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Un nuevo comienzo

Si tienen la oportunidad de buscar la letra de la canción del vídeo estaría excelente para el capítulo. Se los recomiendo.

Canción: Come home, One republic



PETER

Claramente todavía estaba un poco asustado por lo que pasó con sus padres. A nadie en su sano juicio le gusta presenciar este tipo de discusiones, ahora que lo reflexionaba mejor, tal vez sí debió obedecer a Steve e irse a su cuarto cuando se lo indicó.

Ya habían pasado dos días y Steve se había excusado en que se quedaría con Thor por un tiempo indefinido. En consecuencia, el más afectado fue Tony.

Él trataba de animarlo, diciéndole que todo se arreglaría y manteniéndolo ocupado en el diseño de sus nuevos trajes. Esa mañana lograron un gran avance, Peter podía jurar que su papá había ovidado el asunto frente a la gran labor que hicieron con el Iron-spider, y aunque funcionó por momentos, el castaño volvía a su estado depresivo.

—Jarvis, tú los conoces bien... ¿Alguna vez habían peleado así?—se dejó caer en su cama.

—Joven Peter, sus padres siempre han sido muy temperamentales, debió verlos cuando se empezaron a tratar...

—Apuesto a que fue divertido.—reconoció con una sonrisa. —Es sólo que yo nunca los había visto tan furiosos en una pelea, admito que me dolió mucho todo lo que dijeron.

—Las peleas maritales son comunes y necesarias hasta cierto punto.
Aún cuando las parejas no puedan impedir tener pensamientos contrarios, sí pueden elegir rescatar un aprendizaje y un complemento, o dejar que los impulsos conduzcan al deterioro de la relación.
Y creame, sé que el señor Stark y el Capitán Rogers sabrán resolverlo.

Peter en serio agradeció las palabras de la IA, sabía bien que Jarvis le decía eso más que nada para hacerlo sentir mejor.

—Gracias, Jarvis.

—No hay de qué, joven Peter. ¿Desea que contacte a Harry Osborn?

Peter sonrió inconscientemente porque a pesar de todos estos años, Jarvis lo había visto crecer en todos los sentidos, al igual que a sus padres. En verdad apreciaba a la IA, estaba seguro que nadie  los conocía tan bien como familia más que él. Jarvis siempre estuvo y siempre estaría allí para ellos.

—No, no hace falta, lo veré hoy en la boda del tío Bruce.

Hablando de la boda...

No tengo listo mi atuendo.

—En lo que sí puedes ayudarme es dándome tu opinión en mi vestuario. —corrió al armario y empezó a sacar su ropa catalogada como elegante.

—Será un placer.

Tony entró en la habitación para sersiorarse de que su hijo se apresurara.

—Mira esto, soy un desastre sin Steve, ya ni quiera puedo atar mi corbata bien. Me acostumbré tanto a que él lo hiciera por mí... Es patético.—se quejó, estresado por acomodar su saco.

Peter rió, risa que cesó al ver la expresión triste de su papá.

—Tal vez lo veamos en la boda, prometió  que estaría allí.

—Si le sirve de consuelo, el señor Rogers aún sigue con la familia asgardiana.—Jarvis también lo intentó animar. —Lo más probable es que lo vean en el evento junto con ellos.

—Eso espero, ya tengo preparado mi discurso.

—¿Qué discurso? —Peter lo miró a través del espejo con ceño fruncido, mientras abotonaba su camisa.

—Voy a disculparme con tu padre, no quiero dejar esto sin resolver. —hizo a un lado la ropa de su hijo y se sentó en una orilla de la cama.—No se me da ser tan poético como a él, pero todo lo que tengo contemplado decirle es sincero y sobre todo de corazón.

El adolescente se alegró de oír aquello. Ansiaba que todo resultará bien por el bien de su familia.





STEVE

Mentiría si dijera que no extrañaba a Tony y a Peter. Estos últimos días habían sido de lo más horribles y eternos sin su cercanía.

Natasha le aconsejó meditar bien la situación y hablar con Tony en cuanto le fuera posible, ella le aclaró que a veces cuando las personas se enojan tienden a decir cosas de las que luego se arrepienten. Y es de lo más humano  equivocarse.

Thor también fue muy amable en recibirlo en su casa, habló con él después de lo sucedido. Después de todo, Loki también estuvo involucrado en ese asunto, sólo que el asgardiano se lo tomó más a la ligera a diferencia suya.

Los dioses  vivían en una mansión muy bien procurada y a simple vista adinerada. Por dentro lucía el doble de sofisticada, los detalles y decoraciones que adornaban los muros y pasillos  hacían que realmente se sintiera como una propiedad digna de la realeza.

Steve no tuvo que investigar a fondo para darse cuenta de que todo, en su mayoría, había sido implentado por Loki.

