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CAPÍTULO 12

-Parece que es un bonito día, ¿no lo crees? - Preguntó Eddie a su compañero mientras veía su reflejo en el espejo y se lavaba las manos.

«¿Recuerdas el olor de la bufanda de la otra noche?...»

-La verdad, sólo recuerdo el olor del tabaco y el sudor - Exclamó Eddie mientras secaba sus manos.

«¡Pues a eso huele ahora! Huele a putrefacción... ¡a rata muerta! Percibo el olor de ese hombre. »

-¿Cómo? - Exclamó Eddie poniéndose alerta - ¿Dónde? - Murmuró mientras comenzaba a revisar los cubículos de los sanitarios.

Eddie estaba solo, nadie más estaba dentro del lugar, entonces, ¿cómo era que Venom...? Los pensamientos del reportero fueron interrumpidos por un agudo grito de mujer. El hombre se tensó al escucharlo, ¡ese grito era de...!

«¡Es Venus! Debemos ir con ella ahora, está en peligro.»

Brock salió corriendo de los sanitarios para reunirse con su chica. ¡Alexander estaba cerca! Venom había percibido su olor y este era fuerte, seguramente se encontraba en el restaurante. ¡Ese desgraciado les estaba siguiendo los pasos!

El hombre se detuvo a escasos metros de la mesa que ocupaba con Venus. Alrededor de esta se encontraban muchas personas que intentaban auxiliar a Ve. La chica había sufrido un ataque de histeria, lloraba y gritaba con fuerza, mientras señalaba la mesa que se encontraba frente a la suya. Esta estaba vacía, sin embargo la joven aseguraba que alguien había estado ahí, amenazándola.

-¡Yo lo vi!- gritaba Venus - ¡Era Alexander! - dijo con fuerza - ¡Él quiere matarme!

Eddie suspiró y se acercó rápidamente a Ve. ¡No dudaba de las palabras de su novia! Venom había detectado la presencia de Alexander al percibir su aroma. El hombre estaba cerca, pero él sabía cómo desaparecer sin dejar rastro.

-¿Puedes verlo? - preguntó Eddie a Venom.

«¡No! Pero aún logro percibir su olor. Alexander estuvo aquí, es posible que ese desgraciado ya esté lejos. Apenas logro distinguir su pútrido aroma... ¿Quieres que lo sigamos? Aún podemos darle alcance.»

-¡No! - respondió Eddie - Debemos quedarnos con Venus, ella nos necesita.

Eddie la abrazó con fuerza mientras Venus se estremecía y lloraba con más fuerza. La chica había entrado en una crisis nerviosa y era necesario que la sacara de ese lugar y la llevara a casa para que pudiera tranquilizarse.

-¡Yo lo vi Eddie! - Gimió la mujer - ¡Lo vi! ¡Era Alexander! - Grito presa del terror - ¡Él quiere matarme! Se estaba burlando de mí...

-¡Tranquila cielo! - Susurró Eddie - Te creo, sé que lo viste - Murmuró el hombre acariciando el cabello de Venus - Estás salvo con nosotros...

-¿Quiénes? - Preguntó Ve, un poco confundida.

-¡Vamos a casa! - Exclamó el reportero sin responderle - Ahí estarás más tranquila.

-¡Sí, sí! Eso es lo que quiero - Suspiró ella - ¿Podrías llamar a mamá? Quiero hablar con ella.

-¡Seguro! Le pediré que vaya a casa y que se quede contigo - Dijo Brock y la condujo hasta la salida.

«¡He vuelto a percibir su aroma, Eddie! ¡Él está cerca! Sé que la está vigilando, la acecha como una bestia a su presa. Debemos tener cuidado.»

-¿Puedes verlo? - Preguntó Eddie conduciendo - ¿Lograste ver por dónde se fue?

«¡No! Pero lo buscaremos. Esta noche debemos salir a cazarlo.»

-¡Por supuesto! - Dijo Ed - Debemos encontrarlo antes de que logre hacer más daño o intente hacerle algo a Ve.

La pareja llegó por fin a su departamento, afuera de este, la madre de Ve y su padrastro ya los estaban esperando. Al verlos, Ve se arrojó a sus brazos y ellos trataron de consolarla. Se les veía que estaban bastante preocupados por la chica y, una vez que entraron en el departamento, los bombardearon con preguntas.

-Yo tuve que ir al baño, mientras Ve se quedaba sola por unos momentos - Comentó Eddie ofreciéndoles un poco de café - Cuando regresé, ella tenía una crisis nerviosa. Gritaba y lloraba.

-Pero... - Murmuró Arnold - ¿Tú lo viste Eddie?

-Desgraciadamente no - Exclamó Brock - Lo busqué por todos lados, pero el hijo de perra ya había huido.

-¡Tienen que dar parte a las autoridades! - Intervino Sarah - Ese hombre es muy peligroso ¡y no debe estar suelto! - Suspiró y miró a su hija - ¡Ve, debes decir todo lo que sabes!

-Lo único que puedo decir es que ¡quiere matarme! - Gritó Venus y se aferró a los brazos de su mamá - ¡Tengo mucho miedo!

-Pero tienes que acudir las autoridades - Insistió su padrastro - Necesitas hablar con ellos de lo que sucedió en el pasado entre tú y Alexander.

-Creo que no deberían presionarla con eso - Intervino Eddie - Venus está muy afectada por lo que acaba de suceder. Por ahora, debemos dejar que se tranquilice.

-Tienes razón - Suspiró Sarah levantándose para ir a la cocina - Voy a prepararles un refrigerio.

-¡Yo te ayudo! - exclamó Arnold y la siguió.

Eddie abrazó a Venus y permanecieron así por un rato. Ninguno de los dos dijo nada, pero el hombre podía sentir que el cuerpo de la chica temblaba por el miedo. Su respiración era agitada y su corazón latía a toda velocidad.

-Creo que debes descansar, cariño - murmuró Ed y besó su frente - Te llevaré a la habitación para que tomes una siesta.

-¿Te quedarás conmigo? - preguntó Venus lanzando un suspiro.

-No me moveré de tu lado. - dijo Eddie y se puso de pie tomando a Venus de la mano para caminar hasta la habitación.

Permanecieron en silencio, Brock preparó la cama y Venus se metió en ella levantando las mantas para taparse por completo. Momentos después la chica se quedó dormida mientras Eddie la contemplaba.

«¿Nos vamos a quedar aquí toda la tarde?»

-¡Por supuesto que no! - dijo Eddie en un susurro - Pondremos cualquier pretexto para salir.

«Alexander nos ha seguido, Eddie. Él está cerca de aquí y en cualquier momento aparecerá. Debemos salir a buscarlo.»

-¿Salir ahora? - preguntó Brock apretando los puños.

«Inventa cualquier cosa y vamos a buscar a ese maldito. Anda, ¡no seas marica!»

-¡No soy marica! - se quejó Eddie.

«Pues lo pareces, maldito cobarde.»

-¡Vamos ya! - murmuro el hombre y salió de la habitación para entrar en la cocina y pedirle a los padres de Venus que permanecieran junto a ella mientras él salía a atender unos asuntos de trabajo.

§ § § § §

Alexander lanzó una carcajada sardónica cuando se dejó caer sobre la vieja silla del comedor. ¡La cara de Venus era todo un poema! Fue tan gracioso verla gritar, aterrada y cagándose de miedo al mirarlo. La broma le había salido a la perfección, tal y cómo lo había planeado. Pero lo mejor de todo fue ver al reportero, buscándolo por todos lados, hasta debajo de las mesas del restaurante y por la calle. ¡Ese tipo era un estúpido!

El hombre no podía creer que Venus lo hubiera cambiado por ese sujeto tan idiota. Eddie Brock era un pelele, un simple reportero que había ganado fama haciendo pedazos la vida de otros. ¿Qué le veía Venus a ese tipejo? Alexander se puso de pie y se acercó al refrigerador para tomar una cerveza, la destapó y dio un largo trago al líquido.

Permaneció de pie durante un rato, mirando por la ventana de su viejo apartamento, pensando en sus planes futuros. Mientras reflexionaba, llegó a la conclusión de que ya era hora de su venganza, Venus ya había huido demasiado, burlándose de él. Recargó su brazo en el marco de su ventana; ¡sería pan comido! Aunque el imbécil de Brock prácticamente no se separaba de ella, había momentos en que tenía que irse y Venus permanecía sola por largo rato.

-Quizá ya sea hora de ir por ti, Venus - Murmuró mirando una antigua fotografía de la chica - Te va a encantar tu nuevo hogar - Sonrió y apuró su bebida - Esta vez no vas a dejarme, ¡serás mía lo quieras o no! Y si te resistes, ¡morirás!

El hombre tiró la botella al cubo de basura y salió de su apartamento. Primero terminaría el asunto que había comenzado hacía unos días.

§ § § § §

Venom olfateó el aire una vez más, buscando percibir el aroma de Alexander, sin embargo, no tuvo éxito alguno. Los olores de la gente se mezclaban entre sí, pero Venom conocía perfectamente el de Alexander.

«¡Aquí no hay nada!»

Él gruñó y se movió por los edificios, mirando atentamente hacia la calle llena de personas que caminaban velozmente. El sonido de los autos en el tráfico se unía a los murmullos de las voces de la gente. Era un día bastante agitado, como la mayoría de ellos en la ciudad.

-Deberíamos ir al sitio dónde lo encontramos aquella vez - Sugirió Eddie - Quizá con algo de suerte lograremos atraparlo.

«¡No es una mala idea, Eddie!»

Venom se movió con rapidez hasta llegar a ese viejo edificio en donde había muerto esa mujer. El sitio estaba clausurado, las bandas amarillas que indicaban peligro aún se encontraban en su sitio. Venom las arrancó con un rápido movimiento de su enorme mano y entró en el lugar, pero este se encontraba vacío. Buscó por todos lados, pero no detectó presencia humana.

«Aquí no está ese malnacido»

-Entonces sigamos buscando - Exclamó Brock - No puede desaparecer, ¡tarde o temprano lo vamos a encontrar!

Venom estuvo de acuerdo y salió de ahí mientras se alejaba del edificio. Sin embargo, a escasos metros de la zona percibió un olor muy peculiar, ¡conocía ese aroma! Así que dio vuelta en U y se echó a correr, persiguiendo el rastro que acababa de encontrar.

-¿Lo encontraste? - preguntó Eddie.

«Ese cabrón está cerca, a un par de manzanas de aquí. ¡Esta vez no escapará!»

Venom rugió y continuó corriendo, podía sentir el olor de Alexander cada vez más cerca. Su peste impregnaba el ambiente, además percibía otro olor más tenue, opacado por el aroma de ese imbécil. ¡Olía a sangre!

«Por allá»

Vemon giró hacia un callejón sin salida. No había luz porque las lámparas estaban rotas, sólo una intentaba iluminar la zona, pero se prendía y apagaba con rapidez dándole al lugar un aspecto lúgubre. Una sombra se movió en la oscuridad, Venom pudo sentirlo y con un rápido movimiento de su mano lo lanzó hacia la pared.

-¿Qué carajo? - exclamó Alexander al ser lanzado por los aires - ¿Quién está ahí? - dijo buscando una lámpara en su bolsillo.

El hombre quedó petrificado por el miedo al ver la enorme silueta de Venom que se encontraba frente a sus ojos. ¡No podía ser verdad! Esa horrible cosa estaba delante de él, pero le daba la espalda.

Venom contempló a la mujer que yacía sobre el piso. Por desgracia habían llegado tarde, ella estaba muerta y en un charco de sangre. Su cuerpo desnudo estaba hecho trizas y reflejaba la brutalidad con la que había sido atacada. Parecía que un monstruo o un ser más sanguinario que él había estado ahí. ¡Era una imagen aterradora! Incluso para él.

Alexander aprovecho la distracción de ese ser monstruoso para echarse a correr y perderse entre las sombras.

-¡Se escapa! - murmuró Eddie - ¡Tras él!

Venom dio media vuelta para lanzarse contra el asesino que corría velozmente hacia la salida del callejón.

Alexander echó a correr con toda la rapidez que le permitieron sus piernas, las cuales apenas podían sostenerlo. El tipo estaba muy asustado al encontrarse a ese ser, jamás creyó que lograría verlo tan de cerca. Era un monstruo imponente y magnífico al mismo tiempo. Venom era a lo que Alexander más le temía, había leído un poco sobre él y conocía el destino que todos los criminales tenían cuando se topaban con Venom. Y él no quería morir de esa manera, ¡devorado por un alien!

El sujeto volvió el rostro y se dio cuenta que Venom estaba a punto de darle alcance. El pánico se apoderó de él y lanzó un grito cuando dio un traspiés y cayó al piso cuan largo era.

-¡No me comas! ¡No me comas! - Suplicó Alexander y se cubrió el rostro con ambas manos.

«¿Comerte? ¿Por qué habríamos de hacer eso?»

Venom se acercó a Alexander y le apartó las manos del rostro, mirándolo fijamente mientras lo sujetaba por el cuello de la camisa y lo levantaba un palmo del piso. Los ojos de Venom se encogieron al escudriñarle el rostro. Se trataba del mismo sujeto que vio en esa fotografía de aquella red social, ese que abrazaba a Venus y sonreía, posando para la cámara. También era el hombre que aparecía en los documentos que el amigo de Eddie les había llevado la otra noche. El sujeto sospechoso de asesinar a varias mujeres y que tenía una infracción de tránsito. ¡Por fin estaba frente a esa asquerosa rata asesina! Venom esbozó una sonrisa, estaba consciente que en un tris y un tras lo haría pedazos y disfrutaría como nunca de hacerlo. Pero ese bastardo se merecía el mayor sufrimiento posible.

«ALEXANDER»

El hombre tembló cuando Venom pronunció su nombre. ¿Cómo era posible que lo conociera? Él no usaba ese nombre en San Francisco, había cambiado y falsificado todos sus documentos para que nadie pudiera reconocerle. Sin embargo, también sabía que la policía había comenzado a buscarle. Por tal motivo debía terminar con Venus y así huir de esa ciudad.

-¡Por favor! - Volvió a suplicar - ¡No me hagas daño!

«Y tú, ¿por qué continúas haciendo daño? ¿Acaso ellas no piden piedad? ¿Por qué deberíamos tener piedad contigo?»

Venom lo sacudió con fuerza, mientras Alexander lanzaba gritos de terror. Las uñas de ese ser se clavaron en su brazos, causándole daño. El hombre estaba seguro que ese era su fin y que es cosa iba a devorarlo en cualquier momento.

-¡No, no, no! - Gimió con los ojos cerrados cuando la lengua de Venom le recorrió la cara.

Venom abrió sus fauces, dispuesto a devorar la cabeza de Alexander, quién prácticamente se había cagado en los pantalones, cuando un grito resonó en la lejanía. Venom se detuvo y giró el rostro. ¡Alguien estaba en peligro! Volvió a mirar al tipo para devorarlo, pero un nuevo grito se dejó escuchar.

«¡Mierda!»

Venom gruñó y azotó a Alexander sobre el piso del callejón, golpeándolo con fuerza. El Klyntar se encontraba en un enorme dilema. Alguien necesitaba de su ayuda, pero... de una patada, Alexander fue a estamparse contra la pared contraria del callejón. Venom lo miró fijamente, entrecerrando los ojos.

«¡Nos volveremos a ver, hijo de puta! Vamos a estar vigilándote, te encontraremos y terminaremos con tu vida de mierda»

De un salto, Venom desapareció entre las sombras de la noche. Alexander se levantó lentamente, ¡le dolía todo! Además, continuaba temblando de miedo. Estuvo tan cerca de morir, pero parecía que el destino le estaba dando una última oportunidad para terminar su venganza.

§ § § § §

¡No Venom, no! Lo tuviste en tus fauces y lo dejaste escapar. Cometiste un grave error que, seguramente te va a costar muy caro.
¿Qué les pareció este capítulo? Espero sus comentarios y votos para este nuevo episodio.
¡Muchas gracias!
Maria Decapitated

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