Te amo
LOKI
Luego de que Tony y Steve se fueran la situación en la Torre estaba un poco tensa, hablando de ambos dioses asgardianos.
Y es que ninguno de los dos se atrevía a dar el paso decisivo en lo que sea que ocurría entre ellos.
Loki muchas veces se había imaginado cómo sería confesarle sus sentimientos al rubio. Por desgracia todo quedaba en eso, en suposiciones y figuraciones.
—Sabes Loki, a veces las cosas son lo que son.—Charles que lo había estado observando se atrevió a comentarle.
—¿De qué hablas?—el oji-verde dejó de prestarles atención a Clint y a Thor que discutían entre si Erik podía o no levantar el Mjolnir.
—Tu sabes de que hablo.—el castaño miró en dirección a Thor.
—Deja de esculcar en mi mente.—fue su respuesta definitiva.
—No pude evitarlo, es tan intenso lo que pasa entre los dos que no saben como ocultarlo.—mientras el mutante sonreía Loki ya no hallaba que excusa poner.
—Es evidente que ya alucinas cosas.
—¿Eso crees?
—Sí, eso es obvio.
—Deberías decirle algo.
—¡¿Yo?!
—Pues claro, no tiene nada de malo.
—¡Ya me canse de esta conversación!—se levantó entre disgustado y confundido y se fue a su habitación.
¿Quién se cree éste?
Y aunque su corazón anhelaba estar con Thor no diría nada. Temía arruinar las cosas y eso era algo que no soportaría.
THOR
—Clint, creeme no ha existido nadie que sea digno de levantar a Mjolnir más que yo.
—Erik de seguro lo hace.
—¿Y si dejan de hablar y dejan a Erik intentarlo?—resolvió tan intelectual como siempre Bruce.
El par de vengadores asintió.
El martillo reposaba en el piso de la sala así que fueron hasta allí.
El mutante miró de reojo a Thor y a Clint. Su subconsciente sólo gritaba cómo es que se había dejado convencer de hacer eso.
Thor quiso buscar la mirada cómplice de su hermano, pero el pelinegro no se encontraba con ellos.
Erik direccionó sus manos hacia el Mjolnir y para sorpresa de todos lo movió.
Natasha, y Bruce miraban perplejos como Erik hacía volverse el martillo de un lugar a otro y a Clint y a Thor casi se les salen los ojos de sus órbitas.
—No puede ser...
—Me debes una pizza y 10 dólares.—se burló el castaño, quien festejaba riéndose.
—De hecho nadie ganó.—interrumpió Charles sonriendo.
—¿Qué?—la risa burlona de Clint cesó.
—Técnicamente lo puede mover o redireccionar e incluso lo puede levantar, recordemos que después de todo es un metal. Sin embargo el apuesto Erik Lehnsherr no es digno de él y por lo tanto no puede usar su poder.
—Estás en lo cierto, cariño.—su novio dejó caer el martillo de nuevo al piso.
¡Ay no me jodan, qué susto!
El asgardiano volvió a sonreír, no se imaginaba a nadie aparte de él utilizando a su tan preciado Mjolnir.
—¿Y Loki?—después de un rato preguntó sonando preocupado.
—¿No estaba aquí? —Natasha lo buscó con la mirada.
—La diva se fue a su habitación hace un rato creí que lo habían notado.—Clint respondió.
—Iré a ver que tiene.—el rubio salió disparado sin importarle las risas de sus amigos.
Charles negó riendo mientras se abrazaba de Erik. Sabía que esos dos iban a terminar juntos tarde o temprano.
—¡¿Hermano?!—entró al cuarto encontrándose a un Loki en posición fetal reposando en la cama.
—¿Qué quieres, Thor?—respondió cortante.
—¿Qué te pasa? ¿Todo está bien?—quiso verle el rostro pero enseguida Loki se volteó de lado.
—No, ahora vete.
A el rubio le volvía a doler el pecho. Después de estar tan bien no entendía como todo había vuelto a empeorar.
—Yo.... ¿Hice algo malo? O al menos dime qué sucede.
—¡Dejame solo!—se levantó enojado y cuando se disponía a irse Thor lo detuvo lanzándolo con una mínima fuerza hacia una de las paredes.
—¡¿Qué crees que haces?!—El mayor ya lo tenía acorralado contra la pared.
—No te dejaré hasta que me digas qué tienes.—sonrió mostrando esa sonrisa que tan nervioso ponía al menor.
Loki cerró sus ojos tratando de mantener alejados los cautivadores zafiros azules que le encantaban.
—Sólo dejame ir.—habló más tranquilo.
—No.
