O19: TUS CICATRICES
Había bajado a su oficina al recibir una llamada de NamJoon pidiéndole que le enviara unos archivos importantes, así que aprovecho que habían estado tomando una siesta para hacerlo. Se encontraba concentrado en la llamada con Kim mientras en su laptop pasaba los archivos correspondientes para enviarlos.
—Ya se están enviando, no tardaran en llegar —dijo YoonGi, quien pasó su atención de la pantalla frente suyo a la puerta, la cual había sido abierta, reconociendo la silueta de JiMin en el marco.
El omega se adentro a la habitación y con una sonrisita traviesa se posicionó frente al alfa, quien lo miró curioso. El menor comenzó a descender de a poco hasta quedar sobre su rodillas, YoonGi sintió su respiración cortarse al ver aquellas manitos deslizarse hasta la orilla de su pantalón, él comenzó a ser bajado. La voz de NamJoon comenzó a escucharse lejana en cuanto su creciente erección fue liberada.
JiMin tomó el falo y comenzó a mover su mano de arriba hacia abajo de forma lenta, intercalando los movimientos con suaves roces en el glande que comenzaba a soltar presemen. El alfa mantiene la calma como podía, haciendo lo posible para que ningún sonido saliera de su boca, pero comenzaba a complicarse al sentir el primer beso sobre la punta, el rubio comenzaba a deslizar sus labios por el tronco para ascender con su lengua delineando toda su longitud.
Finalmente, el omega metió aquel miembro a su boca, para comenzar a mover su cabeza, subiendo hasta la punta donde succionaba con fuerza el glande antes de volver a meterlo todo.
Min posó su mano libre en los cabellos dorados disfrutando de la caliente boca del menor, quien levantó su mirada para encontrarse con la del alfa, quien maldijo en voz baja al ver aquellos grandes ojos llorosos, mirándolo con una inocencia que estaba por volverlo loco.
—El archivo ya se envió, adios —colgo la llamada y dejo el celular en uno de los cajones del escritorio para finalmente concentrarse en el chico frente suyo.
Su pecho subía y bajaba con fuerza ante su inestable respiración, pues sus sentidos se encontraban por completo al tope. Mantenía su mirada fija en su novio quien tomaba su erección como una paleta, chupando, lamiendo, sabía que todo aquello más la estimulación visual lo haría terminar pronto, pues el hormigueo en su cuerpo se lo estaba avisando.
—Joder, bebe... —sus caderas comenzaron a moverse, embistiendo en la boca del menor, pues su clímax comenzaba a formarse.
Un poco después, terminó por venirse, acabando dentro de la boca de JiMin, quien al separarse le dirigió una linda sonrisa pícara mientras que con su pulgar limpiaba el resto de semen que se escurría en sus labios para chuparlo y tomarlo.
—Nada mal —soltó una risita traviesa.
El omega simplemente vio como la mirada del alfa se oscurecía.
YoonGi se paró e hizo que JiMin se levantara del suelo, le quitó la única prenda que tenía y comenzó a mover las cosas de su escritorio para terminar acostando al menor sobre la fría madera, los pezones del rubio se endurecieron ante el tacto de la mesa, su trasero quedando por completo expuesto.
Min separó las piernas, sus manos tomando aquel preciado trasero y masajearlo antes de separarlo y ver la brillante entrada, escurriendo lubricante. Su mano interno un dedo y en efecto se encontraba lo suficientemente dilatado para recibirlo, así que sin pensarlo mucho, se posicionó y de una sola estocada se internó, sacándole un grito al omega.
Las penetraciones fueron rápidas e intensas, logrando que el cuerpo bajo suyo se sacudiera.
—Oh, m-mierda hyung —JiMin estiró su mano y se sostuvo del escritorio como pudo.
El alfa por su parte acarició la suave piel para terminar inclinándose y dejar besos húmedos desde la nuca, deslizándose por la espalda y dejando pequeños mordiscos, su caderas moviéndose y disfrutando de aquel cálido interior que lo tenía en la punta del paraíso.
—¿Te gusta?, dime bonito, ¿te gusta como tu alfa te folla? —sus dientes tomaron el lóbulo y lo mordió.
—Si, m-me encanta —volteo su cabeza para enfrentar al mayor—. Me llenas tan bien...
Min sonrió y tomó a JiMin del vientre para levantarlo, salió dentro suyo para voltearlo. Lo sentó a la orilla, dejando el espacio suficiente para poder internarse de nuevo. El omega rodeo sus piernas en las caderas del mayor y una de sus manos rodeó el cuello del pelirrojo y la otra la uso para equilibrarse.
El alfa no tardó en enterrarse de nuevo en aquella estrechez y seguir con aquel intenso ritmo.