Lo que más le gustó fue que supieron balancear el estilo nórdico con uno más moderno. Y es que a pesar de ser una mansión enorme, también conservaba todos esos aspectos clásicos y elementales para cualquier hogar.

Bajó a la cocina por algo de comida y en su recorrido se encontró a Einarr tratando de descifrar como usar la licuadora.

La escena le pareció graciosa.

—¿Necesitas ayuda con eso?

—No, le agrezco.—sonrió.—Mi padre Thor, ya me ha explicado, pero aún no estoy del todo familiarizado con todas las cosas de Midgar.

Asintió comprendiendo.

El ver al joven principe con ese traje tan formal, lo hizo reaccionar en que era el día de la boda de Bruce y no pensaba  quedar mal por no asistir, sería incapaz de hacerle eso a sus amigos. Sin embargo eso significaría que tendría que encarar a su esposo.

—Tío Steve, ¿no piensa en afeitarse la barba?—le sugirió Einarr, en lo que le tendía un vaso con licuado de frutas.

—¿Se ve muy mal?—aceptó la bebida, para después pasarse una mano por la barbilla, notándose preocupado de su aspecto. Ciertamente, su estado anímico estaba por los suelos y prueba de ello era su descuido personal.

—No, no quise decir eso.—se disculpó, negando con la cabeza. —Es sólo que en estos días le ha crecido notoramiante y pensé que posiblemente no le agradaría.

—Copió mi estilo, ¿no es así, hijo?—Thor llegó, justo para burlarse de Steve.

Los tres se dirigieron a la mesa y se sentaron.

—Me gusta a decir verdad, siempre la removía casi a diario, no sé a que se deba, pero estos días...

—Han sido difíciles, lo sabemos.—Thor apoyó una mano en su hombro.

—Para Tony también.—Loki les lanzó una mirada acusadora desde la sala. El dios reposaba tranquilo en un sillón mientras leía un libro.

—Bueno, para todos.—resumió, el dios del trueno y volvió a centrarse en el Cap.—Sé cómo se siente cuando peleas con alguien que amas. —dijo esto último con toda la atención de que el oji-verde lo escuchara.

—¿Algún consejo?—Steve disimuló su sonrisa.

—Si son el uno para el otro, todo se solucionará, y no importa que tanto se alejen, siempre volverán a estar juntos. —sonrió, motivando a los presentes.

Loki reapareció en el comedor con una expresión seria.

—Confieso que Tony pudo excederse un poco, pero lo que puedo confirmar sin temor a equivocarme es que nunca quiso herirte. —se unió a la mesa, tomando asiento.

Steve suspiró. Tenían razón.

—Debo volver a la torre, no puedo presentarme a la boda luciendo así. Además debo hablar con Tony.

—¡¿Estás loco?!—Loki se alteró.—No puedes hacerlo de ese modo, le quitas todo el romanticismo...Thor te prestará un traje, y verás a Tony en la ceremonia. Ah, y otra cosa, ni se te ocurra cambiar tu aspecto, creeme, le dará un infarto cuando te vea.
Ya sabes, para hacer las cosas más interesantes. —guiñó un ojo.

—¿Seguro de que es buena idea?

—¡Lo que tú quieres es ver la reconciliación!—lo acusó el mayor de los dioses.

—No es sólo por eso.—desmimtió Loki con una sonrisa—De verdad, hazme caso y verás como todo marcha a la perfección.

******

Se presentaron a tiempo para saludar a los novios. Bruce y Matt estaban muy ansiosos y cualquier persona podía distinguir la emoción en sus ojos.

Verlos así de enamorados y entusiasmos lo hizo remontarse a el día de su boda con Tony, todavía tenía tan presente los nervios y felicidad de aquel momento. Cada recuerdo no hacía más que avivar ese deseo de tenerlo a su lado, poder abrazarlo, besarlo y no dejarlo ir.

Erik y Charles también se presentaron acompompañados de los gemelos.

—Te queda bien la barba.—le comentó Lehnserr en cuanto estuvo a su lado.

—Aún no me acostumbro. —le devolvió el saludo de manos a Erik.

—Veo que aún sigues molesto con Tony.

—No del todo, por más que quiera no puedo vivir sin él. —hizo una pausa para detenerse a observar el panorama, seguía sin aparecer.

—Yo también me enojé con Charles.—recordó.—En el pasado hemos discutido peor, así que no fue la gran cosa. Es bueno saber llegar a un acuerdo que beneficie a ambos, espero hagas lo mismo con Tony.

—También yo.

Se encontraron con la mayoría del equipo conforme transcurrían los minutos.

Natasha y Coulson no dejaban de acosarlo, ambos agentes estaban tan asombrados con su nueva transformación que no dejaban de cuestionarlo y tomarle fotos.

