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OO8: ¿FAMILIA?

JiMin se encontraba emocionado.

El día de ayer, cuando Suni, SeokJin y TaeHyung estaban por regresar a casa, se le ocurrió a Suni una idea grandiosa, según lo expresado por ella. El plan era reunirse en la casa de YoonGi como a menudo lo hacían según habían comentado, pero ante todo lo que se había atravesado las últimas semanas, la oportunidad no se había presentado, hasta ese momento. JiMin aún recuerda que todos se encontraban en la puerta principal despidiéndose cuando Suni había aclarado la principal razón por lo que quería que se hiciera la comida.

—Creo que es la manera perfecta no solo de retomar los encuentros, si no también creo que es una forma de integrar más a Minnie con nosotros, además, posiblemente se vuelvan más seguidos y sería bueno que conozca la dinámica —sonrió la mujer feliz.

JiMin luego de ello había quedado muy afectado, tanto por el apodo como el interés de todos por querer que fuera parte de ellos. Realmente, no sabía cómo sentirse o reaccionar ante la situación, era algo nuevo e inesperado, el creyó que sería algo pasajero en la vida de todos ellos, pero empezaban a demostrarle que no con esas acciones donde buscaban conocerlo más, acercarlo y crear un lazo de confianza. Si se era sincero, todo eso lo hacía en demasía feliz, tal vez, solo tal vez, tendría una nueva oportunidad para ser feliz.

Quería ser positivo, aunque sea una vez.

En estos momentos se encontraba en la cocina. Se había ofrecido a hacer la comida, aun cuando el resto de omegas habían insistido en que no era necesario, pero el en verdad quería que el resto conociera un poco de sus habilidades culinarias y que pudieran disfrutar de su comida como YoonGi, al final terminaron aceptando, con la condición de que el resto se encargaría de llevar bebidas, botanas y algún complemento para la comida.

Hasta ahora, en el refrigerador se encontraba la carne de cerdo reposando para preparar un poco más tarde las brochetas, también tenía las verduras que ocuparía picadas y en un tazón, ahora solo le faltaba que el estofado pasara sus treinta minutos correspondientes para terminar de agregar lo que le faltaba. Mientras esperaba durante ese tiempo, JiMin comenzó a pensar seriamente en hornear, había escuchado por parte de Suni que tenía un antojo de cupcakes, lo cual debía admitir eran su especialidad.

Él sabía perfectamente que debía comenzar a hornear pronto sabiendo que entraría el lunes a la universidad, y posiblemente las prácticas tarden un poco en iniciar, sin embargo, el hecho de tener un tiempo no quitaba su deseo de intentarlo, a final de cuentas, amaba hornear y deseaba volver hacerlo, aun si había posibilidades de otro accidente como el de antes lo intentaría hasta lograrlo. Nunca se sabe, tal vez ya está listo.

Cuando YoonGi entró a la cocina, JiMin no se había dado cuenta de lo concentrado que estaba en sus pensamientos, hasta que el mayor habló.

—Jiminie —le hablo el alfa causando que el rubio se sobresaltara—. ¿Te asuste?, perdón, veo que realmente estabas pensativo, ¿sucede algo? —indago.

JiMin tardo un poco en responder gracias a que su atención terminó centrándose en el hecho de que Min se encontraba con ropa deportiva, su cabello rojizo estaba algo húmedo por el sudor, también intentó que su mirada no se mantuviera fija en los brazos fuertes expuestos gracias a la playera sin mangas y al pecho fornido. Su lobo parecía muy feliz gracias a que el aroma del alfa estaba un poco más fuerte por estar transpirando, sintiéndolo a la perfección. Obligándose a reaccionar y dejar de parecer un tonto por quedarse viendo al mayor, por fin hablo.

—No..., bueno —el menor dudo, pero sabía que no podía esconderlo, YoonGi ya se encontraba mirándolo con una clara expresión de que sabía que algo pasaba—. Quiero hornear... —confesó nervioso mientras bajaba su mirada a sus manos, donde sus dedos estaban jugando entre sí.

