-Capítulo 08: Confesiones-
— ¿Qué tal el libro? — Preguntó Gilbert, dejando una taza de café a un lado del ingles quien estaba sentado en aquella cafetería tan familiar junto a su portátil, seguido se sentó frente a él con otra taza.
— Bien, bien... voy por la mitad — Explicó, dándole un sorbo a la bebida recibida. — Últimamente la cafetería de Francis está con mucha gente... — Notó mirando al rededor como todo el local estaba hasta arriba y solo dos personas atendían el sitio, Francis y Feliciano.
— Sí... ya han empezado las vacaciones, por lo que muchos jóvenes y turistas vienen a la zona. — Respondió Gilbert, viendo como Francis atendía en la barra.
Una silla libre quedaba entre ambos chicos, Arthur la miró de reojo, llevaba vacía unas horas, en el otro lado de la mesa se sentaba Joao, quien acababa de llegar y saludaba a los otros dos.
— ¿Quieres algo? — Preguntó Gilbert, viendo hacía el portugués. — Necesito estirar las piernas después de estar una semana con las reuniones...
— Un café americano está bien.
— ¡Marchando!
Gilbert se levantó de la mesa, yendo de nuevo hacía la barra y hablándole a aquel chico italiano. Arthur ajustó sus gafas y miró la pantalla, escribiendo un último párrafo antes de mirar al castaño frente a él, dándole un sorbo a su taza antes de hablar.
— ¿Antonio no va a venir? — Preguntó tras pensarlo un poco.
— No... — Suspiró Joao — Tenía una "cita" con el teclitas. — El tono de voz de Joao cambió a cierta molestia, aunque seguía viéndose calmado, al contrario que el ingles, quien su rostro se mostró transparente.— Veo que a ti tampoco te cae bien~.
— No. — Respondió de forma cortante. — Se presentó en mi casa de la nada después de haber dejado a Antonio fuera... tuve que invitarlo a mi casa y se quedó a dormir al final y...— La mirada de Joao se fijó a él, cambiando su rostro. — ¿Qué?
— A ti te gusta mi hermano — Indicó el joven frente a él de la forma más calmada y firme posible.
— ¡¿Qué?! ¡Cla-Claro que no! — Fue la respuesta de Arthur, dando algunos golpes en la mesa y un largo sorbo a su café antes de volver a hablar. — ¡No sé de dónde sacas eso!
— ¿Por qué llevas viendo su silla como desesperado y preguntando por él? — Los ojos de Arthur pasaron a ver a otro lado — ¿Y ayer cuando me besaste pensando que era él?
El rubio miró el capítulo apunto de terminar frente a él, en este el joven príncipe y el curandero se besaban por primera vez, un beso que en todo momento intentaba plasmar la chispa que tuvo el último (y unico) que se dio con Antonio, pero no lo lograba, no lograba plasmarlo, lo cual solo lo desesperaba...
— Arthur — La voz ajena le llamó — Se te nota a kilómetros, que mi hermano no se entere ni de la hora es culpa suya...
— No me gusta tu hermano ... — Repitió, más intentando autoconvencerse a si mismo, pues Joao ya era un caso perdido ante aquella mentira.
— Di lo que quieras, pero el cielo es azul aquí y en Rusia.
Ambos se miraron fijamente, definitivamente Joao tenía esa habilidad de hermano mayor de detectar mentiras, sua hermanos también sabían hacerlo, y odiaba aquella bendición que les daban.
— La verdad, Arthur, no te conozco de mucho, pero si le caes bien a mí hermano me caes bien a mí. — Joao agarró un posit y un bolígrafo de la parte de la mesa donde se sentaba Gilbert— así que si necesitas algo respecto a ligar con el idiota de mi hermanito... — Le pasó el posit tras escribir una serie de números en él, dejando el bolígrafo de nuevo donde Gilbert. — Ahí tienes mi número.
Entre vergüenza Arthur agarró el papel, abriendo su agenda y pegándolo en ella antes de volver a cerrarla.
— Gracias... — Murmuró.
— ¡Disculpa! Francis se a enganchado a una chica de ahí y no me atendía ni aunque me muriera en la barra. — Entró Gilbert, dejando la taza de Joao frente a él, quien le agradeció. — ¿De que hablaban?
— De lo mucho que odiamos a Roderich — Inventó el castaño.
— ¡Ohhh! ¡Amo ese tema! —El albino se sentó en su silla, apoyándose en la mesa— Emmm... a ver, yo creo(...)
Daba igual lo que Gilbert pensara, Arthur se había plantado esa mañana pensando que su musa le traería inspiración, pero nada, no se había presentado y eso que él fue el que dijo de quedar... odiaba a aquel chico, odiaba amar a aquel chico.
