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9.Una mala señal


Mina pov.

Estaba centrada en la "pantalla" o más bien pantalla siendo reflejada por el proyector tratando de matar al bendito esqueleto que no paraba de dispararme flechas.

—¡Te va a matar! ¡Nos va a matar! —chillaba como loca Momo.

Mierda, no debí ceder a jugar a minecraft con Momo.

—¡Momo no me grites que me distraes!

—¿Le pego por ti? —bromeó mi hermana acurrucada con su novia que reía por las reacciones de Momo jugando conmigo.

Rodé los ojos siendo asesinada finalmente así que me giré mirando mal a la mejor amiga de Sana, esta estaba sentada en mi cama al lado de la parejita que estaba tan empalagosa como siempre.

—Ew, esa es mi cama, nada de tocamientos debajo de esa cobija —señalé a Dahyun que levantaba las manos inocentemente.

—Minari amargada —hizo un puchero mi hermana dándole otro beso a Kim.

Ew, me va a dar diabetes.

—¡Momo como puedes estar tan tranquila estando en la misma cama que esas dos demostrándose amor!

A veces no entiendo como Momo no se puede incomodar estando ahí, de tercera rueda, de sujeta velas, de toca violines.

—Me da igual, sé que Sana me quiere más a mi —dijo completamente calmada causando que soltara una risa. Dahyun en cambio le hizo un mohín a Sana que reía nerviosamente.

Minatozaki golpeó su brazo y Dahyun se tuvo que levantar por una llamada, así que solo nos quedamos las tres.

—Por esto prefiero jugar con Jihyo —suspiré volviendo a ver a la pantalla mientras Momo continuaba con la partida.

—Es que Jihyo es una diosa —suspiró Sana.

—Cuidado con lo que dices, Dahyun está en el pasillo —le recordó su mejor amiga y ésta rió.

Y hablando de ella, volvía a entrar anunciándonos que Chaeyoung y Tzuyu habían quedado ya para jugar paintball, sí, estaban resentidas todavía por la partida perdida de la última vez. Habían alquilado el material si mal no me equivoco y supongo que ya estaban listas.

—¿Quiénes vais? —preguntaba mi hermana levantándose de la cama.

—Vamos todas, menos Sanita, Nayeon y tú —contestaba Hirai pidiéndome que le acercara el móvil.

Ni Sana ni yo podremos asistir porque por lo visto después de mi estúpida fiesta de cumpleaños finalmente podremos tener una cena familiar decente ya que mi padre se pasará el fin de semana libre y la verdad es que le he echado de menos demasiado.

—La nerd estará estudiando ocupada estudiando en su casa —suspiré, tomando el móvil de Momo entre mis manos.

Sorpresivamente la pantalla se encendió dejándome ver perfectamente el mensaje de "Nayeon💜" con una respuesta:
"Jajajaja gracias por preocuparte Momoring❤️❤️"

—Momo tú —alce ambas cejas y le entregue su móvil —¿desde cuando hablas con Nayeon?

Las tres me miraron sorprendidas y yo no entendí, ni que hubiera dicho una barbaridad.

—¿Qué? Me sorprende.

—¿Te sorprende o te disgusta? —molestó como no Sana.

—Nos llevamos muy bien, Nayeon es una chica fantástica —se sinceró con una bonita sonrisa y yo solo negué.—Deberías intentar dejar de ser tan odiosa con ella,
¿vamos Dubu?

—Pobre Minari, dejadla respirar —me defendió mi cuñada.

Dahyun se acercó a mi y me dejo un beso en la frente y Momo revolvió mi cabello antes de marcharse. En fin, no pienso comerme la cabeza por Nayeon o algo por el estilo.

Y eso que dijo Momo es una estupidez, antes me molestaba su presencia, pero ahora...ahora solo está ahí y no me irrita. Quizás discutamos, pero es porque chocamos constantemente en cuanto a ideologías o pensamientos.