—Entiendo ­—YoonGi asintió, sin ser visto por el otro gracias a que su mirada aún se encontraba gacha—. ¿Te sientes listo para hacerlo, Jiminie? —inquirió acercándose un poco al menor para poder identificar un poco más de cerca las reacciones del chico.

—Si y no —aceptó con una pequeña mueca, subiendo por fin su mirada al alfa—. Quiero hacerlo, pero al mismo tiempo tengo miedo de que pase lo de la otra vez... —sus labios se abultaron inconscientemente ante su clara batalla mental.

YoonGi se distrajo por un momento gracias al tierno puchero.

—Comprendo...qué tal si te ayudo —ofreció en cuanto la idea cruzó por su cabeza—. Tal vez no sea experto, pero aprendo rápido y puede que conmigo haciéndote compañía sea más llevadero, ¿qué te parece? —sonrió ligero en cuanto vio la expresión de sorpresa del omega.

—¿Hablas en serio hyung? —dudo un poco, pero el alfa asintió confirmando lo dicho—. Eso...si, me encantaría que me ayudaras —aceptó con una pequeña sonrisa y mejillas sonrojadas. Se encontraba un poco avergonzado.

—Bien, me daré una rápida ducha porque apesto y regreso, ¿de acuerdo?

—Sip, mientras prepararé todo lo necesario —asintió animadamente.

YoonGi sintió una enorme satisfacción tanto suya como de su lobo al ver como lograron con una sencilla acción hacer feliz al menor y que aquellos ojitos mieles brillaran un poco más. Aquel sentimiento, solo logró que el interés del que le había hablado su madre que tenía su lobo hacía JiMin comenzará a sentirlo más real, pero la duda era... ¿provenía solo de su lobo o también de él?

Sinceramente le daba algo de miedo descubrirlo.

Cuando el alfa se retiró, JiMin comenzó a organizar todo, guardando y lavando lo que ya no usaría, las verduras de las brochetas las tapó colocándolas en un área libre de la cocina. Teniendo despejada la encimera comenzó a sacar lo necesario para hacer los cupcakes, tomó los ingredientes, los moldes y los bowl donde irían las mezclas. Anteriormente, había preguntado por los utensilios de repostería, ya que sinceramente se le hacía raro que hubiera teniendo en cuenta que era la casa de YoonGi, a la chica del servicio que le había preguntado le explico que al ser el lugar donde ocurrían los encuentros, era muy normal que terminaran cocinando en casa del alfa, así que tenían todo lo necesario.

Min no tardó más de quince minutos en regresar, para encontrar que todo estaba listo para iniciar con los postres. Realmente el mayor tenía nulo conocimiento de repostería, conocía lo básico de cocina, pero nada más, así que estaba por conocer algo nuevo, sería interesante, teniendo en cuenta que sería guiado por alguien que conoce sobre ello.

—Bien, espero ser realmente de ayuda, ¿qué vamos hacer? —comentó, observando y curioseando lo que había en la encimera.

—Yo creo que sí, hacer cupcakes no es tan complicado cuando te vas por una receta simple —explicó el rubio—. Los haremos de chocolate y vainilla. El de chocolate puede llevar galletas como decoración, pero también para que sirva de extra y no quede tan simple, aplicaremos lo mismo con el de vainilla, pero este llevará fruta, creo es más que suficiente, ¿qué te parece? —curioseo, regalándole una mirada llena de entusiasmo al alfa que logró hacerlo sonreír.

JiMin intentó ignorar el sentimiento de calidez que lo invadió al ver aquella sonrisa tan sincera que le estaba dedicando YoonGi.

—Me parece perfecto, ¿cuál es el primer paso? —preguntó el mayor dispuesto a ponerse manos a la obra junto con el omega.

El menor sonrió chiquito al ver realmente interesado a YoonGi. Se sentía bien, porque muy en el fondo, creía que el hombre le estaba mostrando una faceta diferente, una más allá de aquel rostro inexpresivo y aura frívola, había algo más, algo que solo transmitía cuando está su familia y ahora lo hacía con él, haciéndolo sentir especial, porque sabía que no cualquiera conocía esa parte de Min YoonGi.