Primero le plantan con alguien quien le miente y luego otro que ni lo nota, definitivamente su vida amorosa iba en decadencia...
Por primera vez en los últimos meses, y en parte por el aburrimiento, Arthur volvió a entrar en aquella red social llena de fotos, su cuenta estaba igual que siempre, tenía varias fotos de paisajes, animales, viajes... todo menos de él, se dedicó a eliminarlas ya que en todas aparecía Alfred, quien sí usaba la aplicación.
Pasó a la página de inicio viendo algunas fotos entre las que estaban otros escritores a los que admiraba o cuentas para inspirarse entre sus amigos. Bajó lo suficientemente para encontrar lo último que deseaba ver... a Alfred.
Era una foto desde la cuenta de Kiku, quien al parecer había hecho una parada en NY antes de volver a la ciudad como dijo. Estaban ambos juntos, sonriendo y posando de alguna forma extraña que provocaría la risa de los demás. El dolor volvió a su pecho, seguramente Alfred ya le había superado y estaba con otra persona...
Entró a la cuenta de Kiku, en general ver sus fotos le relajaba, el joven japonés tenía un don para la fotografía y usaba su cuenta para enseñarlo. Entre varios paisajes, animales y las fotos de su estancia en Japón llegó hasta una foto que vio hace tiempo pero que no le dio importancia.
Era una foto del cumpleaños del japonés, en su momento Arthur notó que estaba Francis y otra gente, pero ahora notaba algo más.
En la foto se veía el cumpleaños del japonés y también del español, ¿Compartían cumpleaños? Luego le preguntaría a alguien... en la foto también aparecía Gilbert, el chico italiano de la cafetería de Francis y un hombre rubio que le sonaba al hermano de Gilbert, también había un chico junto a todos, tenía su rostro fruncido, como si no quisiera estar ahí, pero lo que más le llamó la atención era que estaba apegado al castellano quien le abrazaba con cariño bajo una chaqueta.
La foto era de algunos años por la fecha y el número en la tarta. Le dio click a esta, dejando ver a las personas etiquetadas, entre ellas estaba aquel chico que logró reconocer al leer el nombre de la cuenta "LovinoVargaS", reviso la etiqueta del joven que ahora mismo estaba en la barra "Feli.Vargas".
Compartían apellido y estaba cerca de Antonio, aquel chico que en ese momento estaba vivo era el actual "ex" de Antonio.
No podía negarlo, era guapo... Definitivamente viendo a Roderich y al tal Lovino Antonio tenía un tipo se chico, pues aunque en sí no se parecían, si a grandes rasgos. Los dos tenían pelo oscuro, ojos algo más claros, iban bien vestidos (mínimo por lo que se veía en la foto de Lovino)... definitivamente Arthur no entraba en sus estándares.
Pincho sobre una cuenta que se llevó la atención de sus ojos al segundo "Carriedo_Toñ0", la cuenta de Antonio.
No quería sonar como acosador, pero reviso cada dato de esa cuenta: la foto de perfil en la que estaba Antonio de fiesta con un gorrito y gafas de sol que tenían escrito "KISS/ME" en los cristales, la descripción completamente en español que ponía un emoji de una bandera Española y algunas frases de libros que logró reconoce, también un @ a una cuenta que parecía ser de la tienda, y el número de seguidos, el cual era mayor a dos mil...
Miró las fotos, la mayoría con amigos o en zonas de España. La última aparecía él con Francis y Gilbert vestidos de camareros, posiblemente del mismo día que Francis le pasó la foto. Luego había algunas de paisajes, otras pocas de él de pequeño con un chico que intuyó era Joao... básicamente cualquier IG normal de alguien que le gustaba la fiesta y la aventura.
La mayoría no tenía descripción, o se limitaba a dos palabras o emogis. No fue hasta que llegó a una que le hizo detenerse, una foto de hace años, de él con aquel chico italiano donde se veían felices, con una sonrisa que Arthur no lograba comparar a las que él les vio.
La descripción era corta. Más que las demás, solo una paloma y una fecha. Los comentarios llenos de condolencias, incluso algunas recientes.
— ¿Qué miras? — Gilbert se asomó a la pantalla del portatil, aunque por su posición no logro ver nada— Parece vas a llorar.
— ¿Antonio era cercano a ese chico? — Preguntó de forma directa — Lovino.
De golpe todo el bar se quedó en silencio, no porque se hubieran callado, realmente la unica mesa que no hablaba era la suya, pero era la única que importaba ahora mismo. Gilbert iba a hablar, pero esta vez Joao se adelantó.
