Nueva estrategia
PETER
Estoy muerto...
El adolescente trataba de idear una posible historia acerca de cómo conoció al demonio de Hell's Kitchen y nada resultaba lo suficientemente creíble.
Resignado por su inminente fracaso, decidió aceptar su sentencia, sus padres no se creerían cualquier invento.
—Es una situación bastante graciosa a decir verdad...
—Conocí a Peter en una de sus misiones con SHIELD. —intervino Matt.
El menor lo miró de reojo sin poder creer que estaba mintiéndoles a sus padres por ayudarlo.
Steve y Tony los veían con mucho interés al respecto.
Matt siguió explicándoles que apareció en el momento justo para que el tan conocido mercenario se alejara de Peter, lo que ocasionó el asombro y gratitud de parte del Capitán e Iron Man.
Prácticamente dijo la verdad, aunque ese no fue nuestro primer encuentro...
—¿Por qué no nos mencionaste nada de eso, hijo?—Steve sospechó, girándose hacia él.
—Bueno, no quería hacerlo hasta que fuera el momento adecuado de presentarles a Matt, aún no lo conozco del todo pero sé que es un sujeto increíble.—le regaló una sonrisa, sintiéndose estúpido unos segundos después al percatarse de que el abogado no lo notaría.
Puede que no fuera el mejor mintiendo pero unas cuantas clases con su tía Natasha habían sido más que suficientes.
—Tal vez deberías pasar a la Torre Stark un día de estos, nos agradaría tu visita.—le propuso Tony, guiñándole un ojo a su hijo.
—Papá...—Por suerte Matt no era capaz de distinguir lo apenado que se encontraba en esos momentos. O al menos eso creía el arácnido.
—Me encantaría.—agradeció, divertido de toda esa situación.—Gracias por su consideración, Señor Stark.
—Fue un gusto, Matt.—Steve rodeó con su brazo a su pareja.—Nosotros los dejamos, debemos regresar a la pista de baile.
Cuando Peter los vio alejarse dejó escapar un prolongado suspiro de alivio.
No iba a negar que estaba inmensamente contento con la reconciliación de sus padres. Verlos de nuevo juntos significaba que las cosas en su hogar volverían a la normalidad, y que probablemente tendría que dormir con los audífonos puestos y a todo volumen por un largo tiempo.
Y es que ya daba por perdida su ansiada libertad, de no ser por su nuevo amigo, Daredevil.
Matt conservaba esa sonrisa burlona en su rostro. Podía ser muy serio cuando se lo proponía, sin embargo con Peter lucía muy relajado.
—Gracias por eso.—se puso frente a él.—No tenías que hacerlo.
—Consideré no decir nada, después de todo te prometí no interferir más con tus asuntos, pero me fue imposible.
—Y te lo agradezco, aunque no lo creas me alegra que me consideres como tu amigo.
—¿Por qué no lo creería?, admiro lo que haces como Spider-man, no cualquiera tiene la valentía para vestir un traje y salir a las calles a defender a la gente. Puede que no conozca mucho a Peter, pero siento empatía por tu trabajo como héroe.
Era tal su alegría ante las palabras de Matt que ni siquiera se percató de que Pietro les tomaba una fotografía a unos cuantos metros de ellos.
Fue hasta después del efecto del flash que se dio cuenta de como su primo corría hacia otro punto del enorme salón.
La boda era un festejo lleno de risas acompañado de buena música y personas conversando por doquier.
Peter nunca había visto a su tío Bruce tan feliz. Él y su ahora esposo formaban una pareja increíble.
La velada transcurría y Harry cambiaba de acompañante de baile a cada segundo. Lo vio lanzarle una mirada cómplice mientras sacaba a bailar a una hermosa chica.
Peter le relataba todo a Matt para que no perdiera detalle de lo que acontecía.
—Por lo que escucho tu amigo no pierde el tiempo.
—Harry siempre ha sido así.—rió.—Espero no termine con un ojo morado como en otras ocasiones.
—Deberías seguir su ejemplo, me refiero a estar disfrutando de la boda bailando con alguien y no quedarte con un ciego a platicar.
—No digas eso Matt, disfruto estando contigo, además no me apetece bailar ahora, estoy bien.
El mayor negó hacia los lados.
—No planeaba encontrarte aquí, aunque debí suponer que así sería, conozco a mi tocayo Matt desde hace un par de años. Es un excelente médico, y se nota su vocación sobre todo con los niños.
—Lo sé, es genial. Es por eso que estoy feliz de que él y mi tío Bruce se quedaran juntos, son perfectos el uno para el otro.
—Apuesto a que formaran un hogar digno de admirar. —Matt descanso su bastón en la mesa y tomo asiento, seguido de Peter.
—Ni que lo digas.
Peter volvió a encontrase con la mirada traviesa de Pietro esta vez mostrándole a Einarr una amplia selección de bocadillos.
