«Vendré a visitarte en las vacaciones»

Esa fue la promesa que JunMyeon le había hecho cuando, el año pasado, YiXing le contó sobre sus planes de ahorrar para ir a verlo, así que contaba con eso para volver a ver a su querido novio; de esta manera, compensaría un poco no haber podido abrazarlo y besarlo durante casi un año. Pero resultó ser que JunMyeon no podría regresar para las vacaciones, pues su padre quería comenzar a enseñarle el manejo de la empresa para el día en que él ya no pudiera continuar en la cabeza o alguna tragedia temprana pasara. Solo era por si acaso.

—Lamento no poder ir a verte —se disculpó JunMyeon a través del teléfono—. Te extraño mucho, muchísimo, pero se me hace imposible viajar en este periodo.

YiXing se veía cabizbajo con el celular en la mano, la noticia le había caído como un balde de agua fría. Con los labios ligeramente curvados hacia abajo, apretó los tickets de teatro que había comprado para dárselos como regalo de bienvenida a JunMyeon. Su obra favorita había regresado a los escenarios después de diez años, así que YiXing pensó que sería una buena idea darle esa sorpresa. 

Pero la sorpresa se la terminó llevando él mismo.

—No te preocupes, Myeonnie, solo ha pasado un año y aún se siente como si estuvieras aquí —mintió para hacerlo sentir mejor.

—¿En serio?

—Por supuesto —respondió—. Hablamos todos los días por teléfono, hacemos videollamadas e incluso grabamos videos diarios.

—Ya no son tan diarios por mi culpa... —se lamentó—. Termino exhausto entre la universidad y los encargos que me da mi padre para "aprender más". Lo siento mucho.

—Myeonnie, no, no te culpes por eso. Entiendo muy bien que estás ocupado, pero aun así te las arreglas para conversar conmigo en tus tiempos libres.

—Siempre has sido tan considerado.

—Y tú muy diligente. Esa es una de las cualidades que hizo que me enamorara de ti —le oyó reír bajito—. Así que, deja de lamentarte por cosas que no valen la pena. Todavía estamos locamente enamorados, ¿no?

—¡Claro que sí! —respondió animado—. Pero porque estoy locamente enamorado de ti, estoy anhelando estar entre tus brazos otra vez. Estoy en abstinencia sexual por casi un año ya —susurró—. ¿Tú no extrañas mi cuerpo?

YiXing agradeció que solo estuvieran hablando mediante una llamada telefónica, porque su rostro estaba comenzando a arder.

—Yo... uhm... —rascó su nuca por los nervios. No sabía cómo explicarlo para que no sonora tan directo, pero esa parecía la única manera de decirlo—. Me masturbo pensando en ti...

—¿Lo haces? —A diferencia de YiXing, JunMyeon era mucho más abierto con respecto a estas cosas—. Me gustaría escucharte.

—Ah... ¿Ahora?

—Sip. Estás solo en tu habitación, ¿no?

—Uhm, sí...

—Bien, entonces quiero que lo hagas —dijo muy resuelto—. Anda, por favor, hazlo. Extraño escuchar tus gemidos.

—¡Jun! —chilló.

—¿Ya te las estás jalando?

—Nooo.

—Entonces no grites mi nombre si no es en un orgasmo.

JunMyeon sonaba muy decidido a no cortar la llamada hasta que lo escuchara gemir por el auricular. Nunca antes habían intentado esto, por lo que no tenía muy claro qué era lo que debía hacer o cómo empezar.

—Ah... ¿Myeon?

—¿Sííí? —siseó traviesamente.

—Nunca he hecho esto... No estoy muy enterado de lo que debo hacer...

—De acuerdo, voy a guiarte. Pon atención a mis palabras y no pienses en nada más, ¿entendido?

—¿Por qué parece que tienes experiencia en esto? ¿Lo habías intentado antes?

—¡Silencio! Esta también es mi primera vez, pero he visto uno que otro video en internet para ilustrarme —confesó.

—¿Es en serio, JunMyeon?

—¿Me vas a dejar guiarte o no?

No podía echarse para atrás cuando ya tenía los pantalones abajo y estaba boca arriba en la cama esperando a que su amiguito se despertara de alguna manera.

—Bien, te escucho.

—Primero que nada, debes pensar mucho, pero mucho en mí. —A YiXing se le escapó una breve sonrisa y un poco de aire por la nariz, lo cual lo dejó en evidencia—. ¡No te rías!