Matt le pidió a Steve que hablará a través del micrófono para anunciar que la ceremonia estaba por comenzar.

Ya arriba en el podio de madera, sintió un colapso de sentientos al encontrarse con la mirada atenta de su esposo. Tony siempre se veía tan bien cuando usaba traje.
Terminó de hablar sin dejar de observar a el menor, que seguía atónito de pie junto a Peter y Harry.


—No me digas que sigues enojado con Tony.—más que una pregunta, Bruce le reclamó cuando bajó.

—No.—confesó cabizbajo. —Siempre caigo rendido ante su encanto, tú bien sabes que lo amo.

—¿Y por qué no llegaste con él y Peter?

—Plan de Loki, no pude negarme.

—Ya decía yo.—rió.—Aunque me agrada como luces, te ves diferente.

Palmeó la espalda de su amigo en señal de aprecio.

—No te preocupes por nosotros, este día es especial para ti Bruce, no me gustaría interferir con eso.

Banner tosió a sobre manera, haciendo que todos a su alrededor lo voltearan a ver.

—¿Qué tienes?—Steve lo miró angustiado.

—Allá, al frente.—habló fingiendo otro ataque de tos.

Tony estaba prácticamente a unos metros de distancia.

—¡¿Por qué sigues aquí parado?!—Loki le reprendió, dándole un empujón. —Ve con él.

—Pero la boda está por empezar...

—Aún faltan unos minutos.—lo apresuró Bruce.—No quiero casarme si ustedes dos están peleados.

El rubio tomó un último respiro antes de caminar en dirección hacia él.

Pudo distinguir cierto nerviosismo en Tony por la manera en que esquibava su mirada.

—Te ves increíble, Steve. —lo alagó, perplejo por lo que sus ojos veían.

—No tan bien como tú.

Admiró sin vergüenza alguna cada rasgo en su rostro. No importaba cuánto lo intentase, Tony siempre sería hermoso para él.

—Amm... Podemos hablar en un lugar más privado, somos el blanco de muchas miradas aquí.

—Claro.—sonrió al percatarse de que Tony decía la verdad.

Steve le dio el paso y lo guió hasta una de las salidas del salón.

Se detuvieron en el jardín de la entrada. Aún seguía entrando una considerable minoría de personas.

Hubo un silencio en el que sólo se dedicaron a contemplarse mutuamente, de repente se sintió como un adolescente experimentando el amor en todo su esplendor.

—Steve.—pronunció el menor.—Perdóname.—percibió como sus ojos café claro se llenaban a tope de lágrimas.

—No llores, cariño.—acunó con sus manos su rostro.

Ahora él se sentía culpable de provocar ese estado en Tony. No quería ni imaginarse lo mal que la debió pasar estos días en que no estuvo en casa.

—Te he echado de menos.—confesó. —Me haces falta en todos los sentidos.—creyó escucharlo sollozar.

—También yo te he extrañado.

—Steve perdona por haberte hecho sentir así esa noche, nunca pasarías desapercibido o sin importancia en mi vida. —se aferró al agarre de sus manos, su voz tornándose cada vez más débil.—Ya sabes que cometo estupideces la mayor parte del tiempo, es por eso que te necesito junto a mí, y sé que no soy el hombre perfecto, pero amarte es un hecho del cual jamás me podría arrepentir. Escucha, sabes bien que siempre me ha costado ser claro con mis sentimientos, supongo es un defecto de familia.

—Yo debí ser más comprensivo, lo siento—acarició con su pulgar la tibia mejilla del castaño.

Tony miró por fracciones de segundo hacia el suelo, intentando mantenerse fuerte.

—La situación es la siguiente, no soy la mitad de bueno en... en cualquier cosa, como lo soy cuando lo hago junto a ti. Y esa es la verdad. —al mayor lo tomó por sorpresa no sólo el abrumador peso de esas palabras, sino el fuerte abrazo que su esposo le estaba propiciando.

Lo rodeó con su brazos, añorando permanecer en esa posición por el resto de sus días. Hundió su cabeza en el cuello del menor, sintiéndose extasiado por la fragancia que tanto amaba de Tony mezclado con su aroma natural.

—Me importa nuestra familia, tú y Peter son lo mejor que me pudo pasar, pero sobre todas las cosas... Te amo, Steve. Siempre voy a amarte. —susurró en su oído, sin romper su abrazo.

—Y yo a ti. —lo acogió con tal delicadeza como haría cualquier persona que tiene entre sus manos el más bello tesoro y teme dañarlo.—Tony tú eres a dónde pertenezco, eres mi hogar.

Besar de nuevo esos labios  fue como haberlo hecho por primera vez. Tan puro, sin prisa alguna y cargado de una emoción vibrante en el pecho.