Park dejó caer su cabeza hacia atrás, pues esa posición lograba que su novio entrara hasta lo más profundo, dejándolo con la mente en blanco y viendo estrellas. Sus uñas se arrastraron por toda la espalda, su boca simplemente en incoherencias y sus gemidos se convirtieron en sollozos desesperados.
Para YoonGi era una escena digna de admirar, disfrutando del ardor y el rostro demacrado en placer de su omega.
—Alfa, v-voy... joder —mordio su labio inferior y soltó un jadeo—. Voy a correrme... —su voz sonó ahogada.
—Vamos, vente para tu hyung.
Un par de estocadas fueron suficientes para que ambos llegaran a un sensacional orgasmo.
YoonGi tomó al menor y lo cargo para sentarse en la silla de su escritorio y estar cómodos mientras el nudo bajaba. Sus respiraciones comenzaron a regularse poco a poco, ambos en silencio y solo disfrutando del calor que expelía el otro.
Había sido la ronda más intensa, con la que cerraron el tercer día de celo de JiMin.
JiMin soltó un pequeño jadeo al sentir la lentitud con la que el alfa se movía dentro suyo, por completo perdido en las caricias y los besos que recibía en su piel. Ya no había rastro de la pasión descolocada de los últimos días, ni siquiera él sentía su cabeza tan nublada, solo eran ellos dos disfrutando con lentitud el cuerpo del otro. El omega rodeo sus manos en el cuello del mayor, atrayendo el rostro de Min al suyo para iniciar un beso lento.
Sus labios se probaban con lentitud, sus lenguas se enredaban, sus pieles ardían y sus sentidos estaban al tope.
—Hyung... —gimió ante el golpe directo dentro suyo.
Min siguió moviéndose con pequeñas pausas manteniendo al borde a su novio quien tenía sus ojos cerrados disfrutando de cada roce.
Era la mañana del cuarto día y última del celo, al despertar ambos comenzaron con una pequeña sesión de besos que poco a poco se tornó en algo mucho más caliente, sin embargo, ninguno de los dos buscada algo intenso ni mucho menos, simplemente algo más tranquilo y solo recorrer el cuerpo del otro con calma, poner sus sentidos al borde y marcar la piel del otro.
—Eres precioso —le susurro el alfa antes de aumentar un poco más la rapidez de sus penetraciones, manteniéndose en una velocidad perfecta para que el menor se aferrara a su cuerpo.
—Alfa, por favor —rogó con la respiración entre cortada.
Min simplemente sonrió y deslizó su mano a la erección del omega para comenzar a bombear, JiMin inclinó su cabeza escondiendo su cabeza en el pecho del mayor, disfrutando de la doble estimulación, convirtiéndolo en un pequeño desastre. De a poco el preciado clímax comenzó a formarse y el omega sintió la fuerte necesidad de mostrar su cuello, YoonGi al notarlo sintió sus dientes picar, sin embargo, solo se conformó con besar esa área.
No podía marcar a JiMin, no sin hablar con él completamente consciente.
Finalmente con un par de movimientos más, ambos lograron llegar a un increíble orgasmo que los dejó por completo exhaustos.
YoonGi tomó el rostro del menor y empezó a esparcir suaves besos, haciendo reír tiernamente al omega. Min disfrutaba de la preciosa expresión de felicidad que mostraba el chico frente suyo, con aquellos ojitos formando dos medias lunas gracias a la sonrisa que se estiraba en sus labios.
—¿Pasa algo? —indagó el menor al ver su alfa distraído.
—Nada, solo... —le sonrió con cariño—. Estoy muy enamorado de ti —confesó, su mano deslizando por el rostro de JiMin retirando el mechón que había caído por su frente.
Esa mañana YoonGi noto una aura totalmente diferente en su novio, se veía mucho más vulnerable, como si de una pieza de porcelana que debía tratar con delicadeza, nada comparada al chico consumido por la pasión de los días anteriores. Debía admitir, que amaba ambas facetas.
—También te quiero alfa —se acercó al pelirrojo y le dejó un suave beso en los labios.
Min simplemente pudo mantener una enorme sonrisa en su rostro.
JiMin se sentó en la cama y deslizó su mano hacia el hombro de YoonGi donde se encontraba la cicatriz del disparo, sus dedos acariciaron con lentitud la pequeña protuberancia, era poco notable, pues había sanado muy bien, pero aun así ahí estaba. El alfa noto el rostro un poco entristecido de su chico, así que tomó la mano del menor y dejó un pequeño beso en el dorso.
—¿Tienes más cicatrices? —preguntó el omega realmente curioso.
—Tengo varias —contestó mientras se sentaba logrando descubrir su torso.
Aun con la mano del omega en su posesión, la dirigió hacia el lado derecho de su torso, donde rápidamente el rubio vio una linea un poco mas clara, no era muy grande, pero por la forma sospechaba que había sido dolorosa.
