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CAPÍTULO 11

Venom saltó de ese edificio a otro, mirando atentamente a la gente que pasaba por ahí. Era tarde, pero había mucho movimiento en la ciudad, al ser una noche de sábado, mucha gente prefería salir a divertirse antes que quedarse en casa y dormir.

-¿Sabes cuantas personas viven en esta ciudad? - Preguntó Eddie su compañero - ¡Vamos a estar aquí por un buen rato!

«No si continuamos moviéndonos. Quizá parezca difícil, ¡pero lo encontraremos! Al menos ya sabemos cómo es y si lo atrapamos, el bastardo hablará y nos dirá si él es o no el asesino de San Francisco.»

-¡No lo sé! - Respondió Eddie - Tengo un extraño presentimiento, últimamente me siento intranquilo...

«Creo que esa chica te está contagiando su nerviosismo, su miedo...»

-¡No es eso! - Exclamó el reportero - Simplemente no quiero que nada malo le suceda, me preocupo por ella, por su bienestar y su seguridad - Continuó el hombre - Creo que todos vamos a descansar hasta que ese asesino esté tras las rejas...

«O bajo resguardo en mi estómago... Por cierto, ¡vayamos para allá! Huelo algo, una rara quietud en el ambiente. Es más bien miedo lo que huelo... sangre y muerte.»

Venom se movió veloz bajo el resguardo de las sombras, corrió por los oscuros callejones, mientras que el presentimiento o esa señal de alerta se intensificaban. De pronto, un grito agudo alteró sus sentidos. El monstruoso ser se detuvo y olfateó el aire, este estaba enrarecido, impregnado con el olor de la sangre fresca.

«¡Es por allá!»

Y siguió corriendo en dirección a un sitio solitario y lúgubre. Se trataba de un viejo edificio abandonado. Por doquier se podían ver las huellas del deterioro, además de las marcas dejadas por los vándalos o los vagabundos que utilizaban ese sitio como refugio.

Venom caminó lentamente entre las sombras, esperando algún movimiento que delatara la presencia humana. Un ruido apenas perceptible para oídos no entrenados captó su atención. La mirada del alien se dirigió hacia un punto donde una sombra se escurría en la oscuridad. ¡Se trataba de un hombre! El tipo intentaba huir, escondiéndose de la vista humana.

«¡Allá va! Debemos ir tras él... ¡Es nuestra oportunidad!»

-¡Espera! - Murmuró Eddie, deteniéndolo - ¿Qué hay de la chica?

«¡Está muerta! ¡No debemos perder tiempo! Podría escapar...»

-¿Y si está viva? - Dijo el reportero con convicción - ¡No podemos dejarla así! ¡Quizá necesita de nuestra ayuda!

Venom dudó unos instantes, no estaba muy seguro de las palabras de Eddie. Olía a muerte, ¡él podía percibirlo! Pero también notaba la angustia de su compañero humano. Eddie pensaba en Venus, estaba preocupado por su novia y también por esa pobre chica a la que ni siquiera conocía.

«De acuerdo, ¡vamos a hacer lo que dices! Siempre actuando con rectitud y...»

-Entonces, ¡muévete! - Gruñó Brock.

Venom tomó la forma de Eddie quién corrió hasta la chica, pero se detuvo en seco al ver con horror la imagen que se encontraba frente a sus ojos. ¡La mujer estaba muerta! Su cuerpo había sido terriblemente masacrado, las huellas de violencia eran muy evidentes, pues sus intestinos estaban fuera de su cuerpo. Eddie retrocedió, asqueado, asustado y sin logran concebir lo enfermo que era aquél sujeto.

-¡Dios! - Gimió Eddie cubriéndose el rostro con ambas manos - ¡No es posible! - Murmuró y volvió a mirar a la joven.

Se trataba de otra pelirroja, pero no era joven como las anteriores, era más bien una mujer madura, pero que aún conservaba su belleza. El cuerpo de la fémina se encontraba, como las demás, en un charco de sangre. Sus ojos estaban bien abiertos y en su rostro se encontraba dibujada una mueca de terror.