—Empezaremos con las mezclas...

Ambos comenzaron su trabajo completamente concentrados en lo que hacían, pero también estaban aquellas rápidas miradas al otro, las sonrisas compartidas y los temas de conversación que fluían sin pausas, YoonGi más de una vez se encontró mirando más de la cuenta al omega, admirando su habilidad y la felicidad que emanaba aquel rubio mientras hacía lo que realmente amaba, sin pensamientos intrusivos, sin recaídas, todo estaba perfecto y YoonGi muy en el fondo se sentía orgulloso del avance que estaba teniendo JiMin. Sin embargo, la conversación que estaban teniendo terminó tomando un rumbo algo...íntimo.

—Sunmi llegó a contarme que eras muy popular en la universidad —comentó el alfa recordando vagamente la conversación que tuvo con la chica hace un tiempo—. ¿Era así?, algo me dice que sí —afirmo, el chico era realmente lindo, no podía si quiera negarlo.

Su rostro era suave, pero al tiempo tenía un toque maduro que daba un contraste sorprendente, aquellos ojos mieles expresivos, unos labios carnosos rosados y debía admitir que tenía un cuerpo atractivo, con curvas en los lugares correctos. Y bueno, también tenía otros atractivos que no se atrevía mencionar.

—Podría decirse que sí, aunque no me siento muy orgulloso del tipo de fama que termine ganando durante aquellos años —admitió ligeramente avergonzado.

El rubio se inclinó en el horno para meter los cupcakes, debían estar listos antes de que tocara poner las brochetas. YoonGi tuvo que desviar su mirada, no quería incomodar al menor por su repentina curiosidad por querer observar su trasero.

—¿Por qué lo dices? —cuestiono volviendo a mirar al omega cuando este se levantó.

—Digamos que era conocido entre los alfas más que nada —se removió un poco incómodo—. Me llamaban el imán de alfas, porque sin si quiera mucho esfuerzo podía tener a cualquiera en la palma de mi mano y en mi cama, digamos que era la envidia, aunque actualmente no me sienta orgulloso de lo que hacía, ya que era según mi forma de olvidar el constante vacío que había dejado mi abuela cuando falleció, además, muchos lo veían como algo increíble, pero no sabían todo lo que conllevaba detrás —suspiro con cansancio.

—Me imagino que te tocó tratar con alfas imbéciles —indico. JiMin asintió confirmándolo.

—Lo peor de todo es que debía estar cuidándome constantemente, ya que había algunos descarados que creían que, sin protección sería más interesante, no porque tuviera un implante anticonceptivo significaba que tenían esa libertad —dijo con algo de molestia en su voz—. En fin, esos tiempos se acabaron, realmente no creo volver a tener ese estilo de vida, no es lo mío, actualmente busco algo real y estable, creo que es mejor que andar de cama en cama —comentó mientras se recargaba en la encimera, quedando frente al alfa.

—Concuerdo contigo —YoonGi asintió—. Digamos que también lleve un estilo de vida parecido al tuyo, solo que para matar el tiempo más que nada, pero termino cansándome, tal vez porque quiero algo estable, no lo sé, aún lo estoy considerando, pero todo dependerá de las personas que vayan apareciendo en mi vida —su mirada terminó chocando con la del omega.

Ambos querían creer que aquel destello que vieron en los ojos contrarios fue imaginación suya, que la extraña tensión que se formó en el ambiente y que la forma en que sus lobos se encontraban interesados en el otro no era nada importante.

Si no fuera por el ruido de la alarma del celular de JiMin que indicaba que debía apagarle al estofado, se hubieran quedado mirándose entre sí por un largo tiempo. El rubio se dirigió a la estufa y revisó su creación, revelando un delicioso aroma en cuanto la tapa fue levantada.

—Huele muy bien —halago YoonGi mirando el interior de la olla—. Y se ve muy bien.

—¿Quieres probar? —ofreció el omega tomando una cuchara limpia.

