Rebusco en su bolsillo, como siempre encontrar las llaves era una de esas tareas casi imposibles, su mano salió del bolsillo dejando al descubierto una envoltura de un dulce que ni siquiera recuerda haber comido, suspira cansado hasta que encuentra la llave mejor dicho, porque esta llave esta completamente sola, no en su llavero, hoy no estaba de humor para escuchar el parloteo interminable de su padre así que opto por quedarse con un amigo, mejor explicado, tenía la llave de casa de su amigo y el mismo iba a entrar sin el consentimiento de éste. Introdujo la llave y la movió a la derecha como cientos de veces había hecho, entro por la puerta pero sin lugar a dudas nunca ni en un millón hubiera esperado toparse con esta clase de esena.

Su amigo de la infancia recostado en el sillón mientras un hombre de aspecto extranjero estaba acostado sobre él, era más que obvió que iban a hacer o que estaban haciendo, tenían sexo a plena sala.  Las dos personas que se encontraban en una situación bastante íntima voltearon a su dirección, el hombre desconocido río avergonzado mientras que Shi Wu Du soltaba una maldición entre dientes.

— ¿Tu novio? — Preguntó el hombre levantandose.

— Para nada, es un imbécil que no sabe llamar antes de llegar. — Respondió sentandose.

El hombre río entre dientes, mientras le daba una ligera mirada a Pei Ming que seguía de pie como estatua cerca de la entrada.

— Bueno, no soy el mejor con los ambientes, pero parece que el que se tiene que ir soy yo. — Se río el hombre arreglandose.

— Por el momento sería lo mejor. — Suspiro cansado Shi Wu Du.

— Nos vemos, te llamare. — Fue todo lo que dijo el hombre a medio areglarse.

Cuando el extranjero se había ido ambos se sumieron en un silencio incomodo del cual ninguno quería o mejor dicho era capaz de salir, ambos se vieron en silenció, Shi Wu Du paso una de sus manos por el desordenado cabello, sus ojos aún no estaban lo bastante claros, pero tampoco debía ninguna explicación, no era como si estuviera engañando a alguien, ellos no tenían esa clase de relación, solo era amigos, si a esa clase de relación de mierda suya podía llamarsele amigos.

— ¿Conseguiste un novio? — Rompió aquel extraño ambiente para volverlo aún menos respirable de lo que era antes de soltar una estupidez como la que soltó.

— No lo hice. — Negó suspirando.

— ¿Tenías sexo con un desconocido? — Preguntó con un tono molesto, incluso contenía un toque de reclamó.

— Eso tampoco — La vista de Shi Wu Du era incapaz de continuar en aquel que solía llamar su mejor amigo — Es uno de los modelos de Zick's , el sobrino del diseñador para ser exactos, se llama James y lo conocí en la ultima gala a la que te invité pero de nuevo no fuiste.

— ¿Entonces era sexo casual? — Se burló.

— Tal vez, ni idea, creó que me gusta. — Porfin subió la vista, vio a su amigo directamente mientras sonreía y decía algo como eso.

— ¡¿Eres idiota?! ¡Es obvió que te esta usando! — Le gritó molesto, estaba indignado.

— ¿Y qué?, yo le puedo conseguir un puesto en los mejores desfiles del mundo le puedo abrir todas las puerta que quiera, y él me calienta la cama, todos ganamos ¿No suena divertido? — Río de forma estrenduosa a su propia idea de volverse patrocinador de un apenas conocido modelo extranjero.

— ¡¿Qué mierda te pasa?!.

— ¡¿Qué te pasa a ti?! Tu puedes tener tus mierdas y yo no las mías, olvidalo. — Lo vio con el ceño fruncido.

— Me largo. — Regresó las llaves a su bolsillo.

— Nadie te va a detener. — Habló para después murmurar — Ya no.

Pei Ming salio del departamento hecho un desastre, no en el sentido literal de la palabra pero estaba hecho un verdadero desastre, la imagen en su cabeza se repetía una y otra vez, era como una película mal grabada. Los ojos azules de Shi Wu Du llenos de lagrimas fisiológicas, su mirada pérdida, sus mejillas encendidas en color rojo mientras su cabello desordenado se le pegaba a la frente, su ropa desacomodada dejando al descubiertos tanto como su clavícula como él abdomen, sus piernas flecionadas a medió abrir; y lo peor, ese hombre sobre Shi Wu Du dejando que su mano vagara en un cuerpo que ni él mismo se sentía dignó de sentir.