—¡Joder, Thor! ¡¿Qué no lo entiendes?!—y estalló la poca cordura que le quedaba.
El fornido dios le seguía mirando intentando descifrar sus pensamientos.
—¿Qué se supone que deba entender?
—¡Qué te quiero!—al terminar la siguiente oración se sintió liberado, como si el enorme dolor que resguardaba su corazón hubiera desaparecido de repente.—Y sé que es ridículo, lo sé, yo mismo me he tratado de convencer de que es una completa e inútil....
Thor le cubrió la boca con una de sus manos para callarlo.
—Te amo.—su corazón nunca antes había latido tan rápido. Su alma había ansiado tanto por ese momento, el día en que al fin pudiera expresarle su amor.
—¿Qué?—Loki se liberó de la mano contraria y se quedó sorprendido de lo que acababa de decir el musculoso rubio que tenía enfrente.
—Qué te amo.—repitió tomando ambas manos del menor.
Y entonces sucedió lo inevitable. Le besó.
Fue tan de imprevisto que Loki muy a penas pudo corresponderle como se debía.
Los labios del menor sabían mejor de lo que se esperaba.
Los mordió sutilmente, robándole jadeos y respiraciones aceleradas a Loki.
¡Esto es tan irreal!
Antes de separarse dio repetidos y cortos besitos en aquellos labios tan apetitosos.
Loki le miraba con las mejillas sonrojadas.
Es tan lindo...
—¿Estás seguro de esto?—le preguntó nervioso.
—¡Por supuesto que sí!—rozó sus narices y sonrió. —No te pienso dejar nunca más en mi vida.
Loki lo abrazó sin importarle ya nada y Thor suspiró feliz.
No había algo más cruel en la vida que no poder demostrar lo que realmente sientes. Y ambos dioses ya sufrieron demasiado a causa de eso.
Thor creía firmemente en que si Loki y él seguían juntos todo marcharía bien para los dos.
—Thor—Loki lo llamó.
El dios del trueno terminó con el abrazo para mirarle.
—Yo también te amo, demasiado para ser sincero.—se rió de si mismo. Él que tantas veces se había burlado de Steve y Tony por sus momentos cursis ahora estaba igual o peor.
—Me alegra escuchar eso.—sus ojos miraban con precisión las finas facciones de el menor.
—¿Qué crees que dirá el padre de todo?
—Supongo que tendrá que aceptarlo.
—Lo matarás de un ataque al corazón. —ambos rieron.
Loki se tornó un poco serio.
—Jamás te lo permitirá Thor.
—Es mi padre y lo respeto Loki, pero nada ni nadie me impedirá alejarme de ti otra vez.
No se resistió más a los tentadores labios rosados que proclamaban ser suyos y volvió a besarlos.
El tono del beso iba subiendo de intensidad a medida que pasaban los segundos.
Thor lo empujó sin ser agresivo a la cama y comenzó a lamer el lóbulo de su oreja.
—Te deseo, hermanito.—susurró con una voz bastante excitante para el menor.
—Hazme tuyo.—pronunció dedicándole una sonrisa coqueta. Si algo le gustaba a Loki era provocar a Thor.
El rubio sonrió también.
Le sacó la playera a su amante e hizo lo mismo con la suya.
El menor se quedó deslumbrado por el trabajado abdomen de Thor y sin querer mordió su labio inferior.
De tan sólo ver esa imagen a Thor ya le dolía su entrepierna. Su erección sobresalía de sus vaqueros y comenzaba a molestarle.
Se apresuró en dejarlos a ambos desnudos y cuando ya se encontraron solo en calzoncillos se ocupó en friccionar sus partes íntimas.
Loki se dejaba hacer, estaba gozando demasiado.
Las respiraciones de ambos de aceleraron a causa de los jadeos y caricias entre sus cuerpos.
Thor metió su mano por entre la delgada tela que cubría a su compañero. Aprisionó con ella el miembro ya despierto de Loki y empezó a masajearlo desde todo el largo hasta llegar a la punta.
El dios gimió en respuesta, cada caricia era un deleite.
Se deshicieron de las molestas prendas e inmediatamente sus miembros saltaron erectos.
—Mira como me tienes.—se burló el mayor.
—Deja que me encargue de eso, amor.—intercambiaron posiciones quedando ahora Loki arriba y Thor apoyado en el colchón.
Éste último casi se viene al ver la erótica imagen de Loki lamiendo su pene. El de cabellos oscuros se esmeraba en succionar muy fuerte aquel pedazo de carne, que casi lo podía sentir hasta su garganta. Como no cabía todo masturbaba con sus manos libres el resto.