El mayor simplemente asintió, deseoso por volver a probar la comida de JiMin. Ante la respuesta afirmativa, el rubio tomo la cuchara y tomo un poco del caldo con verduras para luego soplar un poco, con su mano bajo la cuchara para evitar que se manchara el piso por si caía algo se la ofreció al alfa quien lo recibió con gusto.

Cuando las papilas gustativas del mayor se deleitaron con el sabor del estofado cerró unos segundos los ojos disfrutándolo.

—¿Y? —curioseo Park algo ansioso.

—Está delicioso, realmente tienes un talento increíble —sonrió.

JiMin sintió sus mejillas calientes ante el cumplido, haciéndolo bajar su mirada avergonzado.

Durante el tiempo de cocción de los cupcakes terminaron de preparar la mezcla para la decoración, luego de ello picaron las frutas y sacaron las galletas, todo esto mientras JiMin revisaba los cupcakes cada cierto tiempo. Estando listos, fueron sacados del horno para poco después meterlos al refrigerador para que enfriaran, mientras tanto JiMin saco la carne de cerdo para comenzar a armar las brochetas con ayuda del alfa.

Antes de siquiera darse cuenta, los cupcakes estaban decorados y las brochetas se encontraban en el horno, todo listo con el suficiente tiempo de sobra para que lo que se encontraba en el horno estuviera listo y pudieran limpiar.

Cuando la cocina quedó impecable con los utensilios limpios y en su lugar, el menor tomó un cupcake de vainilla y chocolate para a continuación partirlos a la mitad, ofreciéndole una de cada uno al alfa, quien lo tomó sin rechistar.

—Es hora de que pruebes mi especialidad hyung —dijo feliz—. Serán sencillos, pero siempre me encargo de que tengan un toque que los haga únicos.

YoonGi mordió primero el de vainilla abriendo demás sus ojos ante lo delicioso que sabía, cuando acabo pasó al de chocolate que lo dejó igual de fascinado, uno tenía una combinación fresca por la fruta y el otro estaba en su punto perfecto de dulce. Era sorprendente.

—Wow Jiminie... ¿es que hay algo que no hagas bien? —dijo realmente encantado, el chico era demasiado talentoso.

—Hyung... —reclamo totalmente avergonzado—. No es para tanto —intentó restarle importancia, ganándose una mirada llena de indignación de parte del alfa.

—¿Qué no es para tanto?, más te vale retractarse, por qué esto —apunto a lo que quedaba de su cupcake—. Es delicioso, voy a volverme adicto, estoy seguro —termino por comer el postre con una expresión llena de satisfacción.

El menor terminó con las mejillas completamente rojas y con un brillo precioso en sus grandes ojos mieles. YoonGi se acercó y dejó una pequeña caricia en la cabeza del menor, mientras su cabeza se inclinaba, quedando cerca a la de Park.

—Sabes que eres bueno, así que no intentes ser humilde, siéntete orgulloso y demuéstralo, ¿de acuerdo? —lo apunto, recibiendo un tímido asentimiento.

Varias voces en la entrada de la cocina fueron las que terminaron separándolos. Cuando miraron hacía donde provenía el ruido se encontraron con Suni y TaeHyung, acompañados cada uno con sus respectivas parejas.

—¿Interrumpimos algo...? —indagó HoSeok, mirando con sospecha a ambos.

La situación no era muy favorecedora teniendo en cuenta que las mejillas de JiMin estaban completamente rojas y ambos estaban a poca distancia del otro. Todo podría ser malinterpretado, pero tampoco hacían el esfuerzo por excusarse.

—Qué bueno que llegaron —hablo YoonGi, ignorando por completo la interrogativa de HoSeok—. Qué tal si nosotros vamos arreglar afuera mientras ustedes arreglan la comida, cuando esté listo eso nos hablan para ayudarlos a sacar todo —planeó el alfa, el resto solo asintió de acuerdo.

Los tres alfas salieron de ahí luego de que dos de ellos saludaron a JiMin.

Suni y Tae comenzaron a sacar los platos, cubiertos y vasos, luego entre los tres arreglaron los acompañantes, las brochetas estuvieron listas y fueron puestas en su respectivo plato. Ambos omegas estaban encantados ante el delicioso aroma que expelía todo, tenían curiosidad sobre su sabor si olía tan bien.