Están furioso, pero si somos sinceros estaba más celoso, celoso de que alguien que salio de la nada fuera capaz de hacer  aquello que el soño por años.

Cuando era un puberto de hormonas anormalmente calientes, soñaba con su amigo todas las noches, soñaba con abrazarlo, con tocarlo, soñó todo aquello que uno puede imaginar en un puberto de trece años; pero no solo eso también tuvo sueños suaves, donde solo tenían citas, se besaban dulcemente y eran una pareja feliz. Gracias a ese sueños muchas veces se volvió incapaz de ver aquellos ojos azules que tanto le gustaban, nunca se sintió digno de alguien tan especial y encantador (a su manera) como lo era su amigo de la infancia, de ahi empezaron los malos pasos, el coqueteo, las conquistas, el sexo casual.

Con que así se sentía que te lo hicieran a tí, dolía mucho.

⎝❁⎞

• Hace seis años •

Los ojos grises estaban cansados, demasiado, tenía tanto de tiempo sin sentir esa clase de emociones arremolinadas, desesperación, tristeza y algo de remordimiento moviendose en su interior. Eran abismales de una forma bastante exagerada. Ambos estaban sentados en el sofá uno al lado del otro.

— Entonces ella sonrió, río un poco, su risa era hermosa. — La persona que relataba estaba emocionada, una sonrisa afloraba en su rostro solo con recordar aquellos viejos tiempos.

— Entiendo, no lo recuerdo. — No mentía, en parte, hay muchas cosas que uno evita recordar; Sobre ese día solo recuerda como su madre lloraba en la mesa a causa de sentirse sola.

— Ah'Ying, eras demasiado joven, no pasa nada, fue un día hermoso. — No le dio importancia el apenas tenía unos seis años en aquel momento cuando eso sucedió, nunca lo culparía, al contrario le daba una excusa para contarlo.

— Supongo, Ge, yo lo recuerdo pero algo diferente. —Admitió por fin preocupado por la reacción del mayor.

— ¡Ya veo! ¿Qué recuerdas? ¿El clima limpió? ¿El aroma de las hojas? Cuentame. — Se emocionó, si Wei Ying le contaba lo poco que recordaba podrían armar el rompecabezas juntos. 

— Recuerdo que llegamos a casa después de las compras, Ah'Niang se quito los tacones y los aventó por algún lugar de la habitación, se sentó y lloro por  auotocompasion de su situación "Tener tres hijos sin que nadie la ayude" eso dijo. — No debió decirlo, lo sabía, pero quería hacerlo, una pequeña parte suya ansiaba que su hermano mayor recordara las cosas como eran, no solo pintadas de color rosa.

Los ojos verdes de Shen Yuan se abrieron mientras que su pupila se dilataba un poco, sus manos temblaron, su boca se abrió y cerro muchas veces consecutivas mientras las palabras se escapaban de su garganta, su ser entero se enfrió, lo curioso era que no estaban en una temporada fría en la que tener frio fuera algo común pero el tenía frío, estaba helado.

— Ah'Ying, eso, es complicado. — Fue todo lo que salio de su garganta seca, no pudo dar razones, no las tenía. 

— Ge, no es complicado, Ah'Niang no era feliz. —Wei Ying deseaba que su hermano abriera los ojos de una vez.

— ¡No hables así! Ella, no fue fácil criar tres hijos. — Tallo sus ojos tratando de calmarse — Por favor dejemos aquí el tema.

— ¡¿Por qué no lo aceptas de una vez?! ¡Ah'Niang no era feliz! tus nos criaste prácticamente cuando todavía eras un bebé.

Ambos se levantaron, gritando sus opiniones.

— ¡Ah'Ying no le faltes al respeto a tu madre!

— ¡Murió!, ¡Murió!, ¡Dejandonos de lado! ¡Fuimos su maldito segundo plano!.

— ¡Wei Ying!

— Aceptalo, la amo pero no puedo aceptar que sigas justificandola.

Lástima que en ese instante no estuviera Xie Lian para ameguar la situación como siempre lo hacía, ahora solo quedaba las cosas como estaban, ambos en silencio dolidos por sus propias palabras y acciones.

— Ge, deja de culparte por su muerte. — Fue todo lo que dijo Wei Ying antes de irse y dejar ahí a su hermano mayor. 

