Tras la muerte del Rey Sans todo fue muy tenso. El hermano del Rey, el ex-Rey Papyrus, tomó el mando y no duró mucho; Toriel, la capitana de la guardia real habló con él, le dijo que no estaba en condiciones de gobernar al subsuelo, mucho menos siendo que hace años que jamás había salido de las Ruinas y no sabía cómo se han estado manejando por ese tiempo.

Papyrus estaba un poco dudoso pero aceptó retirarse del cargo; su difunto hermano confiaba en la capitana Toriel, si él lo hacía, significaba que la mujer implicaba respeto y que nadie saldrá herido, que protegerá a todos, quizás mejor de lo que él hubiera podido. El ex-Rey dejó el trono a cargo de Toriel Dreemurr y volvió a las Ruinas, la ex-capitana y ahora Reina, implementó un poco más de control alrededor del subsuelo, los humanos que lleguen a caer serán tomados como sospechosos hasta que se compruebe totalmente que son de fiar.

Un año posterior a que la reina Toriel gobernara, una tragedia sucedió: El núcleo que daba poder al subsuelo explotó, dejando a todo el lugar sin electricidad y sin recursos de alimento. La única humana del lugar fue hacia Hotland, a visitar a su padre y madre, los Dreemurr, para ver en qué podía ayudar.

Al encontrarse con el problema, ella sugirió usar su propia alma para regresar el poder del núcleo luego de ser reconstruido, no tenía miedo de sacrificarse, si con eso salvaba a todo el subsuelo; pero su madre no estaba de acuerdo – ¡No! No entregarás tu alma. Buscaremos otra forma, pero no sacrificarás tu vida.–

– Pero mamá...– fue interrumpida por el grito de la Reina.

– ¡Dije que no!– exclamó furiosa. La humana cerró la boca, no quería enfurecer más a la mujer cabra; el hombre cabra miraba la escena con preocupación pero no decía nada, cuando su esposa se pone firme, es imposible cambiarla de parecer.

Toriel miró el núcleo, analizando las posibilidades y opciones, repararlo sería pan comido, devolverle la energía sería el problema. Pensó y pensó, hasta que recordo a ciertos habitantes – Los Ambiguos... Ellos serán los que darán energía al núcleo.–

– ¿Qué? ¿Cómo?– preguntó la humana, estaba confundida, ¿por qué específicamente ellos deben ser los que dan su magia?

– Los Ambiguos no tienen futuro, viven más tiempo que un monstruo común.– Toriel sonrió de una forma muy... perturbadora, a los ojos de la humana – No pueden reproducirse, toda esa magia que algunos adultos pierden al tener hijos, los Ambiguos la acumulan, tienen bastante poder; todos juntos serían capaces de alimentar al núcleo.– explicó.

La humana se preocupó por lo dicho. ¿Sacrificar a los Ambiguos sólo porque son distintos? ¿Porque tienen un poco más poder que otros? ¿En serio? – P-pero... Se acabará su magia en algún momento. Más si no comen.– la joven comentó.

La mujer cabra se paró más firme y puso sus manos detrás de ella – Es cierto.– dijo y volteó a mirar a su hija – Recuerdo que habías dicho que odiabas a los humanos. Además, si no fuera por ellos, no estaríamos aquí.– se acercó lentamente a la chica, un aura inquietante se formó. La mayor se inclinó levemente, fijando su mirada intensa en la más pequeña – Espero no te preocupe que debamos tomar medidas drásticas, es decir... La antropofagia es justificable en estas situaciones de necesidad, ¿verdad?– La joven miró fijo a su madre y asintió. La mayor sonrió – Perfecto. Y nada mejor que un humano descuartizando a otro.– sonrió más tétricamente apoyando su mano sobre el hombro de la humana.

Una nueva ley se pronunció en todo el subsuelo posterior a la reparación del núcleo en su totalidad: Todos los Ambiguos serán usados para potenciar el núcleo y cada humano que caiga será usado como alimento de los mismos hasta encontrar una forma definitiva de poder para el núcleo. Esto último era mentira, pero era para darle falsas esperanzas a los Ambiguos de que algún día dejarán de ser usados como cosas.

Una nueva normalidad llegó en el subsuelo: Los Ambiguos daban su magia al núcleo, la hija adoptiva de los Dreemurr se encargaba de descuartizar a los humanos que caían, los Ambiguos eran alimentados con la carne de esos humanos mientras todos en el subsuelo estaban completamente relajados. No era de extrañarse que los monstruos no sientan molestia al saber que los Ambiguos estaban arriesgando su vida, todos sentían un gran desprecio por ellos.

Bueno, todos excepto Asriel y su hermana, pero ellos pensaban que Asriel era muy pequeño para entender "la gravedad de la existencia de los ambiguos" y pensaban que la humana aún estaba confusa hacia las tradiciones de los monstruos.

Pasaron 8 años y el subsuelo parecía seguir igual, como si el núcleo nunca hubiera explotado y una parte de la población no estuviera arriesgando su vida 24/7. Hasta que llegó un momento crítico.

Uno de los Ambiguos no era lo suficientemente fuerte como sus demás compañeros; debido a esto, la energía del núcleo fue reducida y otros 3 Ambiguos tuvieron que desconectarlo de la máquina encargada de absorber su magia para que pudiera recuperar su poder. La humana tuvo que reemplazar a los cuatro Ambiguos faltantes y se conectó ella misma a la máquina.

El dolor era espantoso, la sensación de que te arrancaban la vida era insoportable, pero lo peor era sentir como si su cabeza explotara. Sangre comenzó a salir de sus oídos, de su nariz, boca y ojos; sentía su cráneo quebrarse hasta que sintió su ojo derecho explotar, literalmente, un agujero era lo único que quedó. Al cabo de unos segundos, unos guardias llegaron junto al científico real, Asgore Dreemurr, y sacaron a la joven de la máquina, la susodicha cayó inconsciente tras aquello.

Despertó horas más tarde con la cabeza vendada y una parte de la venda cubriendo el agujero de su antiguo ojo. De milagro había sobrevivido y como no tenían otra comida al alcance en ese momento, le entregaron un plato con carne humana cocinada. La chica sabía que en la historia humana recurrir a la antropofagia era normal hasta que las civilizaciones llegaron, aunque incluso los más civilizados devoran a su propia especie en caso de extrema necesidad; ella no tuvo problema alguno en comerse el pedazo de carne.

¿Qué pasó posterior a esos eventos? El Ambiguo débil fue ejecutado por "poner en riesgo a la hija de la reina", la cual se dedicó "a darle alimento y el Ambiguo fue un malagradecido, además de poner en riesgo la vida del subsuelo". Esas palabras fueron dichas por los guardias para justificar la ejecución del monstruo.

Al pasar los meses, los Ambiguos no eran los únicos antropófagos, la humana también comía la carne humana cuando sobraba la comida, o a veces la Reina le daba un día libre y oportunidad de comer al menos un humano. Pero, todo llega a su fin en algún momento.

Agujero aparecieron en el subsuelo, sin motivo alguno, casas comenzaron a derrumbarse y los monstruos desaparecían sin explicación alguna. La humana que estaba recluida en un cuarto del laboratorio vio con un poco de temor los agujeros extraños, hasta que sintió cómo algo la arrastraba hacia uno de ellos, agarró su hacha antes de ser completamente absorbida.

...

La joven esperaba cualquier cosa, un reinicio, muerte, estar encerrada... Pero nunca esperó volver a la superficie. ¿Cuánto había pasado desde la última vez que vio el cielo, la luz del sol, la luz de la luna o las estrellas? Mucho tiempo, casi dos décadas. Volver después de tanto era algo que nunca se imaginó.

Escaneaba el lugar donde había terminado, un bosque hermoso la rodeaba, arrastraba su hacha mientras caminaba hacia alguna salida, aunque no conocía el lugar ni de milagro. Caminó hasta llegar a un campo y una aldea abandonada. Levantó su hacha, poniéndola sobre su hombro y se dirigió a la aldea, estando muy alerta de su entorno y observando cada tanto el bosque de donde había salido.

Llegó a la aldea y se encontró con la sorpresa de ver a dos humanas iguales a ella junto a un esqueleto con una ¿corona? ¿tiara? Ni siquiera se acordaba cómo se llamaban esas cosas. Se acercó al grupo de tres, llevándose una segunda sorpresa al conocer los nombres de las dos humanas. También se llamaban Chara como ella.

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