»This is chapter number four
Nico y Will habían quedado estáticos, en especial Nico, el cual, no tenía urgencia ni necesidad de un Alpha.
Al sonar la campana que indicaba el inicio de receso, Nico corrió hacia dónde pensaba que su hermana podría estar, huyendo de nuevo del Alpha rubio y de su embriagante esencia.
De nuevo, la gente no ayudaba, ya que se metía en su camino, y el azabache no era valiente como para mirar atrás, aunque sin hacerlo, olía a Will cerca.
—¡Muévete!— exclamó Nico a un chico con una sudadera con una capucha. El dueño de esta volteo y abrió los ojos como platos.
Era el chico que le había dado a Will el supresor, era ese chico azabache con ojos verdes.
—Hola—saludo este—desde ese incidente no te he visto por aquí, que bien que ya estás bien...
—Si, aja, muévete.— dijo Nico, tratando de quitar a aquel chico de enfrente suyo.
—Soy Percy Jackson, un placer.
—Nico diAngelo...—fue un grave error decir su nombre, ya que los chicos que lo habían ayudado en la mañana, Jason y Piper estaban con ese tal Percy.
—¡Nico, hola! ¿Todo bien con el director?— pregunto animada Piper.
—Si, todo bien gracias...— Nico no pudo acabar su frase, ya que, unas manos lo tomó por los hombros y la esencia de Will venían con esas manos.
—Hola, veo que ya conocieron a Nico.— dijo Will en forma de saludo.
—¿Vas en su salón?— pregunto Jason a Nico, este asintió, rezando por qué su hermana se apareciera por ahí.
—Nico, ven tenemos que hablar.—dijo Will casi al oído de Nico, haciendo que la piel de este se estremeciera, Nico al no querer ser relacionado con ese Alpha accedió a regañadientes. Percy miró con recelo a Will, este le asintió, haciéndole una seña de que le diría luego todo el asunto con aquel Omega.
Desde luego que, Percy estaba preocupado tanto por Will como por aquel omega...
—¿Entonces, como es que eres tan mayor y estas en mi grupo?— pregunto sin pelos en la lengua el azabache. Seguían caminando cerca del salón, con intensiones de entrar.
Will rió:—Todo empieza hace mucho tiempo.
—En síntesis, por favor.
—Empieza hace mucho, MUCHO tiempo, cuando un joven Will dijo que quería tomarse un año sabático, y su madre se lo permitió.— dijo Will, abriendo la puerta, deteniéndose para ver al Omega.—después de ese año sabático, me mude de Florida a Nueva York, en fin todo el proceso nos tomo un año y eso implicaba un año mas de escuela perdido y pues, aquí estoy.
—Pensé que eras retrasado y por eso estabas conmigo.
—¡Qué malo!— después de eso hablaron de un montón de cosas sin sentido hasta que Will tomó a Nico por el antebrazo y lo llevaba de pupitre en pupitre, hasta que Will apago las luces, Will y él no fueron a sus asientos, fueron acercándose lentamente al escritorio del profesor.
—Will...
—Nico, eres mi destinado.— dijo Will, tomando a Nico por sus delgados hombros. El azabache al sentir el firme tacto del Alpha le hizo sentir una presión más grande en su vientre.
—N-no Will, esa mujer debe de estar equivocada...
—Es una profesión.—dijo Will, —Nico pude olerte.
—Tal vez tu olfato está muy desarrollado.— dijo Nico, sintiendo como las manos de Will se cerraban más sobre sus pequeños hombros.
—Nico, ven.— dijo Will quitando sus manos de sobre los hombros de Nico,—huéleme.
Nico claramente no quería oler a Will, algo extraño podía pasar, más sin embargo, como si Will hubiese usado su voz, Nico se acercó a Will, pasó a paso, aquella placentero presión se iba intensificando.
Cuando Nico al fin llego a los brazos de Will, este lo rodeó con un abrazo, pegando la cara de Nico a su pecho... Si, Nico es muy enano.
—No huelo nada...— dijo Nico, mintiendo.
—Espera.— dijo Will, para que de improviso, este tomará a Nico por sus delgados muslos y hiciera que estos rodearan las caderas ajenas.
—Will...— un jadeo salió de imprevisto de la garganta de Nico acompañando el nombre del Alpha. Este se fue acercando cada vez más al escritorio del profesor, donde con cuidado, apartó las cosas para así poder depositar a Nico sobre este, quedando más o menos a una altura equivalente a la del Alpha.—aquí no...
