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»This is a christmas special

8 años después

—Will, ¿estás con Bastian? — preguntó Nico desde la cocina. No escuchó una respuesta. — ¿Will?

Dejó los biberones en la meseta de la cocina esperando a que se escurrieran, también dejó el trapo con el que secaba y caminó a la sala. Las luces estaban apagadas y el árbol de navidad brillaba con una tenue luz blanquecina, se asomó a la sala y no vio a nadie. Caminó a su cuarto, donde las luces también estaban apagadas, pero ahí estaba el inconfundible olor de Will y la leve esencia de Bastian. Sonrió. Fue al cuarto del bebé, donde sorpresivamente también las luces estaban apagadas, se asomó a la cuna a ver si Will lo dejó durmiendo, pero está estaba vacía. Sólo quedaba el cuarto de juegos del bebé, al final del pasillo. Se veía que un poco de luz saliendo por debajo de la puerta, cuando la abrió vio a su esposo con el bebé en brazos. Una escena común. Lo que no era tan común era ver a su marido en un traje rojo simulando al de Santa Claus y a su hijo vestido como un pequeño regalo.

—¿Qué es esto? —preguntó riéndose.

Will sonrió y alzó un poco más a Bastian, quien reía y movía sus bracitos al ver a su mamá.

—¡Hola mi amor! —saludó Nico, agudizando la voz, haciendo que el bebé riera. —¿quieres venir con mamá? ¿o te quedas con papá?

El bebé sólo balbuceó un poco y siguió moviendo sus bracitos.

—Ten. —dijo Will pasándole al pequeño regalito.

Nico cada vez que podía se tatuaba en la memoria la imagen de la cara de Bastian: su piel blanca, como la de Nico, siempre sonrojada cuando reía, lloraba, pujaba o estornudaba, los ojos azules que había heredado de Will, el poco cabello negro sobre su cabecita, su bella sonrisa sin dientes. Cuanto lo amaba.

—Cada día qué pasa, me enamoro más de ti. — soltó Will, mirándolo con las manos en la cadera, sonriendo enternecido. Ver a su Omega cargar a su cachorro era una vista simplemente hermosa.

—También te amo. — Nico caminó hacía Will, se paró de puntitas y se dieron un beso en los labios. Uno corto y bastante casto por que su hijo los estaba viendo.

Bastian empezó a llorar.

—Ay, nononono mi amor, ¿Por qué lloras? — Will había juntado su frente con la de su hijo y dejó un besó en la nariz de este. El niño rio.

—Sólo estaba un poco celoso. —dijo Nico, besando la regordeta mejilla de su bebé.

Will se sentó en una colchoneta que tenían en el piso para que el bebé empezara a gatear o sentarse. Nico con mucho más cuidado se sentó aún con bebé en brazos. El rubio sabía las intenciones de su esposo, así que le pasó una pequeña almohada para que pudiera acostarse cómodamente, también tomó al bebé para hacerle la tarea más fácil.

—Listo, pasámelo. — Will sentó al bebé encima de su abdomen, mientras este se acostaba a su lado.

Ambos se quedaron en silencio observando a su bebé. Recordando lo bello que fue cuando les llegó la noticia, el parto, donde a Will casi se le cae el cabello del estrés que sentía.

—¿Cómo es que está tan hermoso? — preguntó Will mirando a Bastian, mientras este le devolvía la mirada con sus enormes ojos azules.

—No lo sé. — dijo Nico, acariciando su cabecita. — es que es tan perfecto...

—Lo sé, se parece a ti. —dijo Will volteando la cabeza de para verlo.

—¿No crees que aún es muy pronto para decir a quien se parece?

—Estoy casi seguro que se va a parecer a ti. —Will ahuecó la cabecita de Bastian entre sus manos. — a veces me da miedo tocarlo.

—Igual a mi... más cuando estaba recién nacido, era horrible el miedo que tenía de lastimarlo.

—Lo sé, sé que no soy ningún súper héroe con súper fuerza, pero me daba tanto miedo hacerle algo.

—Lo sé...

El bebé rio.

—Si mi amor, tu, tan hermoso e indefenso lograbas quitarme el sueño del miedo.— dijo Will mientras apretaba suavemente una de sus mejillas.

—A mi me lo sigues quitando, cada vez que te da hambre. — dijo Nico riendo, los ojos del bebé se iluminaron. Bostezó. —¿tienes sueño?

—¿Tendrá sueño?

—Espero que sí. — dijo Nico, acariciando el cabello de su hijo.

Volvió a bostezar.

—Bueno... voy a llevarlo a su cuarto. —dijo Nico, poniéndose de pie rápidamente. — listo, gracias, pásamelo.

Will obedeció.

