5.Nada mal, Myoui
🐰
Ya estaba más que acostumbrada a compartir todas sus clases con su rival, los profesores se empeñaban en que compartieran asiento siempre que pudieran para "mejorar su compañerismo"
Al principio no le hizo ni pizca de gracia el oír como el profesor le ordenaba a sentarse con Myoui. Ese día se suponía que tendrían clases normales, con horario normal a excepción de la última clase que tendrían tutoría y debían de ir a esa sala que le pertenecía a su grupo.
No todo había sido tan malo, de hecho, al estar sentadas juntas Sana se giraba para hablar con ellas en medio de clase uniéndose de vez en cuando Momo también.
Como consecuencia a esto, tanto Jihyo como Jeongyeon se acercaban a hablar en los cambios de clase y estrechaban más su amistad.
—Cuando vamos a pelear con los terroristas ¡cuando! —gritó Sana ya harta de las clases.
—Somos unas novatas, Minatozaki—le recordó Jihyo y la chica se encogió de brazos resignada.
—A lo mejor en tutoría nos hablan de algo nuevo, no hay que perder la esperanza —animó Jeongyeon a la japonesa chocando la mano con ella e hizo lo mismo con Momo.
—Venga a vuestros sitios todas, que ahora tenemos matemáticas y no me conviene perderme —gritó siendo tan ruidosa como siempre Im al ver a la profesora entrar por la puerta.
Se sentó al lado de Mina, que estaba igual de callada que siempre. Sana le había hecho hablar algunas veces, pero no era muy charlatana. A lo mejor estaba teniendo un mal día...
La pizarra electrónica se encendió y Nayeon bufó, la bendita profesora no tenía intenciones de ampliar más los ejemplos así que tenía que recurrir a sus gafas.
Se giró para buscarlas en su mochila y se las colocó delicadamente. Mientras que tomaba apuntes desesperados de la pizarra notó que alguien la miraba.
Tragó saliva y miró por el rabillo del ojo para asegurarse de que no era quien creía.
Sin embargo sí, era Mina quien la miraba tan atentamente.
No entendía por qué de repente se sintió tan cohibida y avergonzada. "Seguro que se está riendo o está buscando la manera de burlarse" pensó y rápidamente la enfrentó devolviéndole la mirada.
—¿Qué? ¿Tienes algún problema? Ya sé que estoy hecha para ver.
La nipona negó con la cabeza dejando confundida a Nayeon.
—Si vas a burlarte hazlo ya —gruñó la mayor golpeando su hombro.
Al cabo de unos segundos, Myoui ya había apartado su mirada y se mantuvo mirando al frente.
—Solo me llamó la atención verte con las gafas —se sinceró —Además, no te quedan mal.
Las mejillas de Im ya estaban hirviendo, había hecho el ridiculo y encima Myoui acababa de...¿halagarla?
—Trabajaréis con vuestro compañero de al lado para completar los ejercicios que puestos en la pantalla —habló con fuerza la mujer —Al final de la clase los corregiré.
Las dos rivales cruzaron miradas por segunda vez, trabajar en equipo no era lo suyo y mucho menos entre ellas. Eran como el agua y el aceite.
—Ambas queremos una buena nota, así que vamos a cooperar.
—Trato hecho —aceptó la coneja ofreciéndole la mano para "pactar" cosa que Mina rechazó dándole una palmada.
No estaban empezando con buen pie, pero al menos se hablaban para comprobar sus resultado. El gran problema vino justamente en el último ejercicio ya que ni Nayeon ni Mina quería ceder porque les había dado un resultado diferente.
—Eres una cabezota, ¿te lo tengo que explicar con dibujitos? Doña perfecta.
—Habló doña amargada, mira no pienso poner tu estúpido resultado.
—Al menos escucha mis argumentos y luego te callas y aprendes.
Nayeon se sobó la sien y le hizo un signo de "adelante, explícame" a Myoui que sonrió en son de victoria. La japonesa respiró con calma y comenzó a explicarle por segunda vez su teoría de cómo hacerlo y por fin Nayeon cedió.
Los resultados aparecieron en la pantalla luego de la tan larga espera. Ambas chicas se fijaron únicamente en el último problema.
Y como siempre, Mina lo había resuelto perfectamente.
—Lo tenemos todo bien, de nada —abría sus ojos Nayeon asombrada mirando a su compañera para golpearle repetidamente —Bien hecho, Myoui.
—Que egocéntrica eres —tomó aire Mina negando con la cabeza.
—¡Yah! Acabo de halagarte, por una vez que no te insulto —le gritó quitándose las gafas y guardando los libros.
Myoui tomó las gafas de la coreana y ésta rápidamente se dio la vuelta para tratar de arrebatárselas.
—¿Y qué quieres que haga? ¿Que salte y monte una fiesta? —comentó parpadeando con los anteojos puestos —Estás muy ciega.
—¡Pingüino imbécil devuélvemelas! —decía dando saltos para tratar de alcanzar sus benditas gafas.
Mina se puso de puntillas y estiró su mano para que la mayor no llegara a alcanzarlas viendo divertida como daba saltitos.
Si Nayeon media 1,63 metros aproximadamente Mina debería de medir como máximo unos 1,69 metros.
—Te voy a golpear Myoui —decía ya bastante frustrada.
—Pareces un conejito saltando —rió la japonesa y finalmente recibió un golpe en el abdomen consiguiendo que soltara las gafas. —Tú...¿quieres morir?
La menor alzó su puño y la contraria ya estaba lista para enfrentarla cuando un chico se metió en medio tocando el hombro de las más mayor.
—Perdón por interrumpir, ¿eres tú Im Nayeon? —preguntó tímidamente el joven.
Era mucho más alto que Mina incluso, tenía las orejas rojas quizás por la vergüenza y era claramente apuesto y atractivo.
—Sí, soy yo —contestó utilizando un tono más calmado.
—Soy Jinyoung...y me preguntaba si tenías la última respuesta bien.
Nayeon frunció un poco el entrecejo, era Park Jinyoung si no se equivocaba. Apenas había hablado con los chicos de su clase, pero éste le había parecido agradable a simple vista.
—Sí, la tengo bien.
—Tenemos —corrigió Mina cruzada de brazos.
—Em, a ver me han dicho que eres muy buena —comenzó hablando y rascándose nerviosamente la nuca —y pues me gustaría saber si podrías explicármelo.
La chica no tuvo tiempo ni a responder pues otro de sus compañeros se había entrometido abrazando a su amigo por el hombro.
"Jackson Wang" leyeron las dos adolescentes en el uniforme del acoplado.
—Jinyoung, vamos a comprar algo que me muero de hambre —pidió el otro chico halándolo.—Adiós señoritas.
—Quizás otro día —sonrió Park dirigiéndose hacia Nayeon mientras salía de clase con Jackson.
La extranjera tomó sus cosas saliendo también no sin antes mirarla alzando las cejas.
—Qué —espetó Im saliendo tras ella.
—No, nada. Es sólo que se nota a kilómetros que era una excusa para hablar contigo.
—Y a ti que te importa.
—Pues a mi nada, solo me dio gracia tu cara de no saber que decir.
De nuevo, la coneja intentó golpearla pero Mina fue más rápida para huir hacia la otra clase.
—Esa idiota, se cree una genia pero no es más que una tonta primero me roba las gafas y luego se ríe de mí ¡la voy a matar! —bramó enfadada dando pisotones en el suelo.
No había otra persona que la sacara más de quicio que Myoui Mina.
—Eh Nayeon, deja de insultar a Mina y vamos a pillar algo de comer —la llamó Jihyo llegando acompañada por Jeongyeon y el SaMo.
—Te he visto saltar intentando recuperar tus gafas, no me he podido reír más —la molestó Yoo.
—Como no, estaba peleando con Mina —molestó Park.—Últimamente no se despegan.
—Vosotras dos, controlad a Myoui porque algún día voy a acabar matándola —fue lo único que pudo decir a las dos japonesas que asentían riendo.
Ya estando en la cafetería y habiendo terminado de elegir qué comer se disponían de buscar un sitio donde sentarse cuando Sana les hizo un signo con la mano de que se detuvieran.
—¡Dubu! Aquí —chilló hacia dónde estaban las cuatro chicas.
Desde Dahyun, Chaeyoung Tzuyu y Mina caminaron hacia el grupo de amigas.
—¿Dónde estabais? —cuestionó Chaeyoung.
—Comprando comida, Dios la comida aquí es la mejor encima barata —hablaba Momo con la boca llena.
—Momo no te gastes todo el dinero —le recordó Sana girándose para ver a la chica de tez blanca —¿No habéis comida nada todavía?
—¡Sí! Todas menos Dahyun que se rehusa a comer —le informó Chou recibiendo una mala mirada de Kim.—Dice que está haciendo dieta.
—Tofu, debes comer. No quiero que tengas hambre en clase.
—Sana que no...
—Come de lo mío y si no te gusta puedo comprarte lo que quieras, pero tienes que comer.
La japonesa inmediatamente tomó a Dahyun de la mano llevándosela con ella. Nayeon entrecerró los ojos analizando la escena.
—Que poco disimulo —negó con la cabeza Mina recibiendo un golpe de Hirai.—Digo, son muy buenas amigas, solo amigas.
"Creía que a Sana le gustaba Jihyo" pensó la coreana mirando a su mejor amiga comiendo tranquilamente como si no le diera importancia a lo acababa de ocurrir.
"¿O Sana es la novia de Momo? Parecen dos chicles siempre" se contradijo mirando a la japonesa mayor atragantarse con la comida y siendo salvada por Tzuyu y Jeongyeon que golpeaban su espalda. "Necesito chismes nuevos"
Ya le gustaría que alguien hiciera lo mismo con ella, por ello carraspeó y se afinó la voz.