— Arthur, te diré una cosa — Hizo una pequeña pausa, manteniendo la mirada al inglés — No toques ese tema si no quieres que cambie lo que dije hace nada...
— ¿De que hablan? — Preguntó Gilbert, algo confundido.
— Nada... — Respondió el rubio, volviendo su vista al portátil — Olvidenlo...
"¿Cómo fue tu cita?" — El mensaje se quedó completamente en el olvido.
Arthur esperó ansioso alguna respuesta. Odiaba admitirlo, pero necesitaba un mensaje del español tras esa dura tarde. Cuando llegó a casa paso disimuladamente más tiempo por enfrente de la puerta de Roderich y no escuchó nada, por lo que no estaban ahí.
Agarró su agenda y entró en contactos, buscando su único remedio, dejo el contacto como "Joao Fernández" y luego entro a mensajes, escribiendo directamente.
"¿Antonio llegó a casa?"
En cuestión de segundos llegó una respuesta.
"Voy a suponer que eres Arthur".
"Sí, aunque no del todo bien... ya sabes, el teclitas"
"¿Qué pasó? Roderich no está en su casa"
"No"
"Está aquí."
"Están peleando, me recuerda a cuando mi padre todavía vivía con nostros JAJA"
"Deja tus traumas infantiles de lado, ¿Qué pasó?"
Llamada entrante, de una descolgó.
— ¡Buenas~! ¿Qué tal? — Saludó desde la otra línea, ya se escuchaban gritos de fondo.
— ¿Qué pasa? ¿Por qué están peleando? — Preguntó Arthur al instante, acomodándose en la cama.
— Bueno a ver, te pasó chisme — Arthur pudo jurar que esas palabras sonaron lo más gay que alguien podría decir respecto al acento. — Yo estaba en el salón normal y estos dos llegaron que poco más y se ponen a coger en el suelo... y yo podré entrar sin aviso mientras mi hermano se ducha o en su cuarto tirando la puerta pero eso de verlo follar todavía no, gracias.
— Ve al grano. — Saltó el inglés.
— Nada, que les dije que se fueran a la habitación y al verme aquí Roderich se enfadó porque ya sabes cómo es él y su reputación, tú sabes, hetero-curiosos esos de mierda... — Hizo una pausa— Total que a Antonio le dolió porque Roderich le había dicho que ya no iban a seguir con eso de solo sexo, ya sabes, y empezaron a pelear. Están en la planta de abajo en la floristería. — Hubo una pausa donde, por la línea de Portugal se escuchó un fuerte portazo y algún murmullo.
— ¿Qué pasó? — Preguntó de nuevo el rubio, sin saber muy bien lo ocurrido.
— Nada, oye oye, ¿qué pasó? ¿Todo bien? — al parecer Joao empezó a hablar con su hermano, quien solo se escuchaba como un murmullo — Ah, hablo con Arthur... oye Arthur, te dejo, luego te lla- ANTONIO DAME MI MÓVIL.
— ¿Arthur? — Y por fin escuchó aquella voz, y con su nombre, pero sonaba tan... rota...
— ¡Antonio! — Le llamó, escuchando una pequeña risa al otro lado — ¡¿Qué pasó?! ¿estás bien?
— Sí, sí... — Contestó la otra voz — Solo... ya sabes, el vino y Roderich no es una buena combinación...
Y que lo digas...
— ¿Necesitas que vayas? — La voz del rubio sonó algo desesperada, pero no le importó.
— No, no... estuvo bien la otra noche, y si me hubiera pillado en casa de Roderich hubiera subido a la tuya de una... — Explicó Antonio — Eres un gran amigo... pero ahora mismo solo... creo que me daré un baño y me iré a dormir...
Un gran amigo, solo era eso... pero realmente, no tenían porque hablar de una relación, no tenían porque conocer al amor de su vida, le quedaba años por delante y ahora mismo Antonio estaba fuera del alcance del contrario... por mucho que lo desease...
— Descansa... Cualquier cosa tienes mi número — Explicó, acomodándose en su cama en plena oscuridad de la noche.
— Gracias... ya mañana te escribo... — Contestó. — Adi- — Fue interrumpido.
— I love you. — Y colgó, dejando el móvil a un lado de la cama y viéndolo hasta que por sí mismo se apagó.
HUBIERON PROBLEMAS Y SE PUBLICÓ A MEDIAS, PUTO WATTPAD-
Recién me di cuenta, sorry las molestias u_u
Recuerden votad, comentar y seguidme para más libritos como este <3
2281 palabras.
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