Capítulo 24: Granja de fresas
Después de tres años trabajando en el mismo lugar nunca antes se había cuestionado de dónde provenían los niños que estaban dentro del edificio, sabía que eran casos mayores como incendios, derrumbes o abandonos directos, pero más allá como conocer la historia de cada uno no lo hacía, nunca tuvo la intención de hacerlo, probablemente habían registros o los mismos cuidadores con más años dentro las conocían.
Y por primera vez la curiosidad estaba insistiendo en lanzarse a su mayor con espadas filosas de preguntas, estaba concentrado en todos sus movimientos, en sus expresiones y probablemente en cada parpadeo que daba. El sujeto bajo su observación comenzaba a perder la paciencia.
ㅡSoy un ser humano paciente que está yendo por el camino de la iluminación, lamentablemente en mi camino se entrometen bichos molestos.ㅡ Dijo indirectas tamente, resaltando la última frase.
ㅡEres muy sabio y estoy seguro que sabes muchas cosas.
Yeonjun llevó un mechón de su cabello detrás de su oreja sintiéndose bastante halagado por su menor, pero su expresión se borró inmediatamente porque Beomgyu nunca, nunca le diría tal cosa.
ㅡ¿Qué es lo que quieres?
ㅡMe ofendes Yeonjun, solo estoy reconociendo tu inteligencia y piensas que necesito algo.
ㅡTu lo haz dicho, soy inteligente y sé que no me estás aludiendo solo porque sí, algo quieres.
ㅡ¡De acuerdo! Necesito información.
El mayor se detuvo, dejando las cajas de galletas en el almacén de comida. A ambos les habían encargado ordenar los nuevos productos que habían llevado esa mañana, momento que Beomgyu debía aprovechar.
ㅡ¿Qué tipo de información?
ㅡQuiero saber el historial de uno de los niños, tú llevas más años aquí y seguramente conoces algunas.
ㅡLa información personal de cada infante es privada, solamente los superiores la conocen, nosotros solo tenemos que encargarnos de su seguridad y bienestar.ㅡ Respondió con su característico tono autoritario.
ㅡLo sé perfectamente pero quiero saber.
ㅡ¿Por qué te interesan repentinamente?
A la mente del azabache llegó la imagen del día anterior, un ilusionado castañito que abrazaba con fuerza su peluche de corazón mientras le prometía encontrar un hogar.
ㅡYo... Solo quiero saber cómo llegó Taehyungie aquí.
ㅡ¿Taehyungie? ¿El niño extrovertido de anteojos? Eres su hyung favorito.
Beomgyu sonrió y asintió orgulloso. ㅡLo soy, por eso quiero saber un poco sobre él.
Bajando las cajas con productos ya vencidos, Yeonjun volteó hacia la puerta para verificar que nadie estuviera cerca. Después de eso se dirigió al azabache.
ㅡVenía de una granja en Daegu, con cuatro años llegó de la mano con una mujer de tercera edad, ese día se despidieron. Es lo único que sé.
ㅡ¿Pasó algo grave en la granja para que estuviera aquí?
ㅡNo lo sé Beomgyu, eso es todo lo que sé del niño, todo se almacena en las oficinas centrales con los superiores y nosotros no tenemos ese acceso.
ㅡEn lugar de indagar en historias trágicas deberías ir a servir la merienda, los niños ya están esperando.
Ambos pegaron un pequeño brinco cuando escucharon una tercera voz, se trataba de Taehyun que estaba en la puerta con su hombro recostado en el umbral. Él era uno de los supervisores, un cargo aún más alto que el de ellos además de llevar más años dentro del edificio, Beomgyu rápidamente pensó que él debería tener acceso a las oficinas y directamente al historial de los niños.
Después de tanto tendría que utilizar sus dotes de actuación para convencerlo pero tendría que esperar a que su turno terminara.
El día continuó con algunas actividades educativas para los niños que los dejó exhaustos, durmiendo media hora antes, logrando que el turno de Kai, Taehyun y Yeonjun terminara antes, dejando esa noche solamente a Soobin y Beomgyu, además de otros cuidadores que se mantendrían en diferentes zonas.
Pero Beomgyu necesitaba actuar y sabía perfectamente cómo.
ㅡ¡Por favor, necesito saberlo!
ㅡ¡Beomgyu bájate de mi espalda o te tiro por las escaleras!
Siendo insistente como solo él sabía serlo, un método bastante efectivo si se lo preguntan.