—No me digas que enserio estas celosa por Momo —me interrumpía Sana que volvía a entrar a mi habitación tirándose en la cama.

—No estoy celosa.

—¿Estas pensando en Nayeon?

—No.

—¿En qué piensas?

—Sana, déjame jugar en paz.

—¿Y si es Nayeon la que no te dejará jugar en paz?

—Te voy a pegar, va enserio.

Aun así, la muy tonta siguió molestándome pellizcando mi mejilla o tapándome los ojos.

—Awww el pingüino se pone rabioso, vamos Minari atrévete.

—Luego no llores.

Así fue como comenzamos a jugar a la lucha libre y a luchar por quien hacía caer a la otra al suelos. Somos un poco agresivas, pero nos queremos.

Había capturado el brazo de la contraria y ya estaba preparando hacerle la llave cuando la madre de mi suertuda hermana nos llamó la atención haciendo que nos detuviéramos.

—Por el amor De Dios, Sana deja de ser tan brusca con tu hermana, esta bien que juegues así con Momo, pero con Mina no.

—Mamá, que favoritismo —se quejó mientras que yo le sacaba la lengua.

La señora Minatozaki era prácticamente mi madre, aún así no me atrevía a decirle "mamá" por vergüenza más que todo. Y a pesar de ello, ella lo entendía y me sonríe gentilmente cada vez que me dirijo hacia ella por su nombre. Me gustaría tener algún día el coraje para llamarle "madre", pero es algo que me cuesta mucho...

—La cena ya está lista y vuestro padre no tarda en llegar. Esta vez he cocinado yo —nos sonrió dulcemente y las dos asentimos siguiéndola.

La madre de Sana es hermosa, amable y siempre se ha comportado comprensiva conmigo. Me ha tratado desde siempre como su propia hija y es algo que le agradezco. Muy cariñosa, hay que decirlo que quizás por ello la adolescente que camina hacia el salón a mi lado haya salido así. Es inteligente y odia depender del dinero de mi padre, así que trabaja independientemente en otra empresa relacionada con la moda.

Al contrario que mi padre, ella suele ser mucho más abierta y nos suele contar lo que suele hacer y a las modelos o famosos con los que se ha cruzado cundo trabaja, en resumen lo tiene todo y seguramente Sana vaya a ser igual que ella.

—Ohh muero de hambree —hablaba mi hermana estirando su mano hacia uno de los platos preparados.

Era un festín, seguro que había algo que festejar.

—No comemos hasta que estemos todos, siéntate formal como Mina —golpeó la mano de su hija oyéndola rechistar.

Nos sentamos las tres y al instante escuchamos a un coche aparcando, seguramente el de mi padre. Escuchamos como discutía con sus hombres de negocio afuera en japonés y de nuevo, otro coche marchando.

Se abrió la puerta y él entró con una sonrisa algo tranquila y su traje soltándose un poco la corbata. Dirigió sus ojos a mi y luego sonrió aún más siendo la primera cosa que hiciera poner su mano sobre mi cabeza y darme pequeños golpecitos en ella.

Al igual que yo, a mi padre le cuesta mucho demostrar sus sentimientos o demostrar afecto.

—Buenas noches padre —hizo una reverencia Sana que recibía unos pequeños golpes en la espalda.

—Lavas los platos tú —replicó la señors Minatozaki plantándole un beso en los labios a mi padre.

Mi padre se sentó en la mesa y asintió con la cabeza para tomar un largo suspiro

—¿Todo bien en JYP? ¿Alguna pega?

—No, padre —negó Sana.—Hemos fallado alguna prueba, pero nada más.

—Bien, ¿Minari? ¿Algo que comentar?

—Estoy bien, me gusta mi equipo —sonreí.

Sana se atragantó y su madre tuvo que darle golpecitos en su espalda yo la miré fulminándola con la mirada, sé que va a soltar alguna tontería.