—Oh, cariño para.—después de unos minutos de inmenso placer Thor le estiró de los cabellos al sentir su cuerpo contraerse.
Y aunque a Loki le hubiera encantado tragar tan deliciosa esencia decidió esperar para otra ocasión, ya que sus planes eran que el rubio se corriera en él.
Sacó el pene de su boca y dio un besito final en la punta de éste relamiéndose los labios.
Thor ya no aguantaría por mucho.
—Necesito estar dentro de ti, pequeño.—acarició las nalgas del menor.
—No soy pequeño.—Loki le retó con la mirada y de no ser por las circunstancias Thor se habría echado a reír.
Besó entonces con ternura los labios ajenos y sentó a Loki arriba de su palpitante miembro.
Le dio a lamer tres dedos y de nueva cuenta se arrepintió al ver como el menor los chupaba con tanta vehemencia.
Al sentirlos bien lubricados los saco y dirigió uno a la entrada de Loki.
Mientras susurraba varios te amo en el oído contrario a la par iba metiendo el dedo.
El dios del engaño cerró sus ojos disfrutando de la sensación. Era una intromisión que sentía incómoda pero tampoco podía negar que le encantaba.
Conforme sus gemidos aumentaban Thor metía los demás dedos.
Llegaron al punto en que Loki ya tenía los tres dedos dentro él brindándole sensaciones nuevas e indescriptibles. Sus caderas bailaban desesperadas por conseguir más contacto.
—¡Aahh!, ¡Oh Thor apresurate!—gimoteó mirándole con lujuria.
Absolutamente todo lo que hacía el menor le parecía encantador y a la vez tan excitante.
Envuelto por todo el deseo que sentía tomó su hinchado miembro y fue entrando en él de poco a poco.
La posición les permitía verse cara a cara y estudiar sus reacciones a la perfección.
Los ojos verdes de el morocho no se despegaban de los de Thor. Era como si estuvieran en una conexión que solo ellos entendían.
Creyó que Loki se tardaría en acostumbrarse a su enorme tamaño pero en menos de lo que se espero éste empezó a restregar su trasero contra su pene.
Las embestidas comenzaron primero lentas pero ante las suplicas del menor por más el rubio perdió el control de sí mismo.
—¡Ahhh!, ¡aah! ¡salta bebé!—Thor sujetó con firmeza sus caderas.
El dios obedeció empezando a dar saltitos en el pene del rubio.
Su hombría entraba y salía debido a los movimientos salvajes de parte de ambos. Mientras Thor disfrutaba de tan placentero y estrecho agujero, Loki se arqueaba por la fricción de aquel miembro contra un punto en su interior que lo volvía loco.
Sus gemidos inundaban la atmósfera de la habitación.
Y a los dos les importaba poco si los estarían escuchando o no. Era su momento, un momento de amor puro.
—¡Ohhh, sí.... Ahhh!...—Loki se vino en ambos abdómenes y gimió una última vez exhausto.
Thor también dio tres embestidas más y gritando el nombre de su hermano llenó de su semilla la dilatada entrada, logrando que se desbordara hasta sus nalgas.
Con un esfuerzo sobrehumano salió de él, recostándose Loki a un lado suyo.
Permanecieron unos minutos solamente abrazados, disfrutando del calor que se brindaban mutuamente. Escuchando los latidos del otro y robándose besos.
—Eres muy hermoso.—Thor acariciaba el blanco y sudoroso cuerpo que tenía a su lado.
Juraba nunca antes en su vida había visto algo tan perfecto.
Aquel cuerpo frágil y pequeño era y tenía que ser una maravilla más en éste mundo.
Al observar esos labios ahora hinchados y rojos, esos ojos verdes tan resplandecientes, la piel tan suave y pálida; que parecía la misma seda al tacto, y sobre todo esa sonrisa de medio lado, no le quedaba la menor duda de que Loki era eso y más.
—Ya lo sé.—entrelazaron sus manos.—Pero tu no te quedas atrás.—Loki le guiñó un ojo.
—Loki....—carraspeó un par de veces para deshacer el nudo que se le estaba formando en la garganta.
—¿Sí?—no lo miraba pero el mayor sí.
—Yo quiero que tu siempre estés conmigo.
Loki no podía dejar de sonreír.
—Y así será.
—Lo que quiero decir...—se aclaró de nueva cuenta la garganta.—Es que quiero que seas mi novio.
De pasar a ser alguien valiente ahora se sentía como alguien sumamente desprotegido.
Incluso sus mejillas se habían teñido de carmín al terminar de decirlo.
La reacción de Loki fue una mezcla de emociones.