ㅡEso sería ilegal además no puedes dañar a una persona tan dulce cómo yo, quedaría en tu conciencia para siempre ¿lastimarías esta sonrisa?
El moreno no lo pensó ni se inmutó para responder ㅡSí, ahora bájate.
ㅡTienes un corazón demasiado frío, vamos Taehyun solo necesito unos datos y nada más.
ㅡNada me asegura de que será así, no puedo permitirlopor normas de seguridad Beomgyu, entiéndelo, ignora tu curiosidad por una vez y continúa con tu trabajo.
Sin decir más el azabache se bajó de su espalda e hizo una reverencia, despidiendo a sus compañeros y regresando al edificio. Debía rendirse y hacer caso a las indicaciones si no quería tener problemas.
Pudo hacerlo, claro que sí, pero el mensaje que recibió en ese instante no lo dejó, definitivamente hoy no dormiría.
ㅡEsto quedará entre nosotros dos.
ㅡNo sabes cuánto te lo agradezco, prometo nunca decir nada.
El mayor asintió antes de entrar a la oficina y encender las luces, era un lugar amplio con sillones y una gran ventana que daba a la ciudad. Tomó asiento frente al computador y accedió fácilmente al sistema de datos, esto sorprendió grandemente al azabache que estaba a su lado observando todo.
ㅡSoy inteligente, puede que odie las matemáticas pero en las demás materias me iba de maravilla. ¡Oh! Aquí están.
Soobin se quitó de la silla dejando al menor entre los archivos, entrando al que tenía por nombre "Kim Taehyung". El documento tenía toda la información de Taehyung, sus datos personales, médicos y de ingreso, los que más le interesaban.
30 de Diciembre, 2018.
Tres años atrás en épocas de invierno donde la ciudad de Daegu era atormentada por el frío y las tormentas, en una granja se le realizaba un parto a una mujer de veinticinco años, ella sudaba, gemía y gritaba ante el dolor, cayendo rendida cuando el bebé finalmente salió de ella después de siete horas de un intenso trabajo.
El pequeño fue envuelto en mantas tibias para limpiar su cuerpo, después en sábanas calientes para ser dejado en una cuna de madera que habían echo especialmente para él.
ㅡEs un niño muy sano Seol, tiene un peso adecuado.
La mujer en la cama tenía su vista perdida en la ventana, viendo la niebla mezclada en la oscuridad de la noche porque ni siquiera la luna se asomaba. Ella volteó hacia la anciana que limpiaba sus piernas y la cama.
ㅡMe iré antes de que él regrese.
Al pronunciar tales palabras todo movimiento que realizaba la anciana lo detuvo, su vista viajando del recién nacido hasta la mujer que seguía posada en cama.
ㅡSeol piénsalo un poco más ¿no sientes nada ahora que eres madre? tal vez ustedes puedan formar una familia.
ㅡSobang, tú más que nadie sabe qué tipo de hombre es Taesuk, nada puede arreglarse entre nosotros.
ㅡ¿Y el bebé?
La castaña observó la cuna de madera donde se encontraba el bebé que ella había formado en su vientre, nueve meses de extremos cambios en su cuerpo, malestares y riesgos. Lo único que podía sentir en ese momento era alivio, nada más, no le importaba el niño pero se alegraba de su buena salud.
Los sollozos volvieron a ella dándole paso a un desgarrador llanto que alarmó a la anciana. ㅡNo puedo amarlo Sobang, me culpé durante estos meses por ser una mala mujer, por no desearlo, por no amarlo..ㅡ Dijo llevando ambas palmas a su rostro ㅡTaesuk me obligó a estar con él, me embarazó para atarme.
ㅡSon las obligaciones que nos toca llevar como mujeres Seol.
La castaña soltó una amarga y breve risa. ㅡSoy un ser humano también, lo siento pero no seré su madre.
Con veinticuatro horas de descanso Nam Seolgi se fue dejando atrás Daegu, la granja y en brazos de Kim Sobang a un recién nacido que se dedicaba a dormir. Cuando el hijo mayor de la anciana llegó después de un viaje y no encontró lo que quería todo fue un desastre debido a sus ataques de ira; gritos y llantos.
Una escena similar a la que un castaño de tres años escuchaba desde la cocina. Era su cumpleaños porque habían globos de colores y su abuela tenía en el horno algo que olía muy rico, revolvía su estómago y su lengua pasaba por sus labios al reconocer el sabor.
De repente escuchó un grito y la puerta cerrarse con mucha fuerza, tanto que lo asustó y tuvo que esconderse debajo de la mesa, sabía que su papá estaba enojado y era mejor no estar cerca del adulto.
ㅡTae Tae ¡Tú pastel ya está listo! Vamos a decorarlo.
Cuando se percató de que su abuela era quien lo llamaba no perdió el tiempo y salió de su escondite, subiéndose a la mesa para ver la canasta de fresas recién lavadas. El pastel era de chocolate con crema, la que servía para pegamento para las fresas, su abuela le dio la libertad de colocarlas donde quisiera, sus manitas se manchaban pero su boca lo ayudaba a limpiarse, mientras él se dedicaba a decorar la anciana hacía té para acompañarlo.
Finalmente Taehyung terminó de rellenar el pastel y esperó su velita de cumpleaños, la anciana llegó hasta él y encendió la velita que tenía forma de tigre.
ㅡPide un deseo Tae Tae, lo que tú quieras.
El castaño cerró sus ojitos con fuerza y juntó sus palmas, pidiendo un deseo muy especial. Ser siempre feliz junto a su abuela.
ㅡMi niño está cumpliendo años, cuánta felicidadㅡ Pronunció una voz masculina entrando a la cocina.
Taehyung sopló su velita y volteó hacia su padre, tenía una gran sonrisa que delataba lo feliz que estaba por ese día, pero su sonrisa decayó al ver el rostro del hombre completamente serio, lo que lo asustó por su significado. Estaba enojado.
Su padre siempre le iba a causar miedo.
ㅡ¿No vas a servir mamá? Tengo hambreㅡ Demandó.
ㅡPrimero le daré a Taehyungie porque-
ㅡYo soy el hombre de esta casa y me tienes que servir a mí primero, yo los mantengo con mi sudor.
ㅡPero es su cumpleaños Taesuk.
ㅡ¡Y una mierda! Haz lo que te digo.
Kim Taesuk era un hombre alto, moreno, con un cuerpo grande, poseía una gran fuerza al trabajar en una bodega de carga, esas características junto a sus problemas de ira y poco control hacían temblar a la pobre anciana, sus piernas fallaban aunque nunca haya recibido golpes de su propio hijo, pero eso no significaba que algún día eso pasara, no quería provocarlo, suficiente tenía con los castigos que recibía su pequeño nieto.
Sobang sostenía en sus manos un plato de porcelana con sopa de algas que había preparado, un plato que caía de maravilla en temporadas heladas, lo dejó en la mesa frente a su hijo antes de pasar los otros platos de arroz con vegetales, dio la espalda sin pensar en lo que pasaría solo por voltearse.
Taehyung tenía hambre y su estómago le exigía comida, frente a él estaba el enorme pastel esperando por un mordisco de parte suya y debía ser obediente, eso le enseñaron.
Se paró en su silla buscando un cuchillo para partirlo como su abuela lo hacía, pero estaba del otro lado junto a su padre, observó su propio brazo y pensó que era lo suficientemente largo para llegar, cuando Taesuk se distrajo en su celular aprovechó para estirarse y alcanzarlo pero accidentalmente tiró del plato lleno de sopa.
Todo el líquido caliente cayó en las piernas y en el estómago de su padre, otro poco cayó en sus pequeñas manos. Se sentó en su silla por el ardor antes de comenzar a llorar, escuchando el grito del mayor que maldecía fuertemente.
ㅡ¡Por qué no puedes qudarte quieto, maldita sea! Eres un inútil.
Taehyung seguía sentado mientras lloraba por ser llamado de una forma tan fea, pronto vio la gran palma del adulto dirigirse a él y cerró sus ojos con fuerza antes de sentir el impacto en sus manitas lastimadas.
ㅡDeja de llorar que pareces niña.
Sobang se acercó a su nieto para revisar sus manos y comprobar su estado, al verlas rojas se preocupó demasiado y le dirigió una mirada llena de enojo a su hijo.
ㅡFue un accidente, no tenías que lastimarlo.
ㅡDele mucho muchoㅡ Dijo en un sollozo.
ㅡCuando tomes medicina ya no dolerá osito.
ㅡAsí es como se corrige a un niño.
El castaño se escondió en el pecho de su abuela sintiendo su aroma a naranjas jugando con la miel, sintió cómo peinaba su cabello con cuidado y luego dejaba un beso en su coronilla para tomar sus mejillas con dulzura. Taesuk ya se había ido.
ㅡEs hora del pastelㅡ Canturreó para animarlo.
Se acercó a la mesa y partió una gran porción para el menor, el pastel estaba tan delicioso que olvidó su dolor y el miedo. Sobang apareció el brillo de sus ojos, la inocencia con la que sonreía y la alegría con la que contaba historias después de cada mordisco. No se parecía nada a su hijo en cuanto personalidad, pero sí a Seolgi, su madre.
ㅡ¡Gacias abuela So! Estaba muy dico.
La anciana lo acompañó el resto de la tarde con algunas actividades, jugaron en la nieve haciendo muñecos y ángeles, cuando el castañito comenzó a estornudar y tener roja su nariz fue la alarma que les indicó regresar a la casa, ahí dentro tomaron chocolate caliente y vieron algunas películas, Sobang se aseguró que el acontecimiento con su padre no fuera un impedimento para su felicidad.
15 de mayo, 2019
La ciudad era aterradora y ruidosa. Nunca antes la había visto más que en la televisión porque no le interesaba, pero la había conocido sin querer, aunque se sentía asustado tenía que cuidar de su abuela sin importar sus miedos. Ambos estaban dentro de una gran oficina blanca con computadoras, habían personas bastante serias con audífonos en las orejas. Una mujer joven hablaba de la granja con su abuela pero él no entendía el tema.
ㅡLo sentimos mucho señora Kim pero el embargo ya está en proceso, puede contactar con un abogado si quiere.
Sobang muy a penas sonrió, negando lentamente a las palabras de la señorita, ella no tenía el dinero suficiente para pagar un abogado y los procesos que requería.
ㅡMuchas gracias por su atención, tenga un buen día.
Uno de los oficiales que estaba de guardia le ofreció una paleta de corazón al menor antes de irse y este la recibió con una sonrisa, después de eso se retiraron del banco.
Taehyung tal vez no comprendía la ciudad ni cuán difíciles eran los problemas de los adultos porque los suyos muy apenas sabía resolverlos, pero sabía cuando alguien estaba triste, podía verlo en sus rostros. Su abuelita estaba triste.
Esa noche Taehyung no podía dormir, se sentía incómodo en cualquier posición que encontrara, intentó contar ovejas pero todas se caían en un charco de lodo antes de saltar, intentó parpadear muy rápido pero no lo logró. Finalmente se sentó en su cama y buscó un cuento para ver sus dibujos; él no sabía leer pero se los sabía de memoria porque su abuelita se lo leía todo el tiempo.
El cuento se llamaba Pequeño.
Iba por la mitad del cuento cuando por la puerta apareció su papá, con su conocido semblante intimidante, lograba transformarse en un villano rápidamente en la vida del menor. Taehyung se encogió en su lugar.
ㅡ¿Por qué sigues despierto?
ㅡNo puedo... d-dormir.
Taesuk le dio un rápido vistazo al menor, tomando el libro con brusquedad, después de leer su contenido lo tiró al suelo rompiendo unas cuantas páginas, Taehyung abrió sus ojitos en grande al ver su cuento favorito en ese estado pero no dijo nada y se quedó quieto, dándole una mirada llena de enojo al adulto.
ㅡAh ¿te enojaste?
ㅡ¡Era mi favorito!
Taesuk se agachó a la altura del menor usando su dedo índice para empujar su frente. ㅡPor eso tú mamá te abandonó, nadie quiere a los niños que rompen sus cosas, solo lloran y gritan todo el día, no hacen absolutamente nada y tampoco piensan. Eres un niño muy tonto, Tae Tae.
Dicho esto dejó al menor en medio de la habitación abrazando su libro, abierto en la última página.
"Porque los grandes tienen que cuidar a los pequeños. Así debe ser"
ㅡLos niños tampoco quieren a los adultos que gritan y dan golpes.
6 de agosto
Habían pasado alrededor de dos meses desde que la granja había comenzado a disminuir. Los animales se iban poco a poco, primero fueron las vacas, después los caballos, los cerdos y por último las gallinas, solo quedaban los gatos que Taehyung acariciaba con cuidado viendo a su abuela cortar los últimos cultivos.
ㅡ¿Por qué ya no vas a sembrar abuelita?
ㅡYa no puedo más osito, ya nadie me compra estos días.
ㅡYo puedo hacerlo abuelita, a mi me gustan muchísimas tus fresas y también las calabazas los tomates no pero si las moras.
Sobang sonrió en grande ante la inocencia del castaño.
ㅡEstaré encantada de que los compres, serás mi mejor cliente sin duda.
Los gatos dejaron a Taehyung cuando un par de hombres en traje se acercaron hasta ellos, Sobang dejó su canasta y el menor se escondió detrás de ella.
ㅡBuenas tardes señora Kim, nosotros somos parte del equipo de construcción que el nuevo dueño contrató. Venimos a presentarle la orden de desalojo para esta semana.
ㅡ¿Esta semana? Pero me dijeron que serían en seis meses, no en estos días.
ㅡNosotros solo cumplimos con nuestro trabajo.
Los hombres se retiraron luego de una reverencia, dejando entre los cultivos a una pobre mujer que apenas podía mantenerse de pie ante la noticia, miles de cosas pasaban por su mente, tantas que la aturdieron en segundos.
Kim Sobang era una mujer de sesenta y cinco años, era diabetica, mantenía la granja ella sola y con eso ganaba para darle a su nieto lo que merecía, lo que su padre no hacía, lamentablemente el dinero era escaso yse apoyó en los préstamos, al no poder seguir pagando embargaron su granja, no le alcanzaba el tiempo ni la vida, tampoco podía dejar a su pequeño solo en manos de una bestia descontrolada como su padre.
Cuatro días después Sobang se encontraba en la sala con todas sus cosas empacadas, leía un sobre que había llegado hace poco, sentía las lágrimas empapar su rostro, su pecho se comprimía con un indescriptible dolor que la llevaba al vacío, cuando menos lo sintió a su lado estaba una cabecita castaña sosteniendo su cuento favorito, Taehyung le regaló una brillante sonrisa, ignorando las lágrimas para no hostigar a su abuela.
ㅡYa me despedí abuelita, también les agradecí por todo este tiempo como me dijiste.
ㅡEso es bueno osito. La granja seguramente está orgullosa de verte crecer.
ㅡCreí que no alcanzaría a despedirme de mi familia.
Ambos llevaron su atención al hombre que estaba sentado en un banquillo bebiendo una soda.
ㅡTaesuk, ya hablamos sobre esto y por primera vez en tu vida quiero que pienses.
ㅡTe sugiero dejarlo en un orfanato mientras que tú te diriges a un asilo.
ㅡ¡Kim Taesuk!
ㅡMe pregunto si alguien querría adoptarlo siendo tan tonto, míralo, idéntico a su madre.
Taehyung cubrió sus orejas para no escuchar las palabras feas que su padre decía, solo eran mentiras.
ㅡ¿Usted es Kim Sobang?
Los presentes voltearon hacia la puerta principal donde se encontraba un moreno bastante alto, llevaba chaqueta y botas. La anciana sonrió en su dirección y asintió, el moreno le correspondió el saludo y presentó su placa.
ㅡMucho gusto, mi nombre es Kim NamJoon y estoy aquí para llevarme al infante ante una denuncia.
Sobang se había enterado de su enfermedad en un tiempo donde le era imposible mantenerse, cuidar de ella tal vez era una prioridad para seguir al lado de su pequeño, pero sentía una gran tristeza que la estaba hundiendo en lo más profundo de un pozo y no podía hacerle eso a un niño tan dulce cómo lo era Taehyung, él merecía una vida plena y feliz lejos de un hogar asfixiante donde lo castigaban por derramar agua o no terminar su comida.
Su último recurso fue llevarlo en un lugar donde sabía que sería bien recibido, cuidado y tal vez amado en un futuro.
ㅡTaehyungie, mi osito, esta será la última vez que nos veamos.
ㅡ¿Te irás, abuelita? Yo quiero ir.
ㅡLo siento tanto pero me siento muy cansada, me duele mucho mi pecho y no puedo cargarte más, quisiera llevarte pero es imposible, aquí estarás bien, encontrarás unos papitos que te amen mucho, muchísimo.
ㅡ¡Pero quiero estar contigo! Yo te puedo curar con medicina.
Sobang se carcajeó antes de acercarse a su nieto. ㅡSiempre estaré contigo, en tus recuerdos felices y tristes, estaré en tu corazón y tambiénㅡ Señaló su estómago ㅡRecordarás todas mis comidas.
El castaño sonrió cuando sintió las cosquillas pero dejó de hacerlo cuando el llanto comenzó, aunque tuviera recuerdos o sentimientos nada compensaría la presencia de su abuela, el aroma a naranjas con miel o a humo cuando se dedicaba a cocinar con leña.