—Yo también tengo hambre —dijo esperando que alguna se preocupara de ella como hizo Minatozaki con la rubia.
Todas rieron y prácticamente le lanzaron una mirada a la japonesa menor.
—Mina invítala a algo —codeó Momo.
—Dejadme en paz, yo a ésta no le doy mi agua.
—¿A quién llamas ésta?
—Estar esposadas el otro día no les sirvió de nada ¿no? —le susurró Tzuyu a Chaeng que ladeaba la cabeza.
—Nunca había visto así nunca Mina —concordó Son.
Jihyo y Jeongyeon se unieron a la conversación de la menores compartiendo su opinión, nunca antes habían visto a su amiga ser tan agresiva y peleona con una persona en concreto.
—Nayeon siempre suele ignorar a las personas que le cae mal o lanzarle miradas asesinas, pero con Mina se tiraría el día entero discutiendo —murmuraba Jihyo hacia sus compañeras de equipo.
—Los polos opuestos se atraen —opinó Momo causando las risas de las demás.
—Míralas, del odio al amor hay solo un paso —reía Jeong.
Y mientras que sus compañeras hacían teorías conspirativas, la coneja y el pingüino seguían discutiendo sin parar.
🖇🖇
No podía ser, no podía estar sucediendo. Nayeon se quedó paralizada en la entrada de la sala de tutoría especialmente hecha para su grupo.
—A la abuela se le bajó la tensión —avisó Tzuyu a su grupo que venía en fila detrás de ella.—No camina.
—Cállate Chou —regañó la más mayor.
Por fin, Nayeon entró con las piernas temblando e hizo una reverencia hacia la mujer que yacía sentada en la cómoda silla frente al escritorio.
Sus demás compañeras pararon de hablar y reír en cuanto vieron de quien se trataba haciendo una reverencia tal y como Im. Y cómo no estar nerviosas si estaban delante de las mejores agentes de todo Corea; Kim Taeyeon.
—Seré rápida, no hace falta que os diga quien soy, pero por si acaso, soy Kim Taeyeon y me ocuparé de entrenaros como grupo —explicó levantándose para acercarse a sus alumnas y analizarlas de cerca —Sé lo que estar ahí y las pruebas no serán nada, solo hay tres reglas que quiero que tengáis en cuenta.
Todas tragaban saliva al verla ponerse enfrente de ellas. Nayeon sentía sus manos temblar de los nervios al ver que se posicionaba enfrente de ella.
—Primera y regla esencial, no quiero egoísmos. A partir de ahora quiero que penséis no solo en vosotras sino que en vuestras compañeras. Esto es un grupo.
Esta vez Taeyeon caminó mirando a Mina y la nipona la miró sin temor alguno.
—Segunda regla, respeto. Quiero que os mantengáis unidas, la unión hace la coordinación y aunque no lo creáis en las misiones es fabuloso entender a tus compañeras.
Kim se acercó por último a la pequeña Kim Dahyun que estaba empapada en sudor al ver que se fijaba en su cuello. Había un claro chupetón rojo en ella.
—Tercera y última regla. Nada de líos amorosos entre vosotras, eso solo trae problemas—suspiró esperando una respuesta por parte de Dahyun.
—¿No deberíamos? —salió rápidamente a la defensiva Son. Siempre rompiendo las reglas.
Taeyeon le dio una mirada dura y Sana que no pudo aguantar más gritó:
—¡Somos hetero! ¡Aquí somos todas hetero!
Nayeon negó con la cabeza mordiéndose el labio para no reír, al igual que sus amigas. Taeyeon sonrie finalmente quitándole peso al asunto.
—Era broma, solo hay dos reglas. Pero no quiero que os distraigáis pensando en el novio o novia —rió dándole una palmadita en la espalda a Momo que estaba roja como un tomate al estar aguantando la risa.
Jeongyeon le da un toque sutil a Nayeon, que reaccionó mirándola y la más alta le señaló la mano temblorosa de Jihyo admirando a Taeyeon. Park admiraba demasiado a esa mujer.
—Y dejad de estar tan tensas, parezco una zorra, no os lo voy a negar. Pero me estoy tomando un descanso y enseñar todo lo que sé hacia otra generación me hace sentir bien —volvió a sonreír haciendo derretir a todas con su belleza —Dicho esto, espero convertiros en las mejores agentes del país. Ánimo equipo.
El corazón de Nayeon comenzó a latir rápido quizás por los nervios o por la pequeña charla que les estaba dando la leyenda que tenía enfrente. No lo sabía.
Myoui le regaló una sonrisa burlona al notar como tomaba aire para calmarse. Era curioso pues al principió Nayeon odiaba cada vez que lo hacía, sin embargo ahora que lo hacía le provocaba una tonta sonrisa.
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