Abrió sus ojos, que habían estado descansando y miró a un nervioso Thor.
La imagen resultaba adorable en su mente.
—No lo sé, sabes yo sería un novio bastante exigente, sin mencionar que también muy celoso y posesivo.—dijo con naturaleza robándole una risita a Thor.
—Yo sería exactamente igual.
Loki se sentó para observarle mejor y seguido habló.
—¿Te gusta lo complicado, verdad?
—¿Eso es un sí?
—¿Tu qué crees?—se fue acercando hasta que sus labios se rozaron. Sus ojos esmeraldas le veían con ese toque de diversión.
Thor sonrió aliviado y lo besó.
En definitiva éste era el día más feliz de todos para ambos.
Se ducharon juntos, y decidieron que era hora de bajar con los demás. Fácil habían pasado unas tres horas.
Se encontraron con que Steve y Tony habían vuelto acompañados de alguien a quien no conocían. Pero que por razones obvias concluyeron que era el tal Bucky.
Los presentaron al castaño y éste sólo asintió a manera de saludo.
—¿Alguna novedad que quieran compartir? —Natasha se dirigió a ambos dioses sonriendo.
—Oh, por supuesto.—se apresuró Thor.—Loki y yo estamos saliendo.—tomó la mano del menor y Loki no pudo evitar sonrojarse mínimamente.
—¡Ya era hora!—gritó Tony.
Sus amigos se alegraron por la noticia y los felicitaron.
—Creí que moriría sin que ustedes se declaran.—bromeó Tony.
—Mira quién habla.—Bruce se rió acompañados de los presentes.
—¿Qué quieres decir?—Stark le miró con una ceja arqueada.
—Por Dios, Tony tu y Steve estaban igual, no tienes derecho a reclamarnos nada.—se defendió Thor.
Steve acompañó a Loki en su casi disimulado sonrojo.
—Como sea, el punto es que por fin lo reconocen.—dijo Tony, palmeando la espalda de Loki.
—Ok, yo opino que esto amerita un pequeño festejo.—Clint se acercó a la barra del bar del millonario y abrió una botella de whisky.
—Lo que tu quieres es vaciar las reservas de Tony.—Natasha le quitó la botella.
—No Nat, esta vez sí estoy de acuerdo con Clint.—dijo un sonriente Tony.
—¿A sí?—cuestionó Steve, dudando de las palabras de su esposo.
—¡Claro! Será divertido, amor.
La noche daba señales de aparecer en cualquier instante ante el color anaranjado-rojizo del cielo. Y los súper héroes estaban muy ocupados celebrando a los dioses asgardianos.
BUCKY
Todos se veían contentos, todos excepto una persona. Y ese era el antes soldado de invierno.
Erik y Charles entretenían a Bruce, Clint y Natasha con la historia de como se conocieron.
Y por su lado Steve y Tony conversaban con la nueva pareja de dioses.
Steve notó lo excluido que se encontraba su amigo frente al festejo y sirviéndole una copa fue por él.
—¿Te encuentras bien?—le entregó la copa.
—No del todo.—negó la bebida y se sentó en una de las sillas giratorias. No era tan simple volver a sonreír como él se imaginaba, no a menos que tuviera una verdadera razón para hacerlo.
—Buck... No me gusta verte así, es deprimente.
—Y lo siento, ve divierte.—animó fingiendo una sonrisa.—Yo estaré bien, además tus amigos son increíbles, sin mencionar a tu... Esposo.—resultaba raro para él admitir que Steve se había casado con tan simpático hombre.
Se quedó asombrado con toda la historia de amor de Steve y Tony. Y también lamentó haber participado en ella de forma negativa.
—Vamos James, yo sé que el muchacho platicador y fiestero sigue en ti.—el rubio le abrazó por detrás y lo llevó a rastras con Loki y Thor.
Bucky no se pudo oponer pues la insistencia de su mejor amigo había sido un tanto fastidiosa.
Terminó por pasar un buen rato conociendo a aquellos hombres como al resto de los vengadores, incluyendo a los mutantes.
Pero él todavía se sentía... Vacío.
Lo que nadie jamas se hubiera esperado es que no solo la vida de Bucky estaba a punto de tornarse diferente, sino que la de todos iba a dar un cambio drástico en las próximas semanas. Sobre todo para los súper esposos y para Charles y Erik también.
¡Regresé!
Sé que me tardo muchoooooo pero creo que vale la pena la espera xD
Spidey y los gemelos aparecerán muy pronto.....
*desaparece de entre las sombras*
Byee!
Los quiero💋❤
Atte:Missmarvel17 😚
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