Estando todo listo con la comida, JiMin se encargó de acomodar los cupcakes, sin embargo, en el pequeño momento que se distrajo una mano intrusa robo uno de los postres, cuando el menor se dio cuenta, YoonGi ya le había dado una mordida al cupcake de chocolate.

—Hyung —reprocho, sus manos puestas en sus caderas y expresión amenazadoramente tierna.

—Te dije que me volvería adicto Jiminie —anunció saliendo rápidamente de la cocina.

Toda bajó la mirada de dos omegas sorprendidos.

—YoonGi hyung, ¿acaba de comerse un cupcake de...chocolate? —dijo TaeHyung, incrédulo,

—Sip, cuando se los di a probar dijo que le gustaron mucho, creo que voy a tener que empezar a cuidarlo para que no se robe otro —resoplo JiMin divertido, volviéndose a concentrar en terminar de acomodar.

Tae y Suni se volvieron a ver entre sí mucho más confundidos.

—Pero si Yoon no come nada dulce, cualquier postre o algo que tuviera más azúcar de la necesaria era automáticamente rechazado por él, ni siquiera probaba los postres que llegue hacer yo —confesó la mujer aun en medio de todo su desconcierto—. Acabas de lograr algo que para todos nosotros se nos hacía imposible, algo deben tener tus postres para que Min los comiera Minnie —terminó sonriendo, siendo acompañada por Tae.

JiMin hizo lo posible por detener la sonrisa que quería formarse en su rostró. El alfa se había dado la oportunidad de probar sus postres, aun si este no comía nada dulce y más que nada, le habían gustado. Se sentía realmente feliz por lograr algo así.

Suni sabía que YoonGi estaba actuando diferente con JiMin, pero jamás se imaginó que el alfa terminaría dejando su rechazo hacía lo dulce con solo probar los cupcakes del omega. Luego hablaría con él, tenía muchas dudas ahora.

Por otra parte, en el patio trasero, había otros dos alfas pasando por una situación parecida a la de sus parejas cuando vieron volver al mismísimo Min YoonGi, el hater no. 1 de lo dulce comiendo un cupcake de chocolate.

—¿Tienes fiebre o algo hyung?, ¿te sientes bien? —indagó JungKook completamente desconcertado, posando hasta la palma de su mano en la frente del mayor, la cual fue empujada por este.

—¿Tengo algo en la cara o porque me miran como si estuvieran viendo un bicho raro? —arrugó su entrecejo confundido por las caras estupefactas de los menores.

—Estás comiendo chocolate, tu quien detesta lo dulce y no lo prueba por nada, ¿cómo quieres que reaccionemos? —explicó HoSeok como si fuera lo más obvio del mundo.

YoonGi le restó importancia relajando su expresión, encogiéndose de hombros de forma desinteresada.

—Está rico —fue todo lo que dijo.

—Estoy seguro de que JiMin te hizo algo, esto es tan...raro —el menor de los alfas lo observó de arriba hacia abajo—. Le pusiste un apodo, dejaste tu odio por los postres porque probaste los de él, vive en tu casa sabiendo que más tu soledad, lo ayudas con la universidad, le compras ropa, te has preocupado por él desde que llegó y por lo que nos dijo Suni, tu aroma aún sigue en él, no digo que esto esté mal, simplemente es sorprendente el cambio tan drástico que estas teniendo con él a tu alrededor.

—¿A qué es lo quieres llegar JungKook?

—¿Sientes algo por JiMin?

Un pesado silencio se posó sobre ellos.

—¿De qué me perdí? —preguntó NamJoon cuando llegó al patio.

—JungKook le preguntó a YoonGi si siente algo por JiMin, pero por lo que veo, está teniendo una lucha mental algo intensa.

Hubo un par de minutos más de silencio hasta que el mayor de todos decidió hablar.

