31.Un poco de paz
Después de todo lo ocurrido, enviaron a las chicas a su casa para descansar. Aún más, Nayeon estaba preocupada de cierta manera por mucho que se quedara en su casa y sus padres le insistieran en que se relajara no podía parar.
Tendrían una pequeña reunión dentro de una semana para asentar la dirección de su equipo, pues desde haber desobedecido las órdenes de su director todo parecía más complicado.
De todos modos, ese martes había quedado con Jihyo y Jeongyeon. Después a la tarde tendría su cita con Mina, había aceptado.
Por un día, por un solo día quería experimentar paz mental, aunque todo lucía bastante negro para Nayeon.
El timbre la desconcertó y fue a abrir, su padre había salido por trabajo y su madre también. Im agradeció que no le hicieran muchas preguntas y que simplemente la apoyaran.
—¡Chicas! —sonrió la más mayor.
La primera que la abrazó con fuerzas fue Jeongyeon, la apretó con tantas fuerzas que Nayeon casi se ahoga entre sus brazos.
—La vas a matar —avisó Jihyo.
Nayeon fue esta vez quien abrazó a su mejor amiga que correspondía al abrazó como podía.
—Pensé que te habían desterrado o algo peor —suspiró Jeongyeon aliviada.
—Estoy bien, bueno lo que pasó, lo de Mina yo...
—Todas hemos ido a visitarla, si te soy sincera no me hizo ninguna gracia —se cruzó de brazos Park —No hiciste caso a mis órdenes, pero eso lo dejaremos para la reunión. Hoy he venido como tú mejor amiga no como tú líder.
Las tres se dirigieron a la habitación de la coreana, donde notaron lo sumamente organizado que estaba.
Sin embargo, lo organizado no duró demasiado pues se pusieron a buscar en el armario de Nayeon la ropa perfecta y outfit, Jihyo sacaba la ropa y la coneja se la probaba, Jeongyeon simplemente daba su opinión.
—Te voy a robar algunos pantalones —Comentaba Jihyo pasándole una falda.
—Está me gusta más —decía Nayeon poniéndosela.
Jeongyeon miraba hacia otro o se distraía acostada en la cama de su amiga con las mejillas algo sonrojadas. Debía hacer calor.
—¿Y por qué hemos venido a hacer esto? —preguntó Yoo.
—Nayeon tiene una cita con Mina, tonta.
—¿Una cita? —frunció el ceño viendo a la mencionada.
Nayeon la miró y asintió con la cabeza, Jeongyeon simplemente se guardó las palabras y siguió jugando a tirar una almohada.
—Tengo hambre, te voy a sacar lo mas rico que tengas en la nevera —avisaba Jihyo bostezando.
—¡Tráeme algo! ¿Jeong tu quieres algo?
La chica negó con la cabeza y Nayeon rodó los ojos al ver la actitud de su amiga. Su habitación se había quedado en silencio tras la marcha de Jihyo.
Había algo que la inquietaba, quizás era la actitud de Jeongyeon. Seguro que seguía decepcionada y enfadada por lo ocurrido. Se estaría aguantando las ganas de gritarle.
En cualquier momento iba a explotar...
—Si me hubieras dicho que quedábamos para esto me hubiera ido con Tzuyu y Chaeyoung a practicar mi tiro.
—Pues ve, aún tienes tiempo —decía como si fuera obvio —solo quería pasar tiempo con mis mejores amigas.
—Sí, seguro.Así es como nos ves pero Jihyo es más para ti tu mejor amiga, y yo...
—Tu también lo eres Jeong —alzó ambas cejas Nayeon.
—Nayeon...—Jeongyeon suspiró.—Todo este tiempo tú realmente...
Im no lograba entender a qué se debía esa actitud.
—Estás enfadada —determinó Nayeon mirándola.
—Déjalo —se negó la más alta levantándose de la cama.
Por mucho que Im intentó detenerla Jeong la echo hacia un lado escabulléndose de su tacto.
—¿A dónde vas? ¡Maldita! —gritaba Jihyo con la boca llena de nata.
—Pásalo bien en tu cita.
Eso fue lo último que dijo antes de que Nayeon mirara a Jihyo, pidiéndole quizás alguna explicación de la actitud de Yoo hacia ella, pero su mejor amiga sólo pudo encogerse de hombros.
Sería otra pelea tonta entre Jeongyeon y Nayeon.
🫶🫶
Mina iba con una gafas de sol y una mascarilla negra que casi se caen cuando vieron lo hermosa que venía su novia. Nayeon relucía belleza y ella, bueno ella parecía una acosadora a su lado.
La razón de su apariencia era porque se había escapado de casa. Burlar a los guardaespaldas de su padre había sido difícil, pero lo había logrado justo a tiempo para la cita.
—¿Tienes ganas de hacer otra misión? —preguntó Nayeon divertida.
—Shh, no me recuerdes eso. He tenido que escaparme —rápidamente Mina le hizo un gesto de silencio.
—¿Escaparte? Mina no quiero traerte problemas.
—No pensemos en nada más, de verdad que hoy solo quiero estar contigo.
Nayeon sonrió algo sonrojada para abrazarla con fuerza.
—Yo también, quiero que seamos solo tú y yo.
—Entonces...¿que quieres hacer?
Mina se sentía patética haciendo esa pregunta, pero es que se le había olvidado por completo elaborar un plan de cita o lo que fuera necesario. Buscó por internet ideas y demás, pero todo era demasiado cursi.
Tanto que de solo imaginarlo comenzó a sangrar de la nariz mientras que leía los tipos de citas.
