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27.Bandera roja (II)

🌧

El fuerte golpeo de las gotas estrellándose en la ventana hicieron que la protagonista mirara en dirección de ésta mientras seguía en estado de shock. No había movido ni un solo músculo y tampoco parecía querer hablar o decir algo.

Sus pequeños golpes estaban habían sido "curados", sin embargo sintió que no eran nada comparados con los golpes o quemaduras de otras de sus compañeras.

Jeongyeon la envolvía en sus brazos mientras seguían en silencio, un silencio abrumador que hacía sentir principalmente a Nayeon agobiada y ahogada.

Estaban en la habitación en la que se hallaba inconsciente Sana, quien se había desmayado incluso antes de que sucediera la explosión. Había caído desplomada.

—No podemos perder la esperanza —murmuró Yoo.

—¿Esperanza? —repitió incrédula Im.

Nayeon tomó aire y bajo la mirada desolada, sólo quería despertar de esa mala pesadilla y devolver el tiempo atrás para abrazar con más fuerzas a Mina.

—¿Dónde estamos? —habló con una voz débil Minatozaki.

—¡Sana! —Nayeon tomó sus manos aguantándose las lágrimas

—¿Y las demás? ¿Logramos cumplir la misión? —preguntó algo confundida por la actitud de sus dos compañeras.

Jeongyeon tomó a Nayeon alejándola de la japonesa pues sabía que así la asustaría aún más y que sería aún peor de esa manera.

En ese momento varios agentes entraron en la habitación, prácticamente echándolas. Entre estos agentes, Suzy.

La mujer miró cabizbaja a Nayeon que solo con una mirada pudo comprenderlo y por cómo iban todos con la vista baja hacia la hermana de Myoui.

Fue allí cuando Jeongyeon arrastró a Nayeon con ella tapándole la boca al verla al borde de las lágrimas mientras cerraba la puerta y caía de rodillas al suelo.

Solo fue cuestión de unos segundos para escuchar los desgarradores llantos y gritos de Sana.

Era oficial; Mina no había conseguido salir de ahí.











🥲🥲












Las habían reunido allí a las ocho.
El director de inclinó y pidió disculpas al igual que su cuerpo y equipo. Nayeon no podía creerse lo que estaba pasando.

Miró a sus compañeras, completamente desoladas sin siquiera reaccionar. Sin luz alguna en sus ojos.

Después miró al frente y observó a las  cuatro chicas que se mantenían cabizbajas demostrando respeto y silencio. Incluso podía ver los ojos brillantes de Jisoo, quien parecía querer romperse allí mismo.

—No hemos encontrado el cuerpo tampoco. Llevaremos el incidente con cautela —sentenció el director volviendo a su asiento —tendréis un mes de baja y la familia una remuneración. Espero que os den a todas el alta cuanto antes, mi pésame.

Tras esto, comprendieron que no habi nada que decir o hacer al respecto. Ellas ya no podían hacer nada así que se marcharon sin decir ni una palabra siendo acompañadas por el grupo de cuatro.

A excepción de Nayeon, quien se tardo un poco más para mirar al hombre revisando algunos papeles como si nada.

—Dime Nayeon, ¿notaste algo extraño en la misión? —le preguntó Yang antes de que cerrara la puerta

—¿A qué se refiere?

—No es nada, debes estar agotada —sonrió el hombre —Puedes retirarte. Tengo futuros planes para ti.

Realmente estaba en lo correcto, en ese instante lo último en lo que quería pensar era en misiones y demás. No podía hacerse a la idea de lo que había pasado.

Y con estos pensamientos se carcomía la cabeza saliendo del despacho para encontrarse con una escena algo violenta en el pasillo.

Estaba Sana intentando pasar, luchando con Rosé que por órdenes no le dejaba pasar.

—Lo siento, no puedo...

—Te apartare yo misma —insistió levantando el puño —Ese hombre tiene que darme más explicaciones, tengo que saber quién fue.

—¡Sana! —Nayeon la tomó tratando de retenerla pero era demasiado fuerte.

Ante tanto alboroto, Lisa salió preocupada a ayudar a su mejor amiga viendo cómo la agente Taeyeon se paraba frente a Sana quien rebozaba rabia y odio.