Will cayó a Nico tomando su nuca y acercándolo a su propio cuello. Nico al principio sentía su cara roja de vergüenza, y sin duda alguna debía estar rojo.
—Huele.—dijo Will, haciendo que Nico aspirará el aroma de su cuello. Y vaya que Will tenía aquel aroma mentolado, a desodorante de hombre y algo más... Algo más que hacía a la cabeza de Nico volverse loca.
Sin darse cuenta, Nico había empezado a olfatear desesperadamente el cuello de Will, haciendo que la piel del Alpha se pusiera de gallina. El azabache también había empezado a gemir y jadear mientras olfateaba al Alpha, restregándose contra este.
—Nico, ¿lo vez?— pregunto Will, mientras, a merced total de su Alpha también empezó a oler a Nico.
—Will...— gimió Nico al sentí la nariz de Will rozar suavemente la piel de su sensible cuello, Will se acercó a la zona donde se hacía el lazo, y sintió como le dolían las encías.
—Nico... ¿Lo sientes? Estas reaccionando a mi.— dijo Will, sintiendo cuan rápido latía el corazón de Nico contra su pecho.—Yo también reacciono a ti, ¿lo sientes?— le pregunto el rubio a Nico, tomando su mano y colocándola sonde su corazón latía desbocado.
Los ojos de Nico se abrieron de par en par, en parte por sentir que el corazón de Will iba a la misma velocidad que el de él; por otra parte, olió con la misma potencia que lo había olido cuando su celo se volvió a manifestar. Aunque esa ves no sintió su celo volver, su entrada si se humedeció, y mucho menos que la primera vez.
—Will...— gimió Nico tomando al Alpha por ambos lados de su hermosa cara.—Eres... —El Alpha no quería perder de nuevo la "confianza" de Nico, pero necesitaba besar esos rosados labios.—¿Somos destinados?
Will no entendió lo que salió de la boca de Nico, más este le sonrió con lágrimas en los ojos:—¿Por qué?
Will se alejó un poco de Nico, mirándolo con preocupación, ¿qué había hecho para que su Nico llorara? Con todo su autocontrol, solo abrazo a Nico, escondiendo la cara de este en su pecho.
—Nico, bebé, ¿estás bien?— pregunto Will cuando sintió los brazos de Nico caer. Este negó con la cabeza, callado.—No tienes que apresurarte a que seamos pareja, no te...
—No es eso.— contesto Nico a la defensiva.
—¿Qué es, entonces?—pregunto Will, plantando un beso en la cabeza del azabache.
—No quiero un Alpha, no te quiero a ti.— dijo Nico, zafándose del agarre de Will, este tomó los hombros de Nico.
—Yo sé que no me quiere, apenas si nos conocemos, pero, somos destinados...
—Pues el destino se puede cambiar.
—No en estos casos, Nico.
Este seco sus lágrimas prematuras y miro a Will con dureza.
—No, yo sé que podré cambiar esto... Yo no quiero un Alpha... Yo... No quiero como un Alpha.—dijo Nico, sintiendo un mareo, que lo obligó a cerrar los ojos.
—Nico, sé que ahora no quieres ningún Alpha, pero, en un futuro...
—¡No! ¡No quiero un Alpha! ¡Nunca!— dijo Nico bajando a trompicones del escritorio, mas decidió que nunca a pedirle al señor Brunner que le cambiara de aula, estaba cruzando la puerta sin poner atención a la voz de Will llamándolo. Solo quería estar con su hermana, alejarse de Will... Quería irse de nuevo a Italia.
Nico recorría de nuevo esos pasillos sin notar a la gente que pasaba al lado del Omega, coordina con la cabeza hecha un verídico caos, solo quería ver una cara familiar.
—Oye, Nico, ¿estás bien?— pregunto Piper que seguía acompañada de Jason y Percy.
Nico no se molestó en contestar, solo camino de lado a ellos, ignorándolos, sentía sus ojos arder, no sabía si estaba llorando o si sólo era el estrés, pero, necesitaba ir al baño o estar con su hermana a solas. Corría por esos pasillos como si su vida dependiera de ello, no podía olvidar del aroma de Will, esa esencia tan deliciosa, la reacción que su cuerpo tuvo a él... Nico trato de olvidar esos pensamientos.