Steve decidió retratar ese recuerdo por siempre en su memoria. A pesar de todo lo que habían vivido ambos, su amor era algo que seguía siendo inexplicable, único e invencible a través del tiempo.

Sus miradas se volvieron a encontrar, los latidos de sus corazones casi parecían estar sincronizados; estaban terriblemente enamorados.

No hicieron falta más palabras para sellar sus promesas y ellos lo sabían. Con tan sólo una mirada se hablaban en un idioma incomprensible a la vista de cualquiera pero a la vez muy precioso y auténtico.

Se sonrieron el uno al otro y tomados de la mano volvieron a entrar por las grandes puertas principales del salón.

La boda recién estaba por iniciar. Todos ya tomaban asientos en las respectivas sillas y lugares reservados.

Peter fue el primero en notar su presencia. Alzó su mano para indicarles que se sentaran junto a él.

—Me da gusto verlos juntos, por cierto, Pops te ves genial.—se levantó para abrazarlo.

—Mi arañita.—le correspondió el abrazo sintiéndose orgulloso. —Tu papá y yo te debemos una disculpa, no  fue nuestra intención que presenciarás como se dieron las cosas, el punto es que ya todo ha vuelto a la normalidad.

Peter los abrazó sin poder ocultar su felicidad  al escuchar las palabras de su padre.

—Es bueno saberlo.

Al término de la ceremonia todos se reencontraron en un extremo del salón, junto a la sección de fotografías,  para felicitar a Bruce y a Matt.

Ahora que Steve y Tony se habían contentado, se podía decir que todos disfrutaban en su totalidad del evento.

El Capitán recibía muchos alagos de parte de sus amigos y conocidos de SHIELD por lo bien que lucía con barba. Acción que al mismo tiempo, ponía a Tony extremadamente celoso.

Steve era suyo y lo sabía, pero no le gustaba que todos posaran su mirada en el rubio. Después de todo, Stark nunca fue fiel seguidor de compartir.

La velada avanzaba y Steve sacó a bailar a su pareja al igual que casi todos los invitados.

—Supongo tendré que cubrirte la cara.—Tony comentó molesto.

—¿Por qué dices eso?

—¡Steve, no dejan de mirarte! Yo sé que te ves condenadame sexy pero no soporto siquiera que admiren lo que es mío.

Rió enternecido por los celos del castaño.

—Tú lo has dicho, soy tuyo.—juntó sus frentes y le dio un prolongado beso en la mejilla que hizo a Tony sonreír.

Danzaban al ritmo lento de la música, distraídos por sus cautivadores ojos, olvidando como era muy común en ellos, lo que acontecía a su alrededor.

Después de mucho rato perdido en los ojos de su esposo, Steve percibió a alguien desconocido hablar con su hijo y su instinto de padre sobreprotector se activó.

—Tony, ¿quién es el hombre junto a Peter?—preguntó intranquilo.

—No lo sé.—giró un poco su cuerpo para verlos mejor.—Se ve sospechoso, ¿quién podrá ser?, por algún motivo me parece haberlo visto en alguna parte.

—Restando importancia a quién sea, se ve  que Peter lo conoce y se divierte con él.

—Creo que debemos ir a presentarnos.—sugirió, mostrando una amplia sonrisa.

—Estoy de acuerdo, amor.

Abandonaron la pista de baile para situarse con su hijo.

El adolescente pasó saliva al ver  a sus padres aproximarse.

—Peter, por qué no nos has presentado a tu amigo, así no te eduqué, muchachito.—le reprendió Tony.

—Oh, bueno yo...

—Mucho gusto, señor Stark y señor Rogers, es un honor poder conocerlos.—los saludó el hombre con anteojos, con un leve asentimiento.

—Él es Matt Murdock, lo conocí hace poco.

—¡Claro, ya decía yo que se me hacías familiar!—comentó Tony.—Tú eres el famoso Daredevil, he escuchado de ti en SHIELD.

—Por supuesto, ¿cómo no me di cuenta?—Steve también recapacitó.—¿Y cómo se conocieron ustedes dos? —posó su mirada en Peter, quién se veía inseguro.

La curiosidad era demasiada, por los rumores que circulaban del defensor, tenía conocimiento de que éste se aparecía regularmente por las noches. El que Peter lo haya conocido sólo apuntaba a que posiblemente los desobedeció saliendo en un horario que tenía estrictamente prohibido.

Sonrió para sí mismo, sería interesante oír lo que tenía que decir su hijo en su defensa.










Hola, amores

No he muerto... Todavía.

Este capítulo va dedicado con mucho cariño para todos mis queridos stoners de corazón.

Gracias por su paciencia y espera, el Capi estaría muy orgulloso de ustedes

En el siguiente capítulo veremos la continuación de la boda de Brucie...



With all my love,

—Missmarvel17

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