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Extrañando a Steve

TONY

Aproximadamente un mes llevaba su esposo fuera de casa.
El Capitán, Natasha y Clint salieron con urgencia a una nueva misión de S.H.I.E.L.D.
Por lo que supo, HYDRA planeaba negociar con traficantes y mercenarios a cambio de nuevas armas y tecnología. 
Y es allí donde intervenían ellos, debían evitar a toda costa ese intercambio. 

A Tony le hubiera encantado ir y ayudarlos, pero alguien tenía que quedarse al cuidado del pequeño Peter. Además, lo habían estado requiriendo en Stark Industries, y siendo el dueño, debía hacerse responsable.

No estaba del todo solo. Loki iba seguido a ayudarlo, al igual que Thor. 
Sin la ayuda de éstos dos, posiblemente Tony se sentiría mucho más presionado.

Igualmente él y Peter extrañaban demasiado a Steve. 

La convivencia sin el rubio no era lo mismo. Ambos estaban tan acostumbrados a pasar tiempo con él que su partida pesaba bastante en sus actividades cotidianas.

Peter era muy listo y claro que notaba la ausencia de su papá,  frecuentemente le esperaba al pie de la puerta aguardando su regreso, esperando ser recibido con uno de sus especiales abrazos, como lo hacía anteriormente cuando Steve salía de casa.

Tony le había intentado explicar, que su Pa Steve, estaría con ellos  muy pronto. Y es por eso que mantenían la comunicación por medio de vídeo llamadas, así ambos podían enterarse y verlo tan siquiera a través de los monitores. 

  —Aquí vamos, Peter, veamos si tu papá puede respondernos ahora.—ajustó la plantilla y en cuestión de segundos  el Capitán ya estaba del otro lado.

  —Pa-pá—el bebé se alegró de verlo.

  —Hola, Peter, papá te extraña  mucho, también a ti Tony. 

  —Nosotros también te extrañamos, Steve.  ¿Cómo van las cosas por allá?

  —Estamos en eso, no te preocupes,  en menos de lo que esperas me tendrán de vuelta en casa.

Y enserio que Tony anhelaba eso. Faltaban prácticamente unos días para que se cumpliera el primer año de Peter con ellos, y no quería celebrarlo sin Steve.

  —De acuerdo, no te interrumpimos más, debes estar muy ocupado. Te amo.

—Ustedes son mi mayor prioridad, Tony. Yo también te amo, a los dos. —sonrió, admirando como  su hijo se abrazaba al cuerpo del castaño. —Nos vemos dentro de poco, los quiero.

  El bebé soltó una risita casi inaudible. Oír la voz de su papá siempre lo ponía feliz.
 

Después de una eterna despedida, por fin cortaron la vídeo llamada.

Loki acababa de llegar, le haría el favor de cuidar a Peter en lo que él arreglaba unas problemáticas en la compañía.

—¿Por qué no vino Thor?

—Dijo que iría por algo de comida, llegará más tarde.

—Bien, recuerda que las papillas y biberones se encuentran en la mesa de la cocina, los pañales están en el segundo mueble de su habitación, cualquier cosa no dudes en llamarme o decirle a Jarvis....

—Sí, Tony, ya lo sé.—lo interrumpió sonriendo con gracia —Ahora largo o yo mismo te echo a patadas.

—No te burles, sólo quiero asegurarme de que cuides bien de mi hijo.

Loki sentó a Peter en su regazo y suspiró.

—Ves, pequeño, tu madre es una exagerada.

Tony ignoró su impulso de contestarle y puso en la televisión la ya favorita película de Peter hasta el momento, El rey león.

—Peter, debes portarte bien con tu tío Loki, te prometo que no tardaré. —besó una de sus mejillas.

—Dile adiós a tu papi.—el dios le ayudó a levantar su manita.

Bye.—Tony sonrió enternecido por aquella imagen de Peter despidiéndose de él.

Quién diría que el gran Tony Stark se fuera a convertir en todo un experto cuidando bebés. Para ser sinceros, las primeras veces a cargo de Peter, y sin Steve, las cosas se le complicaron a montones.
Sobre todo a la hora de arrullar y alimentar al bebé. El Capitán era quien se encargaba normalmente de esas labores y cuando fue su turno no tenía ni la más remota idea de como hacerlo.

Nunca se llegó a imaginar que ser padre implicaría tanto trabajo.
Y por esa razón se esmeraba en ser un buen papá con Peter. No quería repetir la terrible relación que tuvo él con su padre.
Lo quería eso es verdad, pero le hubiera gustado ser más cercano a él.

El caso es que ya amaba a Peter, y no iba a permitir que su hijo creciera sin antes saber lo mucho que lo querían él y Steve.



*****



Había llegado el día. El primer aniversario de Peter con ellos y Steve no estaba allí.