«¡Te dije que estaba muerta!... ¡debimos ir tras ese sujeto! Ahora estará muy lejos de aquí...»

-¡Ya, no empieces! - Se quejó Brock ante el reproche de su alter ego - Era necesario saber cómo se encontraba esta mujer...

«¡Más muerta que mi corazón! Ahora hemos perdido toda pista del asesino»

Eddie intentó decir algo, pero un extraño ruido atrajo su atención. Inmediatamente tomó la forma de Venom y se acercaron sigilosamente hasta el lugar de donde provenía el sonido. De nuevo, una sombra volvió a moverse para echarse a correr.

«¡Tras él! Ahora si no debemos perderlo de vista»

La sombra se movió con rapidez y en su intento por escapar, algo escapó de sus manos y cayó al piso. Venom lanzó un rugido y levantó el objeto que había caído al piso.

«¡Esto huele muy mal! Realmente mal, ¡jamás ha lavado esta bufanda!»

-Pero tenemos su olor ahora y podrás identificarlo con mayor facilidad - murmuró Eddie - ¿No es así?

«¡Por supuesto! Este sujeto huele peor que una rata muerta, más horrible que un cadáver putrefacto.»

-Yo creo que sólo huele a tabaco y a sudor - Exclamó Brock - No es un olor agradable, pero...

«¡¿Qué se puede esperar de un humano?! El hedor que despide ese objeto no sólo es tabaco y sudor, también hay sangre, miedo, dolor...»

-Creo que ya debemos irnos, Venus puede despertar y...

«¿No vas a llamar a la policía? ¡Hazlo! Esta pobre mujer no debe quedarse aquí... es un bocado tentador...»

-¡Venom! - Refunfuñó Eddie mientras el alien caminaba pesadamente rumbo a la salida - Tu comentario no es muy acertado y prudente que digamos.

«¡Lo siento! No pude evitarlo»

-Solo cierra el pico y larguémonos de aquí, después haré el reporte con la policía - Dijo el hombre y ambos se alejaron rápidamente de ese lugar.

§ § § § §

La sombra de esa extraña criatura hizo que los sentidos de Alex se pusieran alerta e impulsado por un resorte, el hombre comenzó a correr. Alexander corrió entre las sombras, no le importaba dejar atrás su bufanda. Tal vez fuera una evidencia para la policía, pero a pesar de ello sería difícil que dieran con él. Corrió con toda la velocidad que le permitieron sus piernas, pues no deseaba que esa horrible criatura que intentaba darle alcance lo tomara entre sus garras y lo convirtiera en su cena.

El hombre temblaba de miedo cuando entró en su casa y se recargó sobre la pared lanzando un fuerte suspiro. Había sido una mala noche, pues sus planes no habían salido como él esperaba. Para empezar, la mujer a la que había estado acechando durante varios días no apareció en el sitio de siempre. Por más que esperó su llegada, ella nunca se manifestó y desesperado, Alexander caminó sin rumbo fijo hasta que se topó en su camino con esa mujer madura y atractiva.

Sin pensarlo dos veces, Alexander la abordó y la invitó a tomar un café. En un principio, la mujer se negó a acompañarlo; pero después de endulzar sus oídos con piropos y frases hermosas, la sexy pelirroja aceptó su invitación. Estuvieron charlando por espacio de dos horas hasta que Alex creyó que era el momento de deshacerse de ella.

-¿Por qué no vamos a mi departamento? - había dicho ella y él le respondió afirmativamente.

Salieron del café y abordaron la camioneta de la pelirroja. Ella intentó comenzar una charla, pero en lugar de ello recibió un fuerte golpe en el rostro que la hizo perder el conocimiento. Inmediatamente, Alexander tomó el control del volante y la llevó hasta ese sitio apartado, ocultando el automóvil entre unos arbustos. Con dificultad, el hombre la bajó de la camioneta para arrastrarla hasta el sitio donde Eddie y Venom la habían encontrado.

La pelirroja recuperó el conocimiento justo en el momento en que Alexander abusaba sexualmente de ella. La pobre mujer se defendió con todas sus fuerzas, clavando las uñas en el rostro de Alexander y dejando enormes marcas en el. También lo golpeó en el pecho y en su desesperación por librarse de ese hombre, estiró su brazo y tomó un palo con el que golpeó su cabeza. Ella gritaba desesperadamente, con la esperanza de que alguien pudiera escucharla.

Alexander la tomó de las manos y la golpeó con el trozo de madera en el rostro. La mujer volvió a quedar inconsciente y el hombre aprovechó para sacar un cuchillo que llevaba oculto entre su ropa y comenzó a clavarlo en el cuerpo de la desdichada pelirroja. Alex estaba tan lleno de ira que sin pensarlo, abrió el vientre de la mujer hasta dejar expuestos sus intestinos.

-¡Eso te mereces por ser tan zorra, Ve! - murmuró Alexander poniéndose de pie.

Estaba a punto de irse cuando escuchó que alguien se acercaba. Casi moja los pantalones al ver a Venom tan cerca de él. Por eso había corrido, para que ese monstruo no pudiera darle alcance.

§ § § § §

Eddie entró por la ventana, se sentía desganado, frustrado e impotente. De su mente no podía salir la terrible imagen de esa mujer. Imaginó su sufrimiento, el terror, la desesperación y el dolor que pudo sentir mientras ese psicópata terminaba con su vida. El hombre estaba my sumergido en sus pensamientos cuando escuchó los gritos casi histéricos de Venus.

-¿Dónde estabas? - Exclamó la mujer echándose a los brazos de Eddie - ¿Por qué carajos entraste por la ventana? - Continuó preguntando mientras lo miraba de manera suplicante - ¡Dios! Me tenías con el alma en un hilo - Chilló.

«¡Dale una buena explicación, Eddie! De lo contrario ella te asesinará a ti y yo... ¡bueno! Tendré que buscar otro vehículo y, ¡ella no está tan mal!»

-¡Tranquila cielo! - Murmuró Eddie sujetándola por los hombros - Sólo salí a dar un paseo...

-¡Pero entraste por la ventana! - Repitió Venus - ¿Por qué no utilizaste la puerta?

«¡Porque nosotros somos Venom!»

-Estaba mirando por la ventana, no tenía sueño y la noche era perfecta para dar un paseo y decidí usar la escalera de incendios - Suspiró Eddie y la estrechó entre sus brazos.

«¡Dile la verdad! Dile quiénes somos. Explícale que salimos a patrullar la ciudad, que asesinamos criminales y que a veces, cuando estás de humor, también nos los comemos.»

-¡No puedo decirle eso! - Pensó Eddie - ¡Mira cómo está!

-¡Es muy peligroso, Eddie! - Gimió Venus mientras su mano se deslizaba por el rostro del hombre - ¡Estaba muy preocupada! Desperté y ¡estaba sola! - Suspiró y se acurrucó en el pecho de su novio - Me llené de terror, ¡pensé que algo malo te había pasado!

«¡A nosotros no! A esa pobre mujer que la destriparon viva... ¡a ella le pasó de todo!»

-¿Cómo quieres que le diga eso? ¡No puedo! Se moriría de miedo.

-Lo lamento - Murmuró Brock - Pero necesitaba salir, estaba demasiado abrumado y... - La miró y besó su frente - No quise despertarte, ¡necesitabas descansar!

-¡Al menos debiste dejar una nota! - Bufó Venus y frotó su nariz contra la de Eddie - ¡Pero te perdono! Si me prometes que no lo volverás a hacer.

-¡Te lo prometo! - Exclamó el hombre y volvió a besarla - ¡Ahora vamos a la cama! Me muero de sueño.

«No seas mentiroso, Eddie. ¡No prometas lo que no cumplirás!»

-Sólo es una mentirilla piadosa - Respondió Eddie a su parásito - Nada malo va a pasar si no se lo digo...

«Tarde o temprano tendrás que decírselo, ¡no lo aplaces más Eddie! Porque si lo haces, presiento que esto terminará muy mal.»

Eddie decidió ignorar, como ya era su costumbre, las palabras del Klyntar. Ve asintió después de escuchar las últimas palabras de Brock y lo ayudó a quitarse la ropa antes de meterse a la cama y acurrucarse junto a él. Eddie la abrazó con fuerza y la llenó de besos y caricias. Un rato después se quedaron profundamente dormidos.

§ § § § §

«¡Esta mujer ya se ha tardado mucho! Deberías entrar en la habitación y apresurarla...»

-¡Dale su tiempo! - Exclamó Eddie, molesto por el comentario del Klyntar - Ella quiere verse bien y deleitarnos con su belleza, ¡déjala! - Rió - No llevamos prisa, yo puedo esperar...

«¡Pero yo no! Tengo hambre y sé que tú también»

-Contigo siempre tengo hambre - Exclamó Eddie mientras se estiraba para tomar una caja que estaba sobre la mesa - Mientras come un chocolate.

Eddie comió el chocolate y tomó otro para saborearlo. Miró un rato la televisión y después le echó un ojo al reloj. ¡Venus aún no estaba lista! Quizá Venom tuviera un poco de razón, debía apresurarla. Se levantó de su asiento y caminó hacia la habitación, abriendo la puerta.

¡Venus se veía hermosa! La chica se encontraba mirando atentamente por la ventana de la habitación, sin notar la presencia de Eddie que se acercaba lentamente a ella. Eddie se detuvo a escasos centímetros de ella y lanzó un sonoro suspiro mientras la abrazaba fuertemente.

-¿Es hora de irnos? - Murmuró la joven estremeciéndose al experimentar el roce de la incipiente barba de Eddie sobre sus hombros.

-¡Todavía es temprano! - Susurró él mientras comenzaba a besar su cuello - Tenemos todo el tiempo del mundo.

«¡Qué comentario tan estúpido! No se puede tener el tiempo del mundo, pero tu prefieres comértela a ella y no me permitirás hacer lo mismo... y estoy muriendo de hambre.»

Ve cerró los ojos para disfrutar de las caricias de Eddie, quién había levantado su falda para colar sus manos debajo de esta y así acariciar sus piernas y su trasero.

-¡Eddie! - Gimió la joven cuando la lengua ancha y caliente del hombre recorrió su cuello - ¡No seas travieso!

Eddie continuó recorriendo el cuello y los hombros de la joven con la lengua, que en realidad no era suya, sino la de su compañero.

«¡Venus sabe tan bien! Me la comería enterita.»

-¡Sé que tienes hambre, no vayas a cometer una tontería! - Pensó Eddie mientras soltaba a la joven.

La chica se dio la vuelta y se arrojó a los brazos del hombre para besarlo apasionadamente. Él la recibió intensificando el beso y sosteniéndola por el trasero, estrujándole las nalgas.

-¡Te amo! - Susurró Ve - ¡Pero ya debemos irnos! - Jadeó, pues las manos de Eddie ya comenzaban a hurgar entre sus panties.

-¡Podemos esperar! - Jadeó él y volvió a besarla de manera salvaje - Si quieres, primero te desayuno a ti y después, ¡ya veremos!

Ve comenzó a reír, pero volvió a apartarse lentamente de él y le acomodó la chaqueta.

-¡Vamos a desayunar, me muero de hambre! - Sonrió y lo tomó de la mano.

«¡Yo también muero de hambre!»

La pareja abandonó el departamento y subieron a la motocicleta de Eddie para dirigirse a un restaurante al aire libre en el centro de la ciudad. Venus abrazaba con fuerza a Eddie mientras su corazón latía con fuerza. Siempre se emocionaba cuando subía a esa moto y se aferraba al cuerpo de Eddie para no caer. Le encantaba pasar tiempo con él, sus charlas, sus chistes malos, ¡todo! Pero lo que más le gustaba era cuando él se portaba tan protector y romántico con ella.

-¡Llegamos! - Murmuró Brock estacionándose frente al restaurante - Espero te guste. El lugar es nuevo y ¡me lo recomendaron! - Sonrió encogiéndose de hombros.

Ve observó el lugar, para ella no tenía nada de ser un sitio al aire libre, pero confiaba en la palabra de Eddie. Lo tomó de la mano y juntos entraron al lugar. La pareja caminó por un pasillo hasta que entraron a un jardín enorme. De las tapias de madera colgaban las enredaderas llenas de hojas verdes, lo mismo que del techo, ¡parecía que se entraba a un lugar completamente distinto!

-¡Me encanta! - Murmuró la joven mientras tomaba asiento.

Eddie se sentó frente a ella, llamó a un mesero para pedir su orden y disfrutar de un suculento desayuno. La pareja charlaba degustando un delicioso menú puramente vegano...

«¿Y la carne? ¿Dónde putas está la carne? ¿Acaso crees que soy un rumiante? ¡No, Eddie! Mínimo pide un huevo o un trozo de pescado para compensarlo.»

-No creí que fuera vegano, ¡lo siento! - Se excusó Brock con su compañero - La persona que me lo recomendó no me especificó el menú. Te lo compensaré en la ronda de esta noche, ¿de acuerdo?

«¡Mas te vale! Porque a veces tus dietas me desquician.»

Eddie decidió no seguir discutiendo con Venom y continuó su charla con Venus. Ella se veía tan linda sonriéndole mientras le contaba anécdotas graciosas de su infancia. Él le escuchaba con atención y también reía.

-¡Pero cuéntame más de ti! - exclamó Venus mientras le acercaba un gran trozo de panqueque de manzana y canela a su boca.

El reportero narró algunas de sus anécdotas a la chica. La charla se prolongó por un buen rato y la pareja, a parte de las palabras, también compartió besos, abrazos y mimos.

-¡Creo que debo ir al baño! - exclamó Eddie mientras apuraba su vaso de jugo y se ponía de pie.

-Vale - respondió Ve con una gran sonrisa - No te tardes mucho, ¿quieres?

-No te preocupes - Sonrió el hombre - ¡Ya vengo!

Eddie caminó hacia los sanitarios. Para pasar el rato, la chica sacó su móvil y respondió un par de mensajes de su madre y de la editorial para la que trabajaba. La chica estaba muy concentrada en lo que hacía que no notó que alguien la observaba detenidamente y de manera amenazante. Sin embargo, luego de un rato, Ve no pudo pasar desapercibida esa mirada pesada, así que levantó la vista y lo que vio hizo que la sangre abandonara su cuerpo.

En la mesa de enfrente se encontraba Alexander, él hombre le sonrió y la saludó agitando su mano. Ve estaba pálida e inmóvil con los labios y la garganta secos. Desgraciadamente, su vista también estaba clavada en el hombre y aunque ella trataba de desviarla, algo se lo impedía. De pronto, el rostro de Alexander cambió de expresión, ya no le sonreía, ahora la miraba con odio y desprecio.

Ve comenzó a temblar, deseaba gritar y salir corriendo de ese sitio, pero su cuerpo no respondía, estaba paralizada por el miedo. Alexander volvió a sonreír, pero esta vez de una forma burlona y siniestra, mostrándole una servilleta en la que estaban escritas unas palabras.

"¡Te encontré, Ve! Prepárate, porque tu hora ha llegado.
¡VAS A MORIR!"

§ § § § §

¡Ay caramba! Creo que ahora si ha llegado el momento de la venganza de Alexander. ¿Qué creen que pueda pasar ahora? Pienso que quizá Ve entre en una crisis nerviosa y también, en cualquier momento tendrá que enfrentarse con Alexander. Estamos más cerca del final de esta historia.
¿Qué les pareció el capítulo? Espero lo hayan disfrutado.
Gracias por su apoyo y no olviden dejar sus votos y comentarios.
Un abrazo.
Maria Decapitated

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