—No me estoy riendo, es solo que siempre pienso en ti, así que ese paso ya me lo tengo bien hecho.

—Entonces, ¿en qué piensas cuando aparezco en tu mente?

—En lo mucho que te extraño —respondió sincero.

—Uh huh... ¿Y qué más? —La voz de JunMyeon empezó a oírse más ronca y tentadora.

—Y lo mucho que deseo abrazarte y besarte...

—Yo también quiero besarte —dijo entre susurros—. Me gusta lamer tus labios y volverlos tan rojos como el rubí. Se ven apetecibles cuando los muerdo y chupo. Tú te ves tan sexy —jadeó—. Imagina que ahora te estoy acariciando los labios con mis dedos, ¿qué sientes?

Aunque no parecía posible, YiXing se estaba emocionando al imaginar a su novio ahí mismo, haciendo justo lo que le estaba narrando.

Sus labios comenzaron a picar.

—Quiero besar tus dedos, lamer cada parte de ellos mientras me tocas —respondió animado. Había captado a la perfección la atmósfera que JunMyeon había creado.

—Te estoy tocando —dijo—. Estoy descendiendo mis dedos desde tu pecho hasta tu abdomen. Hay un bulto que me está llamando la atención y quiero acariciarlo. Pero primero voy a lamer tus pezones. Están tan duros como seguro lo está tu pene.

El miembro de YiXing había despertado tan pronto como los jadeos de su novio se empezaron a escuchar. Llevó su mano lentamente hacia abajo, trazando el camino que Jun había relatado, y se detuvo en el elástico de sus bóxers. Bajó la prenda con suavidad, revelando su pene erecto que ya comenzaba a gotear.

—Acarícialo por mí, Xing —susurró JunMyeon de forma sugerente—. Despacio, muy despacio, y no dejes de pensar en mí. Imagina que lo estoy lamiendo. Estoy besando toda su longitud, amor. Tienes un pene muy atractivo, lo quiero todo para mí. Ahora lo voy a meter en mi boca. Mmmh... Se siente tan caliente, Xing. Lo necesito dentro de mí, muy dentro, bebé, quiero que me llenes.

Al compás de sus palabras, YiXing acarició su miembro de arriba hacia abajo, imaginando que su mano se trataba de la boca de su novio. Los recuerdos de sus noches más apasionadas se hicieron presentes, en donde ambos se enterraban en el otro durante horas, y esas imágenes solo ayudaron a que el momento se sintiera más vívido.

—Ugh, Myeon, vo-voy a...

—Sí, Xing, hazlo, córrete en mi boca. Córrete para mí, bebé, lo necesito. Quiero escucharte decir mi nombre.

—Ah... Jun... JunMyeon...

YiXing encontró su liberación poco después de haber masajeado su falo tan fuerte y tan rápido. Jamás habría imaginado que encontraría muy placentero tener sexo por llamada, pero ahí se encontraba él, lleno de semen manchando su glande y parte de su vientre. Probablemente, esta había sido la masturbación más satisfactoria que había experimentado en su vida. Había tantos restos blancos encima de él que lo confirmaban; como si no se la hubiera jalado en un año.

Una respiración agitada le siguió a su tan placentera eyaculación.

—Wow... —suspiró con el teléfono en su oreja.

—¿Y bien? —preguntó JunMyeon, alentándolo a comentar sus apreciaciones.

—Eso ha sido...

—¿Increíble?

—¡Sí!

—¿Qué dices si lo volvemos a intentar? —sugirió el coreano.

—Por favor.

••💫••

—El sexting es una puta pasada, hombre, por eso está tan de modo hoy en día —dijo Jackson durante su reunión de chicos, las cuales se llevaban a cabo todos los sábados en la noche.

YiBo y XuKun estaban armando los emparedados en la barra del comedor, que también compartía espacio con la cocina.

—He escuchado que es un servicio por el que se cobra bien —agregó XuKun.

—¿Tú cómo sabes eso? —preguntó YiBo en un tono serio.

—Eso es lo que dicen —respondió el otro alzándose de hombros, y luego tomó una pequeña bandeja para llevar hacia la mesa lo que había preparado.

YiXing sostenía una lata de cerveza mientras los escuchaba. Él y Jackson ya se habían adelantado con las bebidas, y dejaron que los menores hicieran los bocaditos.