—Hay una chica...con la que siempre discutes, me han llegado noticias de ello.

—Papá...

—Se llama Im Nayeon, siempre discuten pero aún así se pasan todo el día juntas. Nayeon se la pasa compitiendo con Mina por todo, tienen una relación rara.

Le pegue una patada por debajo de la mesa a mi queridísima hermana que me sacaba la lengua, devolviéndome lo de antes. Mi padre levantó una ceja queriendo escuchar más explicaciones.

—No tenemos ninguna relación —desmentí.

—Oh, por fin Mina ha llegado a esa fase, cariño Sana era así al principio con Dahyun. No nos quería contar nada, pero lo veo en tus ojos —aplaudía emocionada la esposa de mi padre.

Voy a cortarle la lengua a Sana. Por qué todos están tan empeñados en relacionarme con Nayeon.

—¡N-no! Papá tú me crees ¿verdad?

—Deberías invitarla a comer o a cenar. De hecho, hazlo.

Abrí los ojos tanto como pude ¿a comer? ¡Ni en un millón de años!

—No le pienso decir nada de que venga a comer.

—Ya se lo diré yo, padre —sonrió con una sonrisa pícara Sana.

Con qué esas tenemos eh. Minatozaki, acabas de cavar tu propia tumba. Sonreí falsamente a mi padre que continuaba hablando con Sana.

—Oye Sana, recuerda no marcharte de madrugada hacia la casa de Dahyun para colarte por su ventana y hacer cosas indebidas —sonreí hacia los adultos que se quedaron boquiabiertos mirando a Sana, su madre la quería matar —Como cuando no están nuestros padres en casa y a veces no puedo dormir la siesta por cómo rechina la cama. Deberíamos de comprar una nueva ¿no?

Dejando a mi amada Sana en problemas me levante de la mesa para ponerle algo de ketchup a mi cena escuchando los gritos de su madre. Venganza, dulce venganza.












🚭🚭











Los pasos que le había dado Yeeun eran fáciles de seguir, alrededor de la hora del descanso de la segunda hora debía de aprovecha para colarse en el despacho del director Park y sinceramente no sabía que hacer.

Odiaba cometer actos así, pero los medios justificaban el fin. O eso le decía su filosofía en aquel momento.

Podría ver el ordenador del director Jinyoung con suerte, Yeeun se ocuparía del centro de vigilancia y si la cosa iba bien le ayudaría a ganar tiempo para el despacho. La única pega era entrar en el ordenador de su director para buscar alguna pista.

Nayeon llevó sus ojos a Jeongyeon, ella era toda una cerebrito de la tecnología y seguro que le daría consejos o sabría que hacer. No faltaba nada para que se acabase la segunda hora.

Decidida se levantó y miró su sitio ser arrebatado por Eunha y vio a Mina jugando en su teléfono móvil distraída mientras que la otra chica le hablaba.

—Es tan obvia...—bufó Nayeon observando desde la lejanía su compañera de asiento.—¡Jeong!

La coreana abrazó por la espalda a una de sus mejores amigas que hablaba animadamente con Jackson, Youngjae y Sowon.

—¿Qué pasa contigo? —preguntó y al ver la mirada desesperada de Im comprendió enseguida que necesitaba ayuda.

Así pues salieron al pasillo para continuar su charla allí.

—Hazme un favor y no preguntes mucho, ¿como hackeo la dirección de correo del director en menos de cinco minutos?

—¿Qué mierda Nayeon?

—Te lo explicaré luego, te lo prometo.

—No te lo diré a menos que me digas en que estás metida.

No podría desvelar la verdadera razón, así que debía de mentir.

—Quiero ver el correo por si le han enviado algo a mi madre, Jeong por fa —hizo un mohín hacia la más alta.

Im sabía a la perfección que hacerle pucheros era la debilidad de Yoo.

—Está bien, pero no podrás en cinco minutos hackearlo, como máximo podrás ver sus últimos mensajes en las ultimas veinticuatro horas.

—¡Me sirve! —dio saltitos emocionada.

Yoo aún así la observo fijamente, aún así sabía que Nayeon podría ser descubierta y que podría formar un caos como no lo hiciera bien.

—Lo haré yo por ti, te acompaño.

—¿Enserio? Yoo Jeongyeon eres fantástica —se acercó al rostro de la mencionada que rápidamente retrocedía tratando de esquivar los besos de la mayor.

Y mientras que esto pasaba, detrás de ellas estaban una Sana siendo sujetada por Tzuyu, Chaeyoung y Momo tapándole la boca.

—¡Soltadme! ¡Nayeoon te tengo que decir...! —sin embargo Tzuyu se había ocupado de taparle la boca con cinta adhesiva.











✌🏻✌🏻












No fue muy difícil meterse en el despacho, solo tuvo que darle una sonrisa angelical a la secretaria y decirle que necesitaba hablar urgentemente, encima el que tuviera el apellido Im y que la madre de Jeongyeon conociera a la mujer sumaba puntos.

—Tu madre conoce a todo el mundo —halagó la coneja a la menor.

—Ha trabajado con muchas personas, tu madre también se ha ganado un respeto eh —codeó a su amiga que ponía los ojos en blanco haciéndole una señal al ver al director salir.

Nayeon sonrió, había planeado con anterioridad el hecho de que Yeeun lo citara para presentarle ideas sobre el manejo de su grupo o quejas en general.

—Le daré diez minutos para hablar, tengo mucho papeleo —se quejaba el hombre saliendo de su despacho y dejando la puerta entreabierta.

Las dos corrieron y con cautela se colaron yendo directas al ordenador, Jeongyeon comenzó a teclear como loca mientras que Nayeon pensaba en una buena excusa o estaba atenta mirando hacia la puerta por si algo contando los minutos que pasaban.

—Solo he podido conseguir esto —decía ofreciéndole una vista rápida del portátil.

Rápidamente le echo un vistazo a todos no encontrando nada fuera de lo normal, y hubiera cerrado todo a no ser por el mensaje a una hora de la madrugada sospechosa.

"Tres y media" leyó al ver que no ponía ningún asunto al igual que los demás. Considerablemente le había llamado la atención. Era sospechoso.

—Nayeon, cierra el jodido portátil —golpeaba su hombro llamándole la atención al escuchar la voz del hombre.

—Vale, te voy a golpear, lo siento.

—¿Qué?

Park entraba a su despacho encontrándose con la estudiante Im queriendo asesinar a Yoo, el hombre se quedó sorprendido y las separó.

—¿Qué? ¿Qué hacéis aquí dentro?

—Estoy de los nervios director Park, Jeongyeon me ha acompañado para decirle que quiero a Myoui Mina fuera de mi equipo. O mejor aún expúlsela.

—¡Por favor escúchela director Park, cada día está más inaguantable! ¡Casi paga su malhumor conmigo!

—Señorita Im, compórtese, no pienso expulsar a Myoui sin ninguna razón. Aprenda a que son un equipo y que deben de trabajar juntas —la señaló con dedo abriendo la puerta —Y la próxima vez avisen de que están aquí, hablaremos esto después, ahora tengo mucho que hacer.

Ambas chicas salieron cabizbajas y en cuanto cruzaron la puerta chocaron las cinco satisfechas. Aunque Yoo ni siquiera sabía por qué se sentía tan satisfecha.

—Hey Im, conecta esto a tu dispositivo móvil con cualquier adaptador, están grabados todas las horas hasta las de esta mañana. De nada. —Yeeun le había pasado una memoria USB en las mano y le guiñó un ojo.

Jeongyeon que estaba ocupada haciéndole reverencias a la señora secretaria, ni se daba cuenta de la conversación de las dos chicas.

—Te lo pagaré todo, pero ¿cómo funciona?

—Tu solo mira el archivo, buscas la hora que quieres ver y listo, todos los ángulos de la cámara están disponibles con las horas.

—Gracias...¿has visto algo...?

—Mira, no sé si te has fumado algo o has hecho algo ilegal cerca de JYP, pero no he visto nada. Me han pedido este favor millones de veces.

Una vez más, Nayeon le sonrió, ella no había hecho nada ilegal, pero era mejor que pensara eso a qué estaba investigando a Park Jinyoung.

Algo le decía que tenía sentido, es decir, el director Park tenía control absoluto en esos territorios, en JYP, y era él quien controlaba los vídeos de la cámara de seguridad y el NIS ni la policía se darían cuenta si hacía algo ilegal en los edificios.

Era como si tuviera su propio reino.












📹📹
















En las siguientes horas siguió dándole vueltas al asunto y no desaprovechó el momento para ir a encerrarse o buscar un lugar donde no hubiera cámaras y según Yeeun uno de esos lugares era el baño.

Dentro del cubículo puso el USB que le habían entregado junto al adaptador y se puso los airpods,  dispuesta a poner la hora "tres y media" buscó.

Vio un ángulo de la cámara que le llamó la atención, en este se veían varios coches reunidos en la parte trasera del edificio JYP y el director hablaba con alguien dentro del coche.
El hombre extendía una cantidad de dinero junto a un sobre y Jinyoung hacia una reverencia estrechándole la mano.

No se veía la persona dentro del coche, no obstante la placa sí ¿por qué recibe dinero a esa hora?

El coche le sonaba demasiado de algo. Y no sabría decir de qué.

Lo había visto en algún sitio...

Quitó el vídeo y se sobó la sien tratando de recordar sin embargo, no podía pensar con claridad. Además le quedaban pocas horas de clase y con suerte podría investigar desde casa a escondidas de su madre.

Salió del baño tratando de formular todo en su cabeza y que tuviera sentido, donde demonios había visto el coche, que hacía el director cogiendo dinero a esa hora...
Tenía la mirada perdida mirando hacia el suelo disponiéndose a marchar a la cafetería con sus amigas.

Guardo todo en sus bolsillos traseros cuando de repente alguien tiró de su anatomía.

La puso contra la pared y Nayeon a penas pudo reaccionar.

—¡Que crees que...! —gritó la mayor y abrió los ojos al verla así.

Mina le hizo un gesto de silencio poniendo su mano en la boca contraria silenciándola.

—¿Nayeon? ¡Nayeon dónde estas! ¡Tenemos buenas noticias! —gritaban Sana y Jihyo.

—¿Qué? —balbuceó Im.

Myoui negó con la cabeza y por alguna razón la menor de estatura acató sus órdenes y se quedó callada escuchando marchar a sus amigas.

Miró a la japonesa que aún sujetaba con firmeza su cintura y tenía aún puesta su mano sobre sus labios, tenía que elevar un poco la mirada para apreciar bien el rostro contrario.

"Maldita Myoui" pensó con rabia sintiendo algo caliente sus mejillas.

El hecho de que se relamiera los labios esperando a que se marcharan hizo sentir a Nayeon nerviosa. Su corazón latía como loco. Seguro que era por el susto que le había pegado quizás.

—¿Estás loca? —gimió de dolor cuando la coreana intentó morder la mano puesta en su boca.

—¡La loca aquí eres tú! ¿A qué se debe todo esto?

—¿Quieres saberlo? —rió burlona inclinándose un poco para estar a la misma altura.

Podría haberse sentido cohibida, pero más que eso se sentía...nerviosa.

—No, no me importa nada lo que tenga que ver contigo.

—Mentirosa, eres una chismosa, ¿por qué no fuiste a lo de paintball?

—¿Te importa? Si tú no me dices lo que pasa, yo tampoco te diré nada mío —tomó valor y la empujó saliendo finalmente del baño.