—No lo hagas Minatozaki —advirtió.

—Dejad de detenerme —gritó tratando de librarse del agarre —no me importa contra quien tenga que pelear incluso si es contra usted.

—Antes que todo, cálmate—la miró Taeyeon a los ojos —no te dejes llevar por la rabia.

—¡Usted no le entiende! Le gustaría que ahora mismo fuera y matara a lo más preciado para usted.

La tutora al escuchar aquello soltó una risa amarga confundiendo a las más jóvenes que esperaban su respuesta expectante.

—No me importaría —contestó indiferente dándole una dura mirada a la joven —desgraciadamente , no me queda nadie.

Esa respuesta las dejó blancas. Incluso Nayeon pudo sentir el dolor encubierto en aquellas palabras.

—Después de todo, hace tiempo que mis compañeras de grupo fueron casi todas masacradas.

Sana tragó saliva y observó el suelo mucho más calmada, Nayeon notó esto y fue la primera en soltarla para luego tomarla por los hombros y caminar fuera de allí.

Ella jamás comprendería lo que era el amor de una hermano o hermana, pero podía comprender por el rostro de la japonesa a su lado que perder a uno era un dolor insoportable.

—Vamos a la residencia —le anunció Im.

Porque sí, a parte de que JYP tenía hasta una planta dedicada a todo lo médico y su referente también poseía residencias cercanas al propio enorme y gigante campus de entrenamiento.

Habían sido asignadas a estas residencias hasta que estuviera "mejor" pero para Nayeon era obvio que querían mejorar antes la situación.

—Nayeon, que alivió que estas bien —saltó Momo al verla entrar a la sala en la que estaban todas.

La coreana asintió dándole una sonrisa un poco débil a Hirai y después observó con preocupación el vendaje en su mano. Sintiéndose algo mal.

Y lo mismo paso al examinar a las demás con la mirada. Chaeyoung tenía un esguince en su pierna izquierda no muy serio pero debía reposar.

Dahyun lucía mejor, pero tenía los ojos rojos de tanto llorar al igual que Jihyo que siquiera podía mantener la cabeza firme.

Tzuyu estaba con algún que otro corte en el labio pero parecía estar en otro mundo pues su mirada era vacía y perdida, reposando su cabeza en el hombro de Jeongyeon que miraba a Nayeon preocupada.

—Estoy bien, Momorin —acaricio rápidamente su brazo observando cautelosamente su herida —pero tú no lo estás.

—Ninguna lo estamos —se metió Sana sentándose al lado de Jihyo viendo cómo rápidamente su novia se lanzaba a sus brazos.

—Lo siento...asumo la responsabilidad como líder —se puso de rodillas ante todas Jihyo.

Ver a su mejor amiga llorando mientras estaba de rodillas suplicándoles a sus compañeras perdón realmente rompió el corazón de Im, a quien también le amenazaban con salir algunas lágrimas.

—No pidas perdón Jihyo, esto estaba fuera de nuestras manos —trató de consolarla Hirai.

—Pero devolverles lo que nos han hecho sí que lo está —contraatacó Minatozaki.

—No lo está. Y menos con lo que está pasando.

El choque de pensamientos entre las dia japonesas convirtió el ambiente aún más pesado.

—Sana, déjalo —pidió Tzuyu. —yo no quiero perder a nadie más.

—Tzuyu...—la miró con tristeza Chaeyoung.—yo pienso lo mismo, no pienso perder a otra de nosotras.

—Lo siento Sana, pero incluso a mi me parece una locura. Cúlpame si quieres, pero no tienes mi consentimiento para eso —finiquitó la líder.

—Es demasiado lo que está pasando como para volver a pasar por esto —añadió Jeongyeon.

La mencionada se levantó junto a Chaeyoung marchándose, acción que imitó Jihyo con Jeongyeon que se encogía de hombros sin saber que decir.

—Ven, vamos a la cama. Las chicas tienen razón —le susurraba Dahyun sobando la espalda de su pareja.

Sana no decía nada y se dejaba llevar por la menor cabizbaja.

—Piensas igual que Sana, ¿verdad? —la miró Momo preocupada.