Nico fue al cuarto de su bebé mientras lo arrullaba en brazos, Will iba tras él. Al llegar al cuarto Bastian ya estaba dormido y babeando sobre la playera de Nico. Con cuidado sacó la ropa de dormir del bebé para con sumo cuidado cambiarlo y dejarlo listo. La cuna había sido un regalo de Bianca y Tony. La mayor parte del cuarto de juegos y parte del dormitorio del bebé eran en su mayoría regalos tanto de Hades y María como de Naomi y Apolo. Jamie les había hecho una guía de padres primerizos que deseó haber tenido al inicio y aparte el kit de biberones. Jacob les regaló pañales biodegradables.

—Se ve todavía más lindo durmiendo. — susurró el Alpha.

—Todo el tiempo se ve hermoso.

—Como tú. —dijo tomándolo de la cintura. —¿ya hay tiempo para mi?

—¿Tiempo para ti?

—Vamos a la sala. — Will tomó la mano de Nico, amaba ver el anillo en su dedo. El Omega se dejó guiar por su esposo a la sala, solamente con la luz del árbol.

La casa del matrimonio Solace-di Angelo había sido una sorpresa que Apolo les dio, era de una sola planta, pero a los ojos de la pareja, la casa era simplemente perfecta. No necesitaban una casa tan grande para sentirse a gusto.

Los muebles habían sido por parte de los padres de Nico. Al llegar a la sala una canción muy querida por la pareja empezó a sonar en el estéreo.

—¿Will, qué es esto? —preguntó Nico, que no había visto en que momento Will sacó dos copas de vino.

—Un rato de pareja. —dijo simplemente.

Nico había dejado de darle pecho a Bastian hacía un mes. Tomó una copa de vino y se sentó en el sillón, haciéndole espacio a Will.

—¿Recuerdas esa canción?

—¿La canción más cursi que tiene Elvis? — dijo Nico haciendo sonreír a Will, pero luego se recargó en su hombro, le dio un trago a su vino y sonrió. —como olvidarla.

—Te veías hermoso en ese traje negro.

—Tu también te veías muy bien. — Nico le tendió la mano a Will. — ese día fue hermoso.

—Fue muy divertido. —dijo Will. —En especial cuando Alex fue coronado como reina del baile.

—Oh sí, Magnus se veía muy bien con su corona de rey.

—Y eso que aún no me has visto con corona. — dijo Will guiñándole un ojo a Nico.

—Pero te he tenido por más de siete años. — dijo Nico besando la mejilla de Will. Con el paso de esos años, ambos habían adquirido un aire más adulto, mínimo al rubio quien podía presumir de una mandíbula más pronunciada y el pequeño crecimiento de una barba. Nico por su parte había dado un último estirón y su figura se había estilizado un poco más.

Will se puso de pie y le tendió la mano al Omega.

—¿Me concedes este baile?

Nico aceptó la mano de su esposo y se puso de pie. Siguieron el ritmo y empezaron a bailar al son de Elvis. La mano del rubio descansaba en la curva de la espalda de su esposo, mientras que este le rodeaba el cuello con ambos brazos.

Take my hand, take my whole life too...—empezó cantando Will con su hermosa voz.

For I can't help, falling in love with you. — la pareja bailaba junta, aunque realmente no lo hacían, solo se contoneaba de un lado a otro; la cabeza de Nico estaba pegada al pecho de Will, escuchando los latidos del corazón ajeno.

—No hay palabras que expliquen cuanto te amo... es frustrante.

—No es necesario que lo digas en palabras — dijo Nico sonriendo.—estos años han sido bastante claros...— volvió a mirar a su marido, cuyos ojos no dejaban de brillar. Maldita sea, pensó, se ve muy guapo. — no te puedo tomar en serio vestido de Santa.

Will rio.

—Feliz navidad Will.— este había puesto su otra mano en la nuca de Nico, trazando la cicatriz de su Lazo.

—Feliz navidad, Nico. — compartieron un beso un poco más apasionado mientras Elvis cantaba sobre amor.

Jamie estaba en la sala mirando el árbol de navidad que su esposo y su hijo habían decorado mientras él se encontraba recién parido. Su familia ahora era bastante grande: su primer hijo, Daniel y su bebé de un mes y medio, Tatiana y su esposo Jacob, quien estaba en el piso jugando con Dan, mientras que él los veía acunando una bebé en brazos.

Jacob ahora le estaba haciendo cosquillas a su hijo, el cual luchaba desesperadamente por quitárselo de encima.

—Oye, no seas brusco. — regañó a su marido, dándole un suave golpe en la cabeza.