—Mi lobo es el que está interesado —comenzó a explicar—. Es el que constantemente está reaccionando ante cualquier cosa que esté relacionada con él, desde que lo rescate esa noche que mi lobo está presente y de alguna forma lo terminó aceptando como uno de nosotros en un par de días, sin embargo, también me encuentro a mí mismo mirándolo más del tiempo requerido, notando detalles que no debería —resoplo tapando su rostro frustrado—. Pero a pesar de eso estoy muy confundido, porque realmente no se si es solo mi lobo haciendo de las suyas o también yo siento algo...necesito pensarlo antes de ponerle nombre a todo esto.

Los alfa presentes se encontraban realmente satisfechos al ver que, por primera vez, el mayor exponía sus pensamientos sin necesidad del alcohol como hace un par de años tuvieron que usar para que el mayor dijera todo aquello que lo molestaba y daba vueltas por su cabeza.

—Si tu lobo está muy presente, intenta ignorarlo cuando estés conviviendo con JiMin, recordemos que a pesar de que tenemos a nuestro lobo, seguimos siendo nosotros los que tenemos el control, solo en nuestro celo es cuando el lobo tiene un poco más de poder, así que no te costará mantenerlo bajo control para poder enfocarte más en ti y en cómo te sientes cuando estás con él —explicó NamJoon.

YoonGi suspiro con fuerza.

—Realmente no sé si quiero descubrirlo...

—Hyung, JiMin no es como...el innombrable, en algún punto tienes que darte la oportunidad de volver a sentir, y tal vez JiMin sea el correcto, pero piénsalo y decídelo dependiendo de cómo te sientas al respecto, tampoco te obligaremos si aun no estas listo —HoSeok le sonrió ligero en forma de apoyo.

Poco después de aquella charla los omegas hicieron acto de presencia.

Pasando las puertas corredizas se encontraba un área todavía techada donde a su derecha se encontraba lo necesario para las parrilladas y una mesa para comer al aire libre. Ese detalle le gustaba mucho a JiMin.

Cuando terminaron de traer la comida a la mesa todos tomaron asiento. JiMin quien estaba a la derecha de YoonGi, ayudo a servir los platos junto a TaeHyung, pasando el estofado a cada uno de los presentes, el rubio se encontraba muy nervioso, así que espero a que todos probaran la comida para saber qué les parecía, sintiéndose totalmente aliviado cuando escucho sonidos de gusto y un par de halagos, pasando igualmente con las brochetas.

—De verdaf, eshto está muy buenmo —dijo JungKook con la boca llena, apenas entendiendose lo que decía.

—No hables con la boca llena, tonto —reprocho Tae golpeando a su novio en el brazo como regaño.

JiMin soltó una pequeña risa y le agradeció a JungKook, ante la acción hecha, todos miraron al menor por unos segundos, era la primera vez que escuchaban al chico reír, sin embargo, decidieron no comentar nada, solo proponerse en hacer reír más a JiMin durante ese encuentro.

Cuando acabaron de comer entre conversaciones amenas, recogieron todo para ahora darle paso a los cupcakes, los cuales también fueron muy elogiados. Tomando el vino y las cervezas que llevaron los demás, se dirigieron a la esquina donde estaba un espacio techado, al cual JiMin no le había puesto real atención cuando salió por primera vez al patio hace unos días. En aquel espacio se encontraba un sofá y un par de sillas con una fogata en medio, el omega quedó encantado.

Los ocho tomaron asiento y comenzaron a servir algunas copas, y un par de cervezas terminaron en manos de JungKook y NamJoon, el vino fue para el resto excepto Suni, quien tenía refresco de manzana. Las conversaciones comenzaron a surgir una tras otra, siendo entretenidas y de a poco volviéndose más divertidas, especialmente cuando el efecto del alcohol comienza hacer efecto.

—Kookie, deja eso, ya tomaste mucho —reprocho TaeHyung mientras le quitaba la cerveza a su novio, quien terminó arrebatándoselo para abrazarla contra su pecho.

—¿Por qué?, yo quiero seguir tomando, no tienes derecho a quitármela, es mía —dijo con el entrecejo fruncido, actuando infantilmente.

—Kook, dámela, ya es mucho, ya tendré demasiado mañana con el bendito dolor de cabeza que vas a traer —explico intentando quitarle de nuevo la botella, fallando de nuevo—. ¡Ya!, deja de ser tan terco —dijo un poco molesto ante la actitud de su novio.