—Esta es la primera que tuve, fue en uno de mis entrenamientos —comenzó a contar—. Tenía diecisiete años, la tarea era escapar de un secuestro, llevaba apenas un año de entrenamiento, pero había demostrado un avance memorable, así que decidieron que era hora de internarse a algo mucho más intenso. Durante el escape uno de los guardias me atacó y alcanzó a apuñalarme, mi padre había dado la libertad de usar cuchillos y solo causar heridas no muy profundas —soltó un largo suspiro—. Pase la fase, así que a final de cuentas el riesgo fue necesario.
—¿De verdad pasaste por eso? —dijo JiMin con una expresión de incredulidad.
—Si, si llegué al puesto de líder con solo veintiún años fue por algo.
—Dios... ¿cuales son las otras? —decidió continuar.
YoonGi se inclinó hacia delante, el omega lo miró confuso hasta que el alfa apuntó su espalda, entonces se fijó y vio otra cicatriz parecida a la del hombro, sus dedos la recorrieron e hizo una mueca, pues esta se veía realmente mal.
—Esta es la primera misión a la que fui con mi padre, nos tomaron de sorpresa cuando regresamos y lograron dispararme, no la cuide muy bien así que realmente la cicatriz no es muy linda —se enderezo y ahora apunto a su torso en el lado izquierdo—. Esta fue de una encrucijada y finalmente esta —levanto su pierna derecha y se vio otra pequeña cicatriz—. Es de cuando fuimos a rescatar a JungKook.
JiMin se quedó callado por unos segundos analizando lo que había escuchado. Su cabeza realmente no lograba procesar todo lo que había pasado YoonGi, las veces que estuvo al borde la muerte, como su entrenamiento para ser el líder conllevo ser lastimado.
—Tu padre... se ve tan tranquilo —dijo un poco confuso.
¿Realmente el señor Min que había conocido era el mismo que como entrenamiento fuera secuestrar a su hijo y lo apuñalaran...?
—Si, pero no se parece a mi abuelo, el fue peor, mi padre y el discutieron mucho en el pasado por mi papá quería cortar lazos con el mercado negro, y bueno mi abuelo se negó hasta el día de su muerte, después de eso el Clan Min dejo de ser de ese grupo con tratos en aquel lado tan horrible, el cual hasta ahora se ha mantenido —inhalo y exhalo—. Pero eso no quita que sigamos siendo mafiosos y que cuando es necesario, no dudamos al apretar el gatillo...
—Esa noche, cuando dijiste que tenias cosas que hacer con los Nam, ¿ustedes...?
—Si, Nam tomó venganza —volteo a ver su omega—. Así es este mundo y es algo que no se puede cambiar —YoonGi se veía de pronto algo inquieto.
JiMin asintió, regalándole una pequeña sonrisa tranquilizadora al ver la tensión en el cuerpo de su alfa.
—Eso lo sé, sabía en lo que me estaba metiendo cuando acepté salir contigo, solo que no me esperaba que hubieras pasado por tanto, es todo —tomó el rostro del alfa y lo beso con lentitud—. ¿Vamos a desayunar?
YoonGi soltó una suave risa notablemente relajado y asintió.
Más tarde, luego de que terminaron de desayunar, YoonGi recibió una llamada, así que el alfa se fue a la sala para contestar, JiMin recogió las cosas que usaron para desayunar para poco después dirigirse hacía su alfa, quien se mantenía aún en la llamada mientras miraba por el ventanal la extensión del bosque, el omega se acerco y abrazo a su novio quien aceptó el gesto con gusto. Siguió hablando mientras dejaba suaves caricias en la espalda del rubio quien estaba acurrucado en su pecho.
—De acuerdo, le diré a mi padre, pero creo que este año será diferente —guardó silencio escuchando la otra línea—. Sería bueno participar en este evento, así que gracias por la invitación, si...que tenga un buen día —el alfa tomó el celular y colgó.
—¿Evento? —indago el menor.
—Si, ya que tenga los detalles te cuento, ahora vamos a relajarnos un poco, ¿te parece?
JiMin asintió y tomó la mano de su alfa.
Ese día concluyó el celo de JiMin, creando entre ambos algo mucho más que una simple conexión, algo más que solo haber compartido las sábanas, pues entre ellos, había un vínculo tan íntimo que sabían cambiaría por completo su relación.
❛ no funciona,
porque eres perfecto,
y se que vales la pena
no puedo alejarme ❜.
die for you, the weekend
ft. ariana grande
2/2
diooos, jamás me imaginé traer estos capítulos
tan pronto, pero aquí estan y estoy feliz con el
resultado, espero les haya gustado igualmente ^^
también aclarar que solo quedan tres capítulos para
el final de este arco, aún no me lo creo aaah
nos vemos pronto ;)
cuidense mucho,
los quiero, mena <3
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