—No estoy siendo brusco. — se defendió el pelirrojo mientras iba parando un poco la intensidad de las cosquillas. Cuando Dan se vio libre del peso de su padre, se levantó y se sentó al lado de su madre.

—¿Sigue dormida? —preguntó tomando la pequeña mano de su hermana. La cara de su hijo era una de las cosas más maravillosas que había visto nunca: su tez blanca, ojos grises y cabello castaño oscuro, aquellas pecas en todo su cuerpo, sus hoyuelos al sonreír. 

—Si. — el rostro de Tatiana es como el de Dan cuando era bebé, rechonchos y muy blancos. —recuerda que los bebés duermen mucho.

—Pero no duermen de noche. — agregó Jacob apoyando la cabeza entra las rodillas de su esposo. —¿o no, mi amor?

Jamie rio bajito.

—No, es totalmente cierto. — dijo recargando la cabeza en la de su hijo. —pero al menos con ella tenemos experiencia previa... contigo fue muy difícil.

—¿Lloraba mucho?

—Eso, y que no dormías, comías mucho, mordías a tu madre... todo un pequeño demonio. — bromeó su padre.

—Vaya... — dijo mientras tocaba las mejillas rosadas de su hermana.

Jamie a veces sentía que su escenario familiar era un sueño. No podía creer que esa vida era la suya, poder decir que, a pesar de haber sido madre adolescente, el padre del bebé nunca lo dejó solo, que pudo terminar sus estudios, que ahora tenía otro bebé y que no podría ser más feliz.

Era maravilloso.

—Bueno, campeón, si quieres que venga Santa más rápido, ve a dormir, que tu hermana ya te ganó. — anunció Jacob.

—Pero aún no tengo sueño. — dijo mientras su padre lo cargaba. Jamie se levantó con ellos, pero se fue en dirección distinta, la habitación de Dan estaba al lado izquierdo del pasillo, Tatiana por el momento, dormía con ellos.

Cuando se enteraron del nuevo embarazo se mudaron a una casa un poco más grande, con más habitaciones y más baños, ahora tenían un patio grande en donde tenían juegos para Dan. Tenían cinco cuartos: uno para ellos, uno para Dan, el otro para la pequeña Tati, claro, cuando creciera, una era para invitados y tenían uno sobrante, por cualquier cosa.

—Voy a acostar a Tati. —dijo Jamie mientras entraba a su habitación.

—¡Descansa, mami! — el Omega se dio la vuelta para ir a darle un gran beso en la mejilla al pequeño castaño. —descansa, Tati. —susurró.

—Ahora voy al cuarto. —Jacob besó rápidamente los labios de su pareja y sonrió.

—Si...

Jacob desapareció en la habitación mientras reía con su hijo. 

Él por su parte entró a su recamara para depositar a su hija en la cuna. Gimió un poco pero no se despertó. Después de ponerla a dormir, se lanzó a la cama a esperar a su esposo. Se puso a pensar. ¿Cómo hubiera sido mi vida si no me hubiera quedado embarazado? Tal vez algo mejor, tal vez algo peor, nunca se sabría. Por el momento sabia una cosa: no podía imaginar su vida sin su familia, sin todas sus experiencias vividas. Eso lo había hecho parte de quien era y estaba muy orgulloso de su yo actual.

—¿En que piensas? —preguntó Jacob desde el umbral de la puerta.

—No te vi llegar...

—Esa no fue mi pregunta. — dijo sentándose al lado de él en la cama.

—Estaba... ya sabes, haciendo como una mirada en retrospectiva. — se incorporó para quedar a la misma altura que su esposo. Desde que tuvieron a Dan, sorpresivamente el Alpha ganó una masa muscular impresionante, y con la reciente llegada de Tati, parecía enorme.

—Ah... ¿y a que conclusión llegaste?

—A ninguna. — besó el mentón de su marido. —¿sabes que te amo?

Jacob frunció el ceño mientras miraba a su Omega; Jamie se maravillaba cada vez que veía pequeños rastros de barba en su Alpha. Siempre pensó que no durarían mucho tiempo de novios, pero después de que lo marcó y después del embarazó, parecían eternos.

—¿Sabes tú, cuanto te amo?

—Si, todos los días me lo dices.

—¿Sólo te lo digo?

—También me lo demuestras.

Parecían eternos.

—Te amo.

—Te amo más. — dijo mientras se besaban.

Tal vez sí son eternos.

¡Hola, chic@s, les quería dejar este pequeño capítulo de navidad, muy corto, yo lo sé, pero quería darles un regalito y buen augurio!

¡Ya conocieron a Bastian Solace-diAngelo! Y a Daniel Thompson :3

Anyways, felices navidades, espero que la pasen bien, comiendo rico y recibiendo muchos regalos.

¡Los amo!

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