—¡Que no! —se paró de su lugar, yéndose con NamJoon para sentarse a su lado, aun abrazado a su botella, parecía un niño pequeño que le querían quitar su juguete—. Dígale hyung, dígale que no nos puede separar.

Y con eso se desató una serie de reclamos entre la pareja y el pobre Nam que terminó en medio de la pelea. La situación era tan cómica tanto por la actitud infantil de JungKook y TaeHyung intentando hacerlo entrar en razón que JiMin simplemente no podía parar de reír, contagiando al resto.

Sin embargo, la atención de YoonGi la tenía por completo aquel pequeño rubio, había quedado hipnotizado en cuanto logró escuchar esa bonita risa y poder apreciar la forma en la que aquellos ojitos se cerraban por la enorme sonrisa que tenía el chico en su rostro, era sencillamente precioso, la felicidad que expelía el menor causó estragos en el pecho del alfa, después de días tan apagado y sin brillo, resultaba gratificante verlo ahora lleno de luz. Ese día JiMin parecía sentirse realmente vivo, y le agradaba saber que era gracias al esfuerzo del omega y del apoyo constante de los demás.

Estuvo admirándolo durante un corto tiempo hasta que decidió revisar la hora.

—¿Quieres tomar tu pastilla para dormir o crees que con lo que te relajo el vino sea suficiente? —le preguntó el mayor a JiMin, a quien tenía a su lado.

—Creo que con el vino es suficiente —contestó la duda del hombre. Y si, el vino había sido suficiente para adormecerlo, tanto que su cabeza no estaba totalmente consciente—. Gracias —confesó mientras su mirada se mantenía fija en la del mayor, en su rostro una sonrisa adormilada.

—¿Por qué? —cuestiono confundido el alfa.

—Por esto, realmente no sé qué hice para que me aceptaran tan fácil entre ustedes, yo...no sé si realmente lo merezca —dijo con su voz empañada en melancolía.

—Ya eres parte de esta familia Jiminie y no tienes que agradecer nada, realmente te ganaste el corazón de todos, eres alguien que transmite confianza, comodidad, has sido amable y tienes una chispa especial que de a poco estas dejando ver más, creo que eso es más que suficiente para que te conviertas en alguien especial —aquello dicho por el alfa había sido totalmente sincero demostrándoselo al menor gracias a que la mirada del hombre no se despejo de la suya.

—YoonGi tiene razón Minnie —correspondió Suni—. Eres parte de nosotros ahora.

—¿Familia? —cuestiono aun algo inseguro.

—Familia —aseguró Min.

JiMin nunca se había sentido tan feliz como en ese momento. Una familia, volvería a tener una familia.

Más tarde, el omega terminó cayendo de a poco en el mundo de los sueños, así que YoonGi decidió llevarlo a su habitación para que el menor pudiera descansar mejor. Tomándolo en brazos, lo llevó hasta el cuarto correspondiente. Luego de acostarlo en la cama y arroparlo, el alfa se quedó mirando el rostro dormido de JiMin, tan pacífico y...tierno, aquellas mejillas se aplastan de una forma adorable gracias a que el menor se acomodó de lado en cuanto tocó el colchón. Una sonrisa enternecida terminó estirando sus labios y un cálido sentimiento se posó en su pecho.

Oh.

El de verdad...mierda.

Decidido a no pensar en ello regresó con los demás. Sabía que algo se estaba formando y no estaba listo para enfrentarlo.



tengo que confesarles que la idea para
este capítulo era más larga, pero ya cuando
comencé a escribirlo me di cuenta que la otra
parte quedaba mejor en el siguiente cap., que
por cierto va ser un revoltijo de emociones aaah

en fin, nuestro jimincito ya se íntegro
oficialmente a la manada Min ㅠㅠ, sinceramente
me pone muy soft este capítulo por lo mismo aqshs

bueno, bueno, al parecer también nuestro
yoon anda descubriendo cositas 👀

se les quiere
mena.

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