado al medio de la sala, tiradas en el suelo y empapadas de sudor por la calurosa sesión que tuvieron.

— Somos unas insaciables — murmuró Mina, besando el hombro desnudo de la menor.

— Oh Dios, por supuesto que lo somos
— comentó Chaeyoung, riendo.

Mina se apoyo con su codo, observando a Chaeyoung quien mantenía los ojos cerrados pero con una ligera sonrisa en su boca.

— Si me pagaran por las veces que desearía estar entre tus piernas, sería millonaria.

— Eres una idiota — soltó riendo. — Pero me encantaría que estuvieras allí abajo en todo momento.

Ambas se ruborizaron, mirándose a los ojos, como si pudieran leerse la una a la otra.

— ¿Puedo preguntarte algo? — preguntó Mina después de unos segundos.

— Lo que quieras.

— ¿Es tu primera vez con una mujer?

— ¿Por qué quieres saber? ¿Tan mal lo hice?
— Chaeyoung solo una risa suave, esperando por la respuesta de la castaña.

— No, no es eso — respondió, jugando con los dedos de Chaeyoung entre sus manos.
— Solo que, después de lo que me dijiste... sobre tu pareja — tomo un suspiro. — Solo responde, por favor.

— Si, es mi primera vez con una mujer — confesó Chaeyoung, observando a Mina con dedicación.

— ¿Y a ti... te atraen las mujeres? — preguntó tímida. Temía que esto solo se tratara de una confusión.

— ¿Tú qué crees? Es la segunda vez que tenemos sexo. Si no me gustaran las mujeres, ¿crees que te hubiera dejado que pongas tus dedos dentro mío?

— ¡Tampoco hables así! — comentó Mina, avergonzada.

— ¡Ah, eres tan tierna! — murmuró, apretando sus cachetes. — Creo que me está comenzando a gustar que te pongas así de tímida.

— No es gracioso... — susurró Mina, revirando los ojos.

— ¡Claro que sí lo es! — respondió Chaeyoung riendo. — Ven acá, fotógrafa — Chaeyoung tiró de ella, haciendo que Mina se recostara en su pecho.

...

Ambas caminaban hacia la puerta; había llegado el momento de que Mina se fuera, y ninguna de las dos quería eso.

— Gracias por este día. Me divertí mucho contigo — dijo Mina, mirando a Chaeyoung con una sonrisa.

— Yo igual, había pasado tiempo sin tener compañía — respondió Chaeyoung, metiendo las manos en los bolsillos mientras la observaba.

Ambas se quedaron mirándose la una a la otra, esperando a que algo más sucediera, pero el silencio entre ellas solo hacía que la despedida se sintiera más pesada.

— Ahora supongo que me iré — sonrió Mina, abriendo la puerta, aunque sin mucha prisa.

— Mina... — Chaeyoung detuvo a la castaña, tomándola por la muñeca. Su impulso fue acercarse a la mayor y besarla con ganas, como si todo fuera una despedida.

Mina, por su parte, acercó a Chaeyoung más a ella, tomándola por la cintura y acariciando sus costados. Poco a poco fue bajando sus manos, hasta una parte a la cual no debía tocar, pero de todas formas lo hizo, apegándola más a ella. Chaeyoung soltó un leve gemido durante el beso, haciendo que Mina sonriera.

— Mejor vete antes que te lleve a la fuerza a mi cama — susurró Chaeyoung, con la respiración entrecortada y los labios aún rozando los de Mina.

— Nos vemos — se despidió con un beso fugaz, desapareciendo por la puerta.

Chaeyoung al cerrar la puerta, se apoyó en esta.
¿Que carajo había pasado en tan solo veinticuatro horas?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro