Final: El significado del amarillo
Los amaneceres eran una de las pocas cosas favoritas de YoonGi, aunque disfrutaba de las maravillas que el mundo tenía para ofrecerle, ver como el sol se alzaba desde el horizonte para cubrirlo con el luminoso manto cálido, despertando a los gallos y anunciando un nuevo día era reconfortante, pensaba que había una oportunidad para volver a intentarlo.
Recordaba en tiempos anteriores su niñez, cuando esperaba con ansias un cortés saludo y como siempre era ignorado.
Sin embargo, ahora el cambio era enormemente significativo; lo saludaba con su amado esposo al lado iluminando su presencia, resaltando las pecas casi invisibles en sus mejillas, también le mostraba a su pequeño bebiendo desde un vasito, leche calentita para su estómago, con su nariz levemente sonrojada y el cabello apuntando hacia diferentes direcciones.
El amanecer de ese día le mostraba a YoonGi que aquellos deseos que en ocasiones se volvían plegarias, fueron escuchadas y recompensadas.
Extendió un poco más la manta que los tenía cubiertos ante el frío que se presentó esa mañana, le dio un vistazo a su celular para comprobar la hora: Las seis con cuarenta. Al ver que el sol finalmente se había quedado en lo más alto del cielo se dirigió a su esposo que ya se había acomodado.
ㅡ¿Qué piensas sobre dormir hasta el mediodía? ㅡ Preguntó suavemente antes de bostezar.
ㅡEsa es una idea maravillosa, pero me gustaría disfrutar un poco más antes de irnosㅡ Respondió el castaño, abrazando el pecho del mayor por debajo de la manta.
ㅡMe hubiera gustado planearlo antes, lo siento.
Antes de ir a dormir YoonGi había recordado lo que leyó sobre el lugar donde se hospedaban, entonces se habían propuesto salir a ver el amanecer porque según la reseña contemplar el alba era una de las mejores experiencias, fue así como se levantaron con mucho cuidado para no despertar al menor, pero grande fue su sorpresa cuando Koo apareció a los minutos envuelto en una manta para verlo también.
ㅡYo si quiero mimir mucho.
ㅡEntonces vamos a dormir conejito.
YoonGi se estiró antes de tomar al pequeño azabache en brazos, mientras JiMin se llevaba las mantas que habían usado hacia la habitación que compartían, aunque el menor tuviera su habitación prefirió dormir con sus padres.
Entre las cosas favoritas de Koo se encontraba dormir al medio de ambos; abrazar a JiMin y sentir las caricias de YoonGi en su cabello para relajarse más rápido. Estar entre sus padres lo hacía sentir seguro, sabía que en sus sueños ya no lo visitarán las sombras, el frío había desaparecido para ser reemplazado por un agradable calor que le recordaba que nunca más volverá a estar solito.
Por eso las palabras salieron de él sin pensarlo demasiado.
ㅡPapitos, Koo los ama mucho porque siento un solecito aquíㅡ Dijo al acomodarse correctamente, teniendo en sus brazos el peluche de conejito.
El rubio fue el primero en recostarse en su posición favorita, manteniendo un brazo debajo de la cabeza, poniéndole atención al pequeño que ya tenía ambos ojos cerrados ㅡ¿En serio? No me imagino el tamaño.
ㅡMuy muy gande, más gande que el señor sol.
ㅡNosotros te amamos aún más Kooㅡ Le respondió JiMin, mientras lo cubría con su manta favorita, una vez estuvo tapado hasta el pecho dejó un habitual beso en la mejilla de Koo.
Al pasar los segundos y aunque el cansancio de haber madrugado seguía presente, ninguno de los dos adultos podía conciliar el sueño, y ante un pensamiento fugaz YoonGi decidió hablar.
ㅡLos tres descansando después de ver un amanecer, planeando desayunar en el sofá para ver alguna serie parecida a plaza sésamo, todavía me parece un sueño.
ㅡAhora ya sabes como me sentía.
YoonGi asintió, estirando su mano para quitar el cabello revoltoso del castaño que cubría sus preciosos ojos. En más ocasiones de las que podía contar se perdía en ellos, cayendo en una inmensa fosa que le impedía escapar, encerrándose en el sentimiento que ellos mismos habían encontrado de casualidad.
Amor, un inmenso amor que no podían describir correctamente.
ㅡMe siento tan afortunado.
Tomando entre su propia mano la del pálido la besó y mantuvo en su mejilla, continuando en su labor de intentar a dormir con las caricias que le eran proporcionadas cuidadosamente.
ㅡJiMin, gracias.
ㅡ¿Por casarme contigo? Por supuesto, eres tan afortunado YoonGi.
La sonrisa del pálido se extendió un poco más ante la diversión de su esposo, pero continuó.
ㅡGracias por enseñarme a enfrentar el miedo en múltiples ocasiones, por darme seguridad en los momentos más frágiles, incluso por amarme, podría agradecerte por tanto y creo que nunca terminaría.
ㅡYoonGi...
ㅡCuando estaba perdido me encontraste, JiMin.
ㅡY tú me salvaste.
ㅡ¿Del castillo embrujado?ㅡ Preguntó con diversión.
El castaño a cambio le sonríe, recordando la forma en la que llamaba la casa de sus padres años atrás.
ㅡMe ayudaste a ver el mundo de otra forma, comencé a amar los días soleados porque me recordaban a ti. Siempre serás mi preciado sol, YoonGi, junto a una estrella llena de chispitas que llegó a nuestras vidasㅡ Su mano acarició el cabello del pequeño que seguía aferrado a su pecho, manteniendo una pierna fuera de la manta para ponerla sobre el estómago del pálido.
ㅡTe amo demasiado ¿lo sabes?
ㅡLo sé, aunque yo te amo más y no está en discusión.
YoonGi iba a contraatacar, pero JiMin lo detuvo porque quería tener la última palabra ㅡOh, por cierto, cuando te despiertes para preparar el desayuno me avisas, vi una receta y quiero que lo intentes.
YoonGi se carcajeó antes de rendirse y los acompañó en sus sueños.
En las siguientes horas el hambre venció al poderoso mago en la batalla de los sueños y terminó despertando antes que sus padres para pedir su desayuno, cocinando la famosa receta que JiMin había visto en un vídeo aleatorio, decidiendo comer en un estilo picnic su desayuno, vistiendo sus pijamas a eso de las diez y media de la mañana.
Koo mantenía cerca sus juguetes así como la tostada con un osito de banano en la esquina.
Una duda surgió en JiMin de repente y al tragar su galleta integral se dirigió al menor ㅡKoo ¿te gustaría ser algo de grande?
ㅡ¡Seré un Idon Man!ㅡ Dijo mostrando su figura de acción ㅡTambién quiero prepadar comidita rica como papá Min Min y curar personas como tío Jin.
ㅡEstoy seguro de que serás un maravilloso Chef, doctor y superhéroe.
JiMin asintió contento, pasándole otra tostada con una fresa en forma de corazón. ㅡLo que decidas más adelante estará bien porque es lo que tú quieres, nosotros vamos a apoyarte y darte mucho amor para que tengas fuerza.
ㅡ¿El amor da fuerza papá Mimi?
ㅡEl amor sincero y honesto, pero también está el amor propio que es muy importante ¿recuerdas cuál es el amor propio?
ㅡSip, es cuando digo que Koo es bonito, limpio, inteligente y fuerte... también cuando me doy abrazos marisopa y me felicito por correr dápido.
El castaño dio varios aplausos al escucharlo. Desde aquel incidente en el jardín comenzaron a trabajar en la autoestima del pequeño, preferían escuchar a Koo decirse lo lindo que se veía, lo capaz que era de recordar las formas geométricas, a verlo llorar porque alguien le dijo sucio.
La autoestima de un niño era de suma importancia para su crecimiento, parte de los elementos esenciales que debían construir adecuadamente, y reforzar diariamente el amor propio tenía como resultado una encantadora sonrisa.
ㅡ¿De pequeño querías ser un "papá Mimi"?ㅡ La duda y curiosidad bailó en la pregunta de Koo, observando al castaño que había comenzado a reír hasta terminar recostado en la manta. ㅡTú también papá Min Min.
ㅡNo, pero quería hacer felices a las personas.
ㅡY yo quería... quería ser un bailarín.
El azabache dejó su vasito de leche cuando una maravillosa idea cruzó por su cabeza tras escucharlos, entonces se puso de pie y corrió rápidamente hacia la casa en busca de lo que necesitaba, ambos adultos se quedaron en silencio ante tan repentino comportamiento, al poco tiempo Koo ya venía con su mochila de tortuga cargando lo que parecían ser más de sus juguetes.
ㅡVamos a jugar al rescate del bailarín, papá Min Min será un caballero, papá Mimi el bailarín mágico y yo un dagrón muy fuerte.
De su pequeña mochila sacó una espada luminosa, así como una pistola de agua vacía y la tiara que le gustaba usar, por último una máscara de dragón que se colocó para entrar a su personaje.
ㅡOh, señor dragón ¿qué tengo que hacer ahora?ㅡ Preguntó el castaño después de ponerse la pequeña tiara.
ㅡTienes que enseñarme a bailar para no aburrirme, rawr.
ㅡY yo debo rescatarlo ¿verdad?ㅡ Koo asintió hacia el rubio que había llenado discretamente la pistola de agua.
En el viaje habían rentado algunos juegos, entre ellos una casita que tenía la forma de un castillo, al segundo día de su hospedaje la armaron para el menor, ahora Koo llevaba a su papá hasta detrás de la misma donde debería enseñarle a bailar, no sin antes poner algunos obstáculos para YoonGi.
El juego comenzó. YoonGi rodaba por el césped, pasaba entre algunos juguetes como si fueran grandes rocas y tomaba pequeños descansos mientras JiMin le enseñaba al menor cómo hacer un split sin lastimarse.
ㅡ¡Vine por ti, mi amado cisne!ㅡ Gritó el rubio al otro lado del castillo para referirse a JiMin.
ㅡMi amado caballero vino a mi rescate.
ㅡ¡No, no te lo llevas! ¡Rawr!
El pequeño azabache salió para comenzar a lanzar sus peluches y una que otra pelotita anaranjada que simulaba el fuego del dragón, entonces, cuando el caballero se vio débil ante los ataques decidió utilizar su último recurso y apuntar la pistola de agua al pecho del menor que imita la risa de un villano.
ㅡ¡Alto, dragón!ㅡ Y disparó el chorrito de agua para correr hacia su esposo.
Koo se asustó ante lo fría que se encontraba, desconcentrado totalmente de su labor como dragón que sólo pudo perseguir a sus padres cuando los vio huyendo lentamente.
ㅡ¡Voy a atraparlos y después voy a comérmelos en un sandwich!
Las carcajadas comenzaron a expandirse en el patio trasero, mientras Koo los perseguía con su playera mojada por el ataque de su padre.
ㅡCreo que hay un pueblo cercano ¿vamos a dar un paseo? El clima es agradable, además quiero manzanas.
ㅡTendríamos mandarinas dulces si a alguien no se le hubieran olvidado.
ㅡEn mi defensa, no las vi.
ㅡ¡Pero JiMin! Estaban en la mesa sobre una canasta, hasta Koo tomó una para el camino.
ㅡEn fin, errar es de humanos, el caso es que vamos ir al pueblo ¿verdad, mi amor? Iré a cambiar a Koo.
A pasos lentos el rubio se había levantado después de estar recostado en una hamaca para relajarse, cansado del juego de la mañana, mientras JiMin daba por terminado el juego de la manguera con Koo, totalmente empapados y por esa razón YoonGi tenía gotas esparcidas en su rostro cuando el castaño fue a hablarle.
Enderezando su espalda llevó su vista hasta su esposo y comenzó a apreciar la escena.
JiMin iba caminando hacia la casa bajo los rayos del sol, con su cabello húmedo, utilizando su mano para moverlo hacia atrás, un gesto habitual que lo volvía más atractivo de lo que ya era, además, la playera blanca que portaba se cernía a su cuerpo por estar mojada mostrando a uno de sus costados el tatuaje, suspiró completamente encantado.
Aunque su suspiro se transformó en una escandalosa risa al ver a su hijo yendo detrás de él completamente empapado; caminando como un pingüino ya que estaba descalzo y el césped probablemente le hacía cosquillas, y por alguna razón tenía en su cintura un salvavidas bastante grande.
ㅡJungKookie ¿te gustaría aprender a manejar bicicleta?ㅡ Preguntó al pequeño que estaba quitándose el salvavidas, este asintió contento con la idea y vio a JiMin emocionado antes de cargar al menor para tomar un baño.
El día realmente estaba agradable, no había indicios de lluvia y según la persona a la que le habían alquilado pocas veces se enfrentaban al invierno, era la zona más calurosa del país, por lo que no temieron en salir al pueblo que estaba cerca para comprar algunas cosas, aprovechando incluso la oportunidad del camino despejado para que Koo aprendiera a manejar.
ㅡ¡Woo! ¡Es de... de ¿Pececito?
ㅡParece que Seok Jin ama tanto la pesca que decidió regalarle una bicicleta de sardina.
ㅡVamos YoonGi, no es una sardinas es un tiburón, uno curioso ¡Pero es bonita! Hasta trae un juguete...ㅡ De la canasta tomó el pequeño tiburón que comenzó retorcerse cuando apretó su aleta, a Koo lo asustó y tuvo que esconderlo.
La bicicleta era bonita. Azul cielo con ruedas, una canasta grande por delante y un timbre, tenía una cola pegada al asiento y una cabeza por delante, afortunadamente pudieron retirar ambas por seguridad.
ㅡAhora sí, sube Koo voy a mostrarte cómo hacerlo.
Koo se había puesto el casco, subiéndose con cuidado para agarrarse fuerte y poniendo los pies en los pedales, esperando atentamente las instrucciones.
ㅡBien, primero tienes que comenzar a pedalear y no te tienes que caer. Eso es todo.
ㅡJiMin, no es así.
ㅡ¿Qué? Ah, lo siento es que a mi nunca me enseñaron y no sé cómo, un momento ¡Tú manejaste una motocicleta! Enséñale, voy a grabar.
YoonGi rodó los ojos y se acercó al pequeño.
ㅡTienes que concéntrate y prestar mucha atención, seguir las instrucciones es importante, ahora pon tus manos aquí y comienza a pedalear, como JiMin en la silla del gimnasio ¿te acuerdas?
ㅡ¡Muy bien! Pero tú tienes que empujarme Papá Min Min.
ㅡLo haré, empecemos.
Koo asintió y comenzó a pedalear lentamente, avanzando muy apenas con ayuda de YoonGi, cuando encontró la confianza suficiente lo hizo más rápido, los pasos se convirtieron en caminatas y cuando era el momento daba la vuelta sin caerse con la ayuda de su papá, avanzó por lo menos dos metros antes de dar una vuelta de regreso al castaño, solo entonces fue más allá y cuando se dio la vuelta los dos adultos celebraban desde el otro lado.
ㅡ¡Ya aprendí a manejar! JungKookie gande hace muchas cosas geniales.
ㅡ¡Eres muy bueno conejito!
ㅡ Eres asombroso, aprendiste muy rápido, dime Koo ¿quieres manejar hasta el pueblo?
El menor se detuvo para responderle al castaño con una sonrisa ㅡSip, quiero practicar mucho.
El sonido de la bicicleta por el sendero cubriría el silencio que mantenían, ambos adultos iban de la mano con el menor al frente manejando a su ritmo y sonando a cada cierto tiempo la bocina para anunciar su presencia, a veces cantaba y gritaba por la emoción que explotaba dentro de su cuerpo al estar manejando, pensando en que cuando volviera a casa se aseguraría de hacerle un dibujo a su tío Jin en agradecimiento.
El pueblo era agradable, para la época los árboles de cerezos eran abundantes, se veían a las parejas caminar bajo ellos completamente enamorados llevando en sus manos manzanas dulces o algodones de azúcar, pronto visualizaron puestos de comida y Koo se bajó diciendo que quería descansar para comer algo también.
ㅡTteokbokki y pastel de pescado.
ㅡYoon, se me antojó cuando lo vi además a Koo le gusta mucho también ¿verdad?
ㅡEl tteokbokki es muy rico.
ㅡAhh, me siento traicionado por mi propio capitán zanahoria.
El pequeño arrugó su naricita con una encantadora sonrisa, ganándose el perdón inmediato de su padre que le regaló uno de sus pasteles.
ㅡOh, allá hay un mirador ¿por qué no vamos a descansar allá? Creo que vi una tienda cercaㅡ Sugirió el castaño señalando a unos metros un pequeño mirador para dos personas.