Shen Yuan no pudo más ¿Dejar de justificarla? ¿Dejar de culparse? Eran cosas tan simples de decir, solo eran palabras, pero, hacerlas era algo tan complicado; uno de sus sueños mas tontos y lejanos era que sus hermanos sintieran que tuviera lo las cercano a una infancia normal o al menos algo parecido, pero ya ni siquiera era capaz de eso.

¿Dejar de justificarla? ¿Dejar de culparse?.

¿Cómo si eso fuera posible?

Una risa hueca salio de su garganta, mientras que sus ojos lloraban en silencio.

⊰✭⊱

Xie Lian siempre fue fan de las leyendas, durante su época de secundaria investigó cientos de leyendas que rondaban a nivel mundial, desde románticas, tristes, aterradoras, cualquiera le gustaba, veía lo hermosa en cada una de ellas, pero, como cualquiera el tenía sus favoritas. Shi QingXuan siempre estaba dispuesto a escuchar cada una de ellas mientras hacia pequeñas reseñas, al final ambos se volvieron fervientes fans de las leyendas, cada que uno encontraba una nueva la compartía. Y hoy estaba hablando de una de sus favoritas mientras eran escuchados por la pareja de Xie Lian y su primo, que por cierto estaba enamoradísimo de Shi QingXuan desde hace varios años.   

— Gege cualquier cosa de la que hables me interesara. — Sonrió Hua Cheng provocando un pequeño sonrojo en las bonitas mejillas de Xie Lian.

— Si San Lang lo dice. — Se avergonzó provocando una sonrisa en su novio, pues, una cosa que amaba era ver a su Gege siendo tan adorable como lo estaba siendo en ese preciso instante.

— ¿Xuan'xiong tu también quieres escucharlo? — Preguntó con la misma emoción infantil de siempre Shi QingXuan, a lo cual He Xuan solo asintió — ¡Dianxia ya escucho ambos quieres oírlo, vamos a hablarles de Hanahaki!

— ¿Hanahaki? ¿Estás seguro? Es que me gusta pero se me hace muy triste. — Comento a su amigo, no estaba seguro de hablar de una leyenda tan depresiva como esa.

— Si no me equivocó el Hanahaki es una leyenda japonesa donde por amor no correspondido mueres o algo así. — En el basto mundo de conocimientos que tenía Hua Cheng era todo lo que sabía sobre esa leyenda.

— ¡Ves Dianxia ellos ya saben lo básico! Dudo que haya problema en que le contemos lo demás.

— Bueno. — Término accediéndo. — El Hanahaki es un leyenda de origen japones..

Hanahaki.

Se dice que la leyenda nacio a base de una canción con el mismo titulo, pero no hay ningun registro de que está "enfermedad" existiera antes de eso, sin embargo a tomado mucha fuerza con los años gracias a los "Fanfictions", claro que se volvió leyenda gracias a que muchas personas en Japón comenzaron a creer en esta. Muchos creen que la "enfermedad" es bastante poética por el simple hecho de morir de amor.

Se supone que nace a base de un amor no correspondido o unilateral, nace cuando los sentimientos son tan fuertes que tu mismo serías capaz de morir por esa persona. Tus pulmones se llenan de flores que poco el paciente ira vomitando acompañadas de sangre, aquí nacen dos versiones; la primera es que cada sentimientos que presentes será la flor que vomitaras, es decir si estas triste sacaras una Malva que representa ese significado en el lenguaje de las flores, mientras que la otra no especifica nada así, solo dice que vomitas flores hermosas bañadas en sangre.

Hay dos formas de curarla, la primera es que tu amor sea correspondida, la segunda es mediante una "cirugía" en la que se supone que te extirparan todas las raíces de los pulmones pero el daño colateral será que pierdes todos tus sentimientos, hacía todo y todos, ya no serás capaz de sentir absolutamente nada. Tambien hay otro desenlace en el que decides no hacer nada y terminas muriendo. Mueres de amor.

 — ¿Crees que sea verdad? — Pregunto Hua Cheng sonriendo.

— No, porque si lo fuera alguien que yo conozco ya hubiera muerto de amor. — Respondió Xie Lian mientras las imagen de alguien se formaba en su cabeza, lo que no sabía era que en ese momento habia dos personas dispuestas a morir pr amor a lastimarse él uno al otro.

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Aprovechó que estoy en el transporte público para actualizar.

Tuve dos clases en linea en la mañana y luego correr (mientras aún estaba en clase) porque es una hora en autobús hasta donde estudio ya que tambien tengo clases presenciales....

Y luego que el autobús se atraso...

No voy a llegar TT

Gracias por leer ಥ⌣ಥ