Llego a lo que quería creer que era el salón de su hermana y la encontró hablando con Silena, ambas sonreían. Nico subió las escaleras con las piernas temblando, llegó al lado de su hermana y le tocó el hombro.
—Bianca, necesito hablar contigo...— dijo Nico
—¿Qué tienes? ¿Por qué lloras? ¿Estas bien?— pregunto Bianca, levantándose, acunando la cara de su hermano en sus manos.
—Por favor, ven conmigo.— pidió Nico, sintiendo como su voz fallaba.
—Si, Silena, ahora vuelvo.— dijo ella, sin dar más explicación bajo corriendo sosteniendo a Nico del antebrazo, caminando tan rápido como se lo permitía el gentío. Al final, caminaron al mismo armario de conserje de la otra vez.
Bianca cerró la puerta y miro preocupada a Nico.
—¿Qué tienes?
—Bianca... T-tengo... Al parecer tengo un Alpha destinado...— dijo, las manos le temblaban, Bianca abrió los ojos como platos.
—¿Qué...? ¿Cómo lo sabes? No...— dijo ella, palideciendo, con una sonrisa desconcertada en la cara.—Ese Alpha, ¿el rubio?
Nico asintió pesadamente.
—Pues... Mira, no todos consiguen un Alpha, tal vez ese Will y tu puedan...
—¡Yo no quiero un Alpha!— Bianca sabía "el por que" así que no quiso seguir insistiendo.
—Hablare con el director... Haré que te cambie de aula...
—Por eso fui con él en la mañana, me dijo que hasta el final del semestre... No me cambiara...
—¡Eso es una estupidez! ¡¿Que una escuela busca lo mejor para sus alumnos?!
Nico no necesitaba mas reclamos ni ayuda de nadie mas, solo quería irse a su casa y tomarse veinticinco años sabáticos para evitar a aquel Alpha rubio. Una cosa que todas las hermanas mayores tienen en común es que odian ver a sus hermanos pequeños llorar lo admitieran o no.
—Hey, Nico, ya, deja de llorar, veré qué podemos hacer yo y papá...
Nico asintió y abrazo a su hermana, sintiendo como ella liberaba feromonas para calmar a su hermano, lográndolo de cierta manera, hasta hacer que su respiración se regulará y dejará de llorar.
—¿Todo bien?— Nico negó con la cabeza, mas ya había parado de llorar era bueno.—Voy a llamar a papá, ¿te parece?
—N-no... Quiero acabar aunque sea un día de clase.—dijo Nico, que seguía abrazando la diminuta figura de su hermana que con tan solo sus feromonas lo habían logrado calmarlo.
—¿Seguro sobre eso?— pregunto Bianca, secando las gotas que decoraban la clara piel olivácea de su hermano. Nico asintió.—Bueno, si así lo deseas... Llámame si algo sucede... Piensa sobre Will... Tal vez las cosas pasan por algo, ¿no crees?
—Bueno... Como tú digas...— dijo Nico, volviendo a abrazar a su hermana, queriendo que el recreo no acabará nunca.
—Nico, ve a comer algo, no has comido nada desde el desayuno.
Él Omega a regañadientes se fue de nuevo al ruedo acompañado de su espada, Bianca, tratando de evitar la vista de cualquier persona.
—¿Quieres quedarte conmigo y Silena?— pregunto la Omega, dándole un ligero golpe en la nuca a su hermano.
—Si, por favor.— dijo Nico, mirando frenéticamente alrededor, internamente esperando que Will lo estuviese buscando.
Will corría por los pasillos, no había visto a donde había ido su Omega, pero, tenía que hablar con el, decirle que, a pesar de todo, no se rendiría ante lo que él dijera.
Divisó a Percy, su novia Annabeth, Jason y su novia Piper hablando entre ellos.
—Chicos, hola, ¿cómo están?— pregunto por educación Will, mirando cuidadosamente alrededor.
—Hola, oye, vimos a cierto Omega al cual— dijo Piper con el ceño ligeramente fruncido.— por cierto casi violas, pasar por aquí, al borde de lagrimas.
Will resopló:—No estaba al borde de las lagrimas, estaba llorando...
Percy le miro serio:—¿Qué le hiciste?
Will lo miró herido:—Estoy dudando en la clase de imagen que tienes referente a mi.
—No lo culpes, hace una semana casi violas a ese Omega.— defendió Annabeth a su Alpha.
—Se dio cuenta que somos destinados.— soltó Will, provocando que sus amigos lo miraran con ojos de platos.