—Hay varios métodos —dijo Jackson—. Por llamada telefónica, mensaje de texto o hasta por el chat de cualquier red social. El punto es abrir tu imaginación y estar muy dispuesto.

—¿Por qué estás preguntando esto, gē? ¿Estás pensando en hacer sexting con Myeonnie gē? —preguntó XuKun ganándose un golpe en el hombro por parte de YiBo—. ¡Auch! ¿Por qué me golpeas?

—No le des ideas sucias a mi primo —le reprochó YiBo.

—Hermanito, ¿puedes dejar de ser tan cavernario? —dijo Jackson—. Es obvio que YiXing y JunMyeon se extrañan y quieren mantener viva la llama de su amor. Déjalos vivir su sexualidad como ellos quieran.

YiBo bufó y rodó los ojos.

—Entonces, ¿eso ayudará a acortar la distancia entre ustedes? —preguntó el menor.

No estaba seguro de eso, pero YiXing por fin había visto un poco de luz después de tantos días sin poder hacerle el amor a su novio como quería.

—No lo sé, pero estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para que lo nuestro funcione —respondió muy decidido.

—Así se habla, primo —lo animó Jackson—. Lo que sea para que el amor triunfe.

YiBo meneó la cabeza y se levantó de su sitio para ir por la jarra de refresco que había preparado.

—Yo solo digo que lo lleven con calma —dijo mientras se apartaba—. Si se vuelven dependientes de eso, algo podría salir mal.

—Sí, como sea, abuelito —dijo XuKun para molestarlo—. ¡Trae hielos!

YiBo le tiró un trapo sucio a la cara desde la cocina.

—Entonces, ¿sabes cómo hacerlo? —preguntó Jackson muy interesado en la idea.

Al escuchar la pregunta, YiXing recordó su primer encuentro virtual que lo había llevado a la gloria, pero en definitiva no hablaría de eso, así que solo se encogió de hombros.

—No estoy muy enterado —fingió inocencia.

—No te preocupes, primo, para eso nos tienes a nosotros —afirmó y sacó su celular de su bolsillo para buscar algo en internet—. Mira, solo tienes que buscar la página de LuHan y conseguirás buenos ejemplos.

—¿Quién es LuHan? —preguntó YiXing.

Jackson y XuKun sobreactuaron una reacción que oscilaba entre sorpresa e indignación.

—¿No sabes quién es LuHan? —cuestionó Jackson. YiXing negó con la cabeza—. Es solo la más famosa superestrella del cine para adultos.

—O sea que es un actor porno —interpretó YiBo, volviendo con la jarra llena de hielos.

—Y tiene el blog más visto de todos los tiempos —agregó XuKun.

—¿Y tú cómo sabes eso? —Nuevamente era YiBo exigiéndole una respuesta con el ceño muy fruncido.

—Eso es lo que dicen —volvió a responder el otro, sonando poco sincero.

Mientras los dos menores del grupo discutían, Jackson le envió el link de la página del tal LuHan para que YiXing la revisara.

—LuHan también estuvo en una situación parecida a la tuya —comentó Jackson—. Él tenía un novio coreano, así que comenzaron a implementar este método para mantener viva la relación.

—¿Y qué tal les fue? —preguntó YiBo, quien detuvo su discusión con el otro chiquillo por un momento.

—Bueno, pues terminaron porque habían pasado muchos años separados, pero al menos le dejó esta experiencia que pudo explotar al máximo.

YiXing sintió una sensación de pellizco en su corazón al oír eso. No se quería poner en la situación de aquel chico, porque no quería pensar que eso podría pasarles a JunMyeon y a él, pero fue inevitable no sentir algo de miedo después de saber cómo finalizó aquella relación por culpa de la distancia.

—¿Ya ves, gē? Siempre te puedes volver una superestrella si lo tuyo con Myeonnie gē no funciona —dijo XuKun volviendo a ganarse un golpe de YiBo—. ¡Auch! ¿Ahora qué?

—Tú no piensas cuando hablas, ¿no?

Otra discusión se desató, pero esta vez YiXing no le prestó atención. No oyó nada más después de eso, ni la discusión, ni la película que sus amigos habían puesto ni los chistes y anécdotas que contaron en la reunión. No quiso hacerlo. Su mente se había llenado de dudas angustiosas que no hacían nada más que sofocarlo.

Solo estaban dentro del segundo año de su relación a distancia, pero se sentía como el comienzo de un doloroso descenso.