—Vayamos a cualquier Arcade, a ti te gustan los juegos y eso ¿no?
—Ehh, pero a ti no.
—Pero a ti sí, vayamos. Yo me divierto si tú también lo haces.
Mina guió a Nayeon a uno de sus arcades favoritos, al que solía ir con Tzuyu, Sana y Dahyun. Aunque de vez en cuando se unían Chaeyoung y Momo que no eran tan aficionadas. Eran buenos tiempos...
La coreana notaba como de camino la menor chocaba constantemente su mano contra la suya ¿acaso quería que le diera la mano?
Podía ver cierto sonrojo y timidez en Mina, jamás pensó que ella tendría ese efecto en Myoui Mina.
—¿Quieres que vayamos de la mano? —
—¿Podemos? —abrió los ojos sorprendida la japonesa.
Nayeon asintió con la cabeza para enlazar su mano con la de su novia, su novia. Vaya le sonaba raro ¿se estaba dejando llevar por sus sentimientos? ¿Eran reales?
No lo sabía con exactitud, pero por ese día dejaría que su corazón la guiara.
Al llegar al dichoso Arcade primero jugaron al baloncesto, después aplastaron tortugas y topos con un martillo gigante.
Y tuvieron que pedirles que se alejaran del juego pues las dos se habían puesto modo competitivas y casi lo rompen por sus ganas de ganar, sobretodo Nayeon.
—Creo que debemos de jugar algo que no tenga que ver con competir —opinó Myoui.
—Todo en este maldito local va sobre competir ¿probamos el del coche?
—No, no quiero pagar más máquinas —rió Mina —¿Y si te cojo un peluche?
Nayeon se acercó a la máquina y sonrió viendo el adorable conejito de peluche que estaba en el fondo casi escondido.
—Yo nunca he podido sacar uno, así que dudo que tu lo hagas.
—Soy buena con las manos —se encogió de brazos Mina.
Metió una moneda y procedió a localizar el conejito de peluche que tanto le había gustado a su novia. Sería fácil.
—Me gustaría verlo —se acercaba Nayeon a su oreja para susurrarle —de las dos maneras.
—¡Eh! —Mina tenía la cara completamente roja.
Al entender la insinuación de la mayor, no pudo evitar perder el control y con ello su intento. Nayeon por otro lado, comenzó a reír al ver lo nerviosa que la había puesto.
—Me has desconcentrado tramposa.
—Lo siento, lo siento —esta vez se abrazaba a ella por la espalda.
Y aunque fue una buena distracción, más que ponerla nerviosa animó a Mina a conseguir el bendito peluche.
Cosa que sorprendió a Nayeon, no se esperaba que en serio lo consiguiera y mucho menos para ella.
—Gracias Mina...
La japonesa está vez fue más valiente y se abalanzó para besarla en un torpe beso, hacia mucho que no se besaban con tanta ímpetu.
—No es nada —rió algo nerviosa.
Después de ese beso Nayeon estaba algo fuera de sí. Pero no se quedaría atrás, así que se lo devolvió dejando que la más alta posara sus manos en su cintura, profundizando el beso.
Eso sí que era un beso, un buen beso.
—Hay moteles cerca —dijo una voz conocida.
—Cállate estás arruinando todo.
—¿Qué? Me dan envidia —suspiró la otra chica.
Eran Jisoo y Rosé.
Estas dos iban con gorras y habían pasado completamente desapercibidas ¿desde cuando la habían estando siguiendo?
Antes de que Mina pudiera abrir los ojos, Nayeon tiro de esta fuera del local huyendo de las miradas de esas dos.
Quería creer que solo había sido una coincidencia, no podía estar siendo observada.
—¿Qué...?
—Me daba vergüenza —se excusó rápidamente Nayeon —¿dónde aprendiste a sacar peluches así?
Necesitaba cambiar de tema rápido.
—Sana me enseñó el truco, ella aprendió por su cuenta para sorprender a Dahyun —explicaba con una sonrisa.
—Sana es una buena hermana. Dile que te enseñe más cosas —bromeó Im.
—Y hablando de Sana...se estará preocupando ya, ¿comemos algo de camino a tu casa? Invito yo.
Nayeon asintió y volvió a tomar la mano de Mina mientras que con su mano libre llevaba el conejo de peluche que le había conseguido su novia.
Se había divertido bastante, olvidándose por un momento de todos sus problemas. Había sido perfecto y Mina conseguía darle esa paz que necesitaba. Estar con ella le gustaba.
Exceptuando el choque con Rosé y Jisoo. Su primera cita había sido perfecta.
⏳⏳
—Las cosas están raras entre nosotras —decía con tristeza Dahyun.
Chaeyoung y Tzuyu escuchaban atentamente a su amiga, dándole ánimos por su relación con Minatozaki, quien se había pasado los últimos días encerrada.
—Momo, tú eres la única que puede hablar con ella —bramó Tzuyu.
—No entiendo por qué está así, si Mina está devuelta, todas estamos bien —suspiraba Chaeyoung.
Hirai observaba por la ventana en silencio, presa de sus pensamientos y una ola de sentimientos revueltos. Cuando fue a visitar a Mina, Sana no quiso salir de su habitación.
—Todavía no ha pasado la peor tormenta...—murmuraba Momo.
Quizás las cosas no hacían más que empezar.
🫡
PERDÓN se que tarde mucho, pero sentía q la historia no estaba teniendo apoyo :')
De todos modos varios me pidieron q actualizara así que aquí esta.
¿Nayeon está enamorada de verdad?
¿Que creen que pase entre Sana y Momo?
Comenten y dejen su voto, espero actualizar pronto ^^
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