Taehyung amaría a su abuela por sobre cualquier persona, ella había sido su familia; su mamá, su papá y su mejor amiga, ahora tendrían que despedirse.
ㅡCome mucho osito, tus mejillas tienen que estar rellenas como el pan ¿de acuerdo? Ah, antes de que se me olvide tengo un regalo muy especial para ti.
Dentro del delantal de Sobang había un divertido peluche, tenía de cabeza un corazón rojo, cuerpo azul con manchas amarillas y un rostro bastante serio, a los ojos del menor era el peluche más bonito que tenía porque él mismo lo había dibujado días atrás.
Su abuelita hizo realidad uno de sus sueños.
ㅡTe quiero mucho abuelita.
ㅡYo a ti, cómo no tienes idea Taehyung, así que sé muy feliz.
Se abrazaron durante mucho tiempo entre lágrimas hasta que el mismo terminó y tuvieron que decirse un último adiós. Taehyung fue tomado de la mano y llevado por unos pasillos, volteando antes de perder de vista a su abuela.
ㅡ¡Prometo portarme bien! ¡Encontraré unos papitos que me quieran abuelita, no te preocupes por favor!
Soobin se había retirado de la oficina cuando su presencia fue requerida en otro sitio, dejando al azabache completamente solo en la habitación con lágrimas en los ojos mientras leía el historial. Aunque la información no era detallada y era breve, había lo suficientemente para que él sacara sus propias conclusiones.
Dejó la computadora y se retiró a las habitaciones para dar una segunda observación con su mente viajando entre un bucle de sentimientos, cuando llegó y abrió la puerta se encontró con el castaño sobre su cama viendo un libro.
ㅡ¿Taehyung, por qué no duermes?
ㅡHola hyung, no puedo dormir porque tuve una pesadilla muy fea, estoy leyendo mi cuento favorito porque me ayuda, ¿quieres acompañarme un ratito? Es que aún tengo miedo.
Beomgyu le sonrió y aceptó, sentándose a su lado para leer el famoso cuento, Pequeño.
ㅡAntes no sabía leer pero lo aprendí de memoria y así pude contar las cosas que me ponían triste a las personas grandes que podían ayudarme, por eso le conté muchas cosas al doctor para que me ayudara con el dolor en mi corazón, como se lo dije ya no duele porque me ayudó, por cierto hyung ¿los adultos son como Uno y Otra?
ㅡUh, sí. Los adultos aveces no pueden resolver sus problemas y se encierran en una habitación creadas por ellos mismos, aveces otras personas les causan problemas pero se pueden resolver con mucha paciencia.
ㅡHyung ¿usted cree que los adultos quieran cuidarme y quererme? Soy un poquito tonto y derramo cosas, también soy ruidoso pero soy bonito ¿será suficiente?
ㅡTaehyungie tú eres suficiente, eres una cajita de sorpresas que muchos quieren, eres divertido, inteligente, bonito y muy talentoso, eres un gran niño con un corazón muy grande, yo seria muy feliz de ser tu hermano mayor.
El castaño se emocionó al escucharlo. ㅡ¡Entonces ahora es mi hermano mayor! Tendrá que cuidarme y darme dulces.
ㅡEso lo veremos otro día, sigue con los vegetales, es hora de dormir.
El castaño asintió y dejó sus lentes en su estuche, guardó el cuento bajo la almohada y esperó a que su mayor estirara bien la sábana, después de esa conversación se sentía más tranquilo y feliz sin ninguna pizca de miedo.
Beomgyu finalmente salió del cuarto dándole un vistazo a los demás niños antes de cerrar la puerta y al comprobar que todo estaba bien se fue por los pasillos, sin embargo se detuvo y tomó su celular, marcando un número que se sabía de memoria.
ㅡHola mamá, sí, estoy bien... uh ¿crees que es muy tarde para pedirte un hermanito?
El capítulo me quedó más largo de lo que esperaba, igualmente espero que lo hayan disfrutado. Me disculpo por desilusionarlos con la idea del 2Seok pedo es algo que ya tenía planeado.
Una disculpa ante cualquier tipo de error de ortografía o redacción.
Taehyung y Beomgyu
¡Gracias por leer!
El cuento lo pueden encontrar en esta cuenta de tiktok, es muy lindo
@ cocorico.libreria
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