Los tres comenzaron a caminar, YoonGi llevaba la bicicleta que para su suerte no era pesada y JiMin cargaba al pequeño que decía estar cansado después de pedalear tanto. En el camino encontraron una tienda siendo Koo el primero en emocionarse.
ㅡ¡Colores!ㅡ Entusiasmado señaló con su dedito la vitrina de la tienda donde era expuesta.
ㅡ¿Te gustan mucho los dulces?ㅡ YoonGi se detuvo junto a ambos esperando a que el semáforo cambiara a verde.
ㅡSon muy ricos papá Min Min.
JiMin se mantuvo escuchando la conversación, sintiendo un fuerte deja vu ante las preguntas. Observó a su hijo sonriendo entre sus brazos, con una bonita camisa y sus botas favoritas, también a su esposo diciendo que los vegetales eran mucho mejor que los cómplices de las caries. La tranquilidad lo envolvió.
Llegaron a la tienda finalmente para comprar refrescos, algunas frituras y la paleta que tanto quería Koo, saliendo para disfrutar bajo el mirador.
Sin embargo, en el momento menos esperado las nubes comenzaron a cubrir el cielo por completo y la llovizna los encerró en el mirador cuando se dedicaban a comer sus golosinas, no era una tormenta, pero no era seguro salir de donde estaban.
ㅡJusto cuando dejamos el auto, tendremos que esperar a que pare para poder salirㅡ YoonGi se quejó, sacando de la mochila un suéter que le puso al menor de inmediato. Por algún motivo, cada vez que llovía sufría una alergia.
ㅡBueno Koo, tendrás que llevarnos en tu bicicleta ahora que eres un excelente conductor.
El azabache suspiró, mentalizando el esfuerzo que tendría que hacer para llevar a sus padres en las canastas de su bicicleta, pero él era fuerte y podía hacerlo.
ㅡNo se preocupen papás, haré un grande esfuerzo.
JiMin le sonrió encantado antes de peinar su cabello con cuidado, volvió su vista al frente para observar la lluvia y a las personas correr para refugiarse bajo las tiendas o entrando en ellas, lastimosamente, en el mirador sólo cabían dos personas, así que únicamente estaban ellos tres.
ㅡLa lluvia es bonita también, es divertida si bailas debajo ella en un parqueㅡ Comentó. Después de decir aquello sintió un toque sutil sobre su mano, sonrió y continuó, llevando su vista al pequeño que seguía comiendo su paleta recostado en el rubio ㅡA veces trae sorpresas, puede ser dura en ocasiones, pero al final te recompensa con un arcoíris.
ㅡLos arcoiris tienen siete colores, me lo enseñó mi maeta Ro ¡También sus siglificados! Pero solo me acuerdo un poquito de uno.
ㅡOhh, entonces cuéntanos conejito.
ㅡEl amarilloㅡ Sonrió, viendo hacia la lluvia que se veía más calmada. Hace mucho había dejado de tenerle miedo ㅡEs el color de la luz, de el señor sol y de la felicidad.
ㅡEs un color armoniosoㅡ Agregó YoonGi, aunque el menor no sabía qué significaba esa palabra le dio razón, después de todo su papá era muy listo.
Entonces Koo continuó ㅡPero... yo creo que el amarillo significa mi familia.
La lluvia finalmente se detuvo, las gotas comenzaban a resbalar lentamente del techo y el pequeño sintió como era abrazado por el rubio con mucho cuidado, al momento se unió el castaño para besar su mejilla, con el arcoíris apareciendo frente a ellos como una respuesta y, quizá una demostración.
Habían pasado por tanto, cada uno desde sus inicios luchó de diferentes formas, cayendo de rodillas, siendo empujado o abandonado, pero de alguna forma aquella lluvia que parecía ahogarlos, sólo era una tormenta pasajera que iba a calmarse para darles la famosa recompensa, entre las heridas, la tristeza y la soledad llegó.
El poseedor de unos pequeños ojitos de Bambi llegó a la vida de YoonGi y JiMin para ganarse su corazón y así crear un bonito color.
ㅡSomos amarillo, JungKookie.
Fin.
Muchas gracias por acompañar a Koo en su casita amarilla, a JiMin y YoonGi durante el proceso y finalmente, a mi en el proyecto. De ahora en adelante a nuestros protagonistas no les espera más que una vida feliz juntos, con algunos desbalances que lograrán resolver.
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