Lo llamó e hizo todo para comunicarse con él, sin embargo no hubo respuesta de su parte.

Justo lo que menos quería que ocurriera fue lo que terminó pasando.

Todos sus amigos lo habían estado ayudando con los preparativos de la fiesta, a excepción obviamente de Clint y Natasha. No iba a ser algo tan grande y extravagante como a él le hubiera gustado, pero por esta vez una simple reunión en la Torre parecía suficiente.

Bruce y él inflaban globos mientras Loki los pegaba en las paredes.

—Ánimate Tony, sé que no era así como lo tenías planeado  pero no puedes deprimirte en un día como éste.—Bruce intentó aliviar la tristeza de su amigo.

—Ya lo sé, es solo que sin Steve aquí esto no tiene sentido.

—Estoy seguro que Steve querría que festejaras a Peter, con o sin él.

—Apoyo a Banner.—dijo Loki.

—Ya traje el pastel. —una tercera voz se le unió. El dios del trueno entró en la comedor y dejó el colorido pastel en la mesa.

—Gracias, fortachón.

—No es nada, hombre de metal,—le mostró una alegre sonrisa.— ¿Charles y Erik ya llegaron con los bocadillos? Me muero de hambre.

—¡Thor!—lo regañó el oji-verde.—Acabas de comerte una pizza entera.

—Pero aún tengo hambre.—hizo un puchero que resultó muy gracioso para los demás.

—Alguien nos llamó. —llegó Charles seguido de Erik cargando unas bolsas.

—En fin, creo que es hora de ir por los bebés.—Tony sonrió a medias.

En otra habitación Bucky supervisaba que  Pietro, Wanda y Peter estuvieran tranquilos.
A todos les impresionó que él se ofreciera a cuidar de los bebés. Bucky solía ser muy reservado.
Sorprendentemente la pareja mutante lo había tenido que llamar varias veces durante la semana para que fuera a visitar a Wanda y Pietro, ya que extrañamente la niña parecía estar muy apegada a él.

Bruce aprovechó la reunión para presentar formalmente a su novio Matt, quien fue el médico encargado del caso de Peter.
Todos se alegraron mucho por él. Bruce se veía muy feliz y eso era lo que más  importaba.

Por otro lado, Tony intentaba ocultar su semblante triste por el bien de su hijo. A nadie le gustaba verlo así de abatido y de ser posible arruinarían la sorpresa que tenían preparada con tal de ver al Tony sarcástico y alegre.

Ya arriba, vio como Peter se divertía con sus primos. Esos niños crecían cada vez más en un abrir y cerrar de ojos.

—Ven, Peter—cargó al bebé. —Hay que partir tu pastel.

Bucky se llevó también a los gemelos.

Iban a mitad de las escaleras cuando Tony vio aquel par de hermosos ojos azules.

¡STEVE!

Peter igual se dio cuenta e inquieto extendió sus brazos a su papá quien los esperaba con la más encantadora de sus sonrisas.

Tony recobró sus fuerzas y aún con Peter en sus brazos bajó el resto de las escaleras y  se lanzó a abrazar a su Capitán.

—Sí llegaste.—lo apretó fuerte por la espalda. Como había extrañado tanto el embriagador aroma de su esposo.

—No creías que faltaría, ¿O sí?—le besó de la manera más dulce posible.

.—Peter  quiso llamar su atención.

Steve lo cargó con emoción y lo alzó juguetonamente.

—Mi valiente arañita.—lo llenó de besos haciendo que el bebé estallara en risas.

No hubo quién se pudiera resistir a sonreír ante tan espectacular y amoroso encuentro familiar.

Como siempre, Natasha no perdió oportunidad de retratar el momento.
La foto iría directo al álbum familiar.

Peter pasó a los brazos de su tía Nat, quien ya estaba impaciente por abrazar a su sobrino.

  —Perdónanos, Tony, pero Steve quería que su llegada fuera sorpresa.—se disculpó Bruce. 

  —¡¿Así que todos lo sabían!?—miró reprochante a sus amigos. 

Erik se encogió de hombros.

—Algo así.

—No te enojes con ellos.—intervino Steve.—Yo les pedí que guardaran el secreto.

—¿Y hace cuánto llegaste?

—Hoy en la mañana, fue un viaje largo.—abrazó al menor por la espalda para dejar un beso en su mejilla.

—Afortunadamente, todo quedó resuelto. —confirmó Clint.

—Y qué bueno que regresaste, Cap, Tony ya se veía como madre soltera por el resto de su vida.—rió Loki.

—¡Claro que no!—negó avergonzado —Sólo estaba preocupado...

—Y vaya que Tony ha mejorado mucho.—aclaró Charles. Pues era  consciente de lo mucho que se había esmerado el moreno en los cuidados de Peter.

—¿A sí?—Steve miró a su esposo ocasionando que las mejillas de éste se tornaran rojizas.

