Elsa: Cómo fue que terminaron los dragones aquí?

Hicc: Fue hace 6 años, una gran guerra, la supervivencia del más fuerte...-Suspiró- Hasta que conocí a Chimuelo por un accidente, con el tiempo pude convencer a todos de que los dragones no eran una plaga, si no seres llenos de maravillas que merecían ser tratados con respeto, y aunque me costó mucho por fin pudimos mostrar al mundonlo increibles que son

Elsa: Vaya... -El joven castaño se notaba muy entusiasmado por lo que le había contado, tan llenó de esperanza, eso la había maravillado por completo, poco a poco se daba cuenta de que él era un chico apacionado que sin duda cambiaría al mundo-

Hicc: Qué ocurre? -Sonrió un poco sonrojado al notar la mirada perpleja de la chica sobre él-

Elsa: No.. no es nada

Hicc: Porque no me cuentas algo sobre ti

Elsa: Sobre mí?

Hicc: Siempre soy yo quien habla, porque no me cuentas algo tú?

Elsa: -Abrió la boca para hablar, se detuvo y decidió cambiar de tema-...Ay! Que mal, no hay más dragones, creo que yo no podré montar uno

Hicc: Qué? Los tenía contados... -Dijo confundido-

Bocón: Hiccup! Hay una emergencia afuera!

Hicc: Yá voy... -Salió corriendo de ahí, Elsa no supo que hacer, solo lo observó salir a toda prisa-

Elsa: Genial solo espero que algo no me devore aquí...-Habló demasiado rapido, pues apenas se encontró sola sintió una gran respiración en su espalda que movió su cabello e hizo erizar toda su piel, ella abrió los ojos de par en par asustada, volteó lentamente hacía atrás encontrandose con uná dragona de ojos grandes y azules que no se notaba muy feliz por su presencia, inmediatamente mostró sus dientes-

-La platinada comenzó a caminar lentamente hacia atrás con la esperanza de que la dejara en paz, levantaba despacio las manos, necesitaba poder defenderse si ella trataba de atacarla, pero apenas dió un par de pasos atrás tropesó de espaldas, perdiendo toda ventaja, soltó un quejido, no estaba lastimada, estaba aterrada, justo cuando sintió que estaba atrapada escuchó al joven castaño gritar su nombre, él corrió para colocarse delante suyo-

Hicc: Estás bien?
-Ella no pudo articular palabra, apenas podía respirar, observaba a la criatura alejarse tranquila, Hiccup por su parte estaba muy preocupado, se agachó a su altura y la tomó suave por los hombros- Elsa?... Elsa..? -Repetía su nombre pero no parecía causar ningún efecto, ella solo observaba al dragón a la distancia, él no pudo pensar en algo más, sujetó su mentón, consiguiendo por fin que lo mirara a los ojos- Elsa, Mírame.. No permitiré que te haga ningún daño, de acuerdo? -Exclamó firme, antes de tomarla de ambas manos y ayudarla a levantárse, ella estaba al borde del llánto, se sentía avergonzada, no quería que nadie la viese así, trató de escapar pero él la detuvo sujetando su mano-

Hicc: Elsa... -Ella lo observó dejando a la vista sus ojos a punto del llanto, él se sintió tan culpable que no se dió cuenta de lo que pasaba bajo sus pies, el piso comenzaba a congelarse-

Hicc: Por favor no te vayas

Elsa: Hicc, yo no puedo hacer ésto..

Hicc: Sé que estás asustada.. Pero quiero que sepas que nada podrá lastimarte mientras yo esté aquí, de acuerdo? -Su tonó de voz tan dulce la hizo estremecer, en segundod pasó de un momento de completa debilidad a sentirse segura, respiró hondo un par de veces y pasados unos minutos ya se encontraba más tranquila-

Hicc: No sabes lo apenado que estoy de haberte dejado sola, no fue mi intención,  puedes disculparme?

Elsa: No te preocupes

Hicc: ...Elsa.... -Ella lo miró extrañada- Puedo mostrarte algo? -Él la sujetó de nuevo de la mano y con cuidado la acercó a un apartado del establo- Todo ésto fue un feo malentendido, ella es muy protectora, la semana pasada uno de nuestros dragones enfermó, ella solamente lo está cuidando..

Elsa: Qué? -Ambos chicos se acercaron, mientras ella observaba al pequeño dragón que yacía recostado en el piso, él la observaba a ella con la esperanza de que pudiera cambiar de opinión-

Hicc: Por favor, puedes darnos otra oportunidad?

-La dragón blanco que ahora también se encontraba en confianza se acercó cabizbaja a la platinada, pasando por debajo de su mano para que ella pudiera acariciarla-

Elsa: Es.. Increible.. -Abrió los ojos de par en par sorprendida-

Hicc: Elsa.. Ella te eligió a ti -Exclamó feliz, pero apenas terminó su oración Chimuelo apareció para acurrucarse junto a ella-

Elsa: Hi-Hiccup ella es la novia de tu dragón?

Hicc: Así es, quién lo diría, verdad? -Sonrió-

Eugene: Hiccup? Tu m... AJÁM... Digo, principe Handdock, la Reina Valka solicita su.. presencia.. en su.. oficina.. Ahora

Hicc: Amm... Bo-Bocón, me ayudas!?... Elsa, tengo que ir, pero si lo necesitas Bocón estará contigo mientras tanto... pero, ahora vuelvo, no me tardo

Elsa: Descuida, estaré bien.. -Ella sonrió levemente, él correspondió antes de dar media vuelta y marcharse en compañía de Eugene-

Hicc: Estoy en problemas, verdad?

Eugene: No se veía tan enojada cuando me llamo...

Hicc: Lo está...

Eugene: Qué hiciste?

Hicc: Preguntame que no, todo para ella es razón de molestia...

-Apenas llegaron a la oficina Eugene no podía hacer más, continuó su camino, mientras el castaño llamaba a la puerta para ser invitado a pasar-

Hicc: Buenas tardes... -Entró cerrando la puerta trás suyo, se paro delante del escritorio con las manos atrás dispuesto a escucharlo todo-

Valka: Hiccup... -Suspiró molesta- Creí que ya habíamos hablado de ésto, te dije claramente que no quería sorpresas en la escuela, ¿Ahora enseñarás a princesas montar dragones? ¿Qué pasa contigo?

Hiccup: Mamá..

Valka: Somos una escuela de realeza, la mejor en seis reinos! no entrenamos soldados, no usamos dragones por diversión. Fuiste a mis espaldas con el Hada Madrina y ella te ayudó, Hiccup ésto es inaceptable

-Hiccup Mientras escuchaba el regaño de su madre volteó hacia la ventana, justo a la distancia se divisaban Elsa y sus amigos-

Hicc: Mamá, Ya Basta

Valka: Qué fue lo que dijiste?

Hicc: No puedo estar aquí discutiendo contigo, escucha, ponto seré oficialmente el Rey de Auradon, Es momento de hacer cambios, De Romper los estereotipos que tienen tu y mi padre sobre como debe ser un buen Rey y como deben ser las princesas, las cosas se harán a mi modo...Te guste o no... -Se dio la vuelta y salió de la oficina-