Le extrañó lo amable y distinto que se comportaba cuando el príncipe de Asgard estaba cerca. Pietro no tenía esos detalles con nadie, exceptuando a su hermana por supuesto.
Se partió de la risa, soltando una sonora carcajada al presenciar la escena de como Einarr lo tomó de improviso de la mano y lo guió hasta a la pista de baile para que lo enseñase a bailar. Pietro lucía desconcertado y muy sonrojado.
Tuvo que explicarle a Matt el motivo de su incontrolable risa.
—Sospecho que entre esos dos habrá algo.
—Es muy pronto para tener esas conclusiones, ¿no crees?
—Puede que sí, pero confío en que así será.
—Adivinaré, ¿te lo dijo tu instinto arácnido?—bromeó Matt.
—Ojalá pudiera predecir eso, sería fantástico y a la vez algo improbable.
—No hay que ser ciego para saber distinguir el amor, y te lo dice alguien que ha perdido su sentido de la vista.
—Vaya que tienes razón.—reconoció, sintiéndose afortunado de conversar con alguien tan agradable como Matt.
Sus tíos Clint y Natasha no dejaban de observarlos a distancia, lo que lo incomodaba bastante. Era consiente de que despertaba la curiosidad de su familia al verlo al lado del conocido justiciero.
El doctor Johnson distinguió a su viejo amigo y se acercó a saludarlo, presentándoselo por ende a Bruce y algunos de sus otros familiares.
Todos concordaban en una cosa; Matt era una persona que se ganaba muy fácilmente el respeto de los presentes.
Inexplicablemente se entristeció un poco para cuando Matt tuvo que despedirse y dejar el evento.
—Ya me toparé contigo después, niño.—le despeinó el cabello con una de sus manos.
—Ya te he dicho que no me llames así.—se quejó, reacomedando el lío que se había formado en su cabello.
—Lo tendré en cuenta para la próxima.—esbozó una sonrisa—Adios, Peter.
Siguió con la mirada su trayecto hasta que su cuerpo desapareció por las puertas del salón.
—¿Es tu novio? —escuchó la voz de Pietro detrás suyo.
—¡¿Qué?!, por supuesto que no. Apenas y conozco a Matt, ¿por qué dices eso?
—Estuviste con él toda la noche. —argumentó, cruzándose de brazos.
—Porque es mi amigo, tonto. Por qué no mejor hablas de como te estás enamorando perdidamente de Einarr.
La expresión del corredor no se hizo esperar, causándole unas enormes ganas de reír.
—Ese no es tu asunto.
—Ese no es tu asunto.—imitó con voz aguda. Pietro le mostró su dedo medio y para cuando Peter quiso responderle, éste ya se había esfumado de su lado.
Sus padres no le dejaron beber ni una sola copa de alcohol, por lo que tuvo que conformarse con las sodas frías que servían en las mesas.
La guerra con Pietro seguía. Éste le presumía su bebida, sabiendo bien que él aún no podía consumir hasta que cumpliera su mayoría de edad.
Peter no se quedó de brazos cruzados y se vengó yendo a platicar con Einarr.
—¿Cómo es que logras soportar a alguien como Pietro?—le preguntó irritado.
—Es muy divertido y cordial, él me ha estado enseñando algunas costumbres y conductas de Midgar, ha sido de gran ayuda para mí. —el príncipe sonrió al ver como el platinado se acercaba.
—Te digo un secreto, yo creo que a mi primo...
—¡Peter dijo una mala palabra!—lo acusó Pietro sabiendo que el Capitán estaba cerca.
—¡No es cierto, papá!
—Vámonos Einnar, tengo que mostrarte algo.—se lo llevó antes de Peter pudiera siquiera parpadear.
Wanda que también había estado observando, se sentó en su mesa.
—Lo hemos perdido, Peter. —comentó con una sonrisa de oreja a oreja.
—¡Lo sabía!
—Puedes avisarles a tus padres que los esperamos el sábado en nuestra casa de campo, debo hacer anuncio importante.
—¿Qué tipo de anuncio?, ¿te sucede algo?
La gemela dudó en responder.
—Ya lo verás, tranquilo, no es nada malo.—se acomodó su largo vestido y se dedicó a disfrutar del resto de la noche en compañía de Peter.
***
Gracias a la ayuda del tal Deadpool, si es que le podía llamar así a dejar tirados y casi muertos a esos maleantes, además de exibir tal acto en televisión nacional, trayéndole un regaño injusto de parte de sus padres, finalmente había conseguido capturar a todos los bandidos que le fueron asignados por Coulson.
Y pese a que Fury le insistió en que olvidara el caso de ese mercenario, Peter quería su revancha en consecuencia de todos los problemas que le trajo.
Lo atraparía para ellos, capturar a Deadpool sería la llave que le daría acceso a formar parte de los vengadores a los ojos no solo de SHIELD, sino también de sus padres. Ya estaba harto de que lo trataran como un niño, así que además de lo anterior, sus propios motivos personales eran la mayor fuente de inspiración en esa nueva meta.