No obstante, Mina caminó tras ella con tranquilidad asegurándose que Sana o Jihyo estuvieran cerca.

Básicamente, mientras Nayeon se había pasado el día con entrada en la misión del señor Yang, sus compañeras se la habían pasado jugando a que Sana no hablara con Nayeon. Se habían dividido en dos bandos, los que estaban de parte de Mina y los de Sana.

Y así se habían pasado todo el día, hasta la última hora de clases en las que la coneja no entendía absolutamente nada viendo una lucha continua entre sus amigas.

—Que alguien me diga qué está pasando hoy...—se quejó en medio de clases al ver como Minatozaki intentaba tirarle notitas de papel que eran interceptadas por Myoui.

Era inútil intentar quitárselas, Mina tenía más fuerza física que ella.

—Lo voy a gritar —sonreía Sana que parecía comunicarse con la compañera de Im por medio de señas.

—Ni se te ocurra —replicó en japonés la japonesa menor.

—Hermana, Dahyun y yo queremos una venganza por tus bonitas palabras, aquí va...—continuo hablando en japonés para luego levantarse de su sitio.

Momo parecía querer hacerla sentar sin embargo, era inútil ya sé había levantado de su sitio llamando la atención de toda la clase y de la profesora Suzy, quien explicaba cómo se tomarían los exámenes globales.

—¿Sí, señorita Minatozaki?

—Im Nayeon, Minari quiere que vengas a comer a casa pero no quiere decírtelo porque le da vergüenza, mi madre quiere que vengas y su padre también ¡por favor acepta!

Como era de esperarse, toda la clase empezó a silbar y a hacer típicos ruidos llamándoles la atención tanto a Im como a Myoui. Ambas estaban rojas de la vergüenza.

—Minatozaki, fuera de la clase.

—Valió la pena —señaló a su hermana que se escondía tras sus libros.

Todos sus esfuerzos por hacer que la mayor no se enterara de ello a la basura. Por otro lado, en cuanto finalizó la clase Nayeon sonrió yendo directamente a hablar a Sana sobre ello dándole miradas a la nipona menor.

Era obvio que iba a ir solo para molestar a Mina.

Continuaron hablando de los detalles encontrándose a la salida a Chou, Kim y Son que se unían a la conversación de su grupo.

—Lo sentimos Mina, ya se la devolveremos a Minatozaki —se lamentaba Tzuyu consolando a su mejor amiga.

—Déjala, me da pena Dahyun —Chaeyoung miró mal a Momo y Jeongyeon, se suponían que debían de controlar a Park y a Minatozaki.

—¿Yo? ¿Por qué?

—¿Ella por qué? —cuestionó Jeong haciendo que las menores tosieran ignorando la pregunta.

—Agradezco que se peleen por mi, pero iré —rió Nayeon haciendo que las demás rodaran los ojos.

Llegó la hora de despedirse y todas vieron a las japonesas esperar por ser recogidas como usualmente lo eran.

Nayeon se queda boquiabierta y tragó saliva dejando caer sus cosas.

—Yah, que haces —regañó Jihyo al verla petrificada.

—Seguro se acordó de que se dejó las llaves dentro de la casa —supuso Chou.—Ojalá sea eso porque me acabo de acordar que yo también.

—Pues te vienes a mi casa —propuso Son ganándose las miradas de las demás acusadoras —¿Qué? Os recuerdo que Nayeon sigue en modo shock.

"No puede ser, el coche no puede..."

El coche que tenía delante.Era el del vídeo. Se parecía al del vídeo.

"No es el mismo" se repetía miles de veces pestañeando y tallando sus ojos viendo el coche arrancar.

Mina no podía estar implicado en esto. Debía de ser un error.

Ese coche no podía ser el mismo que el que había interceptado en las grabaciones. Tenía que comprobar que se equivocaba, y lo iba a hacer visitando el hogar Myoui.

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