—Siempre he pensado que si te dan un golpe debes de devolverlo.

Momo observó algo decepcionada a la mayor y después soltó un suspiro para abrazarla por un largo tiempo.

Enredó sus brazos en su cintura y Nayeon notó el miedo en este, cuando Momo le dijo que estaba aliviada de que estuviera bien no creyó que lo dijera tan enserio.

Im aguantó las lágrimas y con cuidado de no herirla apretó su agarre.

Momo le estaba dando algo que necesita: un largo abrazo.

—Me encantaría quedarme así para siempre, pero deberías de estar con Sana —murmuró la coreana primero.—Tu mejor amiga te necesita...¿estás bien?

—Me duele, me duele tanto que es como si me ardiera el corazón. Pero...—se separó golpeándose en el pecho —pienso que no tengo derecho a llorar cuando el dolor de Sana debe de ser el doble.

—Pero Momo, tú...

—Solo abrázame así por un rato más. Luego podrás ir y encontrar refugio con Jihyo o Jeongyeon. —susurro enterrando su rostro en el pecho de Nayeon para volver a abrazarla —pero por ahora quedémonos así.

Y eso haría Nayeon.













🖤💗








Finalmente, se habían atrincherado en la habitación de Tzuyu y echado varios colchones en el suelo para dormir kas ocho en una sola habitación.

Reconfortándose la una a la otra, no dejando que una de ellas sufriera a solas o en silencio.

Ese pequeño gesto le había subido un poco el ánimo a Jihyo al ver lo unido que era su grupo. Y por otro lado había aliviado a Nayeon al ver a su amiga algo mejor y con los ojos menos hinchados.

A pesar de todo ese esfuerzo de todas, Nayeon no podía dejar de darle vueltas a todo e intentar recapitular todo a altas horas de la madrugada.

No obstante el golpeteo de la puerta hizo que diera un pequeño salto y fuera a ver curiosa quien daba semejantes golpes a esa hora.

Kim Jennie.

Esa chica odiosa estaba en la puerta.

Aún así, le abriría pues no sabía si se trataba de un mensaje del señor Yang.

—Yo...tú, bueno yo he pensado...

—¿Qué? ¿Acabas de terminar otra misión y vienes a burlarte  de que nos habéis tenido que ayudar de nuevo? No es el momento.

Rápidamente Jennie puso su mano deteniéndola al ver que Im quería cerrar la puerta.

—Escúchame un momento, por favor.

Nayeon la miró sorprendida por el tono distinto que había usado.Asi que terminó dándole una pequeña oportunidad para que pudiera hablar y decir el por qué estaba allí.

—No pude evitar sentir empatía, solo de imaginarme el hecho de perder a Jisoo, Rosé o Lisa me parte el corazón —confesó tocándose el corazón —Y he logrado averiguar a qué pandilla o mafia pertenecían los que asesinaron a Myoui Mina.

"¿Me está tomando el pelo?" Se mordió la lengua Im tratando de creerse todo lo que ocurría.

Pero depositaría su fe en Jennie.

—¿Me estás diciendo que me vas a ayudar a vengarme?

—A mi me gustaría hacerlo, cuenta con mi equipo y el de Bae Joohyun. Esos cabrones se lo merecen.

Todo le parecía surrealista, nunca pensó que Jennie estaría ofreciéndole su ayuda.

—Acepto tu oferta. Tendremos vuestra ayuda y también el del grupo de SM.

—El único problema será hacerlo a escondidas pero con eso no temas, por algo somos las mejores.

Sin embargo, a parte de lo que había apuntado Jennie otro de los grandes problemas con los que contaba era la controversia que eso traería.

La mayoría del grupo estaría en contra de ello.

Pero, ¿no sería suficiente con ella y Sana junto a esos dos grupos? ¿Realmente necesitaba a su  grupo para lograrlo?






🦋

hola, perdonen la tardanza.
Y también las posibles incongruencias y errores ortográfico ya que este es un mero borrador </3

Me gustaría que dejaran sus teorías y opiniones del capítulo/trama aquí :)

ya que es por lo que continúo la historia y me motiva a seguir.

Gracias :D

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