—Bueno, ¿qué esperabas? —recobró su postura.—No iba dejar morir a nuestro hijo.

—En serio que me da gusto que todos estén de vuelta, pero yo digo que... ¡Es hora de comer!—Thor sugirió sonriente.

—¡Thor! ¡¿qué fue lo que te dije?!—le recriminó Loki.

Como los bebés comenzaban a inquietarse, siguieron la idea del asgardiano.

Hubo risas y alegría el resto de la tarde.

Steve, Nat y Clint le dieron la bienvenida a el novio de Bruce. Matt era una persona increíble, y no había alguien más indicado que el Dr Banner para  ocupar su corazón. Era un hecho que la espía fue la más emocionada con la noticia. Nunca dudó que terminarían por enamorarse.

—¿Y cómo sucedió, Matt? Quiero saberlo todo.—la pelirroja los miró atenta.

—Bueno.—sonrió el oji-azul, mirando directamente a Bruce —Salimos en varias ocasiones y en una de esas veces simplemente sucedió. Le dije  que le quería, y me alegró saber que el sentimiento era mutuo.—por la manera en que Matt veía a Bruce cualquier persona  podría notar cuan enamorado estaba de él.

—Ustedes son adorables, me alegro por ti, bro.—Tony les guiñó un ojo.

—¡Ya dije!  ¡yo quiero ser la madrina de bodas!—Nat dijo entusiasmada, provocando que Bruce se sonrojara. Por él contrario, la sonrisa de Matt sólo fue aliento de promesa en un futuro.

Entre todos se tomaron infinidad de fotos con Peter y los gemelos, Thor al fin pudo comer algo, Erik y Charles entretenían a todos con sus historias, y lo más importante; la superfamily estaba completa de nuevo.

Steve tomó de la mano a Tony aprovechando que todos estaban distraídos y lo guió a la azotea para tener un poco de privacidad.

El cielo ya se pintaba de tonos rojos y anaranjados conforme el Sol desaparecía entre los edificios.

—¿Qué pasa, amor?—preguntó Tony.

—Nada, sólo quería tener un momento a solas contigo.—lo tomó por la cintura y plantó un beso en sus labios.—Te extrañé como no tienes una idea.—dejó otro beso ahora en su cuello.

¡Maldición, Steve!

Tony ya  sentía pesada su respiración. Tanto tiempo sin Steve definitivamente le hacía mal.

—Yo también te extrañé mucho. —logró pronunciar.

—Te debo una semana de Fondue.—susurró con picardía en su oído.

—¿Una semana? —frunció él ceño divertido. —Me debe todo un mes, Capitán. —ambos sonrieron.

—En serio te amo con todo mi ser.—Steve volvió a ponerse serio y lo atrajo una vez más a su cuerpo.

Tony no pudo hacer más que dejar escapar un suspiro. Sólo necesitaba de los abrazos de su esposo para sentirse completamente protegido y amado. Tal vez Peter sentía lo mismo cuando Steve lo tenía entre sus brazos, y es que los abrazos del Cap no eran simplemente especiales porque sí. Mas bien, poder describir esa seguridad que transmiten, la misma capacidad de hacer ver que todo está bien, eso era lo que los hacía extraordinarios.

—También te amo, Steve, tú sabes que siempre  te he amado.

En esos pequeños momentos, es cuando Tony agradecía haberse encontrado a alguien como Steve en su vida.

Porque no importase cuanto llegase a pasar el tiempo, cuantos días, meses o años transcurrieran, él lo seguiría amando hasta el fin  de los tiempos.

—Hay que volver, me preocupa dejar a Peter con tanto loco allí adentro.—rió por instantes y Steve se unió a él.

—De todos modos, no es como que fuéramos la  familia más normal.—empezaron a dirigirse a la puerta.

—¿Tiene algo de malo nuestra familia?—detuvo su caminar.

—¡No! En lo absoluto, no era eso lo que quería decir. Me refería a que nuestra familia es única en muchos sentidos.—sonrió, entrelazando sus manos.

—Bueno, eso es verdad.

—Imagínate cuando Peter nos presente a su pareja. Quién quiera que sea esa persona, caerá infartada al ver que su novio tiene como padres a Iron Man y al Capitán América.—ambos se miraron y rieron a carcajadas.

—Tienes razón, cariño. Con decirte que ya siento lástima por la pobre alma que llegue a salir con nuestro bebé.

—Vamos, Tony, no puede ser tan malo.

Eso espero....






¡Holaaaaaaaaaa!

Hoy vengo a dejar esto por aquí para que no se olviden de mí.

No tengo justificación para mi retraso, lo sé.
Sólo espero que disfruten la lectura y les guste el rumbo que va tomando esto.

¡Los amo!

¡Gracias por leer!




With all my love....





Missmarvel17❤💋

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