—¿¡Que?!— exclamó Percy.
—Tiene sentido.— dijo Annabeth al unísono de Piper.
—Si dices que tu celo se adelantó al oler algo, sin duda fue ese Omega... Agregando que, tú siempre has sido muy tolerante a la feromona de Omega...—analizó Percy.
Will no lo había visto de la objetiva forma en la cual Percy lo planteo, pero, todo tenía sentido. Recordó cómo había conocido a Annabeth.
Había sido en junio del año anterior, cuando apenas se estaba acostumbrado al frío de Nueva York, y paseaba por ahí, sin hacer realmente nada, cuando olió algo.
Era la reconocible esencia de un Omega en celo. Si un Omega tenía su celo en la calle, todo indicaba: P E L I G R O.
Corrió a donde la esencia se hacía más fuerte y se encontró en un callejón, en el cual había alrededor de tres hombros, rodeando unos contenedores de basura.
—¡Aléjense de ahí! ¡YA!— exclamó Will usando su voz.
A regañadientes se fueron los otros Alphas, dejando el paso de Will abierto para verificar quien era el o ella que se encontraba ahí. Y encontró a una muchacha rubia, que lloraba a cántaros.
—¡Aléjate de mi!— grito ella, pero Will solo se acuclilló.
—¿Estás bien?— pregunto Will.
Ella de mala gana dijo que si.
—¿Alguien vendrá por ti o estás en apuros?
—La segunda opción.
—¿Hay algo en lo que te pueda ayudar?— pregunto Will.
—¿Tienes tu celular?— Will asintió.
—Llama a este numero.— dijo dictándole el número de su novio, Percy. Poco rato después llegó él Alpha de la rubia.
—¿¡Quién eres y qué le estás haciendo a mi Annabeth?!— pregunto hecho una furia, tomándolo por el cuello de su camisa.
—Perdón, solo la ayudaba.— y lo que Percy hizo a continuación sorprendió mucho más al Alpha rubio. El Alpha azabache abrazo a Will, temblando.
—Gracias por cuidar de ella, amigo*.
Desde ahí, había crecido una gran amistad entre Percy, Will y Annabeth. Que recurrentemente habían conocido a Jason y Piper, junto con otros dos betas, Leo y su novia Calipso.
—¿No es ese?— pregunto Jason señalando con la barbilla al Omega que caminaba al lado de su hermana.
Percy detuvo a Will. —Déjame voy a hablar con ellos, hace poco descubrí que tengo familiares Italianos.
—¿Qué?— pregunto extrañando Will
—Esos dos Omegas son mis primos, me enteré la semana anterior.
Nico pensaba que pasaría inadvertido cuando un Alpha azabache les hablo.
—¡Hey, chicos diAngelo!— y vieron a ese chico. Aquellos ojos verdes, un Alpha muy alto, con facciones muy atractivas, llevaba una sudadera color verde aguamarina, y unos jeans.
—¿Qué pasa?
Ese chico llegó al lado de los diAngelo y les sonrió.
—¿Ustedes son hijos de Hades Olimpia?
Ambos asintieron sin comprender el por qué le interesaba el nombre de su padre.
—Mi padre es Poseidón Olimpia.— dijo, sonriendo.—Y Zeus Olimpia es el padre de Jason y el de la mejor amiga de Annabeth.
Bianca abrió los ojos de par en par al igual que Nico, sorprendidos de lo pequeño que el mundo es, a pesar de que ellos vengan de otro lugar bastante lejano.
—O vaya, qué pequeño es el mundo, ¿no crees?— dijo Bianca.—Si, un placer conocerte primo, pero, tenemos que irnos.
—Espera, no nos hemos presentado bien, soy Percy Jackson, un placer.
—Soy Bianca y el es Nico, un placer.— dijo ella, normalmente no era cortante con sus conversaciones, pero, ya había visto al Alpha de su hermanito y sabía que si se veían mutuamente, podría resultar en resultados negativos, así que, era mejor moverse.
—Espera, Bianca, ¿alguna vez podríamos hablar? Solo tú y yo.— dijo Percy, con ojos de cachorro.
—Claro.— dijo dándose la vuelta jalando a Nico al lado de ella.
En ingles, dude, podría traducirse como amigo, por si las dudas, las veces, solo se me ocurren fragmentos en inglés, y así nos traduzco y los plasmó. Espero les este gustando. Los amodoro.
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