Vestía su traje de Spider-man, mientras colgaba de lo alto de un puente. La mejor forma de comenzar con su plan era captar la atención de Deadpool.
Peter esta vez optó por ser más astuto, y para eso había ingeniado una serie sencilla de pasos para llegar a su objetivo final.
Esperaba realmente que esto funcionara.
Si quisiera hacerlo de la forma sencilla, habría solicitado el apoyo de otros agentes de SHIELD, de alguno de sus tíos, sus primos, de sus padres e incluso de Matt.
Pero no era así como quería que terminara su gran hazaña, qué sentido tenía compartir el mérito con alguien más. De este modo no le reconocerían su esfuerzo y sería complicado que lo tomaran en serio.
No había de otra, haría eso solo.
Era cuestión de tiempo para que su objetivo apareciera en escena, entre tanto, él cumplía su parte, ayudar en cuanto le fuera posible a las personas de la ciudad.
Se comenzaba a desesperar por no tener rastro de él. En unas horas más anochecería y tendría que regresar a casa.
Una señora le obsequió un churro en muestra de su agradecimiento por ayudarla en su recorrido. Allí estaban las pequeñas cosas que el trepamuros apreciaba y que sin duda lo hacían sentir importante.
Él no esperaba recibir nada de nadie por cumplir con su responsabilidad, sólo que de vez en cuando era satisfactorio ser reconocido.
Se levantó la máscara hasta la nariz para comenzar a comer su churro.
Su sentido arácnido lo alertó y sonrió al saber que su plan después de todo daba inicio.
—Miren a quién me encontré.—en definitiva era él, no olvidaba su voz.
No se molestó en quitarse de su posición. Dio una mordida a su comida mientras contemplaba la altura entre el rascacielo y el suelo.
—¿Qué tal?, hace tanto que no te veía.—dijo despreocupado.
—¿Ya no estás enojado conmigo, Spidey?—se sentó con él.
Peter negó con la cabeza.
—No del todo, tu contribución me fue muy útil para culminar con mi misión.
—Lo ves, no soy tan malo como parece.
Sí, claro
—Así es, aunque tus métodos no me convencen, demasiada violencia.—bajó su máscara al terminarse el último bocado.
—Es necesario, amor. —sacó una de sus armas para darle un beso y volverla a colocar en su respectivo lugar.—No soy tan diferente del imbécil de Murdock y no veo que lo juzgues de la misma manera.
—Matt es un héroe, no hay punto de comparación entre un hombre bueno como él y tú.
—Puedo ser bueno también.
—Eso lo dudo mucho.—dijo sarcástico.
—Me duele que pienses así de mí, baby. —quiso acercarse pero al instante retrocedió.
Peter se empezaba a fastidiar de su actitud. No caería ante sus engaños, el único que terminaría perdiendo al final del día sería el hombre sentado a su lado.
—Hagamos esto, pasaré un periodo de prueba para comprobarte que puedo ser una buena persona y si no cumplo yo mismo me entrego a esa maldita organización secreta.
De todas formas te entregaré...
El mercionario le tendió la mano.
—¿Qué dices, Spidey?
—Acepto.—estrechó su mano con la suya. —En verdad veo difícil que lo logres.
—¡En serio me hieres con tus palabras!—dramatizó, poniéndose en pie.
—Ya tengo que irme.—igualmente se levantó.
—Aww, ¿tus papis te regañan si no estás allí para la cena?
—No te incumbe lo que yo haga, no lo olvides no somos amigos.
—Por ahora.—casi podía disginguir la sonrisa a través de la máscara de su acompañante.
—Sí, sí, como digas. Te veo aquí mismo mañana a las cuatro de la tarde, y por favor no te retraces.
—Entendido.—imitó un saludo militar para después ponerse firme.
Es un idiota.
—Nos vemos, Deadpool.
—Te veo mañana, dulzura.—lo despidió con afecto de sobra, agitando su brazo con ánimo.
El adolescente salió de allí antes de que su paciencia se colmara.
Mientras hacia su recorrido a casa, se felicitó a sí mismo por haber seguido al pie de la letra sus propias instrucciones.
No podía fallar, eso era un hecho. Nada ni nadie interferiría con su propósito, de eso él se encargaría.
Claro que jamás tomó en cuenta que Deadpool también seguía su propia estrategia.
Hola, amores❤
Una vez más, perdonen el retraso.
No saben como me gustaría ser más constante en las actualizaciones, por desgracia no me es del todo posible.
Estoy por entrar a la universidad, so... Se podrán imaginar el gran cambio y repercusión que tuvo en mi vida.
No voy a dejar la historia, escribir esto es una gran desafío para mí, y disfruto mucho haciéndolo.
Además, ya tengo estructurado el rumbo que tendrá todo. No hay de que preocuparse.
Gracias por estar siempre allí, para los que siguen capítulo a capítulo esta historia.
Los quiero mucho, nos leemos en la próxima ocasión.
Atentamente,
—Missmarvel17
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