CAPÍTULO 9
Eddie checó la hora en su reloj de pulsera. Aún era temprano, podía pasar a comprar algunos regalos y unas flores. Aunque estaba un poco nervioso, esa tarde conocería a la madre y al padrastro de Venus. Ella le había hablado del interés que sus padres tenían en conocerlo y aunque él trató de declinar la invitación, Venus no dejó de insistir hasta que finalmente aceptó la invitación a cenar.
-¿Qué va a pasar si no les caigo bien? - Preguntó esa mañana antes de ir al trabajo.
Venus giró el rostro y le dedicó una mirada de reproche sin responder a su pregunta.
«¡No seas ridículo, Eddie! Le agradas a todo el mundo.»
Sabía que el Klytar se estaba burlando de él. No tenía razón, él era más odiado que amado. Había destruido la vida y la carrera de muchas personas... ¡pero ya estaba de más recordar todo aquello! Si le agradaba o no a los padres de Ve, no era problema suyo.
«Haces bien en no estresarte con eso. Concéntrate en ti y en la relación con Venus. Lo importante es que ella te ama. »
El parásito tenía razón, lo importante era lo que Ve pensaba de él, no lo que pensaran los demás. Decidió no darle más vueltas al asunto y se acercó a la chica, la abrazó con fuerza y le plantó un apasionado beso en los labios.
-¿A qué hora dices que será la cena? - Preguntó y lamió el cuello de Ve.
-A las ocho, en casa de mis padres - Suspiró y le echó los brazos al cuello - ¿Podrías dejarme en su casa antes de que vayas al trabajo? - Preguntó y lo miró a los ojos - ¡Por favor!
-¡Con todo gusto! - Murmuró Eddie le besó la nariz.
Eddie bufó y se rascó la cabeza, mientras volvía a surgir la duda. ¿Qué sucedería si no era del agrado de los padres de la chica?
«¡Ya basta de atormentarte con lo mismo! Llevas pensando en ello toda la maldita mañana. ¡Cómo si no supieras la respuesta! Les vas a agradar y... ¿qué si no? No le des importancia al asunto. No te vas a acostar con ellos, ¡ya te acuestas con su hija! »
Eddie rió y continuó caminando hasta el sitio donde dejó su motocicleta. ¡Era cierto! Su compañero tenía toda la razón y...
-¡Auxilio! ¡Mis hijos! - Gritó con desesperación una mujer - ¡Por favor! Qué alguien salve a mis niños.
Los pensamientos de Eddie fueron interrumpidos por esos gritos, seguido de una serie de detonaciones y más gritos desesperados de personas.
-¿Qué carajo? - Murmuró Eddie.
«¡Huele a peligro! Debemos echar un vistazo.»
Eddie se echó a correr hacia el lugar de dónde provenía el alboroto. Un grupo de personas se encontraban reunidas cerca de una sucursal bancaria. La policía tenía acordonado el sitio, impidiendo el paso de los peatones, dentro del edificio, unos encapuchados, armados hasta los dientes amenazaban a un grupo de rehenes y a la policía, pidiéndoles que no se acercaran o intentaran hacer algo al respecto.
«¿Problemas?»
-Serios problemas - Respondió Eddie oculto detrás de un contenedor de basura.
-¡Por favor! - Volvió a gritar una mujer a la que sostenían un par de agentes de la policía - ¡Mis niños! - lloró - ¡Mis hijos están ahí dentro!
Eddie escudriñó el interior del edificio, había varias personas en el piso, mientras que un par de encapuchados sostenían a dos niños, apuntándoles a la cabeza. La policía no podía hacer nada, ya que la vida de los infantes corría grave peligro si ellos actuaban.
-¡Hay que hacer algo! - Continuó el reportero - ¡Debemos ayudar a esa gente!
De pronto se escucharon varios dispararon y la gente gritó, tirándose al piso. Los maleantes salían del banco y subieron a un auto de la policía. No soltaban a los pequeños que gritaban histéricos pidiendo a su mamá. La mujer había caído desmayada y era atendida por un grupo de paramédicos. Los maleantes huyeron ante la mirada atónita de los presentes y de la policía.
«Es hora de actuar»
Venom hizo acto de presencia y comenzó a correr detrás de los vehículos donde viajaban los malhechores. Detrás de él, la policía se puso en marcha para perseguir a los tipos y apresarlos. Durante varias manzanas, Venom no se despegó de los tipos, buscando la forma de, en primera instancia, poner a salvo a los niños y que estos no tuvieran ningún rasguño. Después le daría su merecido a esos tipos.
«Por fin, algo bueno para comer. ¡Tengo hambre! Y debemos darnos prisa si quiero disfrutar de esos bocadillos.»
-Y recuerda que debemos llegar a la cena en casa de los padres de Venus, ¡así que no te atasques! - Comentó Eddie - De lo contrario, Ve va a matarme.
«Esto sólo será un tentempié, yo siempre tengo un huequito en mi estómago para algo más apetitoso.»
Venom aplastó, chocó e hizo trizas varios automóviles que se cruzaron en su camino. Los hombres comenzaron a dispararle, intentando deshacerse de él o hacerle algún daño. Pero Venom era astuto y rechazó todos sus ataques. Sin embargo, tuvo que detenerse en seco, cuando uno de los ladrones mostró la cabeza de uno de los chicos por la ventanilla del auto.
-¡Ayuda! - Gritó el niño.
«Trepemos a los edificios y tomemos un atajo»
Los sujetos creyeron que se habían deshecho del monstruoso alien y comenzaron a festejar su victoria. Serían asquerosamente ricos y huirían lejos sin que nadie pudiera detenerlos, pero primero, debían deshacerse de esos estorbos que no paraban de berrear pidiendo a su mamá.
Mientras, Venom saltaba de edificio en edificio, sin perder la pista de los fugitivos, una extraña vibración recorrió su cuerpo, logrando que se detuviera en seco.
«¡Apaga esa mierda Eddie! No estamos de humor para responder llamadas»
-¡Es Venus! - Murmuró Brock - Creo que debo responderle.
«¡Que sea rápido! O se van a escapar esos desgraciados»
La figura de Eddie apareció y de inmediatamente, el reportero respondió a la llamada de su novia.
-¡Hola cariño! - Exclamó el hombre - Disculpa que no haya respondido al instante pero...
-¡Ya es tarde Eddie! - Gimió Venus - ¿Está todo bien?
-Hay un pequeño problema que debemos resolver ahora y...
-Esos sonidos son ¿disparos? - Preguntó Ve un poco inquieta.
-¡Sí, sí! - Murmuró Eddie - ¡Pero estoy bien! No debes preocuparte - Suspiró - Lo tenemos bajo control.
-¿Cómo que bajo control? - Exclamó Ve, totalmente alarmada - ¿De qué estás hablando...?
-Debo dejarte amor - Dijo el reportero - ¡Te amo! ¡Ya casi llego! - Murmuró y terminó con la llamada.
Venom volvió a saltar sobre los edificios y buscó a los maleantes, estos tomaban la avenida con dirección a la autopista, ¡planeaban huir! Pero no podía darse el lujo de dejarlos libres.
«Debemos rescatar a los chicos»
-Estaba a punto de sugerírtelo - Comentó Eddie - Toma la siguiente calle, giras a la derecha para que entres al subterráneo - Continuó el reportero - Será un ataque sorpresa.
«¡Amo los ataques sorpresa!»
-Lo sé - Exclamó el reportero - Pero recuerda, primero debes poner a los niños a salvo.
Venom no respondió, sólo se concretó a hacer lo sugerido por Eddie. Bajó velozmente del edificio y corrió por la calle para internarse en la estación del subterráneo. Algunas personar gritaros asustadas al verlo, pero otras le aplaudieron y lanzaron gritos de apoyo. Venom esperó unos instantes, podía sentir que los tipos se acercaban, escuchaba sus voces lejanas y cómo los autos pasaban. En el primer vehículo estaban los chicos, el segundo de ellos era el que debía sacar del juego.
El primer auto pasó a toda velocidad y una fracción de segundos después, Venom salió de su escondite, lanzando el auto por los aires, haciéndolo que se estampara contra un edificio. El primer auto se detuvo, unos metros más adelante, entre un enorme caos de tráfico y transeúntes que gritaban asustados y corrían, intentando escapar del peligro.
«Ojos, pulmones, páncreas...»
-¡No hay tiempo! - Gritó Eddie - Se hace tarde.
«Tenemos más tiempo que vida»
Venom gruñó y se acercó a uno de los criminales, levantándolo del piso, el sujeto gritaba asustado. La lengua del enorme alien recorrió la cabeza del sujeto, saboreándola. El tipo no paraba de gritar, hasta que de un mordisco, Venom lo decapitó, masticando ruidosamente.
«¡Combustible para el tanque!»
Estaba a punto de saltar sobre el otro sujeto, cuando una serie de disparos se cernió sobre el monstruoso ser. Venom gruñó, molesto por la interrupción que esos tipos le causaron. De un fuerte golpe, lanzó al otro sujeto hacia la pared, noqueándolo en el acto y se dio la vuelta para ajustar cuentas con los otros tres que trataban de herirlo.
-¡Maten a ese monstruo! - Gritaban los tipos mientras disparaban.
Las balas atravesaban el cuerpo de Venom sin hacerle daño alguno y los tipos, al ver que sus intentos por asesinarlo no le hacían daño, comenzaron a ponerse nerviosos.
-¡Las balas no le hacen nada! - Exclamaron desesperados, sin embargo, no paraban de disparar.
«¡Ya me están cansando estos malnacidos!»
-¡Deshazte de ellos y vamos por los chicos! - Murmuró Eddie - Recuerda que debemos salvar a los niños y recuperar el dinero.
Venom volvió a gruñir y estiró sus brazos para arrebatar las armas de dos de los tipos, que gritaron asustados cuando Venom las dobló como si se trataran de dos pajitas, arrojándolas al piso. El tercero de ellos, al ver esa acción, lanzó un grito y se echó a correr. Sin embargo no logró llegar lejos, ya que Venom lo sujetó con fuerza y de un mordisco le arrancó la cabeza.
«Creo que este tiene mejor sabor que el otro»
-¡Concéntrate! - Exclamó Brock - No perdamos el tiempo, ¡ya es tarde! Debemos ir por...
«¡Los niños! Ya lo sé»
Venom dio un par de zancadas y llegó al auto donde se encontraban los pequeños. Los niños estaban abrazados y lloraban a lágrima viva. Sin embargo, al ver a Venom, dejaron de llorar.
«¡Ya están a salvo!»
-¡Gracias señor Venom! - Dijeron los pequeños al unísono.
Venom no dio respuesta. Los niños estaban a salvo y la policía se estaba haciendo cargo de los ladrones que quedaban. Él había hecho su trabajo y los maleantes ya no eran problema, así que rápidamente trepó a uno de los edificios para desaparecer de la vista de la gente.
-¡Debimos ir a casa de Ve! - Refunfuñó Eddie trepando a su motocicleta - ¡Voy muy retrasado! - Bufó el hombre colocándose su casco.
«Compra un vino caro, regalos lujosos y serás muy bien recibido.»
-No tengo otra opción - Dijo Eddie poniéndose en marcha - Compraré algo en el camino.
§ § § § §
Venus observó su reloj y lanzó un profundo suspiro. ¡Cuarenta minutos tarde! No lo podía creer, y para colmo, Eddie no respondía el teléfono. La chica bufó molesta y se levantó de la silla para caminar a la sala y reunirse con sus padres.
-Creo que debemos cenar nosotros - Dijo decepcionada.
-¿Y qué hay de tu amigo el reportero? - Preguntó Arnold, el padrastro de Ve - ¿No va a venir?
-¡No lo sé! - Gimió la chica - Creo que no - Exclamó y se dejó caer en el sillón - No lo noté muy convencido pero... ¡me aseguró que vendría! - Dijo recostándose en el hombro de su madre.
-Quizá se le presentó algún inconveniente - Comentó Sarah, madre de Venus.
-¡Sí! Pero ahora no me responde las llamadas - Bufó molesta - No sé que le sucede.
-Esperemos un rato más - Murmuró su mamá - Ya hemos esperado un buen rato, podemos esperar un poco más.
Venus se cruzó de brazos e hizo un puchero. No le quedaba de otra, aunque estaba casi segura que Eddie no asistiría a la cena. ¡Lógicamente! Tenían apenas unos días saliendo, aunque ella prácticamente ya vivía en su casa pero ¿qué? ¡Él le aseguró que asistiría! Pero, ¿por qué tardaba tanto?
Los pensamientos de Venus fueron interrumpidos por el sonido del timbre. La chica se puso de pie inmediatamente, pero Arnold se adelantó.
-¿Piensas abrir la puerta? - Preguntó, sorprendido de la acción de su hijastra.
-Pensé que... - Titubeó - Quizá era Eddie...
-No te preocupes, ¡yo abriré! - Sonrió el hombre y abrió de inmediato - ¡Eddie Brock! - Exclamó el hombre al ver a Ed de pie en el umbral - ¡Qué gusto! Adelante - Comentó haciendo una seña - Soy Arnold Bennington.
-Es un gusto, Señor Bennington - Respondió Eddie entrando en la casa - Perdón por el retraso...
-¡Dime Arnold! - Sonrió el hombre - Pero vamos, ¡entra! Ve estaba desesperada...
-¡Papá! - Murmuró la chica y se puso colorada.
Eddie le dedicó una sonrisa, Ve estaba tan hermosa con esa minifalda ajustada, esa blusa blanca traslúcida y sus zapatillas rojas de tacón. Ella también lo miró, devolviéndole la sonrisa.
«Definitivamente, cada día que pasa se pone más buena»
-Hola hermosa - Exclamó Eddie - Perdón por el retraso - murmuró y se acercó a ella para abrazarla y besarla con pasión.
-¡Ay, pero si es Eddie Brock! - Gritó la madre de Venus, interrumpiéndolos.
-Un gusto señora Bennington - Murmuró Eddie y tendió su mano a la mujer - Disculpen por haberlos hecho esperar, pero tuve un contratiempo...
-¡No te preocupes, hijo! - Sonrió la mujer - Nosotros lo entendemos, pero esta niña estaba desesperada y...
-¡Madre! - Gruñó la chica.
-Te di mi palabra - Sonrió Eddie y la tomó de la mano - Por cierto, he traído un poco de vino - Murmuró y le entregó la bolsa al padre de la chica, quién la abrió de inmediato.
-¡Mira esto! Es de los buenos - Comentó Arnold a su esposa - Tienes muy buen gusto, Eddie.
Venus lanzó una exclamación de protesta por el comentario de su padrastro e instantes después, todos pasaron a la mesa para cenar y comenzar a charlar animadamente. Lógicamente, Eddie fue bombardeado con preguntas de parte de la madre y el padrastro de la joven. A él le hacían mucha gracia, pero a Venom no le agradaba demasiado.
«¿Qué es esto? ¿Un interrogatorio policiaco? ¿Para qué tanta pregunta? ¿A ellos qué les importa? Esos humanos son muy metiches.»
Eddie rodó los ojos, tratando de ignorar las palabras de Venom, ¿qué le pasaba a ese estúpido parásito? ¡Siempre se quejaba de todo! Era normal que preguntaban, tenían curiosidad por conocerlo y a él no le molestaban esas preguntas.
-Entonces, ¿estuviste cubriendo el rescate de esos niños? - Preguntó la mamá de Venus.
-Se atravesó en mi camino la persecución y no debía perder esas oportunidad - Comentó Eddie esbozando una gran sonrisa - Por ese motivo me retrasé.
-¡Está bien bebé! - Suspiró Venus - Siento haber dudado de ti.
-No te preocupes cielo - Exclamó el hombre y besó la mano de la chica.
-¿Y pudiste ver a Venom? - Preguntó Arnold con curiosidad.
-No, no pude - Mintió el hombre - Había demasiados policías y gente. El centro de la ciudad se volvió un caos.
-¡Ya lo creo! - Comentó Sarah - Pero acá entre nos, ese alienígena me parece impresionante. Además de que es todo un héroe. ¿No lo crees Eddie?
«¡Diles que nosotros somos Venom! Así terminarás por ganártelos a todos.»
-¡A mí esa cosa me da miedo! - Interrumpió Ve - Creo que es algo muy peligroso.
-¡Para nada! - Comentó Arnold - Si fuera un peligro, ¡no ayudaría a los demás!
-Yo opino igual que tu padre - Murmuró Eddie - Venom no es peligroso.
«¡Eso creen ustedes!»
-¡No lo es! - Intervino Sarah - A mí me parece adorable.
-Pues no lo sé - Murmuró Venus - Creo que es horrible, peligroso y no debería estar aquí - Suspiró la chica - Un día podría revelarse y hacernos daño o planear una invasión y convertirnos en sus esclavos - Bufó - ¡O lo que es peor! ¡Convertirnos en su alimento! - suspiró - Personalmente no confío en él, creo que moriría de miedo si lo llego a tener en frente.
«¡Oh, oh! Creo que ella tiene un mal concepto sobre nosotros, Eddie... ¡Deberías decirle amigo! De lo contrario, esto podría traernos problemas. ¡Ella debe saber! Venus te confió su secreto, tú debes confiarle el tuyo.»
-¡No lo sé! - Pensó Eddie - No encontraba la manera de decirle y ¡ahora! - Eddie estaba preocupado - No estoy seguro de que sea correcto decírselo - Comentó Brock a su compañero.
«Debemos decírselo. Si te ama lo va a entender, puedes hacerlo de a poco. Quizá pueda asimilarlo y confiar en nosotros. ¡Jamás le haremos daño! ¡Tienes que decírselo! En realidad acertó con su comentario, ¡esos eran mis antiguos planes! Pero después te conocí y todo cambió. Tarde o temprano tendrás que revelarle lo que somos, ella debe saber que ¡NOSOTROS SOMOS VENOM!»
§ § § § §
¡Oh, oh! ¿Qué creen que pase cuando Venus se entere que Eddie es el vehículo del Klyntar y que juntos son Venom, el Protector Letal de San Francisco?
¿Piensan que lo tome bien y lo acepte o Eddie sufrirá un rechazo?
Pronto lo averiguaremos, pero me gustaría conocer sus opiniones.
¿Qué les pareció el capítulo? Espero lo hayan disfrutado.
¡Hasta la próxima!
Maria Decapitated
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