»This is chapter number eight
La noticia quedo volando por el aire de la sala, Nico había terminado de bajar las escaleras, su madre estaba llorando de alegría, siempre adoro la idea de pensar que todos los diAngelo encontrarían a su destinado.
—¿Es eso cierto?— pregunto Hades con la vdeqoz más relajada refiriéndose al Alpha, mirándolo distinto.
—Si señor, perdí el control una vez que encontré a Nico escondido en el armario del conserje, ahí, yo también entre en celo.— dijo Will, sintiendo como la pequeña silueta de Nico se paraba al lado de la suya.
Con un gran suspiro, Hades deshizo su elegante peinado de lado al pasar su mano para hacerlo para atrás. se veía como una especie de Thor moreno.
—Creo que deberíamos discutir esto mientras cenamos.— dijo Hades.—Niños, ¿que quieren comer?
Bianca hablo:—Aun nos quedo una bandeja entera de lasagna.— dijo ella, y Will mirando de reojo a Nico, lo vio respirar aliviado.
—Me parece bien.— dijo Nico y Hades en coro, el mayor estaba deshaciendo el nudo de la corbata, ya se había quitado el saco negro que llevaba puesto y desabotonado un botón pegado a la garganta.
—Chicas, ayúdenme a poner la mesa.—dijo María llevándose a Hazel y Bianca, así dejando a los hombres en el recibidor.
Nico habló—Papá... perdón por no decirte antes...—dijo, y Will lo percibió temblando, poco a poco su padre se acerco a su cachorro y lo abrazó.
—Parece que se te olvida que este tipo de asuntos no te los puedes callar.— dijo no regañándolo, después de despeinar todavía más el pelo de su cachorro.—Y tu, Wilbur, tienes un punto bueno y malo conmigo.
—Perdón, pero no se a que se refiere.
—Tienes un punto bueno por venir a disculparte y uno malo por no haberlo hecho antes.
—Perdón señor.— dijo Will, y notó el cambio en la cara de Hades.— ¿p-pasa algo?
—Pensé que eras alguien con feromonas fuertes, ya que huele mi casa huele un poco a ti... pero, ¿por que mi cachorro huele tanto a ti?— dijo Hades enfatizando en el mi.
Nico se puso rojo como un tomate y Will se rasco la nuca, ninguno dijo nada, hasta que Nico se armo de valor y habló.
—Y-yo le pedí que impregnará su aroma en mi...— dijo muy bajito el azabache, escondiéndose más en su padre.
Hades no sabía que decir, su hijo era adorable, y que ya tuviera una pareja destinada le causaba conflicto por el hecho de que aquel rubio teñido le robara a su cachorro, pero al mismo tiempo se alegraba de que Nico empezará a perder poco a poco su fobia a los Alphas.
—Esta bien, pero perfuma a mi hijo, no a mi casa.— dijo Hades, pasandole aquel Nico koala a Will.— voy a ayudar a las bellas mujeres de esta casa.—dijo caminando con paso ligero a la cocina, dejando a la pareja sola en el recibidor.
Se miraron a los ojos, los de Nico brillaban insesperadamente muhco, a Will se le hizo un avillo el corazón. Sin esperar mucho y sin saber quien fue el que dio el primer paso, pero, cuando se dieron cuenta, volvían a estar abrazazdos, Will gozando la cercanía de Nico, y una vez abrazados, no dijeron nada, por si acaso Nico se había asustado, Will empezó a liberar su feromona para calmar a su destinado, Nico no se quejo. Una vez se calmo, dijo:
—Solo espero que no entre a mi cuarto.
—Si... lo mismo opino.— dijo Will, queriendo separar a Nico de su cuerpo, deseaba verlo. —Oye, ¿no se suponía que debías de estar profundamente dormido?
Nico se sonrojo y sin previo aviso, se apretujo más contra el cuerpo del rubio, recobrando la posición que tenían antes de se hubiesen ido al cuarto. Will sabía que a Nico le costaba el contacto físico que no fuera proporcionado por sus familiares, pero, con Will el Omega sentía cada roce distinto al anterior.
—Es que... Ya no sentí tu presencia...—dijo el azabache, soltando un poco el agarre con el que sostenía contra el torso del Alpha.
—¿Y quieres que no te diga que eres tierno?—preguntó Will revolviendo más el pelo de Nico.
—¿¡QUE TIENE TODO EL MUNDO CON MI PELO?—preguntó Nico con una voz simulando estar enojado, pero, a Will le pareció como haber visto a un conejito rabiar.
—Nico, todo de ti es tan hermoso que me da miedo verte.
Nico se preocupo por eso aunque también se extrañó, ¿quien podría tenerle miedo? .—¿Te doy miedo?—Will noto el cambio de Nico ante el comentario, y de inmediato supo que tenia que remedierlo. Abrazó de nuevo a Nico, esta vez, enterrando la cara en el cuello del Omega.
—No me das miedo tu.—dijo Will hablando aun en el cuello de Nico haciendo que este se estremeciera—me da miedo si alguna vez llego a lastimar algo tan hermoso.—dijo dejando un beso en el cuello de Nico, separando su cara de una manera no tan brusca, pero, de verdad que le estaban doliendo las encias.
—¿Por que le dijiste a mi papá... lo que paso?—preguntó Nico, aun abrazado a Will.
—Por que no queria que me conociera con una buena impresion buena que no merezco...
—No fue tu culpa...
—Lo se, pero pude haber ignorado que tu celo me llamaba...
—¡No es tu culpa! Eres mi destinado, así que esta bien...—empezó Nico casi gritando pero su tono de voz había desminuido a un susurro casi inaudible para Will.
Will no quería seguir discutiendo, así que solo abrazo más a Nico, esperando que se calmara un poco. Desde la cocina le llegaba un aroma a comida italiana que le hacía agua la boca, pero, si le dieran a escoger entre la comida que se estaba calentando y seguir abrazando a Nico, pediría la camisa para llevar y así podía seguir abrazando a Nico.
—¿La comida de tu hermana es buena?—pregunto Will después de un rato enorme de silencio.
Su comentario casi hizo reír a Nico.—La comida de mi hermana es la mejor del mundo, después de la de mi mamá y mi abuela...
Will le cayó con un beso en ella frente, haciendo que hasta las orejas de Nico se pusieran coloradas.
—Ahí tienes un error, aún no pruebas la comida de mi mamá... Es deliciosa.—dijo besando todavía más la coronilla de Nico, haciendo que este tuviera estrechamientos internos y externos.
—A ver cuando puedo probarla...—dijo Nico, escondiéndose de la mirada del Alpha. Cada vez ese pequeño Omega le causaba más ternura a Will... Después del a semana que había pasado desde que Will se disculpó con Nico, el Alpha podía decir que ya le gustaba el Omega en modo romántico...
—Nico, Will vengan, la comida ya está.—dijo Bianca, volviendo al recibidor y encontrando a su hermano y futuro cuñado abrazados, Nico se despegó rápidamente de Will con la cara en llamas, para variar.
—Y-ya vamos.—fue lo único que dijo Nico para salir disparado a la cocina aún avergonzado. Bianca observó con ternura como Nico se iba a la cocina y luego miro a Will con sorpresa.
—No pensé que Nico interviniera.— soltó ella.
—Ni yo... Pensé que estaba durmiendo.— concordó Will, rascándose la nuca.—¿c-crees que le haya dado una buena impresión a tus padres?
Bianca sonrió y se rostro sobre una de las padres.—Yo creo que si, durante toda semana anterior, Nico hablaba muy seguido de ti...
El corazón de Will se agrando.—¿De verdad?
—Sip, pero no le digas que te dije.— dijo guiñándole el ojo.—bueno, vamos a comer rápido o Nico se comerá lo nuestro.
El comedor de la conocían era bastante amplio, la mesa era rectangular y a la cabeza de la mesa se haya a Hades Olympia, a su lado derecho se haya a su mujer María diAngelo, al lado de esta estaba la niña que había llegado con ellos, Hazel, según recordaba Will, al lado de ella estaba un lugar vacío donde iba a ir Bianca. Al lado izquierdo de Hades, se encontraba Nico y un lugar vacío al lado de él. Will se sentó allí.
—Bueno... Will ella es mi otra hija Hazel Levesque, Hazel él es...
—Wilbur Solace.-interrumpió Nico, mirando a Will con un enorme sonrojo, haciendo que Will sonriera.
—¿Nico cuando cambiaste tu nombre a Wilbur?— pregunto Hazel divertida, comiendo el primer bocado de su lasagna.
—Es una larga historia....—dijo Nico, siguiéndole el paso a su hermana pequeña.
—Creo que tenemos tiempo.—dijo Hades, sonriendo, con una mano en la barbilla.
—Cuando Will estaba disculpándose conmigo... Hubo un momento en el que, le pregunté si su nombre era William...
—Y cuando le dije que todo el mundo pensaba eso, más que estaban equivocados... Que mi nombre real es Wilbur, se murió de risa.—acompleto Will la frase de Nico. Hazel solo podía pensar en que bonita pareja hacían.
La madre de Nico rió.—Yo también me lo hubiera imaginado...
—Que suerte para ti, mi amor que tenga un nombre de dios griego.—dijo Hades.
—Literal.— agregó Bianca, la mesa completa rió.
Una vez que las risas se acabaron, Hades pregunto:—¿Qué intenciones tienes con Nico?
Esa pregunta casi hace que Nico y Will se ahoguen, Will con comida sólida y Nico con líquido. Una vez que Will se recuperó, esperando que su voz saliera firme.
—Aún soy joven y no sé qué cosas nos tiene deparadas el destino—dijo mirando a Hades, y sin que nadie se diera cuenta, puso la mano en el delgado muslo de Nico, este tembloroso, puso su delgada y pálida mano encima de la de Will.—pero como hombre y Alpha, solo quiero hacerlo lo más feliz que pueda, el vale mucho y espero que si se llega a desarrollar una relación entre Nico y yo, la acepten.
Las palabras de Will sorprendieron a no sólo el padre y madre del Omega, sino también a sus hermanas. Hades parecía complacido por la respuesta de Will.
—En primera Will, siempre aceptaremos cualquier relación que tengas con Nico, son destinados, tratar de separarlos sería lo peor... Y Will buena respuesta.—dijo mirando a Nico y luego a Will. Como diciendo algo por vía de telepatía a su hijo.
—Ahora no hay que apresurar nada, todo vendrá a su debido tiempo, ¿no crees amor?—intervino María. Sonriendo a Will, este debía de admitir que la Omega tenía mucha similitud con sus cachorros, el,os habían heredado la delicadeza de los rasgos de la madre, haciéndolos de una belleza casi irreal.
—¿Tienes algún pasatiempo?—pregunto Hazel, que era la primera vez que ha alaba durante casi toda la velada.
—Cuando vivía en Florida, hacia surf... Ahora estoy en clases de boxeo.—dijo el, bebiendo un poco del vino que le habían servido.
—¿Eres un chico de alto rendimiento?—pregunto Hades con una sonrisa enorme en el rostro, sin querer, Will le vio el albur al comentario del señor Hades.
—Si señor.—dijo tratando de no sonreír, Nico, que aún no había quitado su mano de la suya, trato de entre lazar sus dedos con los del rubio. Este quito la mano del muslo del Omega para entrelazar sus manos, haciendo que el Omega se sintiera más seguro. Nico soltó aire que no sabía que estaba reteniendo.
—¿Desde hace cuanto vives en Nueva York?—pregunto Hazel.
—Desde hace casi dos o tres años me parece...—dijo Will, tratando de que los cálculos no le fallaran.
—¿Qué edad tienes?— pregunto María diAngelo, que de seguro lo vio más desarrollado que Nico.
—Tengo diecisiete años, señora diAngelo.—dijo Will, haciendo que los ojos de Hazel, Hades y María se abrieran como platos.
—Mamá, papá, hay una explicación para eso...— dijo Nico, con la voz temblorosa, en la mano de Will, sus delgados dedos también temblaban. Will apretó la mano del azabache para calmarlo un poco.
—Si, como dijo Nico hay una explicación...
—Chico, María y yo no somos de la misma edad, ¿sabes?—dijo Hades, con una sonrisa melancólica. —a nosotros no nos importa mucho la edad, ella y yo nos llevamos alrededor de nueve o diez años de diferencia.
Ese dato dejó a Will desconcertado, al igual que a Nico, él nunca se había enterado de la edad de sus padres, en sus cumpleaños siempre usaban la vela de signo de interrogación... Pero, al menos sabía que a sus padres no les importaban dos años de diferencia.
—Solo preguntaba por qué te vez mayor.— dijo María sonriendo genuinamente.
Después de una serie de preguntas, la cena paso tranquila, sin ningún percance, y Will sentía que de verdad le había agradado a los padres de Nico. Una vez que todos habían acabado la cena y aparentemente un postre, las Omega y la Beta fueron a la cocina, dejando a los Alphas solos en la mesa.
—Will... ¿Qué opinas acerca de lo que pasó con Nico?
—Se que fue una imprudencia mía dejarme sucumbir por mi Alpha pero...
—No te ha dicho...
—¿Qué cosa. Señor?—pregunto Will, mirando al Alpha mayor, este tenía la mirada perdida, sus ojos se habían oscurecido un poco, de modo que Will supo que no era un tema que a la familia de Nico le gustara hablar,
—No me conviene a mi decirte,— dijo cuando salió del trance.—dale a Nico su espacio y tiempo... No hay duda de que le gustas, —dijo Hades para sorpresa de Will—por qué o si no, nunca hubiera dejado que le tocaras el muslo, ni te hubiera dado el permiso de darle la mano.
Así que nos vio, pensó Will, con la cara roja.
—Los Omegas como Nico necesitan mucha paciencia...— dijo Hades, sonriendo mirando su anillo de bodas..—No son de los que puedes besar con facilidad... Te lo digo por experiencia... María fue difícil de siquiera robarle un beso...
—Estoy dispuesto a esperar a Nico lo que sea necesario... Incluso si la primera vez que lo bese sea dentro de cinco años, lo esperaré...—dijo Will, no muy seguro si iba a esperar tanto tiempo, pero, tenía que sonar seguro de lo que decía.
—Le gustas de verdad, no creo que te haga esperar tanto.—dijo convencido Hades.—aparte que, a Nico casi siempre que tenía una nueva amistad, nos presentaba a sus amigos, esperando nuestra aprovación
Eso le saco a Will una sonrisa. —Que adorable... —pienso Will en voz alta.
—¡Lo sé! —concordo el padre de su Omega.
Los Omegas y la Beta escuchaban pedazos de la conversación de los Alpha sabiendo que debían estar hablando de Nico.
Pero ellos no tenían tiempo que perder, ya que también querían bombardear al azabache con preguntas.
—¿Te hizo algo más de lo que dijo que te hizo?—pregunto María tomando a su hijo por los hombros, este solo se sonrojo.
—No mamá...— dijo Nico muy avergonzado, había escuchado algunos fragmentos del a conversación de Will y su padre, y hubieron cosas que lo hacían sonrojar más.
El Omega moría de ganas de saber sobre qué conversaban los Alphas, pero, sabía que no era muy educado entrar como la reina del universo a escucharlos hablar, así que se limitó a secar los platos que Bianca y Hazel lavaban, su madre acomodaba la vajilla que el secaba.
—¿Cómo van las cosas por allá?—pregunto Nico, para matar el silencio que reinaba en la cocina.
—Todo bien... La mayoría de mis amigas están en relaciones súper acarameladas con sus novias y novios.—dijo Hazel con un deje de disgusto falso.
—Oh, vamos.— exclamó María.—estas igual que Nico, cuando el amor caiga sobre ti, no te quejaras.
—Nico la tiene fácil... Digo tiene un destinado, están hechos uno para el otro... Yo tengo que buscar a alguien, que me devuelva los sentimientos y bla bla bla...—dijo Hazel, que seguía con las manos llenas de jabón.
—No tan fácil...—murmuró Nico para sí mismo
—Nico, no hables entre dientes.—le dijo su hermana.
—Dije que no es tan fácil como parece.— dijo Nico, secando un vaso.—nos acabamos de conocer y una relación no se puede crear en dos días, incluso si somos destinados o no...
—Nico tienen razón, pregúntele a su padre cuanto tiempo le costó poder darme un beso...—dijo ella riendo. Nico supuso que su padre tuvo que ser súper persistente con su madre...
—¿Tú y papá son destinados?—pregunto Bianca, curiosa. Su madre asintió.
—Si... Por eso no nos enojamos tanto cuando Will contó lo que pasó entre ustedes dos.—dijo María diAngelo sonrojándose, —no quiero entrar en detalles indecorosos, pero su padre me conoció casi de la misma manera que Nico y Will se conocieron...
Los niños se sorprendieron mucho. A Nico casi se le cae un plato.
—¿D-de verdad?—pregunto Nico sintiendo la lengua entumida.
Su madre asintió.—Por eso—dijo la madre del azabache—no se apresuren, las cosas se darán a su debido tiempo, y si él está dispuesto a esperar e ir a tu ritmo, entonces de verdad es el indicado.
La velada había acabado con un simple apreton de manos por parte de los Alpha, Bianca, Hazel y María se despidieron de Will con un abrazo y un beso en la mejilla. Al ultimo, los padres y hermanas del Omega los dejaron solos en la entrada de la casa para darle "privacidad".
El momento se había puesto algo tenso e incomodo entre los dos después de las platicas con los padres de Nico. Ambos estaban frente a frente, Will miraba las delicadas facciones de Nico, que tenía la mirada baja pero era más que obvio que tenía las mejillas sonrojadas.
—Y bueno...—empezó Nico para querer romper el hielo. Más no sabia que decir. Su mirada estaba baja. Era evidente que estaba muy sonrojado; Will no sabía que decir para hacer que Nico alzara su mirada y sus ojos se unieran en una sola mirada. Nico podía respirar la tensión que había en el aire.
—Eres idéntico a tu madre.— dijo Will sin pensar en que demonios decía.
Nico alzó la mirada, y el rubio capitulo la mirada del azabache, este estaba más que sonrojado.
—Gracias... Creó. —dijo Nico, sonriendo tímidamente.
—Pero... Creo que le agrade a tu familia...
—Les agradaste, créeme, o de otro modo mi padre no te hubiera dejado seguir respirando...—dijo Nico, extendiendo la mano para tocar la del Alpha. El Alpha noto que la mano del Omega temblaba.
—¿Tienes frío?—pregunto Will, consternado de preguntarse que tendría su Omega.
Nico no dijo nada, solo asintió con la cabeza, el Alpha sin esperar se acercó a Nico y lo tomo entre sus brazos.
Justo lo que necesitaba, pensó Nico al sentir los brazos los brazos del Alpha rodeándolo.
—¿Mejor?
—Muchísimo mejor. —dijo Nico. Estirándose para oler más al Alpha.
Perdón por hacerlo corto, y las faltas de redacción. Espero